7 de febrero de 2012

EL REGRESO DE LOS MUPPETS. EL MUNDO EN COLORES

Nunca fui un seguidor de los Muppets, sin embargo soy capaz de reconocer la sensualidad de Peggy, el metal de Animal y el carisma de la Rana René. No recuerdo haber visto ninguno de sus shows de televisión tan famosos en la década del ochenta. Así que fui al cine con mi sobrino dispuesto a sufrir noventa minutos de física tortura. A pesar del empalagoso doblaje la conexión con la película fue inmediata. Walter el chico raro, el chico  que nunca creció, Walter el diferente, el que tiene mas conexiones con unas marionetas peludas que con el mundo real.

Desde que cerraron el show Walter se siente todavía mas extraño en un mundo de gigantes. Solo su hermano lo puede entender y es por eso que sacrifica un viaje a Los Ángeles con su novia para llevarlo a él. El objetivo es conocer el estudio donde se crearon estos maravillosos personajes. La decepción, esa vieja compañera de Walter no tardará en aparecer de nuevo. Del estudio de los Muppets solo quedan unas construcciones enmohecidas, a punto de venirse abajo. Dicen que un petrolero muy famoso (Divertídisimo Chris Cooper) quiere recuperar el estudio, comprarlo en diez millones de dólares y convertirlo en museo. Mentira!  Walter escondido en un armatoste descubre que el magnate quiere comprar el estudio para demolerlo porque debajo está apresado un pozo petrolero.
A partir de allí el humor surreal , originalísimo de los Muppets aparecerá y te pegará en tu silla. Walter, el peludo y minúsculo Walter deberá juntar a la pandilla de nuevo, allí descubriremos a la rana René sumido en la decadencia de su mansión como una Norma Desmond  post-moderna. A Fozzie animando un bar de mala muerte,  a Gonzo convertido en empresario y a Peggy triunfando como editora de Vogue en París. Como nunca antes las marionetas creadas por Jim Henson, gracias al maravilloso guion escrito por el comediante Jason Segel, quien además actúa en la película haciendo el papel del hermano de Walter.

Prepárate además para deleitarte con los cameos, allí verás a Alan Artkin haciendo de portero,Dave Grohl tocando en una pocigla a Jack Black haciendo de él mismo, además de muchos actores colaborándole a los Muppets en una disparatada teletón cuyo noble fin es buscar los diez millones de dólares que necesitan para comprar su estudio. Todos esos actores se morían por aparecer en el regreso de los Muppets
  
No puedes perderte la breve pero significativa aparición de Jim Parsons, mas conocido como el Doctor Sheldon Cooper, cantando hasta un espejo. Tres décadas después la magia se realiza y allí están los Muppets ya no recitando a Shakespeare o a Tennessee Williams pero si llenando de color la pantalla y sobre todo haciéndote carcajear con sus excentricidades.

Como en una película de Chaplin, niños y adultos nos reímos parejos en la sala. No importa que un carro salga del mar o que para viajar solo baste seguir el mapa. Es humor genuino, básico, inocente y mordaz. Una película de esas donde todo está bien, si quieren cantar que lo hagan, que se pongan de cabeza, que se tiren tortas en la cara. Todo es válido, en el absurdo todo tiene sentido.
 Vayan al cine no solo a ver una gran película sino a reconciliarse con la vida. Al abandonar la sala veía el mundo lleno de colores. Juro que esa tarde no tomé ácidos.

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