Durante el primer semestre de 1975, después de vivir años de oscuridad, años donde la humanidad escupía sin clemencia sobre el pútrido cuerpo de Dios, la iglesia católica pudo ver como sus ovejas volvían al rebaño. Incluso, acontecimiento único en la historia, muchos judíos se convirtieron al catolicismo. Nada tuvo que ver el Papa de turno en este auge de una religión que se consideraba moribunda, la razón fundamental estribaba en una película: El exorcista. Armado de cruces, agua bendita y una fe cuestionable, Los sacerdotes Karras y Merrit salvan a una jovencita entrando a la pubertad de las temibles huestes de Satanás. A excepción de dos o tres efectos que hoy resultan ridículos, la película todavía hoy su efecto moralizante en parte porque detrás de la cámara estaba un tipo como William Friedkin quien en ese momento se revelaba como uno de los directores estandartes de lo que los críticos denominaron El nuevo cine americano.
Desde esa fecha ninguna película se había acercado tanto a El exorcista como El rito. Y visionando la primera hora uno se llena de fe, de esperanza, no en Dios sino en que todavía se pueden hacer grandes películas. La tranquilidad con la que Mike Halstrom, el director del filme va desarrollando la historia mostrando la apacible y a la vez siniestra vida de un padre y un hijo dedicados de generación en generación al noble oficio de arreglar muertos es un caso único en la historia del cine. No sé si el cura verdadero en el cual presuntamente se basa esta historia tenía como oficio el de enterrar muertos sino es así es para felicitar el recurso narrativo de un director que por lo general no ha demostrado tener en sus películas demasiada imaginación. Michael Kovak tiene dos caminos o sigue pintándole las uñas a señoras que mueren de sobre peso o va al seminario a ordenarse de sacerdote. De un mal el menor así que hace su maletica y se va a prepararse, está lleno de dudas, no sabe si la fe vive en él. Esas dudas, esa imperfección moral de Kovak puede abrir la puerta para crear un personaje de las dimensiones del padre Karras, atormentado, casi que perseguido por su propia inteligencia. Pero el debutante Colin O’Donogue dista mucho de ser Jason Miller y poco más que una sonrisa de galancete de vereda nos puede ofrecer. A pesar de sus dudas, expresadas en un mail que decide enviar a su superior donde claramente pide renunciar, la curia decide regalarle un curso de exorcista con todos los gastos pagos en Roma. Al director no le tiembla el pulso para mostrarnos como los jóvenes caza fantasmas son educados en los lujosos salones del Vaticano. Michale Kovak, siempre con su mirada de convincente vendedor de seguros puerta a puerta, va recitando sus dudas siquiátricas con respecto a la posesión. En vez de ser reprendido es enviado a conocer de cerca la cola del diablo y para eso le dan la dirección de un exorcista de la vieja guardia que se rehusa a usar métodos ortodoxos para enfrentar al maligno. Es asi como conoce al padre Lucas que no es otro que el viejo amigo Anibal Lecter. Allí radica uno de los errores mas notorios de la película porque no puedes usar en un filme de terror una cara conocida, más si esa cara va a ser maquillada para parecerse más a Lucifer. Uno no puede sentir miedo ni angustia, a lo mejor sentirá cierta impaciencia por salir rápido de la sala de cine porque afuera después de muchos meses ha vuelto a llover.
Si bien el exorcismo de la embarazada genera cierta inquietud, después de los primeros setenta minutos la película se derrite, se vuelve un líquido ectoplástico, se vuelve del mismo material del que están hechos los expectros. En líneas generales El rito es una película decepcionante porque trata de esbozar algo que no alcanza a concretarse, como si en la mitad del rodaje se hubiera acordado que el había dirigido la pésima adaptación de la novela homónima de Stephen King 1408. El climax es absolutamente ridículo, el joven y atractivo Kovak combatiendo al mismísimo Baal en persona ayudado de una atractiva periodista que no ve la hora de ver a su hermoso seminarista despojado de esa incómoda bata. La música incidental parece hecha por Richard Claiderman y evidenciamos además los últimos días del que en décadas anteriores fuera un gran actor pero que ahora no solo combate a los demonios sino al cansancio que empieza a azotarlo, porque Anthony Hopkins haciendo de jesuita poseído es francamente ridículo.
En tiempos donde tenemos que mendigar un buen momento cinematográfico El rito nos ofrece varios, traten de hablar con el proyeccionista, con la acomodadora del cine mas cercano para que les vendan la mitad de la boleta, sálganse después de la alucinación de Kovak donde ve al temible mulo, una vez vean los ojos rojos de Satanás empaquen sus cositas y sin molestar a los demás váyanse saliendo sigilosamente del cine.
Imagino que los que se queden hasta el final se irán a buscar la iglesia mas cercana, como ovejas volviendo a su redil llegaran de rodillas hasta donde está el altísimo y se dejaran arrullar en el poder sanador de Dios.
26 de febrero de 2011
22 de febrero de 2011
100 PELICUAS. 50. KILL BILL
Este artículo lu escribí el mismo día que vi la película en estreno en ese lejano y maravilloso cine del teatro Riviera en Bucaramanga. Corría el año 2004 y no nos cansabamos de dar lora desde la casa de fotografía Sur.
El artículo se publicó en el suplemento dominical de Vanguardia Liberal.
COMO UN RIO SALIENDOSE DE SU CAUCE
La mayoría de cinéfilos tenemos siempre a esteoripar a juzgar una película por el genero que pertenece. Pocas veces nos hemos sentado a apreciar la estética que puede haber en una película de Kung-Fú china o una de esas relamidas series de televisión setenteras tipo Dukes de Hazard o Profesión peligro. Para los que creen que el gran cine solo nace en Europa y que su textura debe ser oscura, pobre y fea, Kill Bill Vol 1, surge como un monstruo de esos qua salían en Mazinger Z, proclamando a los cuatro vientos que ha nacido una nueva narrativa, que el cine no está muerto sino que está cambiando.
Tarantino es un director de lo kitch. El no aprendió la técnica en una universidad sino en una videotienda que viene a ser la verdadera universidad. Allí conoció a los grandes maestros y también vio una gran cantidad de películas serie B, de esas que pasan por el cable después de las dos de la mañana, donde la sangre y los sesos abundan por doquier. Quentin, quien se inició como guionista en el cine, convirtió en letras toda imagen que veía y después la misma letra se convertía en imagen por obra y gracia de otro director. Su primer trabajo como guionista fue para Tony Scott en la corrosiva comedia romántica True Love. En 1991 incursiona como director en la fabulosa Reservoir Dogs donde empieza a establecer su A Band Apart, un grupo de técnicos y actores que hasta hoy lo acompañan. El homenaje a Godard está mas que implícito ya que A Band Apart también se llama una película del gran realizador francés. En 1993 su nombre como guionista se consolida al escribir Natural Born Killers película que dirigiría Oliver Stone. A Quentin no le gustó la película y lo dijo abiertamente lo que produjo un rompimiento entre los dos. Pero no se quedaría con las ganas de dirigir un año después entraría de lleno en la historia de la cinematografía al realizar su segundo largometraje Pulp Fiction éxito de taquilla y de crítica ganando el Gran Prix en Cannes y convirtiéndose de paso en la película mas importante de la década de los noventa. Pero esta notoriedad no la pudo sostener con su tercer film Jacky Brown y entonces empezamos a pensar que a Quentin se le estaban agotando los recursos.
Vino el silencio, el siempre agobiante silencio. Pero esta solo fue una pequeña interrupción antes de la tormenta. En el 2002 Tarantino empieza a filmar su película soñada, una obra donde se mezclan como en torbellino todas sus influencias. Estas influencias no solo se limitan a lo pictórico, lo genial es que el cine de Quentin es un cine para ser escuchado. Sus bandas sonoras son realmente fuertes o sino repasen un poco sus escenas mas memorables: el baile descuartizador de Michael Madsen en Reservoir Dogs, la danza en el Jack Rabbit entre Uma Thurman y John Travolta mientras al fondo suena Chuck Berry y ellos tan malos, tan livinidosos inevitablemente se llevan el premio al mejor baile del siglo en Pulp Fiction. No es gratuito que Kill Bill no esté dividida en partes sino en volúmenes ya que en esta película llena de adrenalina, la acción frenética y constante de la película se transforma súbitamente en un baile perfectamente dirigido, un baile donde las fuentes no son de agua sino de sangre, un baile donde Tarantino le dice a la gente “bueno, quieren sangre tiburones, quieren sangre? Pues bueno acá les ofrezco fuentes de sangre”. Al contrario de sus tres películas anteriores Quentin escogió a un solo grupo para que realizara la banda sonora, este fue The RZA, conocido ya por sus influencias orientales y que también realizara la banda sonora de Gost Dog el célebre film de Jarmush.
No existe ningún momento de tregua en esta historia, nunca paran los guiños a Kurosawa, sobre todo cuando Uma Thurman se desplaza de una ciudad a otra en un avión y el cielo no es azul ni rojo sino amarillo y el avión es de juguete porque todo en el cine es una mentira y uno va al cine no solo a aprender y a ser mas maduro, mas serio, mas inteligente sino también uno va a sorprenderse, a que le cuenten una historia fantástica y eso es lo que es Kill Bill un cuento de la postmodernidad un encarnecido documento visual sobre el cambio de nuestro cine, sobre una nueva narrativa que surge incontenible como un río saliéndose de su cauce.
Tarantino es un director sin complejos, no teme hablar de samuráis, no le tiembla la quijada cuando dice que ha vestido a Uma Thurman a esa cobra negra preciosa como se vestía Bruce Lee en La venganza del dragón, sobre todo en esa inolvidable pelea que sostiene con un jovencísimo Chuck Norris en pleno coliseo romano
El artículo se publicó en el suplemento dominical de Vanguardia Liberal.
COMO UN RIO SALIENDOSE DE SU CAUCE
La mayoría de cinéfilos tenemos siempre a esteoripar a juzgar una película por el genero que pertenece. Pocas veces nos hemos sentado a apreciar la estética que puede haber en una película de Kung-Fú china o una de esas relamidas series de televisión setenteras tipo Dukes de Hazard o Profesión peligro. Para los que creen que el gran cine solo nace en Europa y que su textura debe ser oscura, pobre y fea, Kill Bill Vol 1, surge como un monstruo de esos qua salían en Mazinger Z, proclamando a los cuatro vientos que ha nacido una nueva narrativa, que el cine no está muerto sino que está cambiando.
Tarantino es un director de lo kitch. El no aprendió la técnica en una universidad sino en una videotienda que viene a ser la verdadera universidad. Allí conoció a los grandes maestros y también vio una gran cantidad de películas serie B, de esas que pasan por el cable después de las dos de la mañana, donde la sangre y los sesos abundan por doquier. Quentin, quien se inició como guionista en el cine, convirtió en letras toda imagen que veía y después la misma letra se convertía en imagen por obra y gracia de otro director. Su primer trabajo como guionista fue para Tony Scott en la corrosiva comedia romántica True Love. En 1991 incursiona como director en la fabulosa Reservoir Dogs donde empieza a establecer su A Band Apart, un grupo de técnicos y actores que hasta hoy lo acompañan. El homenaje a Godard está mas que implícito ya que A Band Apart también se llama una película del gran realizador francés. En 1993 su nombre como guionista se consolida al escribir Natural Born Killers película que dirigiría Oliver Stone. A Quentin no le gustó la película y lo dijo abiertamente lo que produjo un rompimiento entre los dos. Pero no se quedaría con las ganas de dirigir un año después entraría de lleno en la historia de la cinematografía al realizar su segundo largometraje Pulp Fiction éxito de taquilla y de crítica ganando el Gran Prix en Cannes y convirtiéndose de paso en la película mas importante de la década de los noventa. Pero esta notoriedad no la pudo sostener con su tercer film Jacky Brown y entonces empezamos a pensar que a Quentin se le estaban agotando los recursos.
Vino el silencio, el siempre agobiante silencio. Pero esta solo fue una pequeña interrupción antes de la tormenta. En el 2002 Tarantino empieza a filmar su película soñada, una obra donde se mezclan como en torbellino todas sus influencias. Estas influencias no solo se limitan a lo pictórico, lo genial es que el cine de Quentin es un cine para ser escuchado. Sus bandas sonoras son realmente fuertes o sino repasen un poco sus escenas mas memorables: el baile descuartizador de Michael Madsen en Reservoir Dogs, la danza en el Jack Rabbit entre Uma Thurman y John Travolta mientras al fondo suena Chuck Berry y ellos tan malos, tan livinidosos inevitablemente se llevan el premio al mejor baile del siglo en Pulp Fiction. No es gratuito que Kill Bill no esté dividida en partes sino en volúmenes ya que en esta película llena de adrenalina, la acción frenética y constante de la película se transforma súbitamente en un baile perfectamente dirigido, un baile donde las fuentes no son de agua sino de sangre, un baile donde Tarantino le dice a la gente “bueno, quieren sangre tiburones, quieren sangre? Pues bueno acá les ofrezco fuentes de sangre”. Al contrario de sus tres películas anteriores Quentin escogió a un solo grupo para que realizara la banda sonora, este fue The RZA, conocido ya por sus influencias orientales y que también realizara la banda sonora de Gost Dog el célebre film de Jarmush.
No existe ningún momento de tregua en esta historia, nunca paran los guiños a Kurosawa, sobre todo cuando Uma Thurman se desplaza de una ciudad a otra en un avión y el cielo no es azul ni rojo sino amarillo y el avión es de juguete porque todo en el cine es una mentira y uno va al cine no solo a aprender y a ser mas maduro, mas serio, mas inteligente sino también uno va a sorprenderse, a que le cuenten una historia fantástica y eso es lo que es Kill Bill un cuento de la postmodernidad un encarnecido documento visual sobre el cambio de nuestro cine, sobre una nueva narrativa que surge incontenible como un río saliéndose de su cauce.
Tarantino es un director sin complejos, no teme hablar de samuráis, no le tiembla la quijada cuando dice que ha vestido a Uma Thurman a esa cobra negra preciosa como se vestía Bruce Lee en La venganza del dragón, sobre todo en esa inolvidable pelea que sostiene con un jovencísimo Chuck Norris en pleno coliseo romano
21 de febrero de 2011
TECNICAS PARA MATAR A UN HOMUNCULO
Esta tarde escuché a la fiscal que se iban a imputar cargos contra buena parte de los funcionarios y sobre todo contra los beneficiados en el bochornoso escándalo de Agro Ingreso Seguro. Con los dedos cruzados esperaba oír el nombre del cabecilla de este hecho criminal, típico de la dictadura pasada. El nombre de criminal con cara de nerdo no se dejó escuchar. Sin embargo la fiscal no apagó la luz de la esperanza y aseguró que dentro de poco saldrán mas nombres.
Desilusionado apagué el televisor y me metí a internet esperando leer, en noticia de última hora que el gestor de esta acción infame había caído. Pero no, cayeron entre otros familiares de los Vives y una exreina de la belleza que había salido beneficiada con el programa y la cual, en retribución a los favores recibidos se había dejado narcotizar, a la manera de una de las geishas de Kawabata, pasando varias noches al lado del exministro sin que este le haya tocado un solo pelo, es que según fuente de Wilkileaks, Uribe creó a su homúnculo sin pene. Y es que al parecer su ridícula creación tendría que hacerse a la imagen y semejanza de lo que para el dictador era el colombiano perfecto: un tipo con cara de imbécil, que odiara a las minorías, que estuviera en contra del aborto y que creyera que fumarse un porro diario era algo tan despreciable como ahogar un niño de brazos en una pila bautismal. En síntesis ser un fascistas de raca mandaca y sobre todo un eunuco.
Uribito no está en la lista pero pronto caerá y si no cae yo ya compré los tiquetes listos para ir a Bogotá. Ya compré una muñeca de trapo y la llené con un poderoso veneno, apenas toque la muñeca el ridículo hombrecillo perecerá. No es precisamente la muerte que sueño para el, yo había pensado en algo más lento, en una agonía larga y espantosa como la que padecen cientos de agricultores que por culpa de él han tenido que desplazarse de sus lugares de origen perdiendo todo por lo que trabajaron. Había pensado en encerrarlo por ejemplo en un cuarto lleno de ratas hambrientas para que se coman su carne correosa y dura. Muy seguramente las ratas no soportaría digerir los pedacitos que componen esa carne podrida. Las ratas morirán pocas horas después.
Las medidas de seguridad de Andrés Felipe (Nombre con el que el caballista bautizó a su creación) sin infranqueables sobre todo para terrorista torpe como yo. Lo mejor es llenar la muñeca con el poderoso veneno, disfrazar a la enana que he contratado de niña y que en una de sus manifestaciones ofrezca su muñeca a Arias ya que una de sus debilidades a las cuales no puede resistirse es la de sus impulsos demagógicos. Ni Medea habría podido imaginar una venganza mas despiadada.
Es que no puedo esperar a que la justicie dicte sentencia, es mejor que el cuerpo de Andrés Felipe espere carbonizado a que se le declare culpable. Puedo vislumbrar la escena, la larga fila de colombianos honrados y de buen gusto escupiendo sobre sus nauseabundos restos. La alegría que sentiré al escupir sobre su cadáver solo será superada cuando vea como una manada de hienas rabiosas se alancen sobre el frágil cuerpo del creador del homúnculo.
Desilusionado apagué el televisor y me metí a internet esperando leer, en noticia de última hora que el gestor de esta acción infame había caído. Pero no, cayeron entre otros familiares de los Vives y una exreina de la belleza que había salido beneficiada con el programa y la cual, en retribución a los favores recibidos se había dejado narcotizar, a la manera de una de las geishas de Kawabata, pasando varias noches al lado del exministro sin que este le haya tocado un solo pelo, es que según fuente de Wilkileaks, Uribe creó a su homúnculo sin pene. Y es que al parecer su ridícula creación tendría que hacerse a la imagen y semejanza de lo que para el dictador era el colombiano perfecto: un tipo con cara de imbécil, que odiara a las minorías, que estuviera en contra del aborto y que creyera que fumarse un porro diario era algo tan despreciable como ahogar un niño de brazos en una pila bautismal. En síntesis ser un fascistas de raca mandaca y sobre todo un eunuco.
Uribito no está en la lista pero pronto caerá y si no cae yo ya compré los tiquetes listos para ir a Bogotá. Ya compré una muñeca de trapo y la llené con un poderoso veneno, apenas toque la muñeca el ridículo hombrecillo perecerá. No es precisamente la muerte que sueño para el, yo había pensado en algo más lento, en una agonía larga y espantosa como la que padecen cientos de agricultores que por culpa de él han tenido que desplazarse de sus lugares de origen perdiendo todo por lo que trabajaron. Había pensado en encerrarlo por ejemplo en un cuarto lleno de ratas hambrientas para que se coman su carne correosa y dura. Muy seguramente las ratas no soportaría digerir los pedacitos que componen esa carne podrida. Las ratas morirán pocas horas después.
Las medidas de seguridad de Andrés Felipe (Nombre con el que el caballista bautizó a su creación) sin infranqueables sobre todo para terrorista torpe como yo. Lo mejor es llenar la muñeca con el poderoso veneno, disfrazar a la enana que he contratado de niña y que en una de sus manifestaciones ofrezca su muñeca a Arias ya que una de sus debilidades a las cuales no puede resistirse es la de sus impulsos demagógicos. Ni Medea habría podido imaginar una venganza mas despiadada.
Es que no puedo esperar a que la justicie dicte sentencia, es mejor que el cuerpo de Andrés Felipe espere carbonizado a que se le declare culpable. Puedo vislumbrar la escena, la larga fila de colombianos honrados y de buen gusto escupiendo sobre sus nauseabundos restos. La alegría que sentiré al escupir sobre su cadáver solo será superada cuando vea como una manada de hienas rabiosas se alancen sobre el frágil cuerpo del creador del homúnculo.
16 de febrero de 2011
EL DISCURSO DEL REY Y LA OBSESION DE LOS WEINSTEIN
La historia no es mas que un conjunto de retazos mal hilvanados que van conformando una totalidad. Si Lionel Logue no le hubiese curado con sus métodos poco ortodoxos la tartamudez crónica que padecía el Duque de York lo más probable es que Inglaterra, gobernada por el buena vida de su hermano el Duque de Windsor, se hubiera entregada como una doncella necesitada de amor a los brazos de Hitler y seguramente hoy en día Moscú no sería más que una pista de patinaje sobre hielo.
Lo que más me sorprendió de la película fue darme cuenta de este detalle, de que cualquier cosa, por mas mínima que sea, cualquier mosca que aletee sus alas en la china puede destruir el órden establecido. Pero en mi opinión el cine debe ser un poco más que eso. Ejemplos de películas que se han rebelado a contar solo un pedazo de la historia los hemos tenido a raudales. Biografías como la Amadeus de Milos Forman o el Ultimo Emperador de Bernardo Bertolucci, pasando por el Ludwig de Visconti son solo algunos ejemplos de como el cine toma historias de la Historia solo para hacer con ellas arte. Sin duda el Discurso del rey es una película muy bien filmada con un guión extremadamente sólido. Un producto excelentemente fabricado para cumplir una misión bastante clara: recaudar unos buenos millones en aras del "gran" cine y sobre todo recibir las estatuillas que por esta época reparte como dulces la Academia. Detrás del proyecto no solo está Tom Hooper, un director casi desconocido, sino que detrás de el se esconden como dos titiriteros esquizofrénicos, los hermanos Weinstein.
Desde los remotos tiempos(1999!) de la asquerosa Shakespeare in love, cuando capitaneaban como dos corsarios esa nave inmensa que revolucionó el cine independiente norteamericano en los noventa y que bautizaron en honor a sus padres Miramax, Bob y Harvey Weinstein no saben lo que es pararse en esa tarima y decirle al público, encabezado por el borracho de Jack Nicholson, Muchas gracias por este puñado de oscares.
Ahora, doce años después parece que han apostado por el caballo ganador, así los Globos de oro hayan sido acaparados por Red Social de David Finsher quien seguramente será su competidor más fuerte y así el Cisne negro significará más para la historia del cine, los rumores dicen que El discurso del rey será la gran ganadora el próximo domingo. Recuerden que los viejitos de la Academia se derriten por tres temas: El holocausto, las películas de época y los discpacitados. Pero sería un poco duro no reconocer que gracias a la genial actuación de Colin Firth el personaje de Jorge VI se convierte no en el clásico discapacitado que se enfrenta a la sociedad y le gana sino que en su encarnación podemos descurbir la valentía y el coraje de un hombre que se sabe reponer ante la adversidad. Una dignidad que dificilmente otro actor podría conseguir.
Es que en las actuaciones donde reside el fuerte de esta película. Tanto Helena Bohnam Carter y Geoffrey Rush están estupendos, sobrios, unas actuaciones casi que de bajo perfil pero terriblemente eficaces.
Sin duda que El discurso del rey será una buena excusa para volver al cine, en realidad las candidatas al Oscar, después de mucho tiempo, tienen nivel e incluso alguna que otra (Lease el Cisne negro) se convertirán dentro de poco en clásicos. Además este filme, con todo y la clara intención que tuvieron sus realizadores para ganar el Oscar, tiene un plus y es que nos dan a conocer una etapa de la historia que no muchos conocemos, una época donde la civilización estuvo a punto de desaparecer pero que por la valentía de hombres como Jorge VI se resistió a colapsar.
Lo que más me sorprendió de la película fue darme cuenta de este detalle, de que cualquier cosa, por mas mínima que sea, cualquier mosca que aletee sus alas en la china puede destruir el órden establecido. Pero en mi opinión el cine debe ser un poco más que eso. Ejemplos de películas que se han rebelado a contar solo un pedazo de la historia los hemos tenido a raudales. Biografías como la Amadeus de Milos Forman o el Ultimo Emperador de Bernardo Bertolucci, pasando por el Ludwig de Visconti son solo algunos ejemplos de como el cine toma historias de la Historia solo para hacer con ellas arte. Sin duda el Discurso del rey es una película muy bien filmada con un guión extremadamente sólido. Un producto excelentemente fabricado para cumplir una misión bastante clara: recaudar unos buenos millones en aras del "gran" cine y sobre todo recibir las estatuillas que por esta época reparte como dulces la Academia. Detrás del proyecto no solo está Tom Hooper, un director casi desconocido, sino que detrás de el se esconden como dos titiriteros esquizofrénicos, los hermanos Weinstein.
Desde los remotos tiempos(1999!) de la asquerosa Shakespeare in love, cuando capitaneaban como dos corsarios esa nave inmensa que revolucionó el cine independiente norteamericano en los noventa y que bautizaron en honor a sus padres Miramax, Bob y Harvey Weinstein no saben lo que es pararse en esa tarima y decirle al público, encabezado por el borracho de Jack Nicholson, Muchas gracias por este puñado de oscares.
Ahora, doce años después parece que han apostado por el caballo ganador, así los Globos de oro hayan sido acaparados por Red Social de David Finsher quien seguramente será su competidor más fuerte y así el Cisne negro significará más para la historia del cine, los rumores dicen que El discurso del rey será la gran ganadora el próximo domingo. Recuerden que los viejitos de la Academia se derriten por tres temas: El holocausto, las películas de época y los discpacitados. Pero sería un poco duro no reconocer que gracias a la genial actuación de Colin Firth el personaje de Jorge VI se convierte no en el clásico discapacitado que se enfrenta a la sociedad y le gana sino que en su encarnación podemos descurbir la valentía y el coraje de un hombre que se sabe reponer ante la adversidad. Una dignidad que dificilmente otro actor podría conseguir.
Es que en las actuaciones donde reside el fuerte de esta película. Tanto Helena Bohnam Carter y Geoffrey Rush están estupendos, sobrios, unas actuaciones casi que de bajo perfil pero terriblemente eficaces.
Sin duda que El discurso del rey será una buena excusa para volver al cine, en realidad las candidatas al Oscar, después de mucho tiempo, tienen nivel e incluso alguna que otra (Lease el Cisne negro) se convertirán dentro de poco en clásicos. Además este filme, con todo y la clara intención que tuvieron sus realizadores para ganar el Oscar, tiene un plus y es que nos dan a conocer una etapa de la historia que no muchos conocemos, una época donde la civilización estuvo a punto de desaparecer pero que por la valentía de hombres como Jorge VI se resistió a colapsar.
15 de febrero de 2011
100 PELICULAS. DE LA 60 A LA 51
60. SED DE MAL. Orson Welles (1958): La mejor película de Orson Welles (Me disculpan los fans de Ciudadano Kane) es un policiaco, una película de estudio pero maldita, con desaveniencias que tuvo el director con los productores, por ejemplo no estaba de acuerdo con que la protagonizara Charlton Heston pero a Orson le pusieron de nuevo una pistola en la sien y tuvo que aceptar. Memorable el plano secuencia del principio, una de las mejores utilizaciones de la grúa en la historia del cine. Sed de mal es cine negro, negrísimo y además está hecho por un genio, imperdible!
59. EL CIELO PUEDE ESPERAR. Ernest Lubitsch (1943): Bajo una atmósfera conservadora casi victoriana, se desarrolla la historia de un Casanova arrepentido quien después de su muerte desciende a las profundidades del infierno para encontrarse con un Diablo con rasgos de aristócratas. El Casanova (Encarnado genialmente por Don Ameche)le contará las picardías a Luzbel las picardías que hizo en los setenta años que vivió en la tierra. Es imperdonable el olvido al que ha sido condenado este visionario de la comedia, un hombre que inspiró a maestros de la talla de Billy WIlder.
58. LA NARANJA MECANICA. Stanley Kubrick (1971): La he visto tantas veces y tantas otras la volveré a ver..es una película que no se parece a ninguna a otra de un director que tampoco se parece a nadie. Antecesora del videoclip, de las películas de delincuentes juveniles. La Naranja Mecánica era, a principios de los setenta una distopía que hoy lamentablemente se ha transformado en una realidad.
57. RIO ROJO. Howard Hawks. (1948): Una cuadrilla de hombres tiene la colosal misión de trasladar de una lado a otro por ese país que es casi un continente una manada con cuatro mil cabezas de ganado. Una historia casi bíblica, debut cinematográfico del gran actor Montgomery Clifft. Uno de los mejores western de la historia, cine en estado puro. Una película imprescindible.
56. TRAICIONADOS. Costa Gavras. (1988) Hay tres películas de infiltrados que te carcomerán el cerebro, la reciente The departed de Scorcese, la ya mencionada Al rojo vivo de Raul Walsh y este filme donde la hermosa Debra WInger siendo agente del F.B.I debe internarse en una familia ultra-conservadora del sur de Estados Unidos para descubrir los vestigios del abominable Ku-Kux-Klan. Cine para ver de pie y comiéndose las uñas, como la final de un mundial.
55. LA ULTIMA PELICULA. Peter Bogdanovich (1971) ¿Quién recuerda hoy a Peter Bogdanovich? Tal vez los que compramos libros de cine. Parece mentira que este viejito con cara de Nerd haya sido en su momento el director más importante del llamado Nuevo Hollywood y que esta, su segundo filme, se convirtiera en la punta de lanza de una generación que quizo aplastar a la industria para crear una cinematografía, pero después llegó Michael Cimino y acabó con todo. La aburrida cotidianidad de un pueblo miserable cuya única entretención está en un billar, un cine y una chica con cara de ángel que todo el mundo desea y a la que casi todos pueden acceder son el telón de fondo de esta olvidada obra maestra.
54. LA VIDA DE BRIAN. Terry Jones (1979): ¿Jesucristo tenía vecinos? ¿Qué tal que los reyes magos hubiesen entregado sus ofrendas al pesebre equivocado? Todo eso se cuestionan los Monty Phyton en esta delirante, surrealista y subversiva comedia. Ideal para ver bajo la influencia de la cannabis sativa y su herida mortal. Los que no la han visto bájenla inmediatamente. Por cierto, el productor de esta película es un tal George Harrison.
53. LA SIRENA DEL MISSISIPI. Francois Truffaut. (1969): Nunca antes un cineasta se había acercado tanto a Hitchcock. Catherine Deneuve es una rubia gélida, una mujer fatal capaz de destruir al Jean Paul Belmondo que se le atraviese. Basada en la nóvela de William Irish, para mi gusto la mejor película de uno de los hombres que mas amor le profesó al cine.
52. EL MODERNO SHERLOCK HOLMES. Buster Keaton (1924): Era un simpatico proyeccionista que jamás reía y que soñaba con dejar su apacible vida y transformarse, como los héroes que noche a noche admiraba en su pantalla en un investigador privado. Keaton ostentaba en esta película un despliegue físico que hoy en día envidiaría Jackie Chan. Opacado por el todo poderoso recuerdo de Chaplin, Buster Keaton ve desde alguna oscura región del Indostán como su obra rejuvenece con los años mientras la del creador de La quimera del oro va llenándose de polvo, de polillas que todo el mundo ve pero nadie quiere gritar.
51. EL CABALLERO DE LA NOCHE. Cristopher Nolan. (2008): Que recuerde pocas veces me ha pasado salir de una sala de cine y volver a hacer la fila para ver la misma película. Con esta me pasó y con otra de Nolan también. Sin duda es nuestra gran esperanza. Un ícono de la década pasa con un inolvidable guasón encarnado desde la tumba por Heath Ledger. Esta nueva versión de Batman no solo es una gran película de acción sino es una reflexión sobre la maldad. Para ver en cine, para disfrutar del cine. Volvería a hacer la fila una y otra vez
59. EL CIELO PUEDE ESPERAR. Ernest Lubitsch (1943): Bajo una atmósfera conservadora casi victoriana, se desarrolla la historia de un Casanova arrepentido quien después de su muerte desciende a las profundidades del infierno para encontrarse con un Diablo con rasgos de aristócratas. El Casanova (Encarnado genialmente por Don Ameche)le contará las picardías a Luzbel las picardías que hizo en los setenta años que vivió en la tierra. Es imperdonable el olvido al que ha sido condenado este visionario de la comedia, un hombre que inspiró a maestros de la talla de Billy WIlder.
58. LA NARANJA MECANICA. Stanley Kubrick (1971): La he visto tantas veces y tantas otras la volveré a ver..es una película que no se parece a ninguna a otra de un director que tampoco se parece a nadie. Antecesora del videoclip, de las películas de delincuentes juveniles. La Naranja Mecánica era, a principios de los setenta una distopía que hoy lamentablemente se ha transformado en una realidad.
57. RIO ROJO. Howard Hawks. (1948): Una cuadrilla de hombres tiene la colosal misión de trasladar de una lado a otro por ese país que es casi un continente una manada con cuatro mil cabezas de ganado. Una historia casi bíblica, debut cinematográfico del gran actor Montgomery Clifft. Uno de los mejores western de la historia, cine en estado puro. Una película imprescindible.
56. TRAICIONADOS. Costa Gavras. (1988) Hay tres películas de infiltrados que te carcomerán el cerebro, la reciente The departed de Scorcese, la ya mencionada Al rojo vivo de Raul Walsh y este filme donde la hermosa Debra WInger siendo agente del F.B.I debe internarse en una familia ultra-conservadora del sur de Estados Unidos para descubrir los vestigios del abominable Ku-Kux-Klan. Cine para ver de pie y comiéndose las uñas, como la final de un mundial.
55. LA ULTIMA PELICULA. Peter Bogdanovich (1971) ¿Quién recuerda hoy a Peter Bogdanovich? Tal vez los que compramos libros de cine. Parece mentira que este viejito con cara de Nerd haya sido en su momento el director más importante del llamado Nuevo Hollywood y que esta, su segundo filme, se convirtiera en la punta de lanza de una generación que quizo aplastar a la industria para crear una cinematografía, pero después llegó Michael Cimino y acabó con todo. La aburrida cotidianidad de un pueblo miserable cuya única entretención está en un billar, un cine y una chica con cara de ángel que todo el mundo desea y a la que casi todos pueden acceder son el telón de fondo de esta olvidada obra maestra.
54. LA VIDA DE BRIAN. Terry Jones (1979): ¿Jesucristo tenía vecinos? ¿Qué tal que los reyes magos hubiesen entregado sus ofrendas al pesebre equivocado? Todo eso se cuestionan los Monty Phyton en esta delirante, surrealista y subversiva comedia. Ideal para ver bajo la influencia de la cannabis sativa y su herida mortal. Los que no la han visto bájenla inmediatamente. Por cierto, el productor de esta película es un tal George Harrison.
53. LA SIRENA DEL MISSISIPI. Francois Truffaut. (1969): Nunca antes un cineasta se había acercado tanto a Hitchcock. Catherine Deneuve es una rubia gélida, una mujer fatal capaz de destruir al Jean Paul Belmondo que se le atraviese. Basada en la nóvela de William Irish, para mi gusto la mejor película de uno de los hombres que mas amor le profesó al cine.
52. EL MODERNO SHERLOCK HOLMES. Buster Keaton (1924): Era un simpatico proyeccionista que jamás reía y que soñaba con dejar su apacible vida y transformarse, como los héroes que noche a noche admiraba en su pantalla en un investigador privado. Keaton ostentaba en esta película un despliegue físico que hoy en día envidiaría Jackie Chan. Opacado por el todo poderoso recuerdo de Chaplin, Buster Keaton ve desde alguna oscura región del Indostán como su obra rejuvenece con los años mientras la del creador de La quimera del oro va llenándose de polvo, de polillas que todo el mundo ve pero nadie quiere gritar.
51. EL CABALLERO DE LA NOCHE. Cristopher Nolan. (2008): Que recuerde pocas veces me ha pasado salir de una sala de cine y volver a hacer la fila para ver la misma película. Con esta me pasó y con otra de Nolan también. Sin duda es nuestra gran esperanza. Un ícono de la década pasa con un inolvidable guasón encarnado desde la tumba por Heath Ledger. Esta nueva versión de Batman no solo es una gran película de acción sino es una reflexión sobre la maldad. Para ver en cine, para disfrutar del cine. Volvería a hacer la fila una y otra vez
7 de febrero de 2011
100 PELICULAS. DE LA 71 A LA 61.
71. BOUDU SALVADO DE LAS AGUAS. Jean Renoir (1932): Boudu no cree en el matrimonio ni en ninguna de las consabidas instituciones burguesas, para el eso no es más que un montón de estupideces. Su única fidelidad y compromiso es con la libertad. El es casi como Francia, como Francia después de un buen porro. No le importa ser un vagabundo y que la gente lo rechace. Boudu es hermoso y se basta a si mismo para ser feliz. Renoir logra en 1932 adelantarse treinta años y prefigurar al hippie, porque este personaje inolvidable, magistralmente interpretado por Michel Simón es el primer hippie que pisó estos suelos.
70. TESTIGO DE CARGO. Billy Wilder (1957): Charles Laughton es un célebre abogado que en el ocaso de su vida recibe el regalo de un caso de asesinato. Desobedeciendo las órdenes de su médico y enfermera, se enfrasca en una de las películas de tribunales más importantes de la historia del cine. El instinto del perro viejo no será suficiente para cazar a la zorra, más si la zorra se llama Marlene Dietrich.
69. EL AMOR DESPUÉS DEL MEDIODIA. Eric Rohmer (1972): Las películas de Rohmer conforman una totalidad por eso es difícil que una se destaque en esa obra donde supo reflejar lo complicado que podemos ser a la hora de entablar una relación. Más que cine Rohmer realziaba ensayos y esta es justamente una reflexión sobre la digestión en una ciudad como París, sobre el matrimonio y como no, sobre las relaciones extraconyugales. Las películas de Rohmer muchas veces no se ven, se leen.
68. EL PERFECTO ASESINO. Luc Besson (1995): León en general es un tipo aburrido, tiene una planta y le gusta beber leche a toda hora, de resto no creo que le guste algo más..ah! si, le encanta Cantando bajo la lluvia y su oficio en el que es el mejor, el de matar a sueldo. Era un tipo solitario que ahorraba todo lo que ganaba hasta que Matilda, su vecina de trece años le toca la puerta a decirle que ha quedado huérfana, que él, es lo único que tiene en el mundo. Aparición deslumbrante de Natalie Portman esta es una película que lo tiene todo, un villano malísimo (Gary Oldman, otra vez magistral) y una historia de amor polémica pero absolutamente enternecedora y lo mas impresionante CREIBLE!. Una perla la de este director que después se acostumbró a hacer comida para cerdos.
67. TIBURÓN. Steven Spielberg (1975). Primera estocada mortal al movimiento catalogado como El Nuevo Holluwood. Para muchas una versión libre de Moby Dick. La obra de Spielberg generó una revolución no solo en el mercadeo de las películas sino a nivel técnico. Hace poco la volví a ver y me impresionó lo poco que ha envejecido. Todavía no es aconsejable que la veas si estás cerca de una playa.
66. UNA MUJER BAJO LA INFLUENCIA. John Cassavetes (1974) : A veces paso películas en mi casa para mis amigos, en estos días pensábamos hacer un ciclo donde muestre a mujeres esquizofrénicas ¿Existe un mejor retrato de la neurosis femenina que esta colosal obra? La importancia de Peter Falk enternece y desespera y nos sentimos identificados con él porque no sabríamos que hacer ante esa tragedia. Cassavetes no hace juicios tan solo nos muestra lo que vemos y es desagarrador.
65. DIAS DE RADIO. Woody Allen (1986): La nostalgia de una época que no volverá, la familia rodeada en torno a un aparato que solo destila palabras. Historias sueltas pero genialmente hilvanadas por el gran poeta de Nueva York.
64. QUE VERDE ERA MI VALLE. John Ford (1941): Siento una gran debilidad por las películas que evocan la infancia. Ford recuerda a la Irlanda de su niñéz, una familia de mineros que lucha dia a dia por mejorar, por demostrarse a si mismos que son más que lo que el destino les ha dado. Una película hecha desde la industria norteamericana en su edad de oro pero que se acerca mas a los neorrealistas italianos. Para ver y llorar una y otra vez.
63. AL ROJO VIVO. Raul Walsh (1949): Anoche volví a ver la película de Raoul Walsh y volví a sentir como mi alma se teñía de negro. Con James Cagney me pasa eso, no me importa que sea un matón sicópata con un serio complejo de Edipo yo siempre voy a estar al lado de él, cuando está encima de una torre llena de fuego, cuando él se autoinmola gritando “Mamá estoy en la cima del mundo” se me hace un nudo en la garganta y vuelvo a escupir sobre el maldito orden establecido. Al rojo vivo no solo es la mejor película de James Cagney sino que posiblemente sea la mejor película policiaca de todos los tiempos.
62. CALLES SALVAJES. Martin Scorcese (1973): Proust no solo está en una cama con los bronquios tapados, Proust también puede ser otro asmático pero en Nueva York rodeado de un ambiente hostil y de tipos duros que quieren robarte tu cartera. No sé que tanto el asma haya podido afectar los problemas con la realidad que pueda tener Martin Scorcese. El poder de evocación que tienen sus películas es innegable. Primera colaboración de Robert De Niro con su director preferido. Nostalgia pura, película para ver con los amigos de siempre.
61. UP. Peter Docker y Bob Peterson (2009): Desde que empieza la película es imposible no estremecerse ¿recuerdan 15 primeros minutos más hermosos? El futuro del cine parece estar en la animación, no por los adelantos tecnológicos sino porque allí se esconden los verdaderos artistas, los genios que todavía pueden contar una historia en imágenes, sin abusar de la palabra. UP es una película maravillosa que tiene la rara cualidad de gustarle a todo el mundo.
70. TESTIGO DE CARGO. Billy Wilder (1957): Charles Laughton es un célebre abogado que en el ocaso de su vida recibe el regalo de un caso de asesinato. Desobedeciendo las órdenes de su médico y enfermera, se enfrasca en una de las películas de tribunales más importantes de la historia del cine. El instinto del perro viejo no será suficiente para cazar a la zorra, más si la zorra se llama Marlene Dietrich.
69. EL AMOR DESPUÉS DEL MEDIODIA. Eric Rohmer (1972): Las películas de Rohmer conforman una totalidad por eso es difícil que una se destaque en esa obra donde supo reflejar lo complicado que podemos ser a la hora de entablar una relación. Más que cine Rohmer realziaba ensayos y esta es justamente una reflexión sobre la digestión en una ciudad como París, sobre el matrimonio y como no, sobre las relaciones extraconyugales. Las películas de Rohmer muchas veces no se ven, se leen.
68. EL PERFECTO ASESINO. Luc Besson (1995): León en general es un tipo aburrido, tiene una planta y le gusta beber leche a toda hora, de resto no creo que le guste algo más..ah! si, le encanta Cantando bajo la lluvia y su oficio en el que es el mejor, el de matar a sueldo. Era un tipo solitario que ahorraba todo lo que ganaba hasta que Matilda, su vecina de trece años le toca la puerta a decirle que ha quedado huérfana, que él, es lo único que tiene en el mundo. Aparición deslumbrante de Natalie Portman esta es una película que lo tiene todo, un villano malísimo (Gary Oldman, otra vez magistral) y una historia de amor polémica pero absolutamente enternecedora y lo mas impresionante CREIBLE!. Una perla la de este director que después se acostumbró a hacer comida para cerdos.
67. TIBURÓN. Steven Spielberg (1975). Primera estocada mortal al movimiento catalogado como El Nuevo Holluwood. Para muchas una versión libre de Moby Dick. La obra de Spielberg generó una revolución no solo en el mercadeo de las películas sino a nivel técnico. Hace poco la volví a ver y me impresionó lo poco que ha envejecido. Todavía no es aconsejable que la veas si estás cerca de una playa.
66. UNA MUJER BAJO LA INFLUENCIA. John Cassavetes (1974) : A veces paso películas en mi casa para mis amigos, en estos días pensábamos hacer un ciclo donde muestre a mujeres esquizofrénicas ¿Existe un mejor retrato de la neurosis femenina que esta colosal obra? La importancia de Peter Falk enternece y desespera y nos sentimos identificados con él porque no sabríamos que hacer ante esa tragedia. Cassavetes no hace juicios tan solo nos muestra lo que vemos y es desagarrador.
65. DIAS DE RADIO. Woody Allen (1986): La nostalgia de una época que no volverá, la familia rodeada en torno a un aparato que solo destila palabras. Historias sueltas pero genialmente hilvanadas por el gran poeta de Nueva York.
64. QUE VERDE ERA MI VALLE. John Ford (1941): Siento una gran debilidad por las películas que evocan la infancia. Ford recuerda a la Irlanda de su niñéz, una familia de mineros que lucha dia a dia por mejorar, por demostrarse a si mismos que son más que lo que el destino les ha dado. Una película hecha desde la industria norteamericana en su edad de oro pero que se acerca mas a los neorrealistas italianos. Para ver y llorar una y otra vez.
63. AL ROJO VIVO. Raul Walsh (1949): Anoche volví a ver la película de Raoul Walsh y volví a sentir como mi alma se teñía de negro. Con James Cagney me pasa eso, no me importa que sea un matón sicópata con un serio complejo de Edipo yo siempre voy a estar al lado de él, cuando está encima de una torre llena de fuego, cuando él se autoinmola gritando “Mamá estoy en la cima del mundo” se me hace un nudo en la garganta y vuelvo a escupir sobre el maldito orden establecido. Al rojo vivo no solo es la mejor película de James Cagney sino que posiblemente sea la mejor película policiaca de todos los tiempos.
62. CALLES SALVAJES. Martin Scorcese (1973): Proust no solo está en una cama con los bronquios tapados, Proust también puede ser otro asmático pero en Nueva York rodeado de un ambiente hostil y de tipos duros que quieren robarte tu cartera. No sé que tanto el asma haya podido afectar los problemas con la realidad que pueda tener Martin Scorcese. El poder de evocación que tienen sus películas es innegable. Primera colaboración de Robert De Niro con su director preferido. Nostalgia pura, película para ver con los amigos de siempre.
61. UP. Peter Docker y Bob Peterson (2009): Desde que empieza la película es imposible no estremecerse ¿recuerdan 15 primeros minutos más hermosos? El futuro del cine parece estar en la animación, no por los adelantos tecnológicos sino porque allí se esconden los verdaderos artistas, los genios que todavía pueden contar una historia en imágenes, sin abusar de la palabra. UP es una película maravillosa que tiene la rara cualidad de gustarle a todo el mundo.
100 PELICULAS. 72. HAXAN O LA BRUJERIA A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS. DIR: Benjamin Christensen (1922)
Mientras que en Estados Unidos o Francia se hacían innumerable películas sobre la tarde fatídica en que en el Gólgota un loco egocéntrico se dejó crucificar para salvar a toda la humanidad, los alemanes y escandinavos, acaso influenciados por sus selvas negras que apenas dejaban entrar un resquicio del brillo de un sol agonizante. Usaron el cinematógrafo (Como años antes habían usado la literatura y la pintura) para internarse en los incandescentes caminos del infierno.
Películas tan importantes y tan tempranas en la historia del cine como Nosferatu o las Páginas del libro de Satán dirigidos por los grandes maestros Murnau y Dreyer respectivamente atestiguan el interés que tenían estos países por seguir los senderos que habían abierto con sus plumas Tieck o Hoffman. Además estos filmes constatan que para los europeos del norte el terror no era un género menospreciado sino casi una forma de vida que se acercaba peligrosamente al documental.
Hoy no hablaremos de grandes genios buscando el trincho de Asmodeo sino que hablaremos de un director que en su haber solo tiene una obra maestra. Benjamin Cristensen debe ser el primer caso de tantos otros directores en que después de un comienzo esperanzador sus obras naufragaron en las tormentosas aguas de la mediocridad. Christensen era un reputado actor que trabajaba bajo el auspicio de el que es considerado el padre del cine escandinavo Peter Magnussen. Consagrado como actor decidió quemar sus naves y ponerse a contar a 24 fotos por segundo una historia que nadie se había animado a relatar a ese ritmo.
A pesar de su nula experiencia como director, Christensen tenía claro lo que quería decir y como lo quería contar. A diferencia de muchos de los directores de la época él creía posible separar la literatura del cine; buscaba mostrar y no decir. Fue de los primeros que pensó cinematográficamente una película, no hay que olvidar que el cine es el arte del vouyer por excelencia.
Esa es una de las razones por las cuales Haxan (O La brujería a través de los tiempos) es una película que apenas ha envejecido a pesar de que se realizó en 1922 año en el que el cine apenas estaba dando sus primeros pasos. Durante dos horas, Christensen pretende contar, como si fuese un documental, la influencia que ha tenido la nigromancia y las supersticiones en el comportamiento de los hombres.
Ni más está decir que el escándalo que produjo en su momento fue mayúsculo. Los surrealistas hambrientos de novedades y casi siempre con los bolsillos repletos de guijarros ansiaban apedrear las anquilosadas costumbres que aún se arrastraban desde el siglo pasado, adoraron ese demonio jueguetón y hermoso que el mismo director interpretó y adoptaron esta como su película favorita….hasta que Dalí y Buñuel les pasaron por la cara Un perro Andaluz.
El realizador danés supo sacarle provecho al escándalo y se dejó llevar a Hollywood. En América no tendría el éxito que su ópera prima le había augurado y apenas alcanzó a realizar cuatro películas que si bien estuvieron lejos del nivel de Haxan si alcanzaron como para considerar a Christensen como uno de los hombres que ayudaron a desarrollar el cine fantástico y de terror.
A pesar de lo ideológicamente lejos que estaba Dreyer de Christensen, de las posiciones irreconciliables que tenía el uno con el otro, el maestro que creó la inmortal Vampyr supo reconocer en su momento el gran aporte técnico que Haxan dejaba al cine “Así pues Bejamin Christensen ha conseguido combinar el plano general y el primer plano de tal modo que le permiten ilustrar a la vez la causa y la consecuencia. Estos progresos técnicos son de gran importancia pues a mayor perfección técnica de una película para asumir ciertos números de tareas en la escena teatral dejar de lado. Sin embargo esta labor pionera será más apreciado por los especialistas que por el público”.
Dreyer se equivocó, el público adoro y adora este filme inclasificable, raro y extrañamente alegre. El diablo es un fauno jueguetón, un ser inofensivo del bosque que de cuando en cuando le gusta cometer alguna travesura, como si fuera una liebre.
Gracias al interés de la empresa fílmica Janus, Haxan ha sido restaurada y vivirá tanto tiempo como el que lleva el Diablo viviendo entre nosotros y muchas veces alegrándonos la vida, haciéndonos olvidar los terremotos e inundaciones que su viejo archienemigo no deja de mandar contra los hombres.
Películas tan importantes y tan tempranas en la historia del cine como Nosferatu o las Páginas del libro de Satán dirigidos por los grandes maestros Murnau y Dreyer respectivamente atestiguan el interés que tenían estos países por seguir los senderos que habían abierto con sus plumas Tieck o Hoffman. Además estos filmes constatan que para los europeos del norte el terror no era un género menospreciado sino casi una forma de vida que se acercaba peligrosamente al documental.
Hoy no hablaremos de grandes genios buscando el trincho de Asmodeo sino que hablaremos de un director que en su haber solo tiene una obra maestra. Benjamin Cristensen debe ser el primer caso de tantos otros directores en que después de un comienzo esperanzador sus obras naufragaron en las tormentosas aguas de la mediocridad. Christensen era un reputado actor que trabajaba bajo el auspicio de el que es considerado el padre del cine escandinavo Peter Magnussen. Consagrado como actor decidió quemar sus naves y ponerse a contar a 24 fotos por segundo una historia que nadie se había animado a relatar a ese ritmo.
A pesar de su nula experiencia como director, Christensen tenía claro lo que quería decir y como lo quería contar. A diferencia de muchos de los directores de la época él creía posible separar la literatura del cine; buscaba mostrar y no decir. Fue de los primeros que pensó cinematográficamente una película, no hay que olvidar que el cine es el arte del vouyer por excelencia.
Esa es una de las razones por las cuales Haxan (O La brujería a través de los tiempos) es una película que apenas ha envejecido a pesar de que se realizó en 1922 año en el que el cine apenas estaba dando sus primeros pasos. Durante dos horas, Christensen pretende contar, como si fuese un documental, la influencia que ha tenido la nigromancia y las supersticiones en el comportamiento de los hombres.
Ni más está decir que el escándalo que produjo en su momento fue mayúsculo. Los surrealistas hambrientos de novedades y casi siempre con los bolsillos repletos de guijarros ansiaban apedrear las anquilosadas costumbres que aún se arrastraban desde el siglo pasado, adoraron ese demonio jueguetón y hermoso que el mismo director interpretó y adoptaron esta como su película favorita….hasta que Dalí y Buñuel les pasaron por la cara Un perro Andaluz.
El realizador danés supo sacarle provecho al escándalo y se dejó llevar a Hollywood. En América no tendría el éxito que su ópera prima le había augurado y apenas alcanzó a realizar cuatro películas que si bien estuvieron lejos del nivel de Haxan si alcanzaron como para considerar a Christensen como uno de los hombres que ayudaron a desarrollar el cine fantástico y de terror.
A pesar de lo ideológicamente lejos que estaba Dreyer de Christensen, de las posiciones irreconciliables que tenía el uno con el otro, el maestro que creó la inmortal Vampyr supo reconocer en su momento el gran aporte técnico que Haxan dejaba al cine “Así pues Bejamin Christensen ha conseguido combinar el plano general y el primer plano de tal modo que le permiten ilustrar a la vez la causa y la consecuencia. Estos progresos técnicos son de gran importancia pues a mayor perfección técnica de una película para asumir ciertos números de tareas en la escena teatral dejar de lado. Sin embargo esta labor pionera será más apreciado por los especialistas que por el público”.
Dreyer se equivocó, el público adoro y adora este filme inclasificable, raro y extrañamente alegre. El diablo es un fauno jueguetón, un ser inofensivo del bosque que de cuando en cuando le gusta cometer alguna travesura, como si fuera una liebre.
Gracias al interés de la empresa fílmica Janus, Haxan ha sido restaurada y vivirá tanto tiempo como el que lleva el Diablo viviendo entre nosotros y muchas veces alegrándonos la vida, haciéndonos olvidar los terremotos e inundaciones que su viejo archienemigo no deja de mandar contra los hombres.
3 de febrero de 2011
100 PELICULAS. DE LA 80 A LA 73
80. ENAMORADA. Dir: Emilio Fernandez (1946): México en su momento tuvo uno de las industrias cinematográficas más potentes del mundo. Enamorada interpretada por Pedro Armendáriz y María Félix es un ejemplo de ello. La revolución Mexicana vista por una pareja que simboliza la nueva fuerza emergente contra el viejo orden establecido. Recomendada la serenata del trío Calavera de Malagueña y el despertar de María Félix hermosamente fotografiada por Gabriel Figueroa
79. LA LOBA. Dir: William Wyler. (1941): A primera vista Bette Davis no es una mujer Hermosa pero aconsejamos que no se acerquen mucho, su voz tiene el hechizo de la maraca de una cascabel. Para muchos un pastiche teatral, para nosotros cine puro, repleto de diálogos maravillosos con una de las escenas mas impresionantes de la historia del cine: Cuando Herbert Marshall sucumbe a un infarto mientras la Davis, su esposa permanece en un primer plano impávida, esperando que el corazón de su esposo explote por su propia conveniencia. Deliciosamente malévola!
78. TAMBIEN LOS ENANOS EMPEZARON PEQUEÑOS. Dir: Werner Herzog (1970): Diabólica parodia del director alemán sobre la revolución estudiantil de 1968. Por este filme Herzog fue considerado un director maldito dispuesto a torturar animales con tal de conseguir sus discutibles resultados estéticos. Un grupo de enanos toma el control de una correccional pero todo es demasiado grande para ellos: Inclusive la propia revolución.
77. 9 REINAS. Dir: Fabian Bielinsky (1999) Mientras hay hijos de puta que viven 100 años, Bielinsky muere a los 30 años posiblemente de un pase de más dejando solo dos películas y delineando la sombra de un gran director algo tan raro en América Latina. 9 Reinas es su ópera prima. Toda la picardía del porteño resumida en 90 minutos, los gringos se ufanan por hacer tramas sobre tramposos pero si quieren conocerla cara a cara tienen dos opciones o pasan una temporada en Buenos Aires o se dejan llevar por Darín Y Gastón Pauls en esta película maravillosa.
76. EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY BALANCE. Dir: John Ford (1962): El último gran western de Ford fue también la película que cerró la época dorada de Hollywood. Por medio de la ley James Stewart tratará de ponerle orden a un pueblo dominado por un diabólicamente sanguinario Lee Marvin. Pero a veces la ley también tiene que tener su lado fuerte, oscuro, de eso se encargará el inolvidable John Wayne.
75. CUENTA CONMIGO. Rob Reiner (1985): Basada en la novela autobiográfica de Stephen King, Rob Reiner evoca una época donde aparentemente América era un cuadro de Norman Rockwell, apacible y campechano, pero ahí vemos a cuatro niños buscando en el bosque de su pueblo un cadáver, amenazados por una despiadada pandilla juvenil dispuesta a matar con tal de quedarse con tan macabro botín. Junto a Malas calles de Scorcese y Husbands de Cassavetes, Cuenta conmigo es una de las mejores películas que se han hecho jamás sobre la amistad y sin duda una de las mejores sobre la niñez.
74. SEVEN. David Finsher. (1996): De entre todos los asesinos seriales el hombre que usa a Milton para impartir justicia es mi asesino favorito. Desde la banda sonora a cargo de David Bowie hasta las actuaciones brillantísimas de Brad Pitt y Kevin Spacey, pasando por la atmósfera infernal que invade la ciudad Seven es junto con Pulp FIction una de las mejores películas de los noventa.
73. EL REY DE LA COMEDIA. Martin Scorcese (1982): Esta película invisible posiblemente sea una de las comedias mas amargas de la historia del cine. Rupert Pumpkin tiene una obsesión, la de convertirse en un gran comediante y para lograrlo será capáz de secuestrar al bufón mas importante de Nueva York. Magistral contrapunto interpretativo entre Robert De Niro y Jerry Lewis
79. LA LOBA. Dir: William Wyler. (1941): A primera vista Bette Davis no es una mujer Hermosa pero aconsejamos que no se acerquen mucho, su voz tiene el hechizo de la maraca de una cascabel. Para muchos un pastiche teatral, para nosotros cine puro, repleto de diálogos maravillosos con una de las escenas mas impresionantes de la historia del cine: Cuando Herbert Marshall sucumbe a un infarto mientras la Davis, su esposa permanece en un primer plano impávida, esperando que el corazón de su esposo explote por su propia conveniencia. Deliciosamente malévola!
78. TAMBIEN LOS ENANOS EMPEZARON PEQUEÑOS. Dir: Werner Herzog (1970): Diabólica parodia del director alemán sobre la revolución estudiantil de 1968. Por este filme Herzog fue considerado un director maldito dispuesto a torturar animales con tal de conseguir sus discutibles resultados estéticos. Un grupo de enanos toma el control de una correccional pero todo es demasiado grande para ellos: Inclusive la propia revolución.
77. 9 REINAS. Dir: Fabian Bielinsky (1999) Mientras hay hijos de puta que viven 100 años, Bielinsky muere a los 30 años posiblemente de un pase de más dejando solo dos películas y delineando la sombra de un gran director algo tan raro en América Latina. 9 Reinas es su ópera prima. Toda la picardía del porteño resumida en 90 minutos, los gringos se ufanan por hacer tramas sobre tramposos pero si quieren conocerla cara a cara tienen dos opciones o pasan una temporada en Buenos Aires o se dejan llevar por Darín Y Gastón Pauls en esta película maravillosa.
76. EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY BALANCE. Dir: John Ford (1962): El último gran western de Ford fue también la película que cerró la época dorada de Hollywood. Por medio de la ley James Stewart tratará de ponerle orden a un pueblo dominado por un diabólicamente sanguinario Lee Marvin. Pero a veces la ley también tiene que tener su lado fuerte, oscuro, de eso se encargará el inolvidable John Wayne.
75. CUENTA CONMIGO. Rob Reiner (1985): Basada en la novela autobiográfica de Stephen King, Rob Reiner evoca una época donde aparentemente América era un cuadro de Norman Rockwell, apacible y campechano, pero ahí vemos a cuatro niños buscando en el bosque de su pueblo un cadáver, amenazados por una despiadada pandilla juvenil dispuesta a matar con tal de quedarse con tan macabro botín. Junto a Malas calles de Scorcese y Husbands de Cassavetes, Cuenta conmigo es una de las mejores películas que se han hecho jamás sobre la amistad y sin duda una de las mejores sobre la niñez.
74. SEVEN. David Finsher. (1996): De entre todos los asesinos seriales el hombre que usa a Milton para impartir justicia es mi asesino favorito. Desde la banda sonora a cargo de David Bowie hasta las actuaciones brillantísimas de Brad Pitt y Kevin Spacey, pasando por la atmósfera infernal que invade la ciudad Seven es junto con Pulp FIction una de las mejores películas de los noventa.
73. EL REY DE LA COMEDIA. Martin Scorcese (1982): Esta película invisible posiblemente sea una de las comedias mas amargas de la historia del cine. Rupert Pumpkin tiene una obsesión, la de convertirse en un gran comediante y para lograrlo será capáz de secuestrar al bufón mas importante de Nueva York. Magistral contrapunto interpretativo entre Robert De Niro y Jerry Lewis
EL CISNE NEGRO O EL ROSTRO COMO PAISAJE
La obsesión de Nina Sayers por obtener la perfección en su arte es la misma obsesión que puede sentir Natalie Portman cuando afronta un papel en el cine. En esta, su última película se le nota en el rostro, en cada expresión, el esfuerzo físico que requirió para interpretar a esta bailarina neurótica.
Así como un actor de teatro sueña con interpretar a Hamlet, El lago de los cisnes es el sueño de cualquier bailarín. Nina se ha preparado para esto toda su vida. No necesitamos de odiosos flashback para que podamos verla desde niña partiéndose los dedos de los pies al tratar de dominar a su antojo cada movimiento de su cuerpo, no necesitamos que nos muestren a la maravillosa Barbara Hershey someter a su hija a un estricto regimenpara que sea lo que ella no pudo ser. Es inevitable que todo niño prodigio odie a su procreador. La gran mayoría de bailarinas son puestas por sus madres desde muy chiquitas en una academia debido a sus frustrante carreras. El caso de Nina es muy parecido al de un Vaslav Nijinsky o Isadora Duncan, la misma entrega puede producir el enajenamiento total, una esquizofrenia creciente y por eso uno puede imaginarse al fauno ruso terminar sus días en un helado sanatorio creyendo, envuelto en una camisa de fuerza, que era el pájaro de fuego. Nina puede ver como los ojos de los retratos de las mujeres que pinta su madre se mueven, puede ver como su propio reflejo le hace muecas desde un mundo que ella desconoce.
El mundo para casi todo bailarín es un lugar ajeno y hostil fuera de la pista de baile.
Según su exigente director la férrea disciplina en la que vive sumergida Nina ha llegado a opacar su talento. El baile al fin y al cabo es un juego y ella por haber convertido su arte en religión ha perdido la gracilidad de las grandes bailarinas. En la tradición del Lermontov de Las zapatillas rojas, el clásico de los años cuarenta de Michael Power, Vincent Cassel ama el baile pero no le son indiferentes sus bailarinas y para tener el papel principal necesita un poquito más que disciplina y talento, de pronto el hecho de que no muerdan al besar podría ser un factor decisivo. Cassel necesita explotar ese cisne negro que se niega a salir, necesita exprimirle esa sensualidad que ha tenido encorsetada en su tutú la virginal Nina Sayers. Y es que el ballet la ha consumido tanto que ni tiempo ni ganas ha tenido para sentir la embestida de un amante enfebrecido. Pero el cisne negro debe surgir de los jugos rezumantes, de la lascivia, para el cine blanco no tendrá problema, pero si quiere vivir la transformación, la metamorfosis deberá “Tocarse un poco”. Y en aras de la perfección se va a un bar se chupa un ácido, coquetea en el baño con un chico lindo y luego va a su casa a masturbarse pensando en Lilly, la chica que está detrás de su papel como una perra en celo.
Nina Sayers como si fuera una exacerbada alumna de Stanislavsky se ha compenetrado tanto con el papel que siente como de sus poros empiezan a salirle plumas negras, como su cuello se alarga y sus pantorrillas se tuercen mientras sus ojos se enrojecen como dos pedazos de carne cruda. Pero hay una parte de ella que no deja salir el cisne y para vencerlo será capaz hasta de acuchillar esa parte de ella que aún le recuerda que no es una diosa sino una simple mortal.
Darren Aranofsky crea una película sobre la obsesión de un artista por dominar a la perfección su arte, sobre la envidia y la competencia que puede despertar la elección de un papel, sobre el sacrificio que debe realizar un ser humano por penetrar a los terrenos donde solo los dioses pueden pastar. Muy seguramente al aceptar el papel de Nina Sayers Natalie Portman habrá notado más de un punto en común con la esquizofrénicamente perfeccionista bailarina. Desde la más tierna infancia abocada a una obsesión que la llevaría a interpretar a los catorce años el hermoso papel de una huérfana enamorada de un asesino en El profesional de Luc Besson. A punto de cumplir 30 años la actriz de origen israelita se enfrentó con el reto mas grande de su carrera saliendo vencedora, porque el hecho de que gane o no el Oscar a finales de este mes será algo irrelevante, sin duda ella es hoy en día y gracias a su papel de Nina Sayers la mejor actriz del mundo.
Aranofsky confirma lo que con Requiem por un sueño y Pi solo fue un presentimiento. El cisne negro es la película de un director que piensa cada plano, que tiene una mirada pura y clara que lo lleva a crear a punta de reflejos con espejos la constante dualidad en la que se basa la película. La metáfora de la transformación del cisne negro al blanco está contenida en la misma posición de la cámara, la actriz luchando contra su reflejo, el personaje en constante desafío con su imagen. No le da miedo al joven director norteamericano usar, como desde las películas de Bergman no se usaba, el rostro como un paisaje, porque eso es precisamente el Cisne negro un festival de rostros que traslucen el dolor de constatar que todos fracasamos al aspirar a la perfección y los que lo logran casi siempre mueren
1 de febrero de 2011
100 PELICULAS. DE LA 90 A LA 81
90. SUSPIRIA. Dir: Dario Argento (1977). Las brujas acechan las grandes ciudades, se esconden en internados para niñas bien. Desconfíen señores, de esas instituciones donde la rectora nunca se vea, siempre esté recluída, desconfíen de la sangre que noche a noche se vierte por obra y gracia de un cuchillo fantasma, desconfíen, sobre todo, de las viejitas cuyos ronquidos parecen suspiros. En la irregular filmografía del director italiano, Suspiria sobre sale como una joya. Los decorados y la atmósfera sangrienta todavía ponen los pelos de punta.
89. RODRIGO D. Dir: Victor Gaviria (1988) Gran homenaje del director antioqueño a Alemania año zero de Roberto Rosellini. Muchos creen que Rodrigo D es una película de sicarios, pornomiseria de la más baja ralea. Los que afirman esto no la vieron o si la vieron no la entendieron. Esta es una película sobre un muchacho que quiere ser baterista pero el entorno lo obliga a conformarse con las baquetas. Rodrigo D es la película de un poeta, la escena de la pelea a cuchillo en la casa abandonada mientras Rodrigo Le pega al muro con sus baquetas es la mejor secuencia de la historia de nuestra pobre y miserable cinematografía.
88. BASTARDOS SIN GLORIA. Dir: Quentin Tarantino (2009) : Después de un parto de mas de diez años donde Tarantino se perdió en un guión laberíntico, la tan esperada película de el director de Pulp Fiction sobre la II guerra mundial me encantó. Y me encantó a pesar de que odié como un S.S a la judía Soshana y aplaudía a rabiar cuando el héroe nazi descargó su Luger sobre el vestido rojo de la proyeccionista judía, Bastardos sin gloria m proporciono el placer de sentirme que hacía parte de la historia del cine. Cuando sea un anciano seguramente le contaré a mis sobrinos, si ellos todavía quieren escucharme, que ese clásico lo pude ver en 35 milimetros. ¿Qué se puede decir más sobre Hans Landa? ¿Recuerdan una elección de casting más certera? Solo Daniel Day-Lewis en Pandillas de Nueva York puede ser más importante que la misma película. Como fanático de la II guerra mundial aplaudo esta versión tan personal del final del conflicto orbital que hizo nuestro Shakespeare contemporáneo.
87. SECRETOS DE UN MATRIMONIO. Dir: Ingmar Bergman. (1973) : Con Ana Karenina un documento para entender como funcionan las relaciones maritales. Tres horas desgarradoras y a la vez tiernas, tres horas que se parecen peligrosamente a la vida misma.
86. RETRATO DE FAMILIA. Dir: Luchino Visconti (1976): Burt Lancaster vive encerrado en su imponente departamento romano. A parte de su colección de arte, su inmensa biblioteca y su música no tiene ningún otro contacto con los hombres. Una criada silenciosa le da lo trae lo que necesita y ya. Pareciera que el contacto con los otros le trajera el recuerdo de dolores pasados, por eso evita como puede la envestida de unos vecinos recién pasados que sienten hacia el viejo profesor una infinita curiosidad. Lancaster como la mayoría de los seres humanos no podrá evitar caer en la tentación de conocer al prójimo. La última de la colaboración Lancaster-Visconti es un tratado sobre el infinito dolor que puede traernos el amar incondicionalmente a otra persona.
85. AMANECER. Dir: F.W. Murnau (1927) Como a la mayoría de ustedes las películas del periodo mudo me dan sueño, por eso me impresionó el ritmo que una película como Amanecer todavía puede tener. Hecha en el útlimo año del cine silente, Amanecer es una película que nos pone a pensar en que el cine sin banda sonora estaba logrando crear un lenguaje propio y universal.
84. BLADE RUNNER. Dir: Ridley Scott (1982) : ¿ Somos el sueño de otro? O mejor recurrir a aquella pregunta borgiana de ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza?. Los replicantes son máquinas con un pasado, hoy se levantan y creen haber vivido treinta años pero esos recuerdos son falsos. Son robots hechos por el hombre para servirse de ellos. Esto lo descubrirán y formarán una revolución, pero ¡Tranquilos! Todo está previsto, el hombre en su sabiduría infinita sabrá como aplacar la revolución, para eso puso Dios al hombre en la tierra. Basada en la novela del genial escritor de ciencia ficción Phillip K. DIck ¿Sueñan los androides con ovejas cibernéticas? Ridley Scott (Si! El director del esperpento ese de G.I Jane) su cota más alta….aunque bueno, no me puedo olvidar de Alien.
83. LOS INÚTILES. Dir: Federico Fellini (1953) Moraldo tiene un grupo de amigos que hablan todo el día, proponen proyectos, se quejan de todo pero al final del día todos se acuestan y no hacen nada. Hablan siempre de irse de ese pueblo pequeño en el que nacieron, un pueblo demasiado estrecho para sus ambiciones, pero cuando llegan a la casa y la mamá les tiene servido el almuerzo pues no hay nada que hacer, cuando menos te das cuenta estás en una mecedora y tienes setenta años. Moraldo está decidido, Roma será su destino. Fellini vuelve a su Rimini natal dándonos un esbozo de su juventud. Tierna y sencilla el gran director de Ocho y medio da en estas película su viso de que el neorrealismo ya no le interesaba y empezaba la búsqueda de su propia voz.
82. TODOS NOS LLAMAMOS ALÍ. Dir: R.W. Fassbinder (1973): Una viejita de ochenta años lleva a vivir a su casa a un árabe, un inmigrante indocumentado cuarenta años menor que ella y que además es su amante. Contrario a lo que puedan pensar los maliciosos, el inmigrante siente hacia su novia un afecto verdadero. El problema es que los hijos de la señora ven con muy malos ojos está singular relación. Rainer Werner Fassbinder es el director alemán más importante desde Ophuls. Su compulsión hacia el cine solo era comparable a su compulsión por la cocaína, dos adicciones que siempre llevan a pagar un precio muy alto y fassbinder lo pagaría en 1982 su asistente personal lo encuentra muerto en su estudio. Tenía 36 años y había hecho 42 películas y una docena de obras de teatro.
81. SHAMPOO. Dir: Hal Ashby (1975). Es una lástima que una carrera tan particular como la que venía forjándose Ashby se haya truncado por su propia autodestrucción. Shampoo es una comedia rarísima, apasionante y a la vez amarga. Warren Beatty es un peluquero que se da el gusto de acostarse con la crema y nata de Beverly Hills, sueña con que sus innumeables contactos le sirvan para poder montar su propia peluquería. Simple, senciila y original, Shampoo es una película que en otras manos hubiese resultado un bodrio pero que bajo la dirección de Ashby se convirtió en una de las mejores películas de la gloriosa década del setenta.
89. RODRIGO D. Dir: Victor Gaviria (1988) Gran homenaje del director antioqueño a Alemania año zero de Roberto Rosellini. Muchos creen que Rodrigo D es una película de sicarios, pornomiseria de la más baja ralea. Los que afirman esto no la vieron o si la vieron no la entendieron. Esta es una película sobre un muchacho que quiere ser baterista pero el entorno lo obliga a conformarse con las baquetas. Rodrigo D es la película de un poeta, la escena de la pelea a cuchillo en la casa abandonada mientras Rodrigo Le pega al muro con sus baquetas es la mejor secuencia de la historia de nuestra pobre y miserable cinematografía.
88. BASTARDOS SIN GLORIA. Dir: Quentin Tarantino (2009) : Después de un parto de mas de diez años donde Tarantino se perdió en un guión laberíntico, la tan esperada película de el director de Pulp Fiction sobre la II guerra mundial me encantó. Y me encantó a pesar de que odié como un S.S a la judía Soshana y aplaudía a rabiar cuando el héroe nazi descargó su Luger sobre el vestido rojo de la proyeccionista judía, Bastardos sin gloria m proporciono el placer de sentirme que hacía parte de la historia del cine. Cuando sea un anciano seguramente le contaré a mis sobrinos, si ellos todavía quieren escucharme, que ese clásico lo pude ver en 35 milimetros. ¿Qué se puede decir más sobre Hans Landa? ¿Recuerdan una elección de casting más certera? Solo Daniel Day-Lewis en Pandillas de Nueva York puede ser más importante que la misma película. Como fanático de la II guerra mundial aplaudo esta versión tan personal del final del conflicto orbital que hizo nuestro Shakespeare contemporáneo.
87. SECRETOS DE UN MATRIMONIO. Dir: Ingmar Bergman. (1973) : Con Ana Karenina un documento para entender como funcionan las relaciones maritales. Tres horas desgarradoras y a la vez tiernas, tres horas que se parecen peligrosamente a la vida misma.
86. RETRATO DE FAMILIA. Dir: Luchino Visconti (1976): Burt Lancaster vive encerrado en su imponente departamento romano. A parte de su colección de arte, su inmensa biblioteca y su música no tiene ningún otro contacto con los hombres. Una criada silenciosa le da lo trae lo que necesita y ya. Pareciera que el contacto con los otros le trajera el recuerdo de dolores pasados, por eso evita como puede la envestida de unos vecinos recién pasados que sienten hacia el viejo profesor una infinita curiosidad. Lancaster como la mayoría de los seres humanos no podrá evitar caer en la tentación de conocer al prójimo. La última de la colaboración Lancaster-Visconti es un tratado sobre el infinito dolor que puede traernos el amar incondicionalmente a otra persona.
85. AMANECER. Dir: F.W. Murnau (1927) Como a la mayoría de ustedes las películas del periodo mudo me dan sueño, por eso me impresionó el ritmo que una película como Amanecer todavía puede tener. Hecha en el útlimo año del cine silente, Amanecer es una película que nos pone a pensar en que el cine sin banda sonora estaba logrando crear un lenguaje propio y universal.
84. BLADE RUNNER. Dir: Ridley Scott (1982) : ¿ Somos el sueño de otro? O mejor recurrir a aquella pregunta borgiana de ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza?. Los replicantes son máquinas con un pasado, hoy se levantan y creen haber vivido treinta años pero esos recuerdos son falsos. Son robots hechos por el hombre para servirse de ellos. Esto lo descubrirán y formarán una revolución, pero ¡Tranquilos! Todo está previsto, el hombre en su sabiduría infinita sabrá como aplacar la revolución, para eso puso Dios al hombre en la tierra. Basada en la novela del genial escritor de ciencia ficción Phillip K. DIck ¿Sueñan los androides con ovejas cibernéticas? Ridley Scott (Si! El director del esperpento ese de G.I Jane) su cota más alta….aunque bueno, no me puedo olvidar de Alien.
83. LOS INÚTILES. Dir: Federico Fellini (1953) Moraldo tiene un grupo de amigos que hablan todo el día, proponen proyectos, se quejan de todo pero al final del día todos se acuestan y no hacen nada. Hablan siempre de irse de ese pueblo pequeño en el que nacieron, un pueblo demasiado estrecho para sus ambiciones, pero cuando llegan a la casa y la mamá les tiene servido el almuerzo pues no hay nada que hacer, cuando menos te das cuenta estás en una mecedora y tienes setenta años. Moraldo está decidido, Roma será su destino. Fellini vuelve a su Rimini natal dándonos un esbozo de su juventud. Tierna y sencilla el gran director de Ocho y medio da en estas película su viso de que el neorrealismo ya no le interesaba y empezaba la búsqueda de su propia voz.
82. TODOS NOS LLAMAMOS ALÍ. Dir: R.W. Fassbinder (1973): Una viejita de ochenta años lleva a vivir a su casa a un árabe, un inmigrante indocumentado cuarenta años menor que ella y que además es su amante. Contrario a lo que puedan pensar los maliciosos, el inmigrante siente hacia su novia un afecto verdadero. El problema es que los hijos de la señora ven con muy malos ojos está singular relación. Rainer Werner Fassbinder es el director alemán más importante desde Ophuls. Su compulsión hacia el cine solo era comparable a su compulsión por la cocaína, dos adicciones que siempre llevan a pagar un precio muy alto y fassbinder lo pagaría en 1982 su asistente personal lo encuentra muerto en su estudio. Tenía 36 años y había hecho 42 películas y una docena de obras de teatro.
81. SHAMPOO. Dir: Hal Ashby (1975). Es una lástima que una carrera tan particular como la que venía forjándose Ashby se haya truncado por su propia autodestrucción. Shampoo es una comedia rarísima, apasionante y a la vez amarga. Warren Beatty es un peluquero que se da el gusto de acostarse con la crema y nata de Beverly Hills, sueña con que sus innumeables contactos le sirvan para poder montar su propia peluquería. Simple, senciila y original, Shampoo es una película que en otras manos hubiese resultado un bodrio pero que bajo la dirección de Ashby se convirtió en una de las mejores películas de la gloriosa década del setenta.