26 de abril de 2012

RETROSPECTIVA HITHCOCK. EL HOMBRE QUE SABIA DEMASIADO. NUNCA MOSTRAR EN VANO

“Si muestras un rifle en la secuencia 35 úsalo en la 48” precepto Hitchconiano puro, aprovechar todos los recursos. Por eso si tienes a Doris Day úsala. No solo era una actriz también era una maravillosa cantante. Con su hijo cantan en una hermosísima escena. Sabemos que si lo están haciendo es porque el hombre que lo calculaba todo iba a guardarse este recurso para el final. La abnegada madre cantando en la casa del embajador para encontrar a su niño.

La primera versión de El hombre que sabía demasiado fue hecha en Inglaterra en 1934. Empezaba en los Alpes suizos, con un Pierre Fresney enigmático que moría en los brazos de Edna Best. A primera vista esta primera versión parece un borrador de la gran película de 1956. Todo es muy torpe, casi ingenuo. Pero el filme inglés tiene algo de la que carece su remake; un gran villano. Impactado por haberlo visto en M Hitchcock llamó a Peter Lorre y él es la película. En el asedio final (Basado en un hecho real en el que participó Winston Churchill) rogamos, como lo hicimos unos años atrás con Paul Muni a que no le pase nada al anti-heroe, pero que va, las balas de la policía siempre van teledirigidas.

En 1956 la acción transcurre en Marruecos. Jimmy Stewart, su esposa Doris Day y su cariñoso e inteligente hijo van de turistas en un bus, impactados con lo exótico del paisaje. El niño por equivocación ha ofendido a una mujer musulmana. El reclamo hecho por el hombre que viaja con ella va poniéndose demasiado violento, Stewart no puede entender uno de los insultos que le están gritando. Entonces aparece el encantador Louis Bernard y lo salva de la situación. Se bajan, Bernard, un francés radicado en Rabat se pone al servicio de la familia. Su esposa, siempre perspicaz y desconfiada le recuerdo que nadie es demasiado amable desinteresadamente.  Si la hubiera escuchado… unas secuencias más adelante un hombre moreno zigzaguea en la calle, busca con desesperación a Stewart, cae en frente de él, tiene un cuchillo en la espalda y cuando el americano lo va a tocar descubre que lleva maquillaje en el rostro. Es Louis Bernard. Antes de morir le dice lo que sabe… a un distinguido dirigente mundial le van a hacer un atentado en Londres.

Otra vez el hombre ordinario metido en una situación extraordinaria. Imposible no identificarnos con el personaje. Además está el otro sello de Hitch, el Mcguffin. Las pistas falsas. Todo parece indicar que es una trama sobre espionaje pero no es así. El filme es una excusa para mostrar una crisis de pareja ( Una de las obsesiones del gordito inglés) la mujer, una cantante exitosa que ha dejado a un lado su carrera por capricho de su dominante esposo. Todo mostrado con mucha sutileza, casi que imperceptible. Hitchcock mas que el mago del suspenso fue el autor que mejor supo retratar las relaciones de pareja.

Los guiones como siempre perfectos. Todo lo que aparece en el filme será utilizado. Si ese músico viejo de los créditos, impasible como el director inglés, de entrada nos muestran las claves del filme, en el golpe de platillos no solo está el clima de la canción sino de la trama misma. El concierto en el Albert Hall es dado por Bernard Hermann, tal vez el mejor compositor de bandas sonoras de la historia. El mismo dirige la orquesta.
Tanto en su versión inglesa como en la americana, El hombre que sabía demasiado no solo es una película fundamental en la dilatada carrera de Hitchcock sino que ambas son piezas fundamentales en la historia del cine.
Recuerden que Hitch es, tal y como nos lo recuerda Truffaut Mister Cinemá.

25 de abril de 2012

DOS PARTIDOS MARAVILLOSOS

Acaba de caer Boateng al suelo, el reloj se ha detenido en los 120. Van a penales. El marcador dicen que van 2 por 1. Van a penales. Increíble, ¿hace cuanto no se definía una semifinal desde los doce pasos? No busques en internet, ya pronto Mariano Clos te va a decir cuando fue y quien ganó. Los muchachos toman agua, exhaustos, Mou susurra los pateadores.
Fueron dos días donde los aficionados jóvenes al fútbol nos regocijamos ante los viejos que siempre marcaron las épocas de Di Stéfano, Pedernera, Helenio Herrera, Pelé o Gianni Riva eran las mejores y nunca volverían. Dos semifinales llenas de jugadas maravillosas, de momentos ásperos, de grandes jugadores. Presenciamos la historia en vivo y en directo y en alta definición. Que se mueran los viejos. Va a ejecutar el acalambrado Alaba el penal. Lo convierte. Voy a verlos.
Acaba de hacer el gol Swesteiger. Bayern- Chelsea la final, favorecidos por la suerte. El clásico justo se jugó en medio de las semis. Ninguno de los dos equipos españoles pudo recuperarse físicamente, menos el Madrid que ni siquiera poniéndose arriba del marcador por dos goles productos de fallos arbitrales, pudo  disimular el agotamiento que produjo el alargue.
Dos batallas épicas, inolvidables. Barcelona mantuvo la pelota en un 76 por ciento en promedio tanto en Stanford Bridge como en el Nou Camp. Disparó al arco en 57 ocasiones. Solo pudo marcar tres veces. Los de Londres tuvieron cinco tiros, la embocaron tres veces. El fútbol es el juego de la ilógica. A pesar de que se tenía el partido en el bolsillo con el gol de Busquets, con la expulsión de Terry, algo le molestaba a Lio Messi. En rostro se reflejaba la debacle. No estaba bien menos cuando justo antes de que se acabara la primera parte Ramírez bañara a Víctor Valdés.
Penalti a favor del Barcelona, cobra Messi lo erra. 24 horas después patea Ronaldo al palo derecho de Neuer, lo tapa el arquero. Los dos mejores jugadores del planeta fallando en su especialidad. Dicen que en estas finales las ganan los equipos con jerarquía. Barcelona tiene cuatro orejonas, Chelsea ninguna. Los de Guardiola son considerados el mejor conjunto de la historia, el Chelsea va cuarto en su liga y hace unas semanas echó a Vilas- Boas por la pésima campaña. Entró Di Mateo, sin proceso, sin conocer a sus jugadores, sin experiencia como técnico, su única garantía las excelentes campañas que jugó con la escuadra que en ese entonces dirigía Ranieri. La rueda de la fortuna es implacable y a veces torpe, el niño que nunca hace un gol justo sentencia la serie después de driblar a Valdés.
Muchos hablan del fin de una era. Barcelona de los últimos 15 títulos disputados había ganado 13. Los dos únicos que no pudo obtener ¿adivinen que técnico se los quitó? Ningún equipo le ha podido quitar la pelota al barsa, ninguno le ha impuesto su forma de jugar. Barcelona sigue siendo el mejor de todos. Es un privilegio pertenecer a esta época, ser testigos de Messi, de Xavi, del gran Iniesta.
Hoy todos esperaban ver clasificar al odiado Real. Los dos goles de Cristiano parecían ser suficientes para borrar el dominio que desde una primera instancia mantuvo el Bayern en el terreno de juego. Los de Munich tenían la pelota y las opciones. Gran partido de Robben…como la aguanta Gómez, que grande Alaba. Un partido emocionante, de ida y vuelta. La estrategia primó sobre la táctica. Los jugadores no podían sostenerse sobre sus piernas. El público tampoco podía más. Los penales fue una prolongación de esta semifinal inolvidable. Rogábamos los hinchas del fútbol  porque no se acabara nunca y por si se tuviera que acabar al menos que lo hiciera con un final maravilloso: El odiado Mourinho yéndose cabizbajo por el túnel.
Son días locos, estupendos para el fútbol mundial. Todos viven pendientes de la Liga de Europa. Unos por el Real otros por el Barcelona. Privilegios de la globalización. En una chichería de Tunja un hincha boyaco del Real se trenzó a navajazos con un man de Boyacá que le hacía fuerza al Barcelona. Esperemos que algún día en un pub catalán un aragonés hincha del Cúcuta le aseste una trompada a un madrileño fanático del Huila.
Lo malo de todo esto es que la final ya pasó. Igual esperamos con ansia el soporífero partido de Munich. Ojalá me equivoque.

24 de abril de 2012

ANDRES CAICEDO. EL SIEMPREVIVO.


Corría el año 96 y yo estaba solo en Medellín. De puro desparche fui a la universidad de Antioquia a ver que pasaba por allá. Las universidades públicas eran un mito para un muchacho provinciano como yo que añoraba con entrar a una de esas instituciones. Ya me imaginaba encapuchado enfrentándome a la policía y sentado en uno de esos matorrales donde todos los hippies se hacían para poder leer mejor a Dylan Thomas y Thoreau.

 En la entrada de la universidad un anciano vendía libros viejos. Entre ellos brillaba uno de pasta corroída donde unos negros y una rubia, rubísima eran dibujados bailando. Pagué con monedas, entré a la universidad, me provisioné de cannabis y me senté en el prado. Me paré de ahí en la tarde, cuando ya no había luz, siendo otra persona. El monólogo de Maria del Carmen Huerta de dejó atulampado pero también me había abierto los ojos “¿Quién podía escribir así?” o mejor “¿Por qué no nos habían mostrado esto en el colegio?” En la contraportada hablaban del autor, muerto por sus propios medios a los veinticinco años. “Como Janis-decía ese joven que ya no era yo- como Morrison” Era nuestro Rock Star.


En esa época Andrés Caicedo tenía 21 años de muerto y estaba lejos de ser el referente cultural que es hoy en día. De sus obras solo se conseguían El atravesado, en una horrible edición de norma, Destinitos fatales (de Colcutura) y Angelitos empantanados que se había hecho tan popular en los noventa gracias al programa La brújula mágica de ese otro genio que vivió tan poco, Rafael Chaparro . Entonces vuelvo a Cúcuta con esos libros, tratando de hablar caleño ve, con ganas de saber quien era Héctor Lavoe y comprar en las incipientes discotiendas locales todo lo que hubiera de los Stones.

No conocía a Radiguet, muerto a los 21, ni a John Keneddy Toole (32) Ni Frank Norris (32). No sabía que se podía escribir siendo tan joven y no sabía que los escritores como los vaqueros o los rockeros podían morir tan jóvenes.


Conocer a un autor como Andrés a los 18 años puede ser o muy bueno o muy malo. Es una fuerza de la naturaleza que como tal te arrastra. Un tipo que reúne los tres intereses que puede tener un joven libre y rebelde, el cine, la literatura y el rock. Además de que siempre iba a ser un muchacho, no se había muerto pues a los 25…. A su lado Hendrix y Brian Jones son un par de ancianos. Daban ganas de matarse, morir y dejar obra y que después aparezca un Cide Hamete Benegeli a contar nuestras hazañas y que estas perduren para siempre. Escribí un cuento terriblemente malo y misógino llamado “Andrés tenía razón” todavía lo conservo en una de esas agendas deshojadas. Un día me animo y lo trasncribo y después lo borro. Con cuentos así descubrí que matarse sería una perdida de tiempo… mi escritura nunca se parecería a la de él, ni Cúcuta era Cali, ni mis amigos eran Ospina o Mayolo. Yo quería vivir esa vida pero tuve que olvidarla.


En Bucaramanga conocí a gente que estaba loca con el mito caicediano. Incluso conocí a un profesor, Hernando Motato que conoció a Andrés “Era el muchacho del cine-club, no sabíamos que escribía ficción” En los mediodías de los lejanos setenta se reunía el lumpen frente al teatro San Fernando a ver como Kathy Jurado lloraba en silencio mientras su esposo se desangraba por un balazo en el estómago mientras veía el río correr. De ninguna parte la voz de Bob Dylan cantaba por primera vez Knockin’ on Heaven’s Door en una de las películas preferidas de Caicedo, Pat Garret y Billy the Kid de Sam Peckinpah.  Ricardo Abdahllah  publicó un maravilloso artículo en la revista Vista al sur cuando el muerto tenía 25 años de inmortalidad. Los fans crecían, el fenómeno empezaba a desbordarse. Ospina y Sandro Romero Rey convencieron al papá de Andrés que los dejara entrar a la casa y revisar que era lo que había en un baúl que nadie había abierto. Fue el Tutankamón para los caicedianos… encontraron textos inéditos y los números y muchísimas reseñas sobre cine. Textos que entregaba en la entrada del cine club donde se les rendía tributo a autores tan dispares como Jerry Lewis o Bergman, Leone o Pasolini, Dan Stragori  o Godard. Le vendieron la idea a Norma y la editorial ni corta ni perezosa decidió publicar el voluminoso Ojo al cine. Andrés se convirtió entonces en el santo patrono de los cineclubistas.


Me despegué un poco del mito en mi afán de matar al padre. Incluso lo llegué a criticar. Me molestaba terriblemente que muchachitos sin rigor compartieran y ensuciaran la leyenda. Me fui de Colombia y en la distancia veía su imagen como un recuerdo necesario. Incluso llegue a pensar que su legado permanecería mas como crítico de cine que como escritor. Estando en Buenos Aires mi gran amigo Ariel me invitó a su librería Cruck-up porque el escritor porteño  Washington Cucurto presentaría una reedición de Que viva la música y no solo vendría eso sino toda su obra. Entonces en Italia Marco Cassini se encontraba de frente con su legado, y Fuguet desde Barcelona le daba vida en una extraña autobiografía sacada desde la ultratumba. En Francia Bernard Cohen, traductor de autores tan importantes como Tom Wolfe, Norman Mailer, Sam Shepard decidía traducir las alucinógenas disquisiciones de María del Carmen Huerta a la lengua de Baudelaire.

Andrés Caicedo dejó de ser ese muerto hermoso, propiedad de unos pocos buenos amigos para convertirse en un fenómeno mundial. Su obra tiene la cualidad de los grandes clásicos; a sobrevivido al tiempo. Parece que Que viva la música hubiese escrita el año pasado. Los jóvenes del mundo se encuentran entusiasmados ante una obra que la sentimos como propia y es emocionante estar vivos, haber resistido a la tentación de tomarnos sesenta seconales para comprar un pasaje de tercera categoría en el tren de la muerte. La gloria de Andrés es la gloria que tenemos los que lo leímos hace mas de quince años cuando su nombre era el único habitante de nuestro precario underground.

Dentro de poco los franceses alimentaran sus fiestas pidiendo a gritos el infaltable Perico, dicho así, a secas y en español y en Varsovia amenizaran sus rumbas a punta de Richie Ray y Bobby Cruz. Cali será un sitio de peregrinación para fanáticos de todas partes del mundo. Treinta y cinco años después Andrés se ha liberado de las cadenas que le había impuesto la muerte y hoy su presencia desgarbada y pálida deambula de Ciudad Jardín hasta Montmartre, a pasos  largos, graciosos…salseros.

RETROSPECTIVA HITCHCOCK. JAMAICA INN. UNA PELICULA DE TRANSICION

En Inglaterra estaban convencidos de que en Hollywood lo iban a despedazar, por eso más de uno vio con buenos ojos el hecho de que lo llamaran desde ya para trabajar bajo la batuta del imponente Selznick. Al productor de Lo que el viento se llevó no le gustaban los directores con ideas propias y bueno, había contratado entonces a un tipo problemático y sobre todo que veía el cinematógrafo como un lienzo en el cual vertía sus obsesiones.

Lo llamaron para hacer una película sobre El Titanic pero antes de irse para Estados Unidos, Charles Laughton le propuso hacer una película sobre la novela de Daphne Du Maurier Jamaica Inn. En conversaciones sostenidas con Bogdanovitch, Chalotte Chandler o Truffaut, Hitchcock no se explicaba porque había aceptado un proyecto del cual tenía tantas dudas. Desde la película estaba destinado al fracaso. Tenía la cabeza puesta en los escenarios del Titanic y aceptó solo por dos razones, por el dinero y por el prestigio que tenía Laughton.
Pero precisamente fue la prepotencia del talentoso creador de La noche del cazador  lo que hizo que la película naufragaba como lo hacían los barcos al llegar a esa isla donde unos bandidos despiadados despistaban a los capitanes para que estrecharan sus naves sobre las rocas tal y como se ve en el filme. La gracia que tenía la novela era que solo hasta el final se sabía quien era el malvado, pero, al recaer el papel en Laughton por exigencia del mismo actor la sorpresa se hacía añicos.

Hay dos formas de hacer suspenso, una es el whodunit que significa “Who done it” (quien lo hizo) Las historias de Agatha Christie asumen dicha forma donde al final sabemos que el verdadero asesino es el mayordomo. Hitchcock creó el Mcguffin que es una sucesión de pistas falsas. Un ejemplo de este tipo de suspenso es el que aparece en La ventana indiscreta todos creemos que es un filme sobre el asesinato y posterior desmembramiento de una mujer por parte de su conyugue cuando en realidad trata de las artimañas de la sofisticada Grace Kelly para llevar al altar al renuente James Stewart.
Hitchcock no se sentía cómodo con eso de la sorpresa al final ni mucho menos dirigiendo una película de época. El mismo cuenta que dirigió cada plano con desgana y que al final terminaba aceptando con resignación las imposiciones del difícil Laughton. A mi en lo particular me parece maravillosa su actuación y en general la película no es el desastre que muchos cuentan. Mauren O’Hara quien un año después viajaría a Estados Unidos para cimentar su leyenda con Ford empezando con Que verde era mi valle, está magnifica y sobre todo muy sexy en la película. La inocente sobrina política del pirata se convierte en la heroína accidental, algo que sería común en sus películas en Estados Unidos.

La historia es farragosa y el que esté interesado puede consultarla en Wikipedia. Es sobre piratas, asaltantes, asesinos. Es una película oscura y casi pesimista. Tiene errores garrafales, descuidos en el script y se nota que está hecha a las carreras, pero no deja de ser una obra de Hitchcock y como tal es digna de verse.
La película sobre el Titanic al fin nunca se hizo (tuvieron que pasar sesenta años para que James Cameron hiciera su obra definitva) y el terminaría realizando su maravillosa Rebeca.  Sus detractores ingleses se habrán quedado muy aburridos al ver que tropiezos como Jamaica Inn no volverían a ocurrirle. Al contrario Hitchcock se convirtió, como soñó Capra, en el nombre antes del título.

23 de abril de 2012

EL DE LUIS BUÑUEL. TODOS SOMOS MORCILLISTAS

Francisco es un buen hombre. Va a misa cada domingo y ha vivido por siempre en la virtud que enseñan las escrituras. Ha heredado una fortuna de sus antepasados, incluso en su natal Guanajato hay unos predios que le pertenecen. Los facinerosos descreídos han invadido sus tierras, los títulos de propiedad son muy viejos, los últimos datan de principios del siglo XIX pero aún así contratará abogados en ese caso, completamente perdido…menos para él.

Jueves santo en la tarde. En su obligación de Cristiano ha ido a la iglesia. La basílica de México completamente llena, el cura haciendo el tradicional lavatorio de pies. Ahí está ella, un rostro entre la gente. El obsesivo ha conocido su víctima, la mira, pone sus ojos sobre ella. Evade su mirada, presiente el peligro pero también la atracción que ejerce en todos los cuerpos la proximidad de la víctima. La consigue a pesar de que está prometida a uno de sus mejores amigos. Se casan, ella lo abandona todo pero eso no es suficiente. Si la besa y cierra los ojos es porque está pensando en Raúl, su antiguo amor. “¿En quién piensas Gloria?” y ella pues en nadie mi amor, y él que si, no me mientas mujer del infierno.

Gloria ha estado entre los brazos de otros hombres, él en cambio es virgen, puro. Eso es un yugo que pesa en él como pocos. Van a la luna de miel a Guanajato, siempre pendiente de sus negocios, primero y segundo él. Ella lo ama, le encanta ese aire mandón, dominante. El sicópata y su complemento… están almorzando en el restaurante del hotel, él le dice que la ama, la ama por su dulzura (¿Sumisión?) ella le dice que también lo ama, sobre todo por su seguridad, por su aire mandón.
“¿Y que es lo que menos te gusta de mi?
Como suele suceder en estos casos el interpelado se pone incómodo y dice que nada “No hay nada que no me guste de ti”
“ Bueno Francisco, si tanto insistes pues hay algo que no me gusta de ti… a veces eres un poco injusto”
Francisco el santo se ríe.
“Que curioso que lo digas, hay pocos hombres que tengan un sentido de la justicia tan despierto como el mío”

Buñuel es el autor por antonomasia. Dicen sus amigos que en sus películas hay bromas que solo las podrían entender aquellos que convivieron en sus jóvenes días en la residencia de Madrid. Esta actitud de Francisco es una referencia directa a una anécdota contada por Falla. El músico fue invitado a almorzar por un pintor andaluz llamado Morcillo. El compositor contempla todos los cuadros que el pintor le enseña y dedica a cada uno una frase de elogio sin la menor reserva. Se fija que en el piso hay varios cuadros cubiertos por una manta. Falla insiste en que quiere verlos pero Morcillo se atrinchera en su negación, esos cuadros están cubiertos porque están mal hechos, pura obra defectuosa.
Después de la insistencia de Falla el pintor se deja convencer, a regañadientes quita la manta de los cuadros y se los muestra
-Mírelos, no valen nada.
Falla protesta, el cuadro le parece muy interesante.
-No, no- Responde Morcillo- La idea general me gusta, algunos detalles son bastante buenos, pero el fondo no está logrado.
-¿El fondo? –Pregunta Falla, mirando el cuadro más de cerca.
-Si, el fondo, el cielo, las nubes. Esas nubes no valen nada ¿no le parece?
-Efectivamente- admite al fin el compositor- puede que tenga usted razón. Quizás las nubes no están a la altura del resto.
-Usted cree?
-Si.
- Pues ya ve- dice entonces el pintor- precisamente son las nubes lo que más me gusta. Yo diría que son lo mejor que he hecho durante los últimos años.

Dice Buñuel en su libro de memorias Mi último suspiro “Toda la vida he encontrado ejemplos más o menos disimulados de esta actitud, que yo llamo morcillismo. Todos somos un poco morcillistas. El morcillismo nace del afán insaciable de elogio. Se pretende agotar todas las posibilidades de alabanza. Y uno provoca la crítica – una crítica justificada, por regla general- no sin un punto de masoquismo, a fin de confundir mejor al imprudente que no supo ver la trampa”
El fue la película preferida de Buñuel. Francisco encarnado por Arturo de Córdova representaba al hombre paranoico per- se algo que obsesionó no solo al aragonés sino a su amigo Salvador Dalí. Los celos es la manifestación por naturaleza de la paranoia. En ese sentido el afectado es casi un poeta ya que todas las cosas que lo rodean son transformados por su propia imaginación. Todo es sometido a una reinterpretación. Si su esposa toca el piano es porque le está mandando un mensaje cifrado al amante que espera ansioso en la esquina, si se encuentra con un conocido en la calle es porque de ante mano habían pactado una cita.
Gloria acaba de llegar de la Argentina, quiere casarse con Raúl pero ha caído en los brazos de ese hombre apasionado, dominante, poderoso. En la luna de miel se ha dado cuenta del infierno que le espera. Sin embargo Gloria no decide separarse. Le gusta sentirse sometida. Los vejámenes cada vez van en aumento. No sabemos que le puede hacer a su joven esposa. En los noches solo escuchamos su llanto sordo. Sus gritos de auxilio. Ha quedado alejada de su madre, de todas las cosas que ama. Francisco ha llegado no solo a golpearla sino que ha atentado contra su vida. Pero ella sigue allí, firme, leal y fiel. Él manipula a su madre, al cura, a ella misma. Nadie puede dudar de lo intachable que puede llegar a ser un caballero de la virgen. Ella solo se separa de él cuando este enloquece. Sino seguiría por siempre a su lado aferrado a un lazo más poderoso que el acero.

El es una película universal, todos nos sentimos identificados con el dominante, egoísta, celoso y obsesivo Francisco así como todos tenemos un poco de la sumisa y masoquista Gloria. Es una suerte para los latinoamericanos que un maestro como Luis Buñuel se haya visto obligado a hacer películas en un país que el detestaba pero que es tan entrañablemente cercano a nosotros.
Los personajes están tan bien construidos desde la misma escritura del guión que el propio Lacan le pasaba el filme a sus estudiantes. Todos poseen una hondura sicológica que los transforma en seres absolutamente reales, creíbles. Francisco solo obtendrá consuelo recluyéndose en un convento, esperando que Dios le de sosiego pero en esa última imagen, la del monje subiendo en zig-zag una escalera sabemos que para salir del profundo poso de sus obsesiones no bastará la oración ni la penitencia.

16 de abril de 2012

EL OTRO PAIS. Apuntes sobre la VI Cumbre de las Américas.

Entonces toman 96 millones de dólares de lo que les damos y deciden organizar una fiesta. Invitan a los presidentes de los países del continente, con todo y sus numerosas comitivas. Contratan a los mejores chef, a dos cantantes de vallenatos reconocidísimos, sistemas de blindaje innovadores, iluminan el castillo de San Felipe con luces multicolores (“las mismas de Yo me llamo, afirma orgullosa la presentadora de noticias de Caracol) de última tecnología, cada luz cuesta 16 mil dólares. Llaman a Shakira , quien de tanto estar saliendo con extranjeros y adoptando como una Zelig post-moderna sus respectivos acentos ha olvidado hasta las estrofas del himno nacional.

Sale al escenario dándoselas de sofisticada, la corbata a medio hacer, una mezcla rara entre Tina Fey, Jenna Jameson, Virginia Wolf ,a quien dice admirar(¿?), y la jovencita mañé que cantaba Magia. El presidente de Bolivia convoca un partido de fútbol y Santos, quien se siente tan cómodo frente a las cámaras llama a Asprilla, Chicho Serna y Harold Lozano para jugar el verdadero clásico de los andes: Colombia- Bolivia. El resultado, un previsible empate.

Dicen que son mejores las fiestas de los pobres que la de los ricos. En su complejo de inferioridad se ven en la obligación de gastar lo que no tienen por el miedo de lo que pueda decir la vecina chismosa.  Por lo general los pobres venden hasta los inodoros con tal de tener una botella de más. ¿Quién va a pagar las deudas contraídas en la Cumbre? Adivina, adivinador….
No hay nada como descrestar. Escogen a Cartagena y lo primero que hacen es limpiarla. Agarraron a todos los indigentes, los metieron en varios buses y los llevaron a los suburbios de Barranquilla. Desde el jueves paralizaron la ciudad provocando un caos absurdo, único. Por una vez más el gobierno juega en contra de su propio pueblo. A los ilustres visitantes les prohibieron salir de la ciudad amurallada y Bocagrande. Nada de visitas a los barrios Nelson Mandela o a los de los Pescadores. Contrario a lo que se podía pensar  en los noticieros habló más la menor de los Chard que los analistas políticos. Nos quedó más claro que atuendo lució la primera dama del Canadá que los acuerdos que se hicieron o simplemente para que coño nos sirve a nosotros, el pueblo raso, el de a pie una reunión de 48 horas donde se gastan un centenar de millones de dólares.

El nuevo presidente de Caracol, el  jovencillo tecnócrata representativo de esta época infame dijo que la Cumbre tenía la importancia para el país de un Mundial de Fútbol. Obama sin duda tiene casi la misma importancia mediática de Lionel Messi, con la diferencia de que sabemos muy bien que hace el temible jugador del Barcelona, mientras que todavía no nos queda muy claro cual es el papel que cumple el presidente de los Estados Unidos, casi siempre maniatado por un congreso que lo limita. Fidel Castro lo describió con acierto “Obama en la cumbre lucía ausente” ningún medio se hizo eco de las declaraciones de Barack, simplemente porque casi no hubo declaraciones. A penas se bajó del avión agarró a Santos y le cortó las alas “No, no mijo, como así que usted anda con el cuento de la legalización, eso es imposible”. La esperanza que llegó a tener gente tan ilusa como este cronista de que iba a ver una nueva estrategia para combatir a los traficantes de droga quedó hecha trizas en esta maldita cumbre.
A Obama no le interesa que hasta el momento la ley 1448 sea solo letra muerta. En el país no se ha restituido un solo metro de tierra ni se ha reparado una sola víctima. Si existe el interés por parte del gobierno norteamericano de que se termine el conflicto, ¿por qué no presionan en Washington para que se le dé cumplimiento a lo que dicta la ley?
Pinilla, el representante de Chile, si que sabe para que sirven estas cumbres. Llegó el martes pasado, fue el primero, se instauró en su suite del Hilton y como cualquier turista avezado y pudiente fue a visitar los sitios característicos de la heroica. Incluso con su homólogo colombiano visitaron la Sierra Nevada y al otro día sin ninguna vergüenza se fue a bucear a las diáfanas aguas que bañan las islas del Rosario. Ay! Los Pinilla, ellos si saben para que es la plata. Si ustedes vieran al hermano del presidente… un mastodonte de 150 kilos que se las da de rockero, lo mandaron a la Argentina porque en Chile no hacía sino destrozar la imagen de su carismático brother. Una versión todavía mas cocainómana e imbécil que nuestro querido y adorado pacho Santos.

La vergüenza más grande sin duda fue la actitud de Santos de quedarse callado a la hora de apoyar la inadmisible actitud de Inglaterra de aumentar el número de sus tropas en las Fayrbanks, nombre que le ha dado Albión a las Islas Malvinas. En pleno siglo XXI los ingleses todavía tienen ínfulas de imperio. Es inadmisible que pretendan mantener una colonia a miles de kilómetros de su país. El reclamo de la presidenta argentina es más que justo. Sin embargo su pedido de incluir ese pedido del gobierno gaucho en la declaración final de la cumbre fue ignorado por Santos en otro de sus innumerables actos de sumisión ante el imperio inglés. Recuerden que hace diez años Juan Manuel publicada la tercera vía, ese libre infectado de neoliberalismo que escribió a cuatro manos con el abominable Tony Blair, su gran amigo.
Dicen los medios “Colombia con la cumbre ganó prestigio y liderazgo en la región” Sin embargo tres presidentes de la región desistieron de ir a Cartagena, los tres, por coincidencia vecinos de Colombia. Peligrosamente vemos como vuelve a existir la posibilidad de quedar aislados. La cancillería sin duda falló. Para este humilde, desarrapado y pobre cronista la Cumbre sirvió para demostrar que no existe en el área un país más obediente con Estados Unidos que el nuestro. Santos pasaba por el lado de Barack y le daba leves masajitos en la espalda (Esto no es una exageración, miren los videos) en varios barrios miserables de la heroica le montaron embajadas y regalos tan disimiles como libros o burros recién nacidos. Los medios nos informaron que Obama no probó bocado y que se mostró como un profundo admirador de Shakira y de Carlos Vives. Ayer la vagabunda esa medio gorda de RCN, de cuyo nombre no puedo acordarme dio la primicia de que el TLC estaba listo. El fin de la microempresa en Colombia fue anunciada como la gran noticia del año.
Que colonia tan triste, tan pobre. Que falta de vergüenza. Que lejos de conceptos implementados con éxito por muchos de nuestros vecinos como el de “Dignidad de los pueblos”. Acá no puede existir nada de eso. A pesar de que se mostró abiertamente hostil a la cumbre desde su maldito twiter el evento sirvió para ver cuanto se parece Santos a Uribe. Desde ya quedan cancelados los temas de legalización, incluso cambiará la política de buscar una salida negociada al conflicto. Obama llegó con un maletín lleno de peticiones que sin duda cumplirá nuestro presidente una a una, sin chistar, todas estas peticiones están en contra de los intereses del ciudadano del común y solo favorecerán a los cacaos nacional y a las grandes empresas gringas.
Se han caído las máscaras señores. La cumbre develó el verdadero rostro del gobierno y de los medios. Existe un metapaís que es el que retratan los noticieros. Un país donde no hay pobres y donde todas las mujeres se parecen a esas estiradas e insoportables primeras damas que como damas de la beneficencia recorrieron con infinito asco los barrios pobres de Cartagena.  No hay nada que celebrar y si mucho que lamentarse. Estamos desprotegidos y solos. Estamos excluidos. No formamos parte de ese país que aparece en los noticieros.

15 de abril de 2012

TITANIC QUINCE AÑOS DESPUES

Que tontos, que ciegos, teníamos veinte años éramos pura energía, pura brutalidad. Veíamos desde nuestra endeble torre de marfil  construida  a punta de malas imitaciones de Bukowski, como la masa, la amorfe y estúpida masa hacía filas interminables en los teatros de la ciudad para ver el último producto  con el que el imperio pensaba controlar definitivamente nuestras pobres mentes.
Nos resistimos a engrosar las filas de una recaudación que no paraba de crecer. Las adolescentes se enamoraban perdidamente de Gilbert Grape quien definitivamente no era un niño especial sino un hermoso adolescente con toda la pinta de un príncipe de cuentos de hadas. Se disparó Di capriomania y los jóvenes comunes y corrientes, llenos de granos y masturbaciones detestábamos tal fiebre. No nos cabía ninguna duda que era un mal actor, otra estrategia de mercadeo… un pobre tonto que nunca trabajaría con maestros reales como Clint Eastwood o Martin Scorsese. El incompetente vendido de James Cameron le daba trabajo porque claro…. Mírenle la hoja de vida a este hacedor de fortunas…. Que las dos Terminator, que Mentiras verdaderas…. Películas muy bien hechas, entretenidas, pero que sin duda no tenían nada que ver con el concepto que teníamos de arte.

En 1998 Titanic igualó el viejo record de Ben-Hur, once estatuillas, nada mal para una noche. En pocos meses se constituyó en la películas mas taquillera de la historia confirmando lo que ya sabíamos…que las masas nunca tienen la razón. Nosotros la vimos por supuesto, en una mala copia en un sótano de la UIS. Estuvimos tres horas frente a una sábana amarillenta, recibiendo las pobres imágenes de un desgastado video vean. Nadie se atrevió a decir que si se habían aguantado la incomodidad de las butacas de madera era porque el embrujo de las imágenes de James Cameron nos había mantenido frente a la pantalla absolutamente hipnotizados.
Pasaron catorce años y se ha reestrenado la película esta vez en él discutible formato de 3D. Era la oportunidad perdida para aquellos tontos que nos resistimos a verla en su formato original. La sala estaba atestada de gente. La expectativa generada por los 100 años del hundimiento del barco que según su creador “Ni Dios podría hundir” se había cumplido. ¿Qué dudas pueden caber a estas alturas del partido del oficio que tiene James Cameron para dirigir películas? Contrario a lo que sucede con la mayoría de producciones que se ven hoy en día, Titanic posee todos los elementos que uno como espectador puede esperar de una película. Una historia de amor creíble e intensa… la princesa y el vagabundo. El hombre rico y despiadado. Un matrimonio pactado y la aparición del amor real. Un hecho histórico, una tragedia devastadora. Acción, drama, documental, romance y humor…. El guión está plagado de grandes frases, de momentos que se convirtieron en íconos del cine, Jack Dawnson en la proa del barco gritando “I am the King of the world”, la aristocrática Rose aprendiendo a escupir, a volar de la mano de Jack. La mano de la ninfa en el auto donde ha perdido definitivamente la virtud. Lo que me impresionó de haberla visto en cine es ver la reacción del público, todo el tiempo conectados con la historia, ríen cuando deben reír, lloran cuando tienen que llorar. ¿Cuántas veces asistes a la dicha que proporciona un clásico?

Con Titanic experimenté lo que sucedía en las salas de cine décadas atrás… el hecho litúrgico del cine. Es un acto de humanidad compartir tus emociones con un centenar de personas, voltear a mirar al que está a tu lado y sentir que está llorando como tú, que ese desconocido está sintiendo lo mismo que tu en ese momento. Era como haber viajado en el tiempo y haber asistido a la premier de Lo que el viento se llevó o El padrino, esta es de las pocas cosas buenas que puede traer el 3D, la posibilidad de ver este tipo de retrospectivas en una sala de cine, algo que hace unos años no era más que un sueño.

Los que aún tienen dudas con Titanic los invito a dejar los prejuicios a un lado. Es realmente cuestionable decir que es solo un producto de Hollywood. Señores permítame decirles que todos los filmes lo son. Las inversiones que se hacen en el contexto de cualquier país o industria tienen el compromiso de al menos recuperar la inversión. El concepto de cine arte es absolutamente cuestionable. Ante la gran pregunta de si Titanic es o no arte, debo decir que es ante todo cine. Cine en su estado máximo. No existe un solo momento de aburrimiento, la trama (romance Rose y Jack), las subtramas (la búsqueda en el fondo del océano de las ruinas del barco ochenta y cuatro años después, el engranaje de la máquina, el capitán, los músicos…todos parecen tener vida!) te interesa cada una en la misma proporción. Cuando recién el barco zarpa y el capitán necesita comprobar su velocidad, su fuerza, Cameron nos lleva a las infames galeras, a las hélices, a toda la estructura mecánica de ese monstruo de los océanos. El director nos lleva de la tercera a la primera clase mostrándonos todas las desigualdades que puede haber entre una sección y otra. Las arañas de cristal, las vajillas de porcelana, el trato de príncipes que reciben cada uno de los integrantes de la primera clase se contrasta con el que reciben los que van en tercera. Un conde le pregunta interesado a Jack como es viajar en tercera y el, socarrón, responde “Es muy bueno…casi no hay ratas”. Tenemos una deslumbrante dirección de arte, en la hora y media que permaneces dentro del barco aprendes a estar confiado…ni Dios podrá hundirlo, y cuando el Transatlántico pasa por el lado del iceberg uno todavía cree que es solo un rasponcito y por eso te impacta tanto la noticia….el Titanic se hundirá en un par de horas.

Sufres como los que están dentro de la pantalla, en un instante caes en el shock y todavía no lo puedes creer. El océano se tragará el monstruo. En medio de la tragedia Cameron no se deja abandonar por la emoción gratuita y tiene tiempo para pensar como un poeta, o si no ¿Qué son esos músicos tocando hasta que el barco se hunda? ¿Qué es ese aristócrata esperando con sus mejores galas, junto a su hijo a que el ángel de la muerte lo busque en medio del océano? ¿ o esa pareja de ancianos aferrados en un abrazo esperando pacientemente que el agua salada reviente sus pulmones? Son imágenes muy poderosas, demoledoras.
El tiempo ha confirmado los talentos de Leonardo di Caprio y sobre todo de Kate Winstley, son la realeza de Hollywood. No existe una mejor actriz que ella hoy en día. Llama la atención como escoge los papeles en los que quiere actuar. Cuesta verla en una mala película (Debo confesar que detesto La lectora) su nombre desde ya ha entrado definitivamente en la historia del cine. La lista de sus grandes actuaciones incluye su participación en Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, Revolutionary road (que significó el reencuentro con Di Caprio diez años después), Un Dios salvaje, de la mano de Polansky, o Contagio. Siempre dejando su huella, su impronta. Una estrella absoluta.

Por increíble que pueda parecer conozco gente que todavía se resiste a creer que Di Caprio es un buen actor. Como si su actuación en Los infiltrados o su encarnación medida, exacta, humana, de un tipo tan discutido como Hoover no fueran suficientes. La academia continúa ignorándolo, pero a él eso no parece importarle, sigue escogiendo minuciosamente cada una de sus apariciones cinematográficas
En el epígrafe  de La habana para un infante difunto Cabrera Infante cita a Preston Sturgues, “El cine es un buen lugar para agarrarse las manos” con Titanic vuelves a sentir esa necesidad de pasarle la mano por el espaldar de la silla a tu chica, de darle un beso en los breves momentos en que la película te da un respiro. Jack y Rose te devuelven el derecho a ser por un instante un cursi patético. Es una epopeya que no vimos en su momento porque estábamos muy jóvenes, muy ciegos pero que hoy gracias al sentido de la oportunidad de la insaciable industria tenemos la oportunidad de verla en cine. Disfruten de esa montaña rusa, húndanse en ese océano de cine

12 de abril de 2012

FRENCH CAN-CAN DE JEAN RENOIR. Explosión Pictórica

Jean Renoir es el director más grande. Su mirada puede ir desde la irracionalidad de la guerra hasta la visión de un vagabundo cuyo único credo es vivir con muy poco, practicando el amor libre…Boudu  fue el primer hippie. Renoir está vivo, yo lo compruebo cada noche en que veo caer al héroe Andre Jeurieux a manos de un Shumacher poseído de celos salvajes. La película palpitando en la estreches de un DVD, la película expandiéndose en una pantalla que si bien no es tan grande como las de antes al menos tiene las dimensiones acordes para que dos personas podamos ver a María Félix mostrando su sensual torso, a Jean Gabin convertido en el soñador que a punta de constancia pudo crear el antro más famoso del mundo, a una docena de bailarinas levantando olímpicamente la pierna, repartiendo a diestra y siniestra su French-Can Can.

Un gran director no se da con vueltas, si la historia, la verdadera historia no se dio así pues…reinventémosla! Muchas veces, tal y como lo dijo Godard, el cine es mejor que la vida. Yo quiero creer que Moulin Rouge nació así, que esa explosión de colores que es el filme de Renoir no es más que un documental. Un empresario loco, que todo lo da por el arte, una lavandera poseída por la danza, María Félix dándolo todo, hasta su cuerpo con tal de ver a su mentor, a su ídolo a su amante encumbrarse en lo que él cree que es la gloria. Fracaso tras fracaso Gabin permanece imperturbable en la idea… que importa que un oscuro acreedor se lleve los muebles de tu casa y que en las paredes se vean las sombras de los hermosos cuadros que alguna vez reposaron allí. La vida es muy corta y no debemos preocuparnos por pequeñeces.

Hijo del maestro impresionista August Renoir, Jean no fue ajeno al sentido del color que tenía su padre. Como en ninguna otra de sus películas French Can- Can es una explosión pictórica. En cada encuadre podemos encontrar a los expresionistas del cual conoció de niño. En su maravilloso libro Renoir mi padre, el autor de La regla del juego cuenta como después de sufrir una herida en la pierna durante la Primera Guerra Mundial, tuvo que estar convaleciente varios meses al lado de su anciano padre. Encerrado en su estudio aprendió los secretos que podía tener el intento de representar la naturaleza. Hijo de su tiempo Jean no quiso limitarse a pintar sino que usó el invento que en ese entonces empezaba a abrir todo un horizonte de posibilidades artísticas: el cinematógrafo.
Con El rio probó las posibilidades del uso del color en el cine, pero sería en French Can-Can donde emparentó definitivamente (Muchos años antes que Greeneway o Kurosawa) la pintura con el cine. El tema no podría ser mas apasionante: el origen del burdel más famoso de Francia. Allí sobre sus buhardillas, pintores como Gauguin y sobre todo Tolouse-Lautrec asentaron sus talleres. De día trabajaban como condenados, de noche se dejaban llevar por la absenta, esa entrañable hada blanca, por las polleras de las hermosas bailarinas de piernas largas, eternas, por una atmósfera cargada de bohemia, alegría y romance.

 Por lo que representa para la pintura el Moulin Rouge es que directores como John Huston, quien en su versión de 1952 presenta una historia que solo sirve de excusa para mostrar su conocimiento sobre la pintura, deciden abordar sus orígenes con mas bien pobres resultados. Más emparentado a la película de Renoir está Baz Luhrmann en su versión kitsch de 2001, recargada de imágenes con Ewan Mcgregor y Nicole Kidman cantando una estrambótica versión de Smile Like Teen Spirit, entre todo ese expresionismo uno puede encontrar la influencia del gran maestro francés.
Hace poco en España se reeditó una maravillosa versión de esta obra maestra absoluta. Los colores son tan vivos que la película parece realizada el año pasado. Los invito a que se sumerjan en esta particular experiencia de uno de los autores más importantes, imprescindibles y aún desconocido en nuestro medio.
El gran maestro está vivo.

9 de abril de 2012

EL ROSTRO DE ALIPIO De Alfredo Rubio. Una voz propia.

Hacer una película es de las cosas más difíciles que existen, Hitchcock decía que cada filme era una frustración porque el resultado final nunca se parece a las imágenes que uno tiene en la cabeza. Realizar un cortometraje con un presupuesto de dos millones de pesos es todavía mas complicado. Una vez terminé de escribir el guion de “El rostro de Alipio” le dije a mis amigos Darío Monsalve y Sixto Quintero que fueran a los cursos porque yo no quería meterme en camisa de once varas. La verdad conozco mis limitaciones y después de tres intentos por dirigir quedó más que demostrado que yo no tengo el talento. Darío es un tipo muy ocupado y el tiempo libre lo usa para ver películas, leer y oficiar de poeta. Sixto es la única persona que conozco junto con mi esposa que su discurso social es coherente con sus acciones. El decidió multiplicarse, asistir a los soporíferos cursos impartidos por distinguidísimos profesores venidos de Bogotá. Le agradecí entrañablemente que se haya enfrentado no solo al aburrimiento sino a la mezquindad, ignorancia y mala leche de los artistuchos locales. Unas semanas antes no aguantó más y con justa razón dejó el proyecto botado. Alfredo Rubio lo recoge del suelo, lo pone a andar a pesar de que camarógrafos surgidos en las entrañas del recordado teve 13, insuflados de un amor propio casi que incomprensible le hicieron literalmente la guerra.

Me cuentan que pasó lo que suele suceder en este tipo de villorrios: todos querían tener el control sobre la dirección. En su inmenso desconocimiento cinematográfico creen que el único puesto importante en una película es el de director. Empezaron a hacer eso tan colombiano que es esparcir chismes por los pasillos, hablar mal del otro sin dar la cara. Alfredo no es mi amigo y a veces le he aconsejado que no hable tanto porque eso aburre, pero nadie puede discutir que aparte de David y Leonardo Parra, de Isaías Romero, Efraín Vásquez y el maestro Bosh son las únicas personas en la ciudad que han visto películas. Al menos, desde la posición humilde de este servidor, son las únicas que pueden hablar con propiedad sobre un filme.

A los camarógrafos de teve 13 les pareció terrible que ellos con su vasta experiencia en quince años y primeras comuniones no les dieran la oportunidad de dirigir sus operas primas. Incluso el director de la piscina (Pixina,Pichina o como se escriba) quien hizo trizas  el hermoso guion de Rubio para convertirlo en un frívolo y casi que ridículo video clip a metido bazas en este juego. El de pronto quería demostrar que con otro videiucho podía recuperar el prestigio perdido con su pitscina orinada. El punto es que armado de valentía se fueron al Carmen del Tonchalá a realizar el corto. Con unos cuantos billetes, con lluvia, guiado por la férrea mano de Colbert García sacaron adelante el proyecto.

Durante meses esperé con ansias poder verlo. Después de varios aplazamientos anunciaron fecha para el 13 de abril en la Biblioteca. Como era de esperarse no me invitaron pero gracias a mi amigo Jaime Charria, quien me trajo el DVD a la casa y pude ver por fin el trabajo de Alfredo.

El oficio del guionista termina una vez pones punto final. No hay nada más desagradable que un guionista opinando en el set. Por eso pude ver el corto como un espectador desprevenido. La verdad me sorprendió el resultado. A pesar de la cámara que usaron (Una Handy ideal para grabar paseos de olla), de los problemas de ritmo, de las actuaciones, de todos los contratiempos que puede tener un presupuesto de limosna y un grupo de trabajo inoperante y en contra tuya, el corto creo yo logra lo más importante: construir una atmósfera. En las imágenes de ese par de campesinos recorriendo un camino uno puede encontrar a Colombia. Me encantó el casting, la mujer y el hombre tienen en la cara marcado el sufrimiento. Me encantaron esos gallos siendo entrenados por sus dueños, las patas de la mula entrando en el barro, el maíz siendo molido, los silencios de los personajes…. En algún momento uno llega a creer que está metido en un cuento de Rulfo.

A los imbéciles que trabajaron con Alfredo el corto por supuesto no les ha gusto y esto debe alentar al mexicano. Ellos no pueden disfrutar de los silencios, de la lluvia cayendo, de toda esa poesía que tiene el corto. Ellos sinceramente no saben de eso, no conocen, no han visto, son ciegos.

Yo me siento plenamente justificado y agradecido con Alfredo por haber hecho un gran trabajo con mi guion. Desde octubre estamos trabajando junto a un reconocido director caleño en convertir este guion en un largometraje. Por el maldito corrillo se decía que la película había ensuciado por completo el guion y quiero decirles que eso no es así. Al contrario me llena de orgullo y satisfacción con que este trabajo haya caído en las manos de alguien con tanta sensibilidad. Menos mal fue él y no uno de esos gómelos estúpidos que creen que el cine lo inventó MTV y que la mejor película de la historia es Natural Born Killers.

El rostro de Alipio de Alfredo Rubio muestra el camino de lo que debe ser un cine local. Una mirada sincera y hermosa sobre nuestros paisajes, nuestra gente. Una película con voz propia.

VIENTO SALVAJE De Hugo Fregonese. Placer cinéfilo

Los lunes a las nueve de la noche el maestro Fernando Martín Peña impartía la clase de historia del cine en el vetusto edificio de la calle Moreno. El mismo llevaba su proyector y sus propias películas en 16 mm. Tiene el archivo de películas personal mas grande del continente. Mas de 14 mil copias en 16 mm y cinco mil en treinta y cinco. Su curiosidad insaciable lo llevó a encontrar en el 2008 la copia original, única, de la obra maestra de Fritz Lang Metrópolis.

A Fernando le encanta las películas que nadie ha visto, con el descubrí a Val Lewton y toda la santa lista de productores y directores de serie B, tipo William Castle o Jack Arnold. Entre el rosario de nombres uno me llamó la atención, la de un tipo nacido en Mendoza que muy joven se fue a trabajar a Hollywood, cuando el  solo nombre era la alusión a un poderoso imperio. En pocos años se ganó la confianza de los productores y sin muchos aspavientos lo pusieron a cargo de productos menores, productos que se hacían con el presupuesto que sobraban de las grandes películas, historias sobre crímenes, sobre vampiresas destructoras de ilusiones. Puro noir y del mejor, noir surgido desde la serie B. bajo su batuta estuvieron actores como Edward G. Robinson, Paul Henreid, Joseph Cotten, Jack Palance o James Mason. Los actores confiaban en él porque  a pesar de que la historia nunca le dio el lugar que merecía sus películas tenían fuerza, eran descarnadas…. En épocas de grandes productores Fregonese hacía como Orson Welles o Nicholas Ray puro cine de autor. Era un novelista, todos sus filmes poseían su firma.

Peña amenazó durante mucho tiempo con llevar una película de Fregonese, pero siempre se cruzaba un Aldrich, Renoir o Peckinpah y yo me cansé de estudiar y nunca volví a la calle Moreno. Pasaron cuatro años y despabilado encuentro en la televisión Viento Salvaje, un filme ambientada en algún lugar de Suramérica. En medio del desierto, de los bandoleros, un par de aventureros gringos pretenden gastar sus últimos recursos sacando petróleo. Llegan los bandidos, le piden plata, los astrosos no tienen un peso, lo último que han tenido lo han gastado en aparatos para perforar la tierra, los ladrones no suelen conformarse con un no como respuesta así que han agarrado dinamita y han volado la construcción. Los norteamericanos han tenido que bajar al pueblo con solo lo que llevan puesto, buscar como sea un empleo, juntar un par de billetes e irse de regreso a su odiado país.


Van a una oficina de empleos pero que va, no hay vacantes. Los pobres War Bond (el predicador de The searchers, habitual colaborador de John Ford) y Gary Cooper tienen que ir a la calle, pedir unas monedas para hacerse una sopa aguada o recibir la oferta de un inescrupuloso traficante de hombres, quien les propone llevar nitroglicerina en un destartalado auto. A pesar de lo peligroso de la misión y de los reparos de su compañero Gary Cooper acepta. Llevar en una carcacha nitro en medio del desierto, a merced de los ataques de los insaciables bandoleros es una misión suicida. Bond la noche previa en vez de descansar deambula por las calles de la ciudad a merced del hambre y la desesperación, trata de asaltar a un hombre muy bien vestido pero resulta dominado por un Anthony Quinn absolutamente monumental. Quinn es Paco, viejo conocido de los muchachos quien ahora goza de una buena posición y, muy agradecido por favores pasados, les ofrece trabajo y comida. Cooper aceptaría gustoso si no fuera porque Barbara Stanwyck, su viejo y tormentoso amor es ahora la esposa de Paco.

Stanwyck representa lo que se denomina dentro de los cánones del género la Femme Fatale, una Lilith capaz de llevarte al asesinato, como le pasó a Fred McMurray en Double indemnity con tal que te deje meter la mano en su entrepierna. Es el sexo encarnado, poco importa que su rostro en un primer vistazo te parezca horrible, ella con su voz y sus vestidos ceñidos te irá convenciendo que por ella, el infierno vale la pena.

Aceptan llevar el explosivo, los bandidos los persiguen, un solo disparo, un movimiento en falso y la carga maldita volará en mil pedazos. Pero Cooper es un tipo duro y con la misma nitrglicerina los espantará. El tipo que los contrata, a pesar de que el esfuerzo ha sido titánico no les da un peso entonces el viejo aventurero tendrá que hacerlo probar la fuerza de sus puños, recupera la plata pero la policía le confisca lo que en tan buena honra a podido recuperar. Otra vez estás solo y en un país hostil y ajeno, tus pasos te llevarán irremediablemente a Paco y sobre todo a su inquietante y diabólica esposa.

Llama la atención que El salario del miedo, la fenomenal película de Clouzot sobre un grupo de hombres que tienen como trabajo transportar un material altamente inflamable sea de 1953, el mismo año en que Fregonese realiza Viento salvaje. No sabemos quien copió a quien pero el tiempo ha encumbrado al francés a la categoría de maestro mientras el argentino ha sido olvidado injustamente. Viento salvaje es un saludable ejercicio cinéfilo donde encontrarás (si tienes la suerte de verla) todos los condimentos que han hecho del cine negro uno de los géneros a los que más se les rinde culto. Una gran película que no ha envejecido nada, que se puede asentar en cualquiera de los territorios del continente donde la maldición del petróleo se ha asentado para secar almas. Un filme lleno de grandes actuaciones, de planos sublimes, soportado todo por una gran historia. En internet apenas hay referencias sobre esta película tremendamente realista, en contravía con la artificialidad que se manejaba en el Hollywood de la edad de oro. La gente suda, se ve sucia, fea. La gente no es completamente buena ni completamente mala solo que son consecuentes con sus pasiones, sus deseos y sus demonios.

Los que tienen Movie City Classics la pueden ver este mes en un homenaje que le están haciendo a Anthony Quinn, los que no traten de bajarla. Una película imprescindible en el maravilloso y malvado universo del film noir.`

7 de abril de 2012

HOWL DE Rob Epstein y Jeffrey Friedman. Como un yonkie disfrutando su dosis.

Había una idea, adaptar un poema. Había setecientos millones de problemas, ¿Cómo bajar del cielo lo que le pertenece a él? Se sentaron dos directores, conversaron. Ginsbergh no solo son palabras, no solo es un gay, no solo es un poeta; Allen Ginsbergh es un contexto, una época y eso, porque no debería estar allí. Entonces hagamos animaciones con los versos, mostremos el juicio por distribuir pornografía en el que se vio envuelto el atrevido editor de Howl, hagamos que los abogados reciten parte de los versos, mostremos al poeta encumbrado en la tarima de un sucio bar gritando su aullido, además mostremos las imágenes del poema en animaciones mientras la voz de James Franco retumba en el vacío. Los dos directores que tiene la película asintieron, cada uno en su buhardilla se puso a trabajar en su parte del guión. Escribieron con frenesí hasta la madrugada, releyeron con los primeros rayos de sol lo que habían cosechado….”Fantástico” dijeron como si fueran dos cabezas formando parte de un mismo cuerpo.

Lamentablemente eso fue solo una sesgada opinión personal porque Aullido es una oportunidad perdida de mostrar el sórdido, rockanrollero, alcantillero y maravilloso universo de los beatniks, esos jóvenes poetas de la década del cincuenta que bautizaron a los hipster, que  antecedieron a los hippies, que fundarían con veinte años de anticipación el punk. En su afán por conseguir la hazaña de adaptar el poema en imágenes, Rob Epstein y Jeffrey Friedman desperdician contarnos historias tan impresionantes como las que están plasmadas en La carretera o El almuerzo desnudo. Se pierden las borracheras de Kerouack, los monólogos inacabables y lúcidos de Neil Cassidy, el juego de Guillermo Tell que solía aplicarle a su esposa el gran William Borroughs. Por el momento nos animamos a encendernos como un porro perpetuo y pensamos, ya va a empezar, todo esto del poema es fantástico pero en cualquier momento comienza la película, si, ya sabemos que los directores no pretenden hacer una película sino un docu-ficción, está genial lo de la animación pero ¿No es excesivo esa metáfora de los espermatozoides como voladores estallándose en el cielo?, muy ilustrativo el juicio, malditos caballeros de la moral pero ¿A dónde nos va a conducir este estrado?. Nos impacientamos, la silla se empieza a quedar pequeña y a la hora no podemos creer que Howl no sea lo que esperamos.

No me gustan ni los poetas ni la poesía. Pero si algo bueno tiene la película es la capacidad para mostrarnos que Aullido es una obra imperecedera, a la que el tiempo ha tratado muy bien y ha encumbrado como un clásico indiscutido. Incluso estoy pensando en comprármelo. La conclusión desde el estrado es que es lo más grande que se ha escrito desde Hojas de hierba y eso, me cuentan mis amigos poetas son palabras mayores. Lamentablemente Howl, the movie, es una película profundamente aburrida sobre una generación de muchachos que literalmente rompieron todo. Cine para descrestar bobos. Estoy seguro que entre los círculos de cine clubes la película será un éxito absoluto. Igual es válido, para ellos está hecho. Yo mientras tanto buscaré en los desolados anaqueles de las librerías de esta ciudad el libro, encerrarme en un baño público y consumirlo lenta y placenteramente….como un yonkie disfrutando su dosis.

6 de abril de 2012

ESPEJITO ESPEJITO De Tarsem Singh. LA MONOTONIA DE LA INDUSTRIA.

La fábrica está arriba sobre un cerro. No para de destilar humo por sus incansables chimeneas. Los productos bajan todo el tiempo a la planicie, una serie interminable de objetos perfectamente parecidos, idénticos. Nosotros, los míseros habitantes de la aldea tenemos que conformarnos con lo mismo, esperando que en cualquier momento, por equivocación, la fábrica envíe algo distinto.
El último producto es una nueva versión de Blancanieves, una película que tendría elementos de arte pop, trazos kitsch, una vuelta de tuerca que acabaría para siempre con la solemnidad del cuento de hadas. Se buscó una princesa con cara de Audrey Hepburn, una bruja malvada encarnada por la cotizada Julia Roberts, un apuesto y carismático príncipe, a cargo de Armie Hammer (Uno de los brillantes gemelos de Red Social) y siete enanos que en vez de ser inocentes trabajadores de un mina, acá tratan de socavar el hambre impuesta por la malvada reina asaltando millonarios en su espeso bosque.

A parte de unos chistes graciosos, Espejito Espejito es otro producto de la fábrica, ni más ni menos. Manufacturada según los cánones que dictan las encuestas. No se toman riesgos dentro de la industria. Cada millón debe ser recuperado, el espacio para el riesgo es cada vez más estrecho. Los escenarios estrambóticos hicieron pensar a este, su sacrificado cronista, que el mediocre Tarsem Singh, quien no hace poco nos decepcionó con su blandengue Los inmortales, se había convertido en Tim Burton. La ilusión poco a poco se desvanece y comienza el desespero. Si vamos al cine es para huirle al calor, al sopor y al aburrimiento de la Semana Santa. Pensamos que es mejor estar acá que viendo a los nazarenos destrozar sus carnes con sus látigos de dos cabezas.
Como en Shrek, Pollitos en fuga o Wall-E, Espejito Espejito logra ponernos de acuerdo a los niños y a adultos, solo que está vez unos y otros estamos completamente aburridos. Dice Robert Mckee que si algo no se puede criticar a la industria son los guiones, de 10 mil que se presentan al año los altos ejecutivos escogen los 400 mejores. Estamos convencidos que las historias no se han acabado, lo que han muerto son los grandes escritores. Los clichés se suceden uno a uno, las formulas son inquebrantables. Por ahí alguien cree tener una ideota entonces se inventan una particular y rococó forma de invocar las fuerzas ocultas que se refugian en el interior del espejo, un lago, un bohío bastante parecido a donde se refugian los Barí en la Serranía del Perijá. Todo manipulado por un niño tonto detrás de un computador, todo falso, lobo… exagerado.

Pudo haber sido interesante, por ejemplo, haber mostrado la miseria en la que se hallaba sumido el pueblo. La opresión de los impuestos desmesurados…. Mostrar porque no, UNA REVOLUCIÓN, el pueblo embravecido rompiendo los vidrios de la administración municipal o empalando al lambisquetas recaudador de impuestos. Pero recuerden amigos que la industria es sabia y ya no se toman los riesgos de antaño…. Las revoluciones han sido prohibidas dentro de la fortaleza.
Y las actuaciones por Dios…. Nunca he entendido porque Julia Roberts es la mujer mejor pagada de Hollywood. Su jeta horrible abarca todo lo ancho de la pantalla, las emociones se le quedan atragantadas en la garganta y es incapaz de que se le puedan reflejar en su pétreo rostro. Una bruja que no da miedo, una reina que no llega a ser mala. Una princesa con unas cejas desmesuradas, un príncipe con un par de buenos chistes pero con las limitaciones que suelen tener los que no tienen talento.

Lo mejor del filme sin duda, la animación del comienzo y Nathan Lane como el adulador oficial de la reina que logró sacarme un par de sonrisas. De resto no queda nada en este naufragio descomunal. Ignoro como le habrá podido ir en taquilla, imagino que bien, la gente suele ser muy obediente con las cosas que se le ordenan a través de los anuncios televisivos e internet. En los cortos que se pasan antes de la película me llamó la atención que anunciaran una nueva versión esta vez más oscura de Blancanieves. No entiendo porque la industria, que nunca se equivoca comete este error…. Aunque la verdad no creo que lo sea. Allá todo está calculado, los éxitos se fabrican en sus laboratorios infalibles. Es fácil programar éxitos cuando el público está completamente lobotomizado.