Desde que en 1994 junto con su amigo Matt Damon escribió el guión de Good Will Hunting Ben Affleck estuvo tentado a dirigir sus propios proyectos. En aquella ocasión Harvey Weinstein impuso su peso y exigió que en el proyecto estuviera al frente un veterano como Gus Van Sant. Trece años después Ben Affleck era mas importante para la prensa rosa que para la crítica especializada. Su publicitado romance con JLO lo catapultó en los tabloides sensacionalistas pero prácticamente acabó su carrera como estrella cinematográfica. Además veía con preocupación como su nombre empezaba ha convertirse en veneno para la taquilla.
A diferencia de Matt Damon la prioridad en su carrera como actor fue hacer la mayor cantidad de plata posible. Por eso se sintió cómodo en las insufribles Armagedon y Pearl Harbor, tal vez dos de las películas mas ridículas de la historia. El morder constantemente el polvo lo llevó a replantearse su carrera. Por eso decide en 2007, con apoyo de su casa materna Miramax emprender el difícil camino de la dirección. Lo importante es que tenía una historia por contar. Affleck era de un barrio deprimido de Boston. Creció viendo gente drogándose, muchos de sus amigos de infancia cayeron presos o abaleados por la policía. En unas semanas ayudado por una guionista profesional el hombre mas sexy de Hollywood, ayudado por una guionista profesional terminó un guión bastante prometedor, lleno de personajes solidos, llenos de contradicciones. Gente real encerrada en un papel.
Influenciado por Clint Eastwood adaptó la novela de Dennis Lehane el mismo que adaptó Río Mistico. Mientras veía Gone baby Gone no podía dejar de pensar en las similitudes que encontraba con el autor de Gran Torino, solo que había una diferencia que se concretó a medida que transcurría la película. El nivel de realismo, el casting, el color local. Todo era mas real en la película del otrora odiado Ben Affleck.
Películas sobre desapariciones de niño hay muchas y a mi en lo particular no me gustan. Creo que el maltrato animal e infantil mostrado en el cine no es mas que un abuso de poder por parte del realizador. Pero en el cine no existen grandes temas sino grandes tratamientos. Lo interesante del filme es la mirada que hace Ben Affleck de esa desaparición. Como un maestro va tejiendo una de esas tramas que al final sorprenden pero que no se basan solo en buscar el efecto deseado sino en ayudarnos a entender las dificilísimas decisiones que toman los personajes dentro del filme. Como Eastwood, Affleck se revela como un excelente director de actores. Su hermano Casey quien hace poco lo vimos en Un asesino dentro de mi se forja un personaje lleno de matices, de contradicciones. Un tipo con una rectitud moral que provoca admiración y rechazo a la vez. La desconocida actriz Amy Ryan está impresionante en su papel de madre drogadicta. Ed Harris y Morgan Freeman con este filme continúan construyendo su leyenda. Como en la vida real acá nadie es completamente bueno ni completamente malo. Son solo seres humanos y Ben Affleck nos da el privilegio de juzgar, de sacar conclusiones por nuestra propia cuenta. Nos convierte en espectadores activos.
Gone baby gone no fue un gran éxito de taquilla lo que dificulta encontrarla en buscadores comunes. La encontré en Netflix y como me encantó The town y Casey Affleck se encuentra entre mis nuevos ídolos decidí verla. Esperaba ver una muy buena película. No siempre sucede que el resultado desborde tus expectativas. Esperemos que Ben replantee su carrera y que entienda que como Clint Eastwood pueden ser mejores detrás de las cámaras que delante de ellas. Gone baby gone y The town confirman a Ben Affleck como un autor. Algo muy raro de ver en nuestros aburridos y grises días.
Se demoró en verla Iván. Hacía mucho tiempo hablaban maravillas de la ópera prima de Ben Affleck, como la gran promesa de autor yankee. Yo había escrito en 2008 de esa película que me dejo una excelente imagen. Éste fue el artículo:
ResponderEliminarhttp://luijo-cuadroacuadro.blogspot.com/2010/11/los-hermanos-affleck.html
Un abrazo y seguimos en contacto.
P.D. ¿Y mi hamburguesa? Yo creo que el día que me la pague va a ser una doble, como los hermanos Affleck. Se puede llamar así, la hamburguesa Affleck.