Conozco gente a la que le gusta el rock pero no le gustan los Stones. Para mi eso es imposible, los stones son el rock'nroll. Mientras los Beatles hacían baladitas como I want to hold you hand, los Stones decían que no podían encontrar satisfacción con nada. Estaban adelante . Nacieron en Ritchmond un suburbio de Londres. Brian Jones creó la banda, le puso el nombre en honor a una canción de Muddy Waters, solo querían ser una bandita de blues, dedicarse a eso, a los covers. Pero Jagger y Richards le hicieron golpe de estado cuando encerrados en una cocina fueron obligados a escribir As tears go by. Entonces el dulce rock'nroll muere y nace su temible hermano, el déspota ROCK.
Desde 1979 en la gira de Tatto You la gente les dijo que estaban muy viejos para tocar eso. Tenían 36 años y los Beatles dispersos por el mundo seguían haciendole ofrendas al gran Dios. Los Stones hablaban de la ciudad, de la cocaína, de los sucios moteles de barrio. No querían cambiar el mundo, querían solo tocar esa música de cañerías. Cuando todos pensaban que estaban acabados sacaron el mejor disco de los setenta. Siempre con un as bajo la manga.
Los rockers no son tenistas, no se retiran por una lesión de cadera. Si nosotros a los 30 estamos muy gordos para saltar no señalen a esos señores de setenta años que todavía pueden invocar al Diablo ante ochenta mil espectadores. Suena ridículo retirarse de la música, miren a Jhon Lee Hoker a Howlin' Wolf ¿Mozart no murió componiendo su propio Requiem" Los Stones son una fuerza de la naturaleza y saldrán con todos sus vientos a debastar estadios como suelen hacerlo desde las ultimas cinco décadas.
50 años sobre el escenario cumplen los muchachos en el 2011 y ¿Adivinen que? Quieren seguir en la ruta. Mas de cien conciertos, cien limusinas, veinte mil botellas y todavía las sagradas líneas. El rumor crece, se expande como una bomba. Dicen que están encerrados en el sótano de una casa embrujada que tienen las canciones listas, habrá un nuevo disco en ciernes. Y es que desde el 2005 no hemos tenido nada nuevo que escuchar. La Main Street permanece cerrada y queremos entrar y despertarlos a pedradas. Me da miedo, dicen que es la última vez, ya hay un factor cronológico que no pueden vencer a no ser que seas una verdadera majestad satánica.
Pasarán por Buenos Aires una fila de odiosos rollingas ante el monumental. Solo escuchan a los Stones cuando vienen y les gusta llevar el peinado de Brian Jones. Ellos acamparán ante la portería y tendrá las primeras boletas. Me provoca entrenar perros de presa y echarselos cuando empiecen a venir en grupos. Morirán unos cuantos los suficientes para tener mi boleta.
Tienen 40 canciones para abrir el juego que usualmente dura hora y media. Imagino las luces, el cielo, la marea humana todo manejado por un hombre viejo moviendo las caderas como un marica. Como un espejismo veré sus figuras delgadas. Los riff salen de unos dedos artríticos y el anciano que maneja las baquetas como un titiritero nos hará delirar con su ritmo salvaje porque si ¡Oh gran Charlie! Tu eres el sonido de los Stones.
Los Beatles están muertos, Paul murió de verdad despues de Rubber Soul y el que queda es el animatronic de un viejito cursi que canta empalagosas baladas de amor. La vanguardia son ese par de ancianos decrépitos que se parecen tanto, siameses, gemelos, una sola voz. Sean todos bienvenidos a una nueva década Stones.
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