90. SUSPIRIA. Dir: Dario Argento (1977). Las brujas acechan las grandes ciudades, se esconden en internados para niñas bien. Desconfíen señores, de esas instituciones donde la rectora nunca se vea, siempre esté recluída, desconfíen de la sangre que noche a noche se vierte por obra y gracia de un cuchillo fantasma, desconfíen, sobre todo, de las viejitas cuyos ronquidos parecen suspiros. En la irregular filmografía del director italiano, Suspiria sobre sale como una joya. Los decorados y la atmósfera sangrienta todavía ponen los pelos de punta.
89. RODRIGO D. Dir: Victor Gaviria (1988) Gran homenaje del director antioqueño a Alemania año zero de Roberto Rosellini. Muchos creen que Rodrigo D es una película de sicarios, pornomiseria de la más baja ralea. Los que afirman esto no la vieron o si la vieron no la entendieron. Esta es una película sobre un muchacho que quiere ser baterista pero el entorno lo obliga a conformarse con las baquetas. Rodrigo D es la película de un poeta, la escena de la pelea a cuchillo en la casa abandonada mientras Rodrigo Le pega al muro con sus baquetas es la mejor secuencia de la historia de nuestra pobre y miserable cinematografía.
88. BASTARDOS SIN GLORIA. Dir: Quentin Tarantino (2009) : Después de un parto de mas de diez años donde Tarantino se perdió en un guión laberíntico, la tan esperada película de el director de Pulp Fiction sobre la II guerra mundial me encantó. Y me encantó a pesar de que odié como un S.S a la judía Soshana y aplaudía a rabiar cuando el héroe nazi descargó su Luger sobre el vestido rojo de la proyeccionista judía, Bastardos sin gloria m proporciono el placer de sentirme que hacía parte de la historia del cine. Cuando sea un anciano seguramente le contaré a mis sobrinos, si ellos todavía quieren escucharme, que ese clásico lo pude ver en 35 milimetros. ¿Qué se puede decir más sobre Hans Landa? ¿Recuerdan una elección de casting más certera? Solo Daniel Day-Lewis en Pandillas de Nueva York puede ser más importante que la misma película. Como fanático de la II guerra mundial aplaudo esta versión tan personal del final del conflicto orbital que hizo nuestro Shakespeare contemporáneo.
87. SECRETOS DE UN MATRIMONIO. Dir: Ingmar Bergman. (1973) : Con Ana Karenina un documento para entender como funcionan las relaciones maritales. Tres horas desgarradoras y a la vez tiernas, tres horas que se parecen peligrosamente a la vida misma.
86. RETRATO DE FAMILIA. Dir: Luchino Visconti (1976): Burt Lancaster vive encerrado en su imponente departamento romano. A parte de su colección de arte, su inmensa biblioteca y su música no tiene ningún otro contacto con los hombres. Una criada silenciosa le da lo trae lo que necesita y ya. Pareciera que el contacto con los otros le trajera el recuerdo de dolores pasados, por eso evita como puede la envestida de unos vecinos recién pasados que sienten hacia el viejo profesor una infinita curiosidad. Lancaster como la mayoría de los seres humanos no podrá evitar caer en la tentación de conocer al prójimo. La última de la colaboración Lancaster-Visconti es un tratado sobre el infinito dolor que puede traernos el amar incondicionalmente a otra persona.
85. AMANECER. Dir: F.W. Murnau (1927) Como a la mayoría de ustedes las películas del periodo mudo me dan sueño, por eso me impresionó el ritmo que una película como Amanecer todavía puede tener. Hecha en el útlimo año del cine silente, Amanecer es una película que nos pone a pensar en que el cine sin banda sonora estaba logrando crear un lenguaje propio y universal.
84. BLADE RUNNER. Dir: Ridley Scott (1982) : ¿ Somos el sueño de otro? O mejor recurrir a aquella pregunta borgiana de ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza?. Los replicantes son máquinas con un pasado, hoy se levantan y creen haber vivido treinta años pero esos recuerdos son falsos. Son robots hechos por el hombre para servirse de ellos. Esto lo descubrirán y formarán una revolución, pero ¡Tranquilos! Todo está previsto, el hombre en su sabiduría infinita sabrá como aplacar la revolución, para eso puso Dios al hombre en la tierra. Basada en la novela del genial escritor de ciencia ficción Phillip K. DIck ¿Sueñan los androides con ovejas cibernéticas? Ridley Scott (Si! El director del esperpento ese de G.I Jane) su cota más alta….aunque bueno, no me puedo olvidar de Alien.
83. LOS INÚTILES. Dir: Federico Fellini (1953) Moraldo tiene un grupo de amigos que hablan todo el día, proponen proyectos, se quejan de todo pero al final del día todos se acuestan y no hacen nada. Hablan siempre de irse de ese pueblo pequeño en el que nacieron, un pueblo demasiado estrecho para sus ambiciones, pero cuando llegan a la casa y la mamá les tiene servido el almuerzo pues no hay nada que hacer, cuando menos te das cuenta estás en una mecedora y tienes setenta años. Moraldo está decidido, Roma será su destino. Fellini vuelve a su Rimini natal dándonos un esbozo de su juventud. Tierna y sencilla el gran director de Ocho y medio da en estas película su viso de que el neorrealismo ya no le interesaba y empezaba la búsqueda de su propia voz.
82. TODOS NOS LLAMAMOS ALÍ. Dir: R.W. Fassbinder (1973): Una viejita de ochenta años lleva a vivir a su casa a un árabe, un inmigrante indocumentado cuarenta años menor que ella y que además es su amante. Contrario a lo que puedan pensar los maliciosos, el inmigrante siente hacia su novia un afecto verdadero. El problema es que los hijos de la señora ven con muy malos ojos está singular relación. Rainer Werner Fassbinder es el director alemán más importante desde Ophuls. Su compulsión hacia el cine solo era comparable a su compulsión por la cocaína, dos adicciones que siempre llevan a pagar un precio muy alto y fassbinder lo pagaría en 1982 su asistente personal lo encuentra muerto en su estudio. Tenía 36 años y había hecho 42 películas y una docena de obras de teatro.
81. SHAMPOO. Dir: Hal Ashby (1975). Es una lástima que una carrera tan particular como la que venía forjándose Ashby se haya truncado por su propia autodestrucción. Shampoo es una comedia rarísima, apasionante y a la vez amarga. Warren Beatty es un peluquero que se da el gusto de acostarse con la crema y nata de Beverly Hills, sueña con que sus innumeables contactos le sirvan para poder montar su propia peluquería. Simple, senciila y original, Shampoo es una película que en otras manos hubiese resultado un bodrio pero que bajo la dirección de Ashby se convirtió en una de las mejores películas de la gloriosa década del setenta.
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