Si quieres un Pulitzer tienes que dar
lo mejor de ti. Vacía los bolsillos del pantalón, entréganos la
última de las monedas. Danos tu reloj y tu cordura. Allí está el
tipo tratando de convencer a los doctores que está loco. Muchas
veces es más fácil ser aceptado en un club de elite que en un
manicomio. Prepara bien el personaje querido, simula una obsesión,
si es de tipo sexual seguro te creerán más. Te gustan las trenzas
de tu hermana, a veces te provoca halarlas, hacerla gritar. Di las
palabras que ellos quieren escuchar. Te creerán, seguro que si.
Nadie se cura en una institución
psiquiátrica. Foucault las catalogaba entre los grandes fracasos de
occidente. Al contrario, el cuerdo termina enajenado. Busca un
termino para no ofenderlos, cierra los ojos y piensa. Igual están
chalados. Adentro ha ocurrido un asesinato y necesitas las respuestas
ya, las respuestas precisas para que escribas un libro brillante y
dejes de ser un pobre hombre que hace reportajes. Esfuérzate un poco
más y serás libre. Infíltrate entre ellos, duerme al lado de
Pagliacci y despiértate con sus gritos de tenor frustrado entonando
la primera parte de Figaro. Te va a llenar la boca de chicles, uno
tras otro hasta que se te cansen los músculos de la mandíbula y
poco a poco te vayas quedando dormido. Soporta a un negro que se cree
el fundador del Ku-Klux Klan y a un premio Nobel enajenado que ahora
está convencido que es un pintor. En tres semanas tendrás una buena
historia pero seguro estarás tan loco como ellos.
Dicen que solo Milos Forman supo
retratar con fidelidad la oscuridad de una institución siquiátrica.
No señores, sin Corredor sin retorno no existiría Atrapado sin
salida. Otra vez Samuel Fuller sabiendo administrar los escasos
recursos que le daban por sus películas. El maldito por excelencia
de Hollywood, siempre limitado, escogiendo a los actores que sobraban
por ahí, usando puros recursos de serie B. y aún así no ha pasado
el tiempo sobre su obra. Sus películas transpiran una vitalidad
única. Sus actores se golpean con fuerza, vivimos el calvario con
ellos. Nada es artificial, ¿han visto un tipo mas gordo en el cine
que Pagliacci? La transformación del personaje se va dando poco a
poco, con sutileza vamos viendo como la convivencia lo va
transtornando. Al final tendrá una historia digna del Pulitzer pero
se encontrará un poco diferente. Se ha convertido en un catatónico,
en un muerto en vida, un zombie.
Samuel Fuller empezó a los trece años
a hacer crónicas para periódicos. Tenía una fascinación por lo
escabroso así que en la crónica roja se sentía como pez en el
agua. Creyó que iba a ser escritor. Su media docena de novelas lo
atestiguan. Fue un innovador de ese género tan sucio y entretenido
como es el pulp. Pero en el cine estaba el dinero y también los
vampíricos productores. Tuvo que ver como en sus mas de treinta
películas había uno de esos tipos regordetes y poderosos
imponiéndole sugerencias. Ey que recorta este plano, que esto acá
en el guión no me gusta, que porque no me incluyes a esta muchacha,
nunca ha actuado pero parece ser una actriz prometedora. Se cansó y
empezó a producirse y a escribir sus propias películas. Creó una
compañía para tener la libertad absoluta de hacer cosas como
Corredor sin retorno.
Sherlock de España la remasterizó
hace unos años y hoy se consigue en una copia extraordinaria, donde
se incluyen unas imágenes en color donde se recrean las obsesiones
de los enfermos mentales. Fueron desechadas en una primera versión
con el argumento de que no servía mucho para el ritmo que necesitaba
la historia pero que en realidad le daba la profundidad que
necesitaban los personajes.
Apegado siempre a la literatura, Fuller
no desprecia el monólogo interior y es gracias a este recurso que
nos vamos convenciendo de que el ambicioso periodista va perdiendo la
razón.
Criticada por muchos, idolatrada por
otros, Corredor sin retorno es una película fundamental, un clásico
que como casi toda la obra de Fuller permanece aún desconocida.
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