14 de abril de 2010

EL PLAN B DEL APOSTADOR Y EL CABALLISTA

Yo creo en Mockus, creo en su honestidad en su inteligencia. No sé cómo pudo llegar a ser político si los políticos son calculadores, caníbales, mafiosos. Mockus es un maestro, un tipo que cuando habla quiere que los demás aprendan algo, cada acto político es una metáfora y por alguna extraña razón ese pueblo atarbán, corrupto y sicarial que es el colombiano lo quiere y lo respeta. Antes del debate parecía que la presidencia estaba entre el siniestro Santos y la aburrida rectora de colegio Sanín, Mockus sólo tuvo que contestar tres preguntas para que todo el mundo se diera cuenta de su inteligencia. Igual no se necesita ser muy brillante para ganarle a esos que estaban sentados ese día, Petro de pronto le podía seguir la rueda pero Petro es un personaje gris, uno de esos funcionarios tristes que tan bien describen los grandes novelistas rusos del Siglo XIX.
Creí que al habérsele descubierto principios de Parkinson se iba a declinar la intención de voto, pero en un pueblo devoto como el colombiano esas cosas despiertan simpatía y no sé si por misericordia o sensatez ayer lo ponían por primera vez por delante de Juan Manuel “El Capo” Santos.
Que bueno que los ortodoxos del chavismo abandonaran las filas del polo y se pasaran del lado de Mockus, que bueno sería que Pardo en su eterno aburrimiento se aliara con los verdes. Todos nos debemos de unir para impedir que este hijo de puta haga de ventriloco del horrible muñeco Santos y mande cuatro años más. No podemos dejar que apostadores oscuros, siniestros como Juan Manuel Santos y su patrón el caballista Uribe sigan desangrando a Colombia. Es hora ya de creer que la única salida al conflicto es la confrontación armada, señores en las guerras civiles los dos bandos deben sentarse a negociar. La mano firme radica en exigirle a la guerilla un cese al fuego si se quiere entrar a dialogar. Esto es un empate técnico, las Farc existen así como existen los desplazados, los secuestrados y las familias de los secuestrados. Yo no sé con qué cara gente que no tiene un familiar secuestrado sale a apoyar la idea del presidente de rescatarlos a sangre y fuego. Si ellos tienen civiles como rehenes de una guerra la sociedad debe ser consciente de que se necesita sentarse a negociar si se tiene en alguna estima la vida de estas personas ¿O será que los treinta y cinco mil muertos que tenemos al año nos han convertido en bestias furiosas sedientas de sangre? Lo estaba empezando a creer hasta que vi cómo el profesor Antanas comenzaba a repuntar y comienza a convertirse en el gran fenómeno de la historia política colombiana.

Esperemos que las fuerzas oscuras del naz... perdón del Uribismo permitan que Antanas llegue con vida al siete de agosto del 2010. Uribe y el resto del cartel no contaban con el fenómeno Mockus y ahora deben estar cagados del susto, claro, porque van a empezar a  aparecer todas las  irregularidades que se cometieron durante estos ocho años. Ya la Corte Penal Internacional está estudiando las interceptaciones telefónicas y los falsos positivos. Ahora, si gana Antanas, podremos conocer detalles de cómo se maneja el cartel, en dónde invirtieron plata, cuál era la ruta del tráfico de droga. Deben haber cadáveres hasta debajo del sillón presidencial. Tomasito y Jerónimo seguro irán a una cárcel de Buenaventura donde serán muy bien atendidos por la comunidad afrodescendiente, siempre tan dispuesta a dar amor al que más lo necesita.  Me imagino al apostador y al caballista encerrados en una habitación pensando en cómo salvar lo que se les está escapando de las manos, en cuál será el sicario más eficaz para ejecutar el plan B.

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