16 de abril de 2012

EL OTRO PAIS. Apuntes sobre la VI Cumbre de las Américas.

Entonces toman 96 millones de dólares de lo que les damos y deciden organizar una fiesta. Invitan a los presidentes de los países del continente, con todo y sus numerosas comitivas. Contratan a los mejores chef, a dos cantantes de vallenatos reconocidísimos, sistemas de blindaje innovadores, iluminan el castillo de San Felipe con luces multicolores (“las mismas de Yo me llamo, afirma orgullosa la presentadora de noticias de Caracol) de última tecnología, cada luz cuesta 16 mil dólares. Llaman a Shakira , quien de tanto estar saliendo con extranjeros y adoptando como una Zelig post-moderna sus respectivos acentos ha olvidado hasta las estrofas del himno nacional.

Sale al escenario dándoselas de sofisticada, la corbata a medio hacer, una mezcla rara entre Tina Fey, Jenna Jameson, Virginia Wolf ,a quien dice admirar(¿?), y la jovencita mañé que cantaba Magia. El presidente de Bolivia convoca un partido de fútbol y Santos, quien se siente tan cómodo frente a las cámaras llama a Asprilla, Chicho Serna y Harold Lozano para jugar el verdadero clásico de los andes: Colombia- Bolivia. El resultado, un previsible empate.

Dicen que son mejores las fiestas de los pobres que la de los ricos. En su complejo de inferioridad se ven en la obligación de gastar lo que no tienen por el miedo de lo que pueda decir la vecina chismosa.  Por lo general los pobres venden hasta los inodoros con tal de tener una botella de más. ¿Quién va a pagar las deudas contraídas en la Cumbre? Adivina, adivinador….
No hay nada como descrestar. Escogen a Cartagena y lo primero que hacen es limpiarla. Agarraron a todos los indigentes, los metieron en varios buses y los llevaron a los suburbios de Barranquilla. Desde el jueves paralizaron la ciudad provocando un caos absurdo, único. Por una vez más el gobierno juega en contra de su propio pueblo. A los ilustres visitantes les prohibieron salir de la ciudad amurallada y Bocagrande. Nada de visitas a los barrios Nelson Mandela o a los de los Pescadores. Contrario a lo que se podía pensar  en los noticieros habló más la menor de los Chard que los analistas políticos. Nos quedó más claro que atuendo lució la primera dama del Canadá que los acuerdos que se hicieron o simplemente para que coño nos sirve a nosotros, el pueblo raso, el de a pie una reunión de 48 horas donde se gastan un centenar de millones de dólares.

El nuevo presidente de Caracol, el  jovencillo tecnócrata representativo de esta época infame dijo que la Cumbre tenía la importancia para el país de un Mundial de Fútbol. Obama sin duda tiene casi la misma importancia mediática de Lionel Messi, con la diferencia de que sabemos muy bien que hace el temible jugador del Barcelona, mientras que todavía no nos queda muy claro cual es el papel que cumple el presidente de los Estados Unidos, casi siempre maniatado por un congreso que lo limita. Fidel Castro lo describió con acierto “Obama en la cumbre lucía ausente” ningún medio se hizo eco de las declaraciones de Barack, simplemente porque casi no hubo declaraciones. A penas se bajó del avión agarró a Santos y le cortó las alas “No, no mijo, como así que usted anda con el cuento de la legalización, eso es imposible”. La esperanza que llegó a tener gente tan ilusa como este cronista de que iba a ver una nueva estrategia para combatir a los traficantes de droga quedó hecha trizas en esta maldita cumbre.
A Obama no le interesa que hasta el momento la ley 1448 sea solo letra muerta. En el país no se ha restituido un solo metro de tierra ni se ha reparado una sola víctima. Si existe el interés por parte del gobierno norteamericano de que se termine el conflicto, ¿por qué no presionan en Washington para que se le dé cumplimiento a lo que dicta la ley?
Pinilla, el representante de Chile, si que sabe para que sirven estas cumbres. Llegó el martes pasado, fue el primero, se instauró en su suite del Hilton y como cualquier turista avezado y pudiente fue a visitar los sitios característicos de la heroica. Incluso con su homólogo colombiano visitaron la Sierra Nevada y al otro día sin ninguna vergüenza se fue a bucear a las diáfanas aguas que bañan las islas del Rosario. Ay! Los Pinilla, ellos si saben para que es la plata. Si ustedes vieran al hermano del presidente… un mastodonte de 150 kilos que se las da de rockero, lo mandaron a la Argentina porque en Chile no hacía sino destrozar la imagen de su carismático brother. Una versión todavía mas cocainómana e imbécil que nuestro querido y adorado pacho Santos.

La vergüenza más grande sin duda fue la actitud de Santos de quedarse callado a la hora de apoyar la inadmisible actitud de Inglaterra de aumentar el número de sus tropas en las Fayrbanks, nombre que le ha dado Albión a las Islas Malvinas. En pleno siglo XXI los ingleses todavía tienen ínfulas de imperio. Es inadmisible que pretendan mantener una colonia a miles de kilómetros de su país. El reclamo de la presidenta argentina es más que justo. Sin embargo su pedido de incluir ese pedido del gobierno gaucho en la declaración final de la cumbre fue ignorado por Santos en otro de sus innumerables actos de sumisión ante el imperio inglés. Recuerden que hace diez años Juan Manuel publicada la tercera vía, ese libre infectado de neoliberalismo que escribió a cuatro manos con el abominable Tony Blair, su gran amigo.
Dicen los medios “Colombia con la cumbre ganó prestigio y liderazgo en la región” Sin embargo tres presidentes de la región desistieron de ir a Cartagena, los tres, por coincidencia vecinos de Colombia. Peligrosamente vemos como vuelve a existir la posibilidad de quedar aislados. La cancillería sin duda falló. Para este humilde, desarrapado y pobre cronista la Cumbre sirvió para demostrar que no existe en el área un país más obediente con Estados Unidos que el nuestro. Santos pasaba por el lado de Barack y le daba leves masajitos en la espalda (Esto no es una exageración, miren los videos) en varios barrios miserables de la heroica le montaron embajadas y regalos tan disimiles como libros o burros recién nacidos. Los medios nos informaron que Obama no probó bocado y que se mostró como un profundo admirador de Shakira y de Carlos Vives. Ayer la vagabunda esa medio gorda de RCN, de cuyo nombre no puedo acordarme dio la primicia de que el TLC estaba listo. El fin de la microempresa en Colombia fue anunciada como la gran noticia del año.
Que colonia tan triste, tan pobre. Que falta de vergüenza. Que lejos de conceptos implementados con éxito por muchos de nuestros vecinos como el de “Dignidad de los pueblos”. Acá no puede existir nada de eso. A pesar de que se mostró abiertamente hostil a la cumbre desde su maldito twiter el evento sirvió para ver cuanto se parece Santos a Uribe. Desde ya quedan cancelados los temas de legalización, incluso cambiará la política de buscar una salida negociada al conflicto. Obama llegó con un maletín lleno de peticiones que sin duda cumplirá nuestro presidente una a una, sin chistar, todas estas peticiones están en contra de los intereses del ciudadano del común y solo favorecerán a los cacaos nacional y a las grandes empresas gringas.
Se han caído las máscaras señores. La cumbre develó el verdadero rostro del gobierno y de los medios. Existe un metapaís que es el que retratan los noticieros. Un país donde no hay pobres y donde todas las mujeres se parecen a esas estiradas e insoportables primeras damas que como damas de la beneficencia recorrieron con infinito asco los barrios pobres de Cartagena.  No hay nada que celebrar y si mucho que lamentarse. Estamos desprotegidos y solos. Estamos excluidos. No formamos parte de ese país que aparece en los noticieros.

1 comentario:

  1. La pobreza es la peor forma de violencia decía Ghandi, y las potencias hoy se asemejan a ese imperio colonial que quiere más tierra, más petróleo, en esa Cumbre de las Américas se olvidaron de debatir temas tan importantes como el precio de los combustibles, el cambio climático, la sobrepoblación, el medio ambiente y algo tan importante como el asunto de las Malvinas que de estallar el conflicto sería una guerra de Inglaterra contra Surámerica a todos nos compete lo que les pase a nuestros hermanos Latinoaméricanos.

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