Como en todos los premios los
Óscar despiertan polémica. Con muy pocas excepciones la academia ha galardonado
la mejor película del año. Pensar que joyas como Ciudadano Kane, Vértigo o Toro
salvaje han sido ignoradas no es otra cosa que una infamia. Pero bueno, los
cinéfilos del mundo cumplimos la cita a principios de primavera y estamos
pendientes de cuál será, según criterio de unos cuantos viejitos vestidos de
frac, la película del año.
Si se compara las nominadas de
este año con las de la edición anterior podemos decir que el nivel de calidad
ha descendido notoriamente. De las nueve películas con opción de alzarse con la
horrenda estatuilla sólo tres pueden llegar a constituirse en clásicos, hablo
de Amour, Django y La vida de Pi. El resto son producciones
hechas con todos los ingredientes requeridos para aspirar a un Óscar, gente con
problemas mentales, dramas con excelentes decorados y agentes de la CIA
masacrando musulmanes para preservar la tan cacareada libertad norteamericana.
Hay un dato que preocupa, de las
nueve películas nominadas solo Argo, La
noche más oscura y La vida de Pi
fueron estrenadas en las salas de cine de Cúcuta. Las distribuidoras que operan
en la ciudad deberían tener en cuenta que no todos queremos ver las seis partes
de los Rápidos y furiosos, que hay
gente que todavía cree que el cine es mucho más que autos, senos y plomo.
A continuación analizaremos las
diez películas que están en la disputa el Óscar:
La vida de Pi: La historia de este niño náufrago flotando en la
mitad del océano acompañado de un tigre de Bengala ha cautivado por igual a la
crítica y al público. A pesar de que sus opciones de ganar son mínimas fue la
más rica visualmente del año. Un regreso digno de Ang Lee, un director que ya
supo ganar un Óscar con la insufrible Secreto
de la montaña.
La noche más oscura: Durante algunos meses esta oda a la tortura,
al genocidio, al fascismo fue la gran opcionada para ganar el domingo. Hoy sus
opciones son limitadas. La historia de la obsesión de una agente de la CIA por
atrapar a Bin Laden aunque está brillantemente realizada es por momentos
aburrida, confusa y sobre todo irritante por su marcado desprecio a los
musulmanes. Su directora Kathryn Bigelow cuando ganó el Óscar en el 2010 por Vidas al límite le dedicó el premio a
todos esos valientes que peleaban en Irak para borrar de la faz de la tierra el
fantasma del terrorismo, dejando en claro su oscura visión de la política.
Jessica Chastain será la ganadora a mejor actriz así su actuación nos haya
parecido plana y fría.
Lincoln: Con maestría Steven Spielberg logra recrear los últimos
días del presidente inmolado mientras contemplaba una obra de teatro. Toda una
lección de política e historia que lamentablemente es demasiado para nosotros
los profanos, los que desconocemos la historia de la política norteamericana.
Si hay dos razones para soportar estas tres horas son la impecable dirección de
arte y sobre todo la monumental actuación de Daniel Day- Lewis quien con seguridad
se llevará el Óscar al mejor actor.
Argo: Ben Affleck ya no es sólo el galán que despertaba el furor de
las muchachas a finales de los noventa. Ahora es uno de los directores más
prometedores del Nuevo Hollywood. Algo sobredimensionada por la crítica, Argo es un filme eficaz, emocionante y
lamentablemente nacionalista. Parece que para tener una opción al Óscar hay que
ser un ferviente admirador de la CIA. Si los Globos de Oro son un termómetro,
como suele suceder, de lo que pasará el
próximo domingo, Argo será la gran
ganadora.
Bestias del sur salvaje: Con poesía e imaginación el debutante Ben
Zeitlin logra recrear la tragedia que produjo en toda la región del Missisipi
el huracán Katrina. A través de los ojos de una niña contemplamos el apocalipsis.
Realizada con muy pocos recursos es una sorpresa que una película así haya sido
nominada ampliando considerablemente su público. Nosotros por supuesto
estaremos condenados a verla en una versión pirata ya que difícilmente alguno
de nuestros distribuidores se atreva a pasarla en la ciudad.
Les misérables: Impecable realización del joven director inglés Tom
Hooper quien sorprendió al mundo en el 2011 cuando su Discurso del rey fue la gran ganadora de la noche. Impecable
reconstrucción de época. Maravillosas actuaciones y un guión perfecto no son
suficientes para hacernos sentir incómodos en la butaca. Es que un musical de
dos horas y media puede llegar a ser una tortura. Los Miserables tiene un Óscar fijo, la de la impresionante Anne
Hathaway como mejor actriz de reparto. A mi juicio este musical puede ser la
gran sorpresa de la noche.
Amour: No le quepa la menor duda, Amour es la mejor de las diez nominadas. Se va a alzar con la
estatuilla a mejor película extranjera. Por
supuesto que su tratamiento cruel, su puesta en escena cruda, sus actuaciones
descarnadas le restan cualquier tipo de posibilidad a la hora de competir por
el premio mayor. Es sorprendente que la pacata academia se haya atrevido a
nominarla pero ahí está, para deleite de los cinéfilos del mundo. Mención
especial para sus dos protagonistas, Emmanuelle Riva (la misma de Hiroshima Mon Amour y quien podría
arrebatarle el Óscar a la favorita Jessica Chastain) y el gran Jean Louis
Trigtinant.
Django Unchained: Tarantino acá le hace el homenaje a uno de sus
géneros preferidos, el Spaguetti Western. Impecable visualmente y a pesar de
sus ligeros defectos (Entre ellos su excesiva duración) Django es la película de un maestro. Aunque Cristoph Waltz
probablemente se alzará con la estatuilla como mejor actor secundario, es una
injusticia que Leonardo Di Caprio, el mejor actor norteamericano contemporáneo,
haya vuelto a ser ignorado por la academia.
El lado bueno de las cosas: Aunque es una muy buena comedia
romántica no sé si tenía el peso para ser nominada. Lo mejor de la película es
volver a ver a Robert De Niro tomándose en serio su oficio. Sobre sus hombros
descansa esta película un tanto divertida, un tanto romanticona y en general
efectiva.
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