10 de junio de 2010

SOYLENT GREEN IS PEOPLE! APUNTES SOBRE EL MEJOR PRESIDENTE DE LA HISTORIA

Uribe no es un dictador, los dictadores suelen dejar una obra gigantesca, monumental que haga perpetuar su recuerdo en las generaciones venideras. No se dejen confundir por las atrocidades que ha cometido, por haber manejado a su antojo el erario público, por tener a dos hijos despreciables que se gastan en una rumba 20 millones de pesos por cabeza. Todo eso es típico de dictadorzuelo, pero recuerden todos dejan grandes obras y este la única obra grande que hizo fue la de legitimar el narcotráfico y pagarle los favores a todos esos que alguna vez ayudaron a su ascención.

Si Uribe quiere perpetuarse en el poder es sólo para no ir preso, por eso necesita valerse de todas las formas para que su compinche de saqueo, Juan Manuel Santos sea elegido presidente. Para eso cuenta con todos los recursos de su maquinaria política, para eso cuenta con un pueblo estúpido lleno de hijueputas asesinos. Ese 46 por ciento seguro se multiplicará porque no hay nada más falso que el colombiano, siempre subiéndonos al bus de la victoria. Santos terminará de enterrar el país. ¿Qué nos va a quedar despues de estos cuatro años?. Si una bala amiga no se encarga de acabar con la vida de Santos, de Uribito, nuestros días tal y como los conocimos estarán contados.

Hace dos noches me vi una película maravillosa: Soylent Green. Es el año 2022 y la brecha entre ricos y pobres se ha convertido en un abismo. La gente duerme apeñuscada en las calles soportando el calor inclemente del efecto hibernadero que ha dejado la contaminación ambiental. Ya no quedan libros y la gente solo vive para comprar el único alimento que queda disponible en el mercado, las galleticas Soylent Green. Charlton Heston que acá es un investigador privado se da cuenta de que las galleticas están hechas con cadáveres humanos. Al final grita agonizante: "¡Soylent Green is people!".

Todas esas películas de ciencia ficción que mostraban distopías, todo ese futuro negro de Blade Runner se ha hecho realidad. El sueño criminal llegó para quedarse, y de ahora en adelante todo será cuesta abajo. No hay nada qué hacer. Santos representa el advenimiento de esa era. Pero no hay que tenerle bronca a Santos; hay que odiar es a esa masa amorfa y asquerosa que representa al pueblo, ¿se acuerdan del pueblo? ¿Se acuerdan que ellos fueron los que saquearon la bastilla? ¿Se acuerdan del tan mentado pueblo? El mismo pueblo que amaba a Stalin, a Hitler a Videla. Ellos son los que eligen, los que por unas cuantas monedas imponen un régimen que los terminará destruyendo.

Uribe ha destruido al país, le quitó institucionalidad y me imagino que en cuatro años volverá a lanzarse porque la gente -incluso la gente que ha tenido hijos desaparecidos, víctimas de esta guerra infame y ajena que sólo terminaría legalizando la droga-, esa gente lo volverá a votar, esa gente que ya no tendrá casa y que vivirá apeñuscada en la plaza de Bolívar y que cada mañana se levantará e irá hasta las escalinatas del palacio presidencial a suplicarle a su máximo mandatario un poco de aguamasa para esa hambre infernal que los está matando. El presidente desde su cápsula irrompible dará la orden de que se repartan los sobros de la orgía que la noche anterior tuvieron sus obesos hijos y el pueblo. Ya sin casa y asquerosos le darán las gracias de nuevo al mejor presidente que ha tenido Colombia en su historia.

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