Se acababa el siglo y la vieja agonizaba. Acuclillados yacían sus súbditos rogándole a Dios por una vida eterna. Desde México una extraña maldición salía de los labios de un hombre “Sigue a la serpiente Bruja Maldita, sigue a la Kundalini que ella te llevará al infierno”. Dos ingleses desquiciados trataban de escalar el Iztaccihualt, nadie había llegado tan alto. La bruja se retorcía en su lecho mortuorio. La oscura Londres se llenaba de una niebla espesa, como si los demonios fueran esparciéndola para que nadie pudiera ver la barca donde se llevarían el cuerpo putrefacto de la reina Victoria.
Inglaterra había ensanchado sus fronteras convirtiendo el sueño de Elizabeth, de tener un imperio donde nunca se pusiera el sol en realidad. Pero a costa de eso había vuelto la edad media, ahí tenían no más el cuerpo de Wilde sucumbiendo a la hipocresía de una sociedad en una celda. En eso había consistido el pago del imperio a su genial escritor. Muchos se habían ido, sofocados por el abrazo imperial, entre los exiliados estaba el gran Aleister Crowley quien en la tarde de la agonía de la reina bajaba del monte más alto que tiene México. Decía que era un exiliado político pero no era así, quería recorrer el mundo llevado por sus ganas de escalador y por su ambición de mago en ciernes. Era el año 1900 y Crowley tenía apenas 25 años.
La noticia se expandió por el mundo. El nuevo siglo se había llevado a la anciana reina. Muchos desde lugares tan lejanos como México lloraron la muerte de la bruja como si fuera propia. Crowley tenía mucho que celebrar cuando llegaron a su campamento. Él y su acompañante habían roto varios records mundiales esa semana, por eso no entendió la expresión adusta con la que los recibió el dueño de casa. Con gran sorpresa vio el indio mexicano cómo ese loco inglés hacía volar el sombrero por los aires y daba saltos de alegría. En el fondo de su ser se atribuía la muerte de la reina. Desde el Iztaccihualt ordenó a Pan que se la llevara, nadie pudo ver cómo sus albaceas preparaban la nave, como uno de los súbditos de pan le arrancaba los ojos a la anciana bruja y la cagaba encima.. Londres tenía tanto dolor en esa tarde aciaga que nadie quería ver y nadie podía ver nada a través de la niebla espesa que se extendía por la ciudad como una nata.
Y es que no sólo para Crowley sino que para muchos artistas y pensadores la muerte de la reina significaba un gran alivio. El propio Aleister nos lo cuenta en sus memorias lo que significaba el estricto y casi eterno reinado de Victoria “No podíamos ver, no podíamos respirar” decía, y aunque reconocería que durante su reinado Inglaterra había ganado en prosperidad también era puntilloso a la hora de decir que “No obstante, de una u otra manera, el espíritu de su época había matado todos nuestros anhelos. Una mentalidad de tenderos, pagada de si misma, pulcra, superficial, servil, snob y sentimental, se propagaba por todas partes”. Indudablemente la reina Victoria le recordaba a Crowley otra autócrata: Su propia madre.
Con el fin de la época victoriana vendría el Crowlenianismo que duraría, según su propio fundador unos dos mil años. Lamentablemente para Aleister, el gran mago, la gran bestia, su época todavía no se ha podido instaurar. El crucificado sigue allí, indolente en su dolor, eternamente derrotado. Los dioses paganos siguen escondidos en Thelema, su gran santuario. Un buen día de estos la tierra gritará desgarrada y los grandes dioses huirán espantados instaurando el reino de Crowley que durará hasta el fin de los tiempos.
29 de enero de 2010
27 de enero de 2010
LOS TEMIBLES VALORES DEL URIBISMO
Usualmente un colombiano de bien es alguien que acusa al otro, que lo denuncia, que lo calumnia, que lo llama guerrillero y asesino. De paso el Gobierno fomenta esta maravillosa conducta otorgan una jugosa recompensa al sapo que denuncia.
El martes pasado Uribe llevó esta maravillosa costumbre a las universidades. Cada alumno debe ser un vigilante, alguien que esté atento a cualquier infiltración terrorista. El siniestro programa empezará en Medellín (dónde más!) y a cada sapito se le darán cien mil pesos mensuales de bonificación. Supongo yo que, esta loable práctica, se extenderá por todo el país con los resultados a los cuales nos tiene acostumbrado este gobierno, detenciones arbitrarias, desapariciones forzosas y por supuesto más falsos positivos. Lo impresionante es que los demás colombianos de bien verán con buenos ojos este nuevo atentado a la democracia diciendo que todo lo que se haga en aras de la paz está permitido. Nunca en ningún proceso de reconciliación la guerra descarnada ha llegado a buen término. La guerra en todos los frentes que se lleva a cabo en Colombia terminará por germinar más resentimiento y odio. Es como tratar de apaciguar a los tiburones echándoles sangre de vampiro.
Llama la atención que un tipo como el viceministro de educación Germán Burgos en vez de descalificar al presidente avale esta iniciativa pidiendo protección especial para estos jovencitos de bien que estarán al servicio de la democracia.
Cuando yo pasé por la universidad, hace pocos años, la peor ofensa que uno podía recibir es la de ser tildado de sapo, de botón, ahora aprovechando el hambre descomunal en la que viven miles de estudiantes universitarios (ya que en Colombia para devengar un sueldo digno hay que tener al menos un título universitario, lo cual condena al estudiante a ser un desempleado) a venderle el alma al Diablo, que no es otro que el temible señor Uribe.
Imagino la campaña feroz en las universidades avaladas por los horribles y corruptos rectores que se han convertido en simples mandaderos del tirano, acogiendo en masa esta nueva iniciativa. ¡Qué corrupto se ha vuelto mi país! Ya de lo que conocí quedará no más un pedacito insignificante y corroído, qué vergüenza que la gente no reflexione ante lo que está pidiendo este narcotraficante inescrupuloso quien con esta propuesta ha vuelto a escribir un capitulo más en el mamotétrico libro de la infamia colombiana.
Seguramente en unos años toda la juventud se parecerá a Jerónimo y al otro bastardo de cuyo nombre no quiero acordarme. Para entonces espero que los gusanos ya se hayan carcomido mi espesa capa de grasa.
El martes pasado Uribe llevó esta maravillosa costumbre a las universidades. Cada alumno debe ser un vigilante, alguien que esté atento a cualquier infiltración terrorista. El siniestro programa empezará en Medellín (dónde más!) y a cada sapito se le darán cien mil pesos mensuales de bonificación. Supongo yo que, esta loable práctica, se extenderá por todo el país con los resultados a los cuales nos tiene acostumbrado este gobierno, detenciones arbitrarias, desapariciones forzosas y por supuesto más falsos positivos. Lo impresionante es que los demás colombianos de bien verán con buenos ojos este nuevo atentado a la democracia diciendo que todo lo que se haga en aras de la paz está permitido. Nunca en ningún proceso de reconciliación la guerra descarnada ha llegado a buen término. La guerra en todos los frentes que se lleva a cabo en Colombia terminará por germinar más resentimiento y odio. Es como tratar de apaciguar a los tiburones echándoles sangre de vampiro.
Llama la atención que un tipo como el viceministro de educación Germán Burgos en vez de descalificar al presidente avale esta iniciativa pidiendo protección especial para estos jovencitos de bien que estarán al servicio de la democracia.
Cuando yo pasé por la universidad, hace pocos años, la peor ofensa que uno podía recibir es la de ser tildado de sapo, de botón, ahora aprovechando el hambre descomunal en la que viven miles de estudiantes universitarios (ya que en Colombia para devengar un sueldo digno hay que tener al menos un título universitario, lo cual condena al estudiante a ser un desempleado) a venderle el alma al Diablo, que no es otro que el temible señor Uribe.
Imagino la campaña feroz en las universidades avaladas por los horribles y corruptos rectores que se han convertido en simples mandaderos del tirano, acogiendo en masa esta nueva iniciativa. ¡Qué corrupto se ha vuelto mi país! Ya de lo que conocí quedará no más un pedacito insignificante y corroído, qué vergüenza que la gente no reflexione ante lo que está pidiendo este narcotraficante inescrupuloso quien con esta propuesta ha vuelto a escribir un capitulo más en el mamotétrico libro de la infamia colombiana.
Seguramente en unos años toda la juventud se parecerá a Jerónimo y al otro bastardo de cuyo nombre no quiero acordarme. Para entonces espero que los gusanos ya se hayan carcomido mi espesa capa de grasa.
19 de enero de 2010
LOS MEDIOS CHAVISTAS DESCUBREN QUE LOS ESTADOS UNIDOS POSEEN EL ARMA SOÑADA POR LOS TEMPLARIOS.
El principal anhelo de los templarios era apoderarse de las corrientes telúricas, el que manejara dicha fuerza podía ordenar a placer la destrucción de un país por medio de un terremoto. Los templarios manejaban demasiada información, mucho poder para una secta con tan pocos hombres, por eso Felipe el hermoso los mandó destruir y dicen que dos de estos templarios escaparon a la aniquilación total y que perpetuaron el legado, luego se convirtieron en rosacruces y gente como Hitler se integró a esa secta con tal de conocer más de cerca la verdad sobre el control de las corrientes telúricas.
Parece ser que los templarios tenían razón y ya hay quienes dicen que lo que pasó el martes 12 de enero en Haití no fue un simple terremoto, parece ser que es la primera prueba del arma de destrucción masiva más impresionante que se haya pensado crear. Eso al menos lo afirma el gobierno chavista quien sin pruebas en las manos, como acostumbra hacerlo, ha dicho una semana después. Según las agencias noticiosas del chavismo, el sistema ruso de espionaje viene manejando la hipótesis de que los gringos tienen una nueva arma llamada Haarp, un sistema que puede alterar a placer el clima y las corrientes telúricas. Además los medios chapistas no han dudado en afirmar que “Este es el plan de los Estados Unidos de la destrucción de Irán a través de una serie de terremotos diseñados para derrocar su actual régimen islámico”. Lo divertido de los regímenes totalitarios es su desfachatado e imaginativo sistema de noticias, me hace acordar esta afirmación a lo que mandaba a poner Tito en sus periódicos, algo que tan bellamente supo recrear Kusturica en su entrañable Te acuerdas de Dolly Bell
Lo que si es preocupante es el monumental e innecesario despliegue de efectivos por parte del gobierno de Estados Unidos a la isla (Casi 15 mil soldados) Estas jugadas alteran la esquizofrenia de Hugo Chavez y lo siguen llenando de razones para creer que una eventual invasión a su país puede ser posible. A Chávez hay que quitarle las razones para que hable, para seguir llenándose de argumentos. Él con esa retórica cargada de justificaciones seguro que va a encontrar pronto otra cortina de humo que oculte el fracaso inminente de su Socialismo del Siglo XXI, por el momento sigamos disfrutando de toda la ciencia ficción que destilan los medios informativos que usa la Revolución Bolivariana.