No sé si les pasa pero cada vez que entro a una sala a ver
una película colombiana olvido la desilusión constante que he sentido con las
producciones nacionales. Cuando empezó Lo
azul del cielo pensé que ahora sí iba a ser, que por fin el tema del
secuestro tuviera un trato delicado, digno, algo que no se ve desde la
maravillosa Apocalipsur.
La buena fotografía, Aldemar Correa conduciendo su moto en
medio de la noche, la llegada a la casa con esa mamá arribista que cree que
pueda asegurar su futuro aprendiendo inglés y la hermanita que desde ya se
perfila como una ambiciosa prepago hicieron que por un momento me interesara por la historia. La
primera parte de la película me resulta aceptable a pesar de que la hermanita
es un fantasma sin rostro, que la madre es una caricatura que parece que
estuviera pegada a la mesa del comedor y sobre todo paso por alto las
pretenciosas referencias a Pablo Neruda.
Estoy todavía interesado y ni siquiera se me ha ocurrido
salir a la calle. El sol a esta hora derrite todo lo que toca y acá todavía hay
palomitas de maíz y el aire acondicionado me produce carámbanos en la nariz. Así
que aceptamos que este joven de tan buena familia, que se escandaliza por la
vida disipada de su hermana, que le gusta mucho el microfútbol y todo eso se
preste para cuidar a un secuestrado.
A partir de allí el frágil guión terminará de romperse como
la rótula de un viejito genuflexionando. Los motivos que tiene el muchacho para
torcerse no son contundentes. Es un atributo de un buen guión ver como los
personajes se transforman. Lo mejor de estos cambios es ver y entender las
razones que los producen. Acá nada está claro, el resulta allá, al lado de ese
antropólogo encadenado con cara de Stanley Kubrick, haciéndoselas de malo
cuando cinco minutos antes lo habíamos visto recibirle veinte mil pesos a su
papá que era taxista. Pareciera que el proyeccionista hubiera puesto el rollo
equivocado. Hay una parte que no nos contaron, me provoca levantarme y decirle
al tipo que tenga un poco de respeto por los cuatro gatos que estamos a esa
hora en la sala, pero me quedo un momento más y compruebo que es el ritmo
natural de la película.
Las escenas con el secuestrado son eternas, soporíferas, los
diálogos son sonsos, trillados y lo peor pretenciosos. Juan Alfredo Uribe quien escribe y dirige
esta película quiere enseñarnos mucho sobre los misterios de la vida, sobre la
música, la poesía, sobre el poder que tiene una persona cuando se enamora. Por
eso el secuestrado es un veterano profesor, oriundo de España porque claro,
allá la gente si lee mucho y es más sensible que estos indios de por acá.
Es muy triste ver a John Alex Toro, quien ha demostrado que
cuando al frente del proyecto hay un director serio él puede llegar a ser muy
convincente y conmovernos (Si tienen dudas vuelvan a ver La primera noche ) Acá termina convertido en una sombra, en el
clásico jefe de operaciones de un secuestro. Noelle Schonwald se esfuerza por
cumplir a cabalidad con su papel de mujer fatal pero no puede hacer mucho
cuando los recursos que ha tenido el guionista han sido simplemente recurrir al
cliché. La cinefilia muchas veces es triste.
Pasando la primera hora ya sabes que estás ante otra
colombian movie pero puedes darles el beneficio de que tuvieron muy poca plata
y por eso los personajes de los secuestradores son tan malos, pero cuando ves
ese rescate, con helicóptero incluido murmuras “Jueputa acá hubo billete”.
Después te enteras además que tienen 60 copias para asegurarse de que la
película se vea en todo el país.
Pasan los minutos y te sientes fastidiado, casi que
preocupado al ver como la historia se alarga como una agonía. Aldemar Correa ya
no es el muchacho de buena familia que le gustaba el microfútbol, ni tampoco el
secuestrador inescrupuloso. Ahora es un hombre maduro que está enamorado como
lo manda Neruda y que quiere saberlo todo sobre la música clásica. Entonces vuelvo
a interesarme por la historia porque ya se vuelve absolutamente ridícula y a mí
me encanta ver la mediocridad ajena, me reconforta, me alegra, sobre todo
cuando esa mediocridad va de la mano con un ego descomunal.
Referencias a Mozart, a Beethoven. La aparición de un
profesor de música, un intelectual de pacotilla que quiere enseñarle a Correa
los misterios de la música clásica. Aparece la mujer que enamora al joven ex microfutbolista
y ex secuestrador y nos preguntamos ¿Por qué la escogieron? Bonita no es, además
de ser una pésima actriz.
Por increíble que parezca han pasado dos horas y la película
no ha terminado. Te preguntas si afuera el sol ya ha bajado un poco.
Lo mejor de Lo azul
del cielo es su animación final que trata de explicar su hermoso nombre.
Juan Alfredo Uribe en su ópera prima quiso hablar de todo, abarcarlo todo, un
viejo vicio de principiante. Estoy casi seguro que lo que hizo Uribe fue agarrar
tres cortometrajes y pegarlos a la brava.
Lo que diferencia a Lo
azul del cielo de las últimas películas colombianas son sus pretensiones. Esta
es la razón por la cual es peor que todas.
viejo tuitero; es mejor verse el noticiero amarillista del mediodia q este tremendo hueso intelectualoid de pelicula; una vez mas otro fracaso del cine colimbiano.....
ResponderEliminarviejo tuitero; es mejor verse el noticiero amarillista del mediodia q este tremendo hueso intelectualoid de pelicula; una vez mas otro fracaso del cine colimbiano.....
ResponderEliminarHay que reconocerle a aldemar correa que es buen actor y resulta muy creible sus interpretaciones en cambio las actrices dejan bastante que desear esto prueba el daño que le puede hacer una mala pelicula a buenos actores y encima con esa protagonista que ni ella se cree lo que dice aldemar y ella parece que esten en diferente pelicula y el no hace más que llevarla de la mano pa que no se noten las meteduras de pata de el pesimo intento de actriz que ha resultado ser maria gaviria por cierto esta misma es familia directa del director de la pelicula eso deja claro por que se gano el papel protagonista 2000vatios de toma de corriente jeje.
ResponderEliminarHay que reconocerle a aldemar correa que es buen actor y resulta muy creible sus interpretaciones en cambio las actrices dejan bastante que desear esto prueba el daño que le puede hacer una mala pelicula a buenos actores y encima con esa protagonista que ni ella se cree lo que dice aldemar y ella parece que esten en diferente pelicula y el no hace más que llevarla de la mano pa que no se noten las meteduras de pata de el pesimo intento de actriz que ha resultado ser maria gaviria por cierto esta misma es familia directa del director de la pelicula eso deja claro por que se gano el papel protagonista 2000vatios de toma de corriente jeje.
ResponderEliminarEs increible la capacidad ficcionista de algunos de los que comentan las publicaciones. Pierden el tiempo con esa imaginación se deberian dedicar a escribir guiones.
ResponderEliminarQue Maria Gaviria es familira mia y por eso esta en un papel co-protagonico. De donde sacaste esto Aldemar? ponte a escribir guiones que cualquier cosa que estes haciendo estas perdiendo el tiempo.
JUAN URIBE. DIrector/productor. LADC