Fue un gran acierto de la Conmebol hacer la Copa América cada cuatro y no cada dos años como sucedía desde el 2001. La renuncia de Argentina a la Copa que Colombia organizó fue el disparador que puso sobre el tapete una realidad tan grande como el Monumental de Núñez y es que las selecciones nacionales no se tomaban en serio el certamen continental, era un torneíto ahí donde los técnicos probaban formaciones para lo que ellos consideraban lo único importante: Las eliminatorias a los mundiales.
Ahora se realizan cada cuatro años y todas las selecciones ponen lo mejor. La cantidad de estrellas pone al torneo en un nivel parecido a la de la Eurocopa aunque todavía hay cosas que no son serias, por ejemplo eso de que califiquen a la segunda fase 8 de 12 equipos, pero bueno, no podemos hacer nada, somos un continente de países muy grandes y tan solo hubo cupo en este extenso territorio para diez cochinos países.
Igual equipos como el colombiano no tienen asegurada la calificación a cuartos de final así estén en un grupo tan fácil como el que nos tocó. Hace cuatro años el ridículo fue mayúsculo. La expectativa era inmensa pocos minutos antes de que Paraguay nos hiciera cinco, de que la autodenominada mejor pareja de centrales de América volviera a desconcentrarse, porque es una lástima que Yepez y sobre todo Córdoba bajaran tanto su nivel cuando se ponían la camiseta amarilla. Eso los noticieros decían que este par de defensas si se conocen bien porque empezaron su carrera en el Rionegro, hecho que es cierto pero lo que olvidan es que Yepez en ese equipo era delantero y no defensa. El profesor Luis Fernando Montoya los llevó al suramericano Sub-20 de 1995 donde se volvió a fracasar en el intento a calificar a un mundial. Allí Iván Ramiro era suplente así que es mentira eso de que se conocían mucho.
El que ahora extrañe a Leonel, Valderrama, Rincón o Asprilla está jodido, es un terco, un obtuso. Ninguno de ellos, escúcheme bien, ninguno de ellos tuvo la jerarquía de triunfar en Europa. Rincón tuvo una temporada gloriosa en el Napoli, temporada que le valió el ser pedido por Jorge Valdano para engrosar las filas de su maravilloso Real Madrid, los resultados deportivos bueno, dejaron mucho que desear. Los periodistas deportivos colombianos que en ese momento tenían que hacerse camisas especiales para que cupiera en el pecho su ego le achacaron a la intolerancia racial que siempre ha dispensado a los negros este club fascista, racista, el club del generalísimo Franco. Siempre existirá una excusa para explicar un fracaso.
Leonel, Valderrama e Higuita, fueron pedidos por Francisco Maturana para que formaran parte del Valladolid. El loco y el Pibe duraron solo una temporada. Lo único por lo que se le recuerda en España al que es considerado el mejor futbolista de nuestra precaria historia fue por el famoso agarrón de guevas que le propinó Michel.
Asprilla del cual tanto se habla, de sus éxitos con el Parma y que tales era un delantero escurridizo, rapidísimo, que tuvo la fortuna de marcarle un golazo de tiro libre al Milán en 1993 que le permitió quitarle a los rossoneros un histórico invicto. Ahora en las seis temporadas que jugó su mejor registro fue de 11 goles. Su pase millonario al Newcastle United que en ese momento era líder indiscutido de la Premier League significó para el club perder la liga por el pésimo ambiente que generó la llegada del tulueño al camerino del Newcastle. Los tres goles convertidos al Barcelona en primera fase de Champions no alcanzan a borrar la amargura que generó su millonaria contratación.
Ahora estos tipos se juntaban y se entendían y desplegaban un juego bonito y golearon en un partido rarísimo a Argentina en su casa y calificaron a tres mundiales seguidos y tal pero hay qye decirlo no ganaron nada. Ahora, lo otro es que el nivel en los noventa del fútbol suramericano era horrible, paupérrimo. Brasil vivía épocas doradas con sus Ronaldo, Romario, Edmundo o Rivaldo, Argentina tenía un equipazo con Batistuta, Caniggia, Leo Rodriguez y Simeone, pero el resto de seleccionados carecían de grandes estrellas. Nosotros por eliminatorias, cuando calificamos por ejemplo nunca enfrentamos a Brasil. En el 90 nos tocó un grupo con Paraguay y Ecuador equipos que no eran ni la sombra de lo que son ahora. Eramos buenos y los rivales eran peores.
Yo creo que en esta Copa América como sucedió desde que esa “Generación dorada” que no ganó nada desapareció, se tienen los jugadores para hacer un papel importante. El problema es que esa misma bonanza la viven selecciones como Uruguay y Chile. El jugador del momento es Alexis Sánchez y tipos como Cavani o Luis Suarez son considerados cracks en sus rutilantes equipos. En Paraguay el nacionalizado Lucas Barrios se cansó de hacer goles en la Bundesliga y tienen la misma estructura del equipo que hizo historia en el pasado mundial. Ecuador que ni siquiera calificó a Surafrica cuenta en sus filas con Cristian Benítez flamante incorporación del América de México y con un Antonio Valencia jugador de confianza de Alex Ferguson en el Manchester. A esto hay que sumarle las super estrellas argentinas que ya pertenecen a otro nivel. Los que si tienen un equipo en teoría más flojo son los brasileros, parece que las épocas donde se tenían delanteros en los mejores clubes del mundo han pasado. Brasil en este momento no tiene cracks y a mi todavía no me meten el cuento de Neymar porque el Santos es especialista en sacar estos “fenómenos” o sino miren la irregular carrera de Robinho y Elano y la paupérrima carrera de Diego y Olivera.
Colombia tiene buenos jugadores, algunos como Guarín y Falcao campeones de Europa y figuras de sus equipos. Por primera vez tenemos tal vez los mejores laterales del torneo. Armero y Zuñiga fueron vitales para las espectaculares campañas del Udinese y Napoli respectivamente, pero eso no es ninguna garantía ya que en la Copa América de Venezuela nos hicieron diez goles Paraguay y Argentina teniendo la mejor pareja de centrales del continente.
Siempre hemos tenido buenos jugadores, lo que es nuevo es el poder ofensivo. Colombia posee cinco delanteros de primer nivel. Teófilo Gutierrez fue goleador del torneo argentino, Falcao hizo una temporada de 38 goles en el Porto y rompió el record de goleo en la UEFA, Rodallega goleador y figura de su equipo hasta el punto de que un gol suyo le permitió al Wigan salvar la categoría. Jackson Martínez es el delantero mas codiciado del mercado mexicano y siempre ha rendido con la selección, lo mismo se puede aplicar para Dayro Moreno. Con un gol de Adrián Ramos el Hertha Berlín subió a la Bundesliga. Lo importante es que los sepa usar el técnico. Argentina poseía su mejor delantera de la historia pero lo despilfarro Maradona y su ineptitud, que no le pase esto al técnico Gómez.
El éxito este proceso puede radicar en que Bolillo entienda que ya no pueda dirigir y le dé el mando al admirado Leonel. Parece ser que eso es lo que está sucediendo. Álvarez será el estratega y Gómez el motivador, el viejito aguardientoso y alcahuete que le da confianza a sus muchachos.
La Copa América de Argentina será el termómetro en el que se medirá la que posiblemente sea la mejor generación de jugadores que hemos tenido en mucho tiempo. Ha llegado para ellos su etapa de maduración y por lo que han mostrado en sus equipos da para esperanzarse. Lo que no deben olvidar los técnicos de la selección Colombia es que estos jugadores están acostumbrados a jugar al ataque y que ojalá sea el técnico el que se acople a la idea de los futbolistas y no que la maldita táctica quiera ser más importante que la técnica.
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