La figura del Gran Hermano, inventada por George Orwell en su 1984, ha sido el recurso más recurrente que ha usado el cine para representar al dictador. En Tiempos Modernos, Chaplin pone a un Allan García como el jefe omnisciente de una compañía de máquinas en serie, únicamente preocupado por supervisar que el trabajador cumpla con esmero y obsesivamente su trabajo. En la fábrica no hay tiempo para descansar por eso el pobre Charlot sufrirá una terrible crisis nerviosa que lo llevará a enroscar cualquier cosa que se parezca a un tornillo.
El estado está en cada uno de los habitantes de la Inglaterra de Brazil, la genial sátira de Terry Guilliam, un ejemplo único de adaptación libre. La obra de Orwell se destila por cada uno de los poros de esta película. El único recurso que tiene Johnathan Pryce para escapar de ese mundo cuadriculado al que está obligado a vivir por culpa del régimen opresor es su propio sueño. Un sueño que se repite una y otra noche donde él es un caballero alado dispuesto a rescatar de las garras de un temible monstruo a una hermosa princesa. Guilliam, integrante del grupo británico Monty Phyton, matiza este mundo gris, sumergido en la burocracia mas asfixiante con unos acertados toques de ironía y humor que nos permite respirar un poco. El ojo del estado cubre a cada uno de los habitantes de este régimen.Arriba el mundo lo conducen personajes frívolos y déspotas mientras que abajo, la clase trabajadora la conforman hombres desmoralizados que ya tienen sus ilusiones destrozadas. Es un mundo donde no se permite el amor ni la piedad ni mucho menos el arte. Tanto 1984 como Rebelión en la granja, fueron escritas por Orwell como una sátira contra el estalinismo. Sin embargo adaptada en 1986, Brazil constituye un ataque directo al gobierno de la señora Tatcher.
El conservadurismo exacerbado de la primera ministra la llevó a acciones que contaron con muy poca popularidad dentro de la intelectualidad inglesa. La desigual guerra que sostuvo con Argentina por unas islitas muy cerca al polo sur, unas islas que nadie en Inglaterra había escuchado nombrar territorios tan extraños como Islas Malvinas, Georgias del sur y unas que llevaban el ridículo nombre de Sandwich. Entre el pueblo raso la noticia sirvió para levantar la alicaída popularidad de la dama de hierro. Es que como sucede cuando el gobierno de Orwell se enfrenta contra Eurasia o contra Oceanía, el enemigo no se ve, la guerra siempre está lejana a nuestro territorio así que prácticamente la guerra es virtual y se vive es en los telediarios. Tanto la televisión argentina como la británica jugaron un desafortunado papel en los poco mas de cuatro meses que duró esta ridícula confrontación.
Por eso es un ataque directo al régimende Tatcherla adaptación que hizo Michael Radford, esta vez una adaptación directa, respetuosa de la novela de Orwell. El nombre incluso no se modificó y 1984 se constituyó en todo un clásico no solo de la ciencia ficción sino de como se puede adaptar con absoluta literalidad una gran obra literaria. A pesar de lo agradecido que puede estar con el estado John Hurt como cualquier entidad pensante tiene sus dudas. Desafortunadamente para él todavía es capaz de recordar. Hurt tiene memoria y puede recordar que los que fueron ayer nuestros enemigos hoy son nuestros aliados. Trabaja en el ministerio mas importante de todos, el de la propaganda y sabe que allí los recuerdos son destruidos. Para colmo de la insurrección tiene la desfachatez de enamorarse de una mujer. Para el Gran Hermano el amor es el último aspaviento de una cultura decadente, una cultura que fue aniquilada por el peso de una bota. El drama del protagonista de 1984, es el mismo drama del personaje principal de Brazil o el drama del intelectual o el poeta en el mundo contemporáneo: ser demasiado hermoso para vivir en un mundo así, un mundo despiadado donde el único objetivo es sobrevivir a como de lugar.
Uno de los mayores anhelos que puede tener un dictador no es ser respetado por el pueblo, ni amado sino temido. El temor dura más que el amor. No en vano los SS llevaban en su uniformes negros, tenebrosos, una calavera que infundía inmediatamente pánico a todos aquellos que perseguían. La propaganda nazi, diseminada por toda Alemania y los territorios ocupados, era agresiva y terriblemente expansionista. No te podías mover sin ver una esvástica en la calle. La imagen del Fuhrer estaba en cualquier esquina así que es imposible dejar de pensar en el dictador. Además en todo régimen hay ojos que te miran, hay informantes que te pueden acusar de cualquier cosa. Crímenes abundan en una dictadura y los mas graves son los que atentan contra la estabilidad del tirano.
En V de Vendetta existe un gobierno omnipotente fuertemente respaldado por el ejercito y los medios de comunicación. La verdad se maneja desde los noticieros. El personaje más querido por esa Inglaterra que dibujó Alan Moore en el cómic que inspiró la película es un oscuro presentador televisivo que destila odio (Otra referencia a la novela de Orwell con la hora del odio) y se hace llamar La voz de Londres. Desde su púlpito televisivo este macabro ex militar ataca descarnadamente a todos los que quieren interferir la labor del canciller Adam Suttler. Además la televisión está confeccionada para maquillar todas las noticias que suceden en el país. Si no sales a la calle no podrás ver a la policía corrupta ni la cara triste de los habitantes de la Londres de esta distopía.
Pero no existe una dictadura eterna, por eso entre las ruinas morales que ha dejado este régimen aparece el justiciero V. Su obsesión no solo es derrocar a Suttler sino vengarse de la gente que destrozó su rostro y envenenó su alma. Para cubrirse de las serias quemaduras que sufrió su cara usa una máscara que de paso es toda una declaración de principios una máscara inspirada en Guy Fawkes un conspirador británico arrestado en 1605 por intentar hacer explotar el parlamento del Reino Unido con el fin de acabar con las persecuciones religiosas. No he tenido la oportunidad de leer la novela gráfica de Alan Moore pero por lo que tengo entendido es muy superior al filme que dirigió James Mctiegue. Al parecer los desaciertos en el guión llevaron a la renuncia de Moore quien entre otras cosas alegó que el guión tenía muchos agujeros en la trama y que la línea argumental iba en dirección opuesta a su obra original (La confrontación de dos ideas políticas extremas: El fascismo y El anarquismo) convirtiéndose en una historia sobre el neoconservadurismo estadounidense contra el liberalismo estadounidense. De acuerdo a su deseo expreso el nombre de Moore no figuró en los créditos finales de la película. Aún así V de Vendetta se ha convertido con los años en una obra de culto, toda una referencia para todos aquellos que quieren presenciar un filme sobre un régimen autoritario.
El gran hermano siempre va a aparecer en las películas de dictadura. No es posible oprimir si no se vigila. Reclutar vigilantes es lo más sencillo para una dictadura. Básicamente todos los seres humanos lo somos. A la mayoría de niños les da mucha alegría cuando el papá castiga al otro hermano. Se necesita sentir la necesidad de ser beneficiado con algo. Las dictaduras recurren siempre a las fuerzas instintivas del hombre, las mas profundas y oscuras. La dictadura de Saló que tan maravillosamente supo retratar Pier Paolo Pasolini en su última película rebajó al nivel de perros a los jóvenes militantes del partido comunista atrapados por estos aristócratas enfermos. Los abusos que se cometieron en esa casa, uno de los lugares mas visitados por los cultores de la magia negra hoy en dia, hacen recordar a los que perpetraban para con sus víctimas sicópatas de la talla de Barba Azul o Erzhebet Bathory. La película ampliamente difundido en el circuito cineclubista tiene un gran acierto por parte de su director que es el de adaptarla con la gran novela de Sade, Los últimos días de Sodoma y Gomorra. Otra vez la historia le copia a la literatura o mejor aún pensar que el divino marqués tuvo la facultad que solo tienen los mas grandes artistas de poder ver el futuro y esos oscuros hechos que se perpetraron en mayo del 45 ya Sade los había visto dos siglos atrás.
Los jóvenes que murieron en esa horrible república fueron llevados a esa casa acusados por sus vecinos que temerosos de perder lo poco que tienen prefirieron entregar a su prójimo.
El gran hermano hoy en día no pertenece a la ficción. Telefé ofrece un canal especial para ver las intimidades de los participantes de un reality las 24 horas al día. Los participantes de este programa no solo no se oponen sino que están felices de que sus vidas sean la comidilla diaria de miles de señoras embarazadas. Hace diez años Truman Show era un drama, ahora si se volviera a hacer seguramente sería una comedia para adolescentes.
Mark Zuckenberg dijo que con Facebook la vida privada tal y como se conocía se había acabado. La distopía se ha hecho realidad. Arrodíllense ante el advenimiento del Gran Hermano.
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