Anoche quise recurrir al beneficio de la duda y me puse a ver por cuarta vez El club de la pelea no podía ser que tanta gente a la que respeto y admiro hablara tan bien de la película y a mí me hubiese resultado siempre un bodrio insoportable. Empecé con la confianza y la fe que puede tener un hincha al ver el primer partido de su equipo en una liga, pero a los diez minutos, como suele sucederme con mi Cúcuta Deportivo, la nausea volvió a aparecer. Empecé a pensar en la emoción que tuve cuando la fui a ver al cine una década atrás. Todos hablaban maravillas de la última película de David Finsher el director de moda . Su Seven y sobre todo El juego nos terminó de romper la cabeza a una generación que había dejado de creer en sueños después de que Kurt Cobain cansado de pincharse decidiera volarse la cabeza de un disparo. Finsher era el autor de un video realmente espectacular, Mick Jagger y Keith Richards convertidos en gigantes sitiando la ciudad de Nueva York en su inmortal Love is Strong. Me senté en la butaca y a los pocos minutos comencé a sentirme enfermo. Creí que era la melcocha que había comprado en la entrada así que deje de comerla. Pero al poco tiempo reapareció él malestar y descubrí lo que era: La iluminación con colores de neón retocada digitalmente. Creí que era un recuerdo impostado pero ayer lo comprobé: El club de la pelea no es más que mierda bien empaquetada.
Verla es como asistir a una sesión de quimioterapia, el color plateado constante que destilan sus imágenes no solo te marean sino te queman, ve corriendo al espejo y mira tu cara morena, como si hubieras estado expuesto a una radiación incesante. Uno de los grandes problemas que tiene David Finsher y que se acentúa en esta película y en la horripilante Benjamin Button es su incapacidad para hacer una secuencia. Su cine es un conjunto de recorte y pegue, recorte y pegue insoportable. Es sobre los hombros de su editor quien recae la responsabilidad de armar la película. Lo de Finsher no es lenguaje cinematográfico es puro MTV.
El club de la pelea es la película emtiviviera por excelencia. Su lenguaje de rompan todo y no crean en nada es tan vacío como una conversación entre Brad Pitt y Angelina Jolie. Solo la violencia te hará libre. Tiene que existir una coherencia entre las imágenes y el discurso ¿Cómo te van a hablar de renunciar a todos los lujos si estás haciendo una película con los últimos recursos tecnológicos que te pueden ofrecer? Una película anarquista que habla de lo vacuo que puede ser la belleza física usando como protagonista al hombre más hermoso de todos los tiempos. En El club de la pelea el cuarenta por ciento de las imágenes está manipulado por efectos hechos en computador. El problema de confiar tanto en dichos efectos radica en que estos envejecen y por eso es que hay partes de la película que hoy en día se ven sencillamente ridículas, obsoletas. Edward Norton hablándole en todo momento a la cámara, Finsher jugando a ser Godard, Finsher inflamado por las críticas que le exigían otra obra maestra adaptó la sobrevalorada novela de Chuck Pallamiuck para hacer una declaración de principios al final de un siglo. Todo lo que nos habían vendido era mentira y la única manera de volver a encontrar el camino era dinamitando este mundo capitalista.
Que quede claro que yo también estoy de acuerdo con que dinamiten todo y si el mundo sigue pariendo películas como estas es una buena idea demolerlo desde sus cimientos. Una película donde un niño bien quiere posar de anarquista, la excusa perfecta para todos aquellos que leyeron alguna vez a Bakunin mientras tenían un ataque de estreñimiento y quieren ver como por un momento las bombas anulan el mundo.
Estoy plenamente de acuerdo con eso de que no hay que cuidar sus cuerpos sino que el único camino es la autodestrucción pero porque Edward Norton y Brad Pitt parecen precisamente en la película dos galanes de cine. En sus escenas de pelea Pitt parece un stripped, gracias a este filme su fama de símbolo sexual terminó por dispararse. Y Norton bueno, en lo suyo, jugando a ser De Niro teniendo un solo rostro, un solo gesto.
Y como con El juego y Seven Finsher había hecho finales de sorpresa, finales que dejaban al público petrificado en su silla acá se vio presionado para tener un final así inesperado el de que Brad Pitt no fuera mas que una ilusión de Norton y chicos, eso se nota desde el principio, eso no fue ninguna sorpresa, además la manera como resuelve ese conflicto, la de pegarse un tiro en la boca y quedar vivo mientras su alter ego muere es de lo más rocambolesco que uno pueda imaginar.
Por cuarta vez El club de la pelea cumplió con su tarea de deprimirme. Debe haber algo malo en mi porque no puede ser que tantos amigos que considero brillantes crean que esta es una obra maestra absoluta. A mi me disculpan esta vez pero me parece que esta película es una soberana porquería.
De paso que el final de este artículo sirva para marcar el derrotero de las diez peores de la historia. En el listado no atacaremos obviedades como todas las películas que protagonizan Salma Hayek, Demi Moore, Aston Kutchner, Paris Hilton o Mariah Carey, no, acá lo que se pretende es hablar mal de las películas que han tenido la intención de pasar al recuerdo por ser obras maestras y que a nuestro juicio no son más que carroña bien enlatada.
28 de julio de 2011
EL GUSTO DE VER A ANDRES FELIPE PRESO
Ayer fue un día histórico, se abrió el camino para que se hiciera justicia en uno de los países con mayor porcentaje de impunidad en el mundo. La réplica ridícula del dictador está presa. Desde las páginas del Ateneista abogamos siempre porque su cuerpo se pudriera al sol, en realidad eso es lo que queremos pero por ahora debemos conformarnos con su muerte política porque difícilmente esta triste imitación de humano, este títere insulso del capo podrá aspirar de nuevo a cualquier cargo público.
Andrés Felipe creyó que él todavía podía hacer lo que le diera la gana, que las leyes aún se hacían a su propia conveniencia. Papá está lejos ahora, haciendo un viaje de negocios y su nombre cada vez pierde más y más peso. Pero en su infinita arrogancia Uribito entraba a la Picota a apretar a la gente que iba a atestiguar contra él y entraba a la hora que él quisiera. El director del IMPEC salió ayer a defenderlo pero el brazo de la ley también lo tocará a él.
Contrario a lo que se podía pensar en este país de asesinos no habían fans de Arias afuera de la audiencia, el ex ministro parecía muy solo, muy calladito, su esposa lo acompañó hasta el final, su esposa y su doble moral. El gobierno de Uribe adalid de las buenas costumbres, ultraconservador en sus maneras, amante del tradicionalismo absoluto, el gobierno que salió día a día en sus ocho años a hablar contra los “Bandidos” y “Terroristas” de las FARC ahora la gran mayoría de sus integrantes tienen que responder por infinidad de cargos de corrupción. Uribe se equivocó feo al creer que Juan Manuel Santos le iba a cubrir las espaldas, por un extraño designio de la Providencia en el país de los 35 mil muertos al año, de la corrupción infinita se está empezando a hacer justicia.
Pero bueno, no nos entusiasmemos demasiado ya vi las imágenes de donde se va a hospedar uribito, cama doble, televisor plasma, Direct TV, baño privado. A pesar de que lo quisiéramos ver violado repetidamente en un cochambroso patio de la Picota por ahora debemos conformarnos con que sufra la tortura de su propia compañía. Compadezco a los guardias que van a estar cerca de él, su aburrimiento debe ser contagioso. Lo primero que pidió este imbécil, retrasado mental fue un pequeño altar a la Virgen y al Sagrado Corazón porque lo que más le preocupa de estar encerrado es la imposibilidad de cumplir con sus obligaciones de católico.
Arias tiene 38 años, la edad de un joven. Sin embargo el representa la parte más reaccionaria de esta juventud colombiana compuesta de viejitos. Los jóvenes ya no escuchan rock, se han vuelto buenos hijos y la rebeldía se ha secado. Es increíble que encontremos en veteranos como Carlos Gaviria, Robledo o Petro los verdaderos vientos de cambio que necesita este moribundo país. Desconfíen hoy más que nunca de los jóvenes que una y otra vez han defraudado las aspiraciones de los colombianos.
Por el momento la medida de aseguramiento y la consiguiente muerte política de Arias nos deja conformes y podemos albergar la ilusión de que este es el inicio de nuestro sueño más preciado ver como el ex presidente Uribe termina sus días en la cárcel pagando todos los crímenes que cometió en sus ocho años de gobierno. Por eso fue el primero en saltar y casi el único en defender a su pupilo, porque sabe que se sienten pasos de animal grande detrás de él, que su única arma es la arrogancia de capataz que posee. Esperemos que estos hombres de moral férrea no terminen pegándose un tiro en la boca. Queremos que nos den el gusto de ver como se pudren en una de esas sucias, asquerosas y claustrofóbicas cárceles que ellos mismos ayudaron a diseñar. Sería una maravillosa ironía del destino.
Andrés Felipe creyó que él todavía podía hacer lo que le diera la gana, que las leyes aún se hacían a su propia conveniencia. Papá está lejos ahora, haciendo un viaje de negocios y su nombre cada vez pierde más y más peso. Pero en su infinita arrogancia Uribito entraba a la Picota a apretar a la gente que iba a atestiguar contra él y entraba a la hora que él quisiera. El director del IMPEC salió ayer a defenderlo pero el brazo de la ley también lo tocará a él.
Contrario a lo que se podía pensar en este país de asesinos no habían fans de Arias afuera de la audiencia, el ex ministro parecía muy solo, muy calladito, su esposa lo acompañó hasta el final, su esposa y su doble moral. El gobierno de Uribe adalid de las buenas costumbres, ultraconservador en sus maneras, amante del tradicionalismo absoluto, el gobierno que salió día a día en sus ocho años a hablar contra los “Bandidos” y “Terroristas” de las FARC ahora la gran mayoría de sus integrantes tienen que responder por infinidad de cargos de corrupción. Uribe se equivocó feo al creer que Juan Manuel Santos le iba a cubrir las espaldas, por un extraño designio de la Providencia en el país de los 35 mil muertos al año, de la corrupción infinita se está empezando a hacer justicia.
Pero bueno, no nos entusiasmemos demasiado ya vi las imágenes de donde se va a hospedar uribito, cama doble, televisor plasma, Direct TV, baño privado. A pesar de que lo quisiéramos ver violado repetidamente en un cochambroso patio de la Picota por ahora debemos conformarnos con que sufra la tortura de su propia compañía. Compadezco a los guardias que van a estar cerca de él, su aburrimiento debe ser contagioso. Lo primero que pidió este imbécil, retrasado mental fue un pequeño altar a la Virgen y al Sagrado Corazón porque lo que más le preocupa de estar encerrado es la imposibilidad de cumplir con sus obligaciones de católico.
Arias tiene 38 años, la edad de un joven. Sin embargo el representa la parte más reaccionaria de esta juventud colombiana compuesta de viejitos. Los jóvenes ya no escuchan rock, se han vuelto buenos hijos y la rebeldía se ha secado. Es increíble que encontremos en veteranos como Carlos Gaviria, Robledo o Petro los verdaderos vientos de cambio que necesita este moribundo país. Desconfíen hoy más que nunca de los jóvenes que una y otra vez han defraudado las aspiraciones de los colombianos.
Por el momento la medida de aseguramiento y la consiguiente muerte política de Arias nos deja conformes y podemos albergar la ilusión de que este es el inicio de nuestro sueño más preciado ver como el ex presidente Uribe termina sus días en la cárcel pagando todos los crímenes que cometió en sus ocho años de gobierno. Por eso fue el primero en saltar y casi el único en defender a su pupilo, porque sabe que se sienten pasos de animal grande detrás de él, que su única arma es la arrogancia de capataz que posee. Esperemos que estos hombres de moral férrea no terminen pegándose un tiro en la boca. Queremos que nos den el gusto de ver como se pudren en una de esas sucias, asquerosas y claustrofóbicas cárceles que ellos mismos ayudaron a diseñar. Sería una maravillosa ironía del destino.
27 de julio de 2011
CENTURION DE LA NOCHE
La noche era su territorio. Allí creó su obra y su mito. Miles de rumbas se desarrollaron mientras la luna llena iluminaba con su luz mortecina la arenosa. Arriba, en el escenario él supo ser el rey del carnaval. En las pocas noches donde fue humano, el Centurión se levantaba en medio de un sueño y se ponía a ver a las palmeras moverse salvajemente por culpa de la brisa eterna. Su cabeza se abría y entraban las notas salidas de ninguna parte. Las canciones las tenía tarareando un poco y en media hora ya sobre un papel arrugado se escondía el próximo éxito. Entonces si podía hundirse en el sueño.
Para él componer no era difícil, al contrario era una forma de vida. Desde los doce años lo había hecho, era su rutina. Después tenía que bajarse del escenario y ser uno más, allí se convertía en un niño que se sorprende fácil, en un coleccionista de juguetes en un amante incorregible de las mujeres. Decía Joe que en cada puerto le aparecían como 6 hijos, deja una descendencia solo comparable a su legado musical. Como Giacomo Casanova para él acostarse con una mujer era mucho más que follársela. A cada una de las miles con las que estuvo las amó y las sufrió con la misma intensidad.
Le sucedió lo mismo que a su compadre Héctor Lavoe: fue víctima de su hermosa forma de vivir. Paseó tranquilo por los pantanos infestados de caimanes y ellos se lo comieron. Desde los doce años en una tarima animando fiestas en los burdeles de Cartagena con su voz única, esa voz de sonero que heredaba de Ismael Rivera, de Benny Moré o Celia Cruz. Decía que a él le hubiese gustado ser un baladista como Rafael, su cantante preferido. Lo decía con el sentimiento de culpa de haber contaminado su cuerpo con polvos de ángel que lo ayudaban a sentir con mayor intensidad la electricidad que le prodigaba el público. De pronto en la balada el ambiente sería distinto, de pronto hubiera vivido un poco más.
Pero ¿De qué hubiera servido? Lavoe también intentó pasarse al bolero, incluso en ese homenaje a Felipe Pirela pensó en quemar las naves y pasarse a la tranquila bahía del bolero pero que va! A estos salvajes lo que les gusta son los bravos mares de la salsa. Cuanta alegría regaló el cinturón de la noche a todos los que alguna vez disfrutaron con esta música entre africana y cumbiera. Una vez junto a la Barra Número 12, la mas temible de la Bombonera los hinchas xeneizes prodigaban su más sentido homenaje en vida al gran Joe “Otra-Otra Boca-Otra” “Otra-Otra Boca-Otra” hasta al riachuelo llegaba la influencia de este sonero maravilloso que ayer, contrario a lo que pensaba le quedó mal por primera vez a su gran amiga La Noche y decidió cerrar para siempre los ojos a las 7 y 45 de la mañana, una hora aburrida donde todos los blanquitos entran con sus portafolios de cuerina y los zapatos recién lustrados a trabajar. Siete y cuarenta y cinco de la mañana, una hora donde si nada iba mal el gran Joe Arroyo solía acostarse.
Ahora toda la cachamenta llora al sonero, la misma sarta de pendejos que se queja todo el tiempo de lo malucos que son los costeños, de lo haraganes, bulliciosos y ordinarios que son. Cuando muera García Márquez será igual, la misma caterva de pendejos que sueltan el chiste “El vallenato no es música, el ñame no es comida y el costeño no es persona” se rasgarán las vestiduras por el ídolo . Si no fuera por la costa atlántica Colombia sería un país gris, de música andina, gente callada y silenciosa. A lo mejor nunca hubieramos jugado un mundial. Sin la costa seríamos Bolivia. En el mar está la apertura, el progreso, la inteligencia colombiana. Gracias al mar Obregón se asentó en este triste país y en Barranquilla se creó el grupo intelectual donde se formó un Nobel de literatura y Cepeda Samudio y Fuenmayor y Hector Rojas Herazo y en la música Alejo Durán, Escalona, Joe Arroyo, el llorado Joe Arroyo, ese hombre que era un niño ese niño que era como un genio. La cachacamenta hoy saldrá a los sitios de salsa ubicados ya en la zona rosa de la ciudad cuando solo en el suburbio, entre ladrones y putas que era el público verdadero de Joe y de Lavoe, se llorará en serio su partida. Los niños bien se sentirán solo por esta noche un poco negros a pesar de su enrace aindiado mientras bailan torpemente Yamulemau. Los intelectuales que después del descubrimiento tardío de Que viva la música ya no sienten culpa cuando escuchan salsa se apropiarán de las letras para cantarlas mientras desocupan la vigesimonovena botella de alcohol antiséptico. No vale la pena salir este fin de semana, la ciudad seguramente se poblará de imbéciles.
En Barranquilla será otra cosa, allí el carnaval se adelantó nueve meses. Hay quienes dicen que lo quieren velar en el Metropolitano, desde que mataron al santo de Colombia Pablo Escobar no se pedía que un cuerpo se velara en un estadio. Sus verdaderos fieles empeñarán hasta el inodoro de cerámica con tal de conseguir su único antídoto para la desdicha: El ron. Con él buscarán afanosamente atemperar esa amargura que ha dejado la muerte del rey de su carnaval. Alguna vez dijo que en Barranquilla se quedaría y le será respetado ese deseo. En medio del llanto miles de costeños bailarán como si se tratara de un acto pagano sobre su tumba. Seguramente el Centurión de la Noche se sentirá menos solo al escuchar el taconeo de una negra que frenéticamente baila las canciones que el compuso después de despertarse de un agitado sueño.
Para él componer no era difícil, al contrario era una forma de vida. Desde los doce años lo había hecho, era su rutina. Después tenía que bajarse del escenario y ser uno más, allí se convertía en un niño que se sorprende fácil, en un coleccionista de juguetes en un amante incorregible de las mujeres. Decía Joe que en cada puerto le aparecían como 6 hijos, deja una descendencia solo comparable a su legado musical. Como Giacomo Casanova para él acostarse con una mujer era mucho más que follársela. A cada una de las miles con las que estuvo las amó y las sufrió con la misma intensidad.
Le sucedió lo mismo que a su compadre Héctor Lavoe: fue víctima de su hermosa forma de vivir. Paseó tranquilo por los pantanos infestados de caimanes y ellos se lo comieron. Desde los doce años en una tarima animando fiestas en los burdeles de Cartagena con su voz única, esa voz de sonero que heredaba de Ismael Rivera, de Benny Moré o Celia Cruz. Decía que a él le hubiese gustado ser un baladista como Rafael, su cantante preferido. Lo decía con el sentimiento de culpa de haber contaminado su cuerpo con polvos de ángel que lo ayudaban a sentir con mayor intensidad la electricidad que le prodigaba el público. De pronto en la balada el ambiente sería distinto, de pronto hubiera vivido un poco más.
Pero ¿De qué hubiera servido? Lavoe también intentó pasarse al bolero, incluso en ese homenaje a Felipe Pirela pensó en quemar las naves y pasarse a la tranquila bahía del bolero pero que va! A estos salvajes lo que les gusta son los bravos mares de la salsa. Cuanta alegría regaló el cinturón de la noche a todos los que alguna vez disfrutaron con esta música entre africana y cumbiera. Una vez junto a la Barra Número 12, la mas temible de la Bombonera los hinchas xeneizes prodigaban su más sentido homenaje en vida al gran Joe “Otra-Otra Boca-Otra” “Otra-Otra Boca-Otra” hasta al riachuelo llegaba la influencia de este sonero maravilloso que ayer, contrario a lo que pensaba le quedó mal por primera vez a su gran amiga La Noche y decidió cerrar para siempre los ojos a las 7 y 45 de la mañana, una hora aburrida donde todos los blanquitos entran con sus portafolios de cuerina y los zapatos recién lustrados a trabajar. Siete y cuarenta y cinco de la mañana, una hora donde si nada iba mal el gran Joe Arroyo solía acostarse.
Ahora toda la cachamenta llora al sonero, la misma sarta de pendejos que se queja todo el tiempo de lo malucos que son los costeños, de lo haraganes, bulliciosos y ordinarios que son. Cuando muera García Márquez será igual, la misma caterva de pendejos que sueltan el chiste “El vallenato no es música, el ñame no es comida y el costeño no es persona” se rasgarán las vestiduras por el ídolo . Si no fuera por la costa atlántica Colombia sería un país gris, de música andina, gente callada y silenciosa. A lo mejor nunca hubieramos jugado un mundial. Sin la costa seríamos Bolivia. En el mar está la apertura, el progreso, la inteligencia colombiana. Gracias al mar Obregón se asentó en este triste país y en Barranquilla se creó el grupo intelectual donde se formó un Nobel de literatura y Cepeda Samudio y Fuenmayor y Hector Rojas Herazo y en la música Alejo Durán, Escalona, Joe Arroyo, el llorado Joe Arroyo, ese hombre que era un niño ese niño que era como un genio. La cachacamenta hoy saldrá a los sitios de salsa ubicados ya en la zona rosa de la ciudad cuando solo en el suburbio, entre ladrones y putas que era el público verdadero de Joe y de Lavoe, se llorará en serio su partida. Los niños bien se sentirán solo por esta noche un poco negros a pesar de su enrace aindiado mientras bailan torpemente Yamulemau. Los intelectuales que después del descubrimiento tardío de Que viva la música ya no sienten culpa cuando escuchan salsa se apropiarán de las letras para cantarlas mientras desocupan la vigesimonovena botella de alcohol antiséptico. No vale la pena salir este fin de semana, la ciudad seguramente se poblará de imbéciles.
En Barranquilla será otra cosa, allí el carnaval se adelantó nueve meses. Hay quienes dicen que lo quieren velar en el Metropolitano, desde que mataron al santo de Colombia Pablo Escobar no se pedía que un cuerpo se velara en un estadio. Sus verdaderos fieles empeñarán hasta el inodoro de cerámica con tal de conseguir su único antídoto para la desdicha: El ron. Con él buscarán afanosamente atemperar esa amargura que ha dejado la muerte del rey de su carnaval. Alguna vez dijo que en Barranquilla se quedaría y le será respetado ese deseo. En medio del llanto miles de costeños bailarán como si se tratara de un acto pagano sobre su tumba. Seguramente el Centurión de la Noche se sentirá menos solo al escuchar el taconeo de una negra que frenéticamente baila las canciones que el compuso después de despertarse de un agitado sueño.
26 de julio de 2011
MARADONA POR KUSTURICA. La vida es una tómbola.
Nosotros no podemos entender la idolatría que despierta un tipo como Maradona en el pueblo argentino simplemente porque no hemos tenido a alguien tan grande. El único hombre al cual se le reverencia y venera como a un santo es a Pablo Escobar Gaviria. Es coherente que en tierra de futbolistas se idolatre al más grande de ellos y que en tierra de paracos y criminales se le pongan veladoras al asesino más sanguinario de todos.
Se le criticó a Emir Kusturica el hecho de que el apareciera en casi todos los planos del filme y que en cierta forma él fuera más importante que el personaje sobre el que se centra el documental. A mi me parece que lo que quiso hacer el director serbio fue una declaración de amor al jugador más grande de todos los tiempos, mostrarlo no desde su pedestal de ídolo sino como un hombre, en la casa de sus papás distraído porque mientras las cámaras siempre impertinentes lo enfocan él solo quiere ver el partido que su selección disputa por la eliminatoria mundialistas. Como un Fantomás moderno Maradona ha adoptado infinidad de rostros, desde que era un niño moviendo la pelota como nadie en su natal Villa Fiorito, hasta su gordura excesiva a finales de la década del 90 a causa del consumo de cocaína y alcohol en cantidades industriales.
Medía uno sesenta y pesaba setenta kilos en su mejor momento en el Napoli. Parecía el propietario de una próspera pizzería y no el pelafustán con una habilidad que demolía a las defensas rivales. A diferencia de otros deportes en el fútbol tú puedes ser un enano gordo y a la vez ser el mejor jugador de todos los tiempos. No se necesita ser un atleta, tan solo tener un poco de imaginación.
Cuando se escucha hablar a Maradona se entiende un poco por qué la gente en Argentina jamás considerará a Messi como un ídolo. El astro del Barcelona no tiene nada que decir, sus respuestas son mecánicas, un robot que siempre hace la jugada correcta, poseedor de un slalom envidiable pero que cuando tiene que jugar con su selección simple y llanamente se acaba porque jamás podrá tener el carácter del pibe de oro. A Diego no le importa ser políticamente incorrecto. Una vez le iban a entregar un premio en Estados Unidos y a la vez uno en la Habana, prefirió Cuba que el imperio “Fidel tendrá cosas más importantes que decir que Clinton. Además Fidel es mi ídolo” Y muestra el tatuaje que se mandó a grabar en los gemelos con el rostro del Comandante. Su vida se asemeja más a la de un rock star. Todo lo que ha tenido lo ha perdido en su insaciable afán de autodestrucción. Es imposible no amarlo y el pueblo siempre le perdonará todo, incluso el pobre desempeño que tuvo como seleccionador nacional.
“Te imaginas la clase de jugador que yo hubiese sido si no hubiera consumido cocaína” Le dice a Kusturica el Diez. Jugaba drogado a pesar de la cocaína y jugaba como nadie lo ha podido hacer, ni siquiera Pelé, el muñequito de Mastercard Pelé, el educado ídolo brasilero de predicciones desacertadas, de vida inmaculada, el alcahueta de la FIFA. Diego se le impuso al mafioso de Joao Havelange en su eterno reino, una jugada suya habilitó a Caniggia, el pájaro eludió a Taffarel y convirtió el gol que sacaría a Brasil de la copa del mundo “Havelange y los de la Cosa Nostra tenían todo montado para que la final del 90 la jugara Italia y Brasil. Nosotros los sacamos a los dos. Nunca me perdonaron eso” Al año siguiente estalló el escándalo y el ídolo a los 31 años comenzaba su caída final.
A medida que va a avanzando la película, Kusturica intercala imágenes de sus películas Te acuerdas de Dolly Bell?, La vida es un milagro, Gato Negro Gato Blanco y Papá salió en un viaje de negocios, para constatar que sus intereses siempre han sido los mismos y sobre todo que ha escogido a Diego Armando Maradona porque perfectamente podría ser el personaje principal de cualquiera de sus filmes. Nadie ha visto al ídolo de esta forma a pesar de la extensa filmografía que ha tenido el Diego, tuvo que venir este cineasta serbio a dar su visión de lo que para él es el Dios del Fútbol.
La película presenta picos de emoción muy altos como cuando el ídolo después de haber sobrevivido al decimonoveno ataque de nervios celebra con sus amigos la resurrección en un bar porteño mientras canta La mano de Dios, la emocionante canción que le compuso Rodrigo. Saltan las lágrimas de todo el mundo en el glorioso y futbolero coro, o al final cuando Manu Chao le canta al Diez La vida es una tómbola, cuando este se aprestaba a entrar en su casa.
Maradona por Kusturica es una declaración de amor a un juego, a un hombre y a una ciudad, la eterna Buenos Aires. Si un marciano necesita saber por qué 5 mil millones de personas se concentran en el rodar de una pelota mientras 22 bárbaros la buscan para patearla deben ver este documental maravilloso. Un lujo que ningún ser de la galaxia se debe perder.
Se le criticó a Emir Kusturica el hecho de que el apareciera en casi todos los planos del filme y que en cierta forma él fuera más importante que el personaje sobre el que se centra el documental. A mi me parece que lo que quiso hacer el director serbio fue una declaración de amor al jugador más grande de todos los tiempos, mostrarlo no desde su pedestal de ídolo sino como un hombre, en la casa de sus papás distraído porque mientras las cámaras siempre impertinentes lo enfocan él solo quiere ver el partido que su selección disputa por la eliminatoria mundialistas. Como un Fantomás moderno Maradona ha adoptado infinidad de rostros, desde que era un niño moviendo la pelota como nadie en su natal Villa Fiorito, hasta su gordura excesiva a finales de la década del 90 a causa del consumo de cocaína y alcohol en cantidades industriales.
Medía uno sesenta y pesaba setenta kilos en su mejor momento en el Napoli. Parecía el propietario de una próspera pizzería y no el pelafustán con una habilidad que demolía a las defensas rivales. A diferencia de otros deportes en el fútbol tú puedes ser un enano gordo y a la vez ser el mejor jugador de todos los tiempos. No se necesita ser un atleta, tan solo tener un poco de imaginación.
Cuando se escucha hablar a Maradona se entiende un poco por qué la gente en Argentina jamás considerará a Messi como un ídolo. El astro del Barcelona no tiene nada que decir, sus respuestas son mecánicas, un robot que siempre hace la jugada correcta, poseedor de un slalom envidiable pero que cuando tiene que jugar con su selección simple y llanamente se acaba porque jamás podrá tener el carácter del pibe de oro. A Diego no le importa ser políticamente incorrecto. Una vez le iban a entregar un premio en Estados Unidos y a la vez uno en la Habana, prefirió Cuba que el imperio “Fidel tendrá cosas más importantes que decir que Clinton. Además Fidel es mi ídolo” Y muestra el tatuaje que se mandó a grabar en los gemelos con el rostro del Comandante. Su vida se asemeja más a la de un rock star. Todo lo que ha tenido lo ha perdido en su insaciable afán de autodestrucción. Es imposible no amarlo y el pueblo siempre le perdonará todo, incluso el pobre desempeño que tuvo como seleccionador nacional.
“Te imaginas la clase de jugador que yo hubiese sido si no hubiera consumido cocaína” Le dice a Kusturica el Diez. Jugaba drogado a pesar de la cocaína y jugaba como nadie lo ha podido hacer, ni siquiera Pelé, el muñequito de Mastercard Pelé, el educado ídolo brasilero de predicciones desacertadas, de vida inmaculada, el alcahueta de la FIFA. Diego se le impuso al mafioso de Joao Havelange en su eterno reino, una jugada suya habilitó a Caniggia, el pájaro eludió a Taffarel y convirtió el gol que sacaría a Brasil de la copa del mundo “Havelange y los de la Cosa Nostra tenían todo montado para que la final del 90 la jugara Italia y Brasil. Nosotros los sacamos a los dos. Nunca me perdonaron eso” Al año siguiente estalló el escándalo y el ídolo a los 31 años comenzaba su caída final.
A medida que va a avanzando la película, Kusturica intercala imágenes de sus películas Te acuerdas de Dolly Bell?, La vida es un milagro, Gato Negro Gato Blanco y Papá salió en un viaje de negocios, para constatar que sus intereses siempre han sido los mismos y sobre todo que ha escogido a Diego Armando Maradona porque perfectamente podría ser el personaje principal de cualquiera de sus filmes. Nadie ha visto al ídolo de esta forma a pesar de la extensa filmografía que ha tenido el Diego, tuvo que venir este cineasta serbio a dar su visión de lo que para él es el Dios del Fútbol.
La película presenta picos de emoción muy altos como cuando el ídolo después de haber sobrevivido al decimonoveno ataque de nervios celebra con sus amigos la resurrección en un bar porteño mientras canta La mano de Dios, la emocionante canción que le compuso Rodrigo. Saltan las lágrimas de todo el mundo en el glorioso y futbolero coro, o al final cuando Manu Chao le canta al Diez La vida es una tómbola, cuando este se aprestaba a entrar en su casa.
Maradona por Kusturica es una declaración de amor a un juego, a un hombre y a una ciudad, la eterna Buenos Aires. Si un marciano necesita saber por qué 5 mil millones de personas se concentran en el rodar de una pelota mientras 22 bárbaros la buscan para patearla deben ver este documental maravilloso. Un lujo que ningún ser de la galaxia se debe perder.
25 de julio de 2011
MATADERO CINCO DE KURT VONNEGUT
En la región derecha del cerebro se esconde la máquina del tiempo. Por los conductos luminosos retroceden los veteranos de guerra a la horrible tarde donde diez mil bombas aniquilaron una ciudad alemana. Billy Pilgrim no está seguro si ese platillo volador inmenso que lo ha visitado un par de veces forma parte de los secretos que se esconde en su cabeza, y si ese planeta luminoso llamado Trafalmadore existe o tan solo es un invento más, una excusa que ha formado su imaginación para olvidar los pedacitos de carne esparcidos por una calle después de que los bombarderos hayan evacuado completamente sus intestinos.
En mi época de librero veía a diario la tapa de este libro publicado por Anagrama. En la portada un niño vestido con el uniforme de la Wertmarch sonríe inocentemente mientras atrás una nube de fuego se difumina por el paisaje. Nunca me apeteció abrirlo, lo consideraba típica comida para freaks que pretenden impresionar. Mis intereses en la literatura siempre apuntaron alto y después de leer un ensayo de Paul Bowles sobre la lectura intenté imitar al creador de El cielo protector y leer solo obras de escritores que llevaran como mínimo 100 años de muertos. Por un libro que tengo donde vienen conversaciones de Burroughs con Lou Reed y Samuel Beckett me interesé por saber algo más sobre el novelista más representativo de la novela Beatnik pero Almuerzo desnudo la consideré una gran pérdida de tiempo en parte por la asquerosa traducción gayega que hicieron en la edición de Anagrama.
Mi interés por la Segunda Guerra Mundial me llevó a comprar recientemente este librito de menos de doscientas hojas escrito por un autor desconocido en nuestro medio como casi todo lo maravilloso del arte que está absolutamente oculto para el gusto tercermundista que invade este país. Kurt Vonnegut aborda uno de los hechos más sangrientos y menos divulgados en la confrontación que fue el bombardeo de Dresde. En febrero de 1945 la aviación aliada destruyó la única ciudad que se mantenía intacta en Alemania. La localidad estaba muy poblada ya que refugiados de otros ciudades habían huido a Dresde ya que consideraban que allí las bombas norteamericanas no estallarían sobre el cemento.
En dos días murieron más de doscientas mil personas. Kurt Vonnegut estaba allí, en el edificio Matadero Cinco como prisionero de guerra. Fue uno de los siete soldados norteamericanos que sobrevivieron a las lenguas de fuego que los pájaros de metal cagaron desde el cielo. Los nazis obligaron a Vonnegut y sus compañeros a enterrar los cuerpos en fosas comunes pero según explica el joven soldado “Había demasiados cuerpos que enterrar, así que los nazis prefirieron enviar a unos tipos con lanzallamas. Todos esos restos de víctimas civiles fueron convertidos en cenizas” Se acababa la guerra y con la sangre derramada se podía hacer un lago artificial del tamaño del Titicaca. Unos muertos más no les importaba a nadie, por eso este bombardeo el autor de Las sirenas de Satán afirma en decir que fue peor que Hiroshima y Nagazaki es prácticamente desconocido para el mundo occidental.
Si no hubiera sido porque el soldado de 23 años fue hecho prisionero y enviado a ese lugar, prácticamente no quedarían testigos y hubiese pasado un poco como otros hechos terribles en la historia de la humanidad que se quedaron sin cronistas, como fue el caso de el aniquilamiento sistemático de armenios por parte de los turcos mientras en Europa se desarrollaba la I Guerra Mundial o la masacre de los trabajadores de las bananeras que cansados de ser explotados por la multinacional gringa decidieron pedir mejores condiciones para desarrollar sus labores y en respuesta la empresa Norteamericana les devolvió una lluvia de fuego.
A lo mejor si Kurt Vonnegut no hubiera estado allí no hubiera decidido ser escritor, esas ganas de contarlo todo después de ver el horror lo llevaron a sentarse a escribir una vez se recuperó de las heridas, del trauma que significó ver tantos cuerpos mutilados casi que compulsivamente, siete novelas donde solo habla de lo mismo, de las llamas carcomiéndose la madera de las casas, del ruido ensordecedor que puede hacer una explosión y de como se apaga en medio de la noche y casi que súbitamente el llanto afiebrado de un niño.
La genialidad de este cronista de la II Guerra Mundial es que presenta la tragedia con un descarnado humor que provoca la sonrisa sardónica y nos presenta como lo haría Celine en Viaje al final de la noche, un paisaje lleno de rostros humanos. Reposando en un sanatorio Billy conoce la obra de un mediocre autor de ciencia ficción llamado Kilgore Trout. Sus novelitas baratas han ayudado casi que terapéuticamente al ex combatiente a salir del trauma que ha significado para él ver el horror de frente. Trout vive a unas pocas cuadras de Pillgrim y se convierte casi que en su amigo. Lo invita a su lujosa casa ya que se ha casado con una gorda asquerosa de padre millonario y así atenúa sus penas. Gastar el dinero que no es suyo, visitar Trafalmadore cuando las naves bajen hasta la tierra a llevárselo un rato y viajar en el tiempo es la manera que tiene Billy para olvidarse de esos cuerpos destrozados, de esas bombas que no paran de caer en una parte de su memoria.
Matadero Cinco es una obra única, extremadamente original. Una rarísima mezcla de realismo documental con ciencia ficción. Una reflexión sobre el tiempo y la memoria. Los muertos no solo descansan en un ataúd o sus cenizas se han disuelto en el viento, sus almas siguen viajando en el tiempo gracias al poder de la evocación que han dejado sus obras o tan solo el recuerdo que puede guardar alguien en un oscuro rincón del cerebro. Kurt Vonnegut ha creado no una novela sino un portal mágico donde todo se repite y todo vuelve a nacer. Un portal donde la muerte se repite tantas veces que es solo un hecho aislado, rutinario. Morimos tantas veces que la muerte ha dejado de ser algo importante, entonces ahí si podríamos aspirar a la eternidad.
En mi época de librero veía a diario la tapa de este libro publicado por Anagrama. En la portada un niño vestido con el uniforme de la Wertmarch sonríe inocentemente mientras atrás una nube de fuego se difumina por el paisaje. Nunca me apeteció abrirlo, lo consideraba típica comida para freaks que pretenden impresionar. Mis intereses en la literatura siempre apuntaron alto y después de leer un ensayo de Paul Bowles sobre la lectura intenté imitar al creador de El cielo protector y leer solo obras de escritores que llevaran como mínimo 100 años de muertos. Por un libro que tengo donde vienen conversaciones de Burroughs con Lou Reed y Samuel Beckett me interesé por saber algo más sobre el novelista más representativo de la novela Beatnik pero Almuerzo desnudo la consideré una gran pérdida de tiempo en parte por la asquerosa traducción gayega que hicieron en la edición de Anagrama.
Mi interés por la Segunda Guerra Mundial me llevó a comprar recientemente este librito de menos de doscientas hojas escrito por un autor desconocido en nuestro medio como casi todo lo maravilloso del arte que está absolutamente oculto para el gusto tercermundista que invade este país. Kurt Vonnegut aborda uno de los hechos más sangrientos y menos divulgados en la confrontación que fue el bombardeo de Dresde. En febrero de 1945 la aviación aliada destruyó la única ciudad que se mantenía intacta en Alemania. La localidad estaba muy poblada ya que refugiados de otros ciudades habían huido a Dresde ya que consideraban que allí las bombas norteamericanas no estallarían sobre el cemento.
En dos días murieron más de doscientas mil personas. Kurt Vonnegut estaba allí, en el edificio Matadero Cinco como prisionero de guerra. Fue uno de los siete soldados norteamericanos que sobrevivieron a las lenguas de fuego que los pájaros de metal cagaron desde el cielo. Los nazis obligaron a Vonnegut y sus compañeros a enterrar los cuerpos en fosas comunes pero según explica el joven soldado “Había demasiados cuerpos que enterrar, así que los nazis prefirieron enviar a unos tipos con lanzallamas. Todos esos restos de víctimas civiles fueron convertidos en cenizas” Se acababa la guerra y con la sangre derramada se podía hacer un lago artificial del tamaño del Titicaca. Unos muertos más no les importaba a nadie, por eso este bombardeo el autor de Las sirenas de Satán afirma en decir que fue peor que Hiroshima y Nagazaki es prácticamente desconocido para el mundo occidental.
Si no hubiera sido porque el soldado de 23 años fue hecho prisionero y enviado a ese lugar, prácticamente no quedarían testigos y hubiese pasado un poco como otros hechos terribles en la historia de la humanidad que se quedaron sin cronistas, como fue el caso de el aniquilamiento sistemático de armenios por parte de los turcos mientras en Europa se desarrollaba la I Guerra Mundial o la masacre de los trabajadores de las bananeras que cansados de ser explotados por la multinacional gringa decidieron pedir mejores condiciones para desarrollar sus labores y en respuesta la empresa Norteamericana les devolvió una lluvia de fuego.
A lo mejor si Kurt Vonnegut no hubiera estado allí no hubiera decidido ser escritor, esas ganas de contarlo todo después de ver el horror lo llevaron a sentarse a escribir una vez se recuperó de las heridas, del trauma que significó ver tantos cuerpos mutilados casi que compulsivamente, siete novelas donde solo habla de lo mismo, de las llamas carcomiéndose la madera de las casas, del ruido ensordecedor que puede hacer una explosión y de como se apaga en medio de la noche y casi que súbitamente el llanto afiebrado de un niño.
La genialidad de este cronista de la II Guerra Mundial es que presenta la tragedia con un descarnado humor que provoca la sonrisa sardónica y nos presenta como lo haría Celine en Viaje al final de la noche, un paisaje lleno de rostros humanos. Reposando en un sanatorio Billy conoce la obra de un mediocre autor de ciencia ficción llamado Kilgore Trout. Sus novelitas baratas han ayudado casi que terapéuticamente al ex combatiente a salir del trauma que ha significado para él ver el horror de frente. Trout vive a unas pocas cuadras de Pillgrim y se convierte casi que en su amigo. Lo invita a su lujosa casa ya que se ha casado con una gorda asquerosa de padre millonario y así atenúa sus penas. Gastar el dinero que no es suyo, visitar Trafalmadore cuando las naves bajen hasta la tierra a llevárselo un rato y viajar en el tiempo es la manera que tiene Billy para olvidarse de esos cuerpos destrozados, de esas bombas que no paran de caer en una parte de su memoria.
Matadero Cinco es una obra única, extremadamente original. Una rarísima mezcla de realismo documental con ciencia ficción. Una reflexión sobre el tiempo y la memoria. Los muertos no solo descansan en un ataúd o sus cenizas se han disuelto en el viento, sus almas siguen viajando en el tiempo gracias al poder de la evocación que han dejado sus obras o tan solo el recuerdo que puede guardar alguien en un oscuro rincón del cerebro. Kurt Vonnegut ha creado no una novela sino un portal mágico donde todo se repite y todo vuelve a nacer. Un portal donde la muerte se repite tantas veces que es solo un hecho aislado, rutinario. Morimos tantas veces que la muerte ha dejado de ser algo importante, entonces ahí si podríamos aspirar a la eternidad.
22 de julio de 2011
CHAPLIN Y EL IGUANO
En la deliciosa Tiempos modernos el vagabundo Charlot descubre que es mucho mejor estar en la cárcel donde tienes techo sin pagar renta, tienes comida sin preocuparte por la comida y si te haces amigo del guardia seguramente te dejará leer el periódico todos los días. En el pabellón de Justicia y Paz de la cárcel Modelo de Cúcuta, Jorge Iván Laverde, alias “El iguano” ha encontrado el reposo que todo guerrero necesita al final de la lucha. Desde allí este temible jefe paramilitar ha podido reagrupar a sus hombres, formar bandas con hombres nuevos que recluta ofreciéndole la libertad inmediata y 300.000 pesos.
Cuando se cansa de la cárcel habla con el director del penal y este le abre la puerta y le da una escolta de diez hombres, los más calificados que pueda contar la fiscalía para que lo acompañen y lo cuiden, no vaya a ser que una víctima resentida vaya a atentar con esta preciada vida.
Lo he visto pavoneándose por los aeropuertos de Colombia, dando órdenes a través de su Blackberry, en cada uno de los botones se esconde el ángel de la muerte. Él es el mismísimo Señor Matanza.
Basta con entrar a la cárcel modelo ubicada en el Salado para darse cuenta de lo que se está gestando. Las sangrientas peleas entre bandas se dan casi todos los días. Los verdaderos directores de la cárcel son El Iguano y el temible alias Visaje. La disputa territorial entre Urabeños y Rastrojos se potencializa en este espacio claustrofóbico. Estas dos bandas criminales se disputan palmo a palmo el control de la ciudad. Controlar Cúcuta significa manejar la entrada y salida de drogas y armas a Venezuela. La frontera más próspera de América es también la más corrupta, la más sangrienta. Cuando necesitan fugarse lo hacen sin necesidad de una fuga cinematográfica como la que hizo el personaje más querido por los colombianos, Pablo Escobar Gaviria de la Cátedral. Al narcotraficante de hoy en día no lo seducen demasiado las cámaras. Visaje, el ex comandante del Bloque Catatumbo, quien pasó a la historia de la infamia por el genocidio acaecido en la Gabarra a finales del siglo pasado, se fugó una mañana sin que ninguno de los guardias se diera cuenta.
Necesitaban con urgencia la sabiduría de Visaje ya que lo que piensan montar en esta frontera es una sucursal del Cártel del Milenio, el más poderoso de los carteles mexicanos quienes con sus tentáculos de fuego han azotado sin clemencia la frontera con los Estados Unidos. Ahora manejarán el otro cruce fronterizo que les hacía falta para controlar el continente.
Hace un par de años Salvatore Mancuso se atrevió a decir ante el senado de la República que los grupos paramilitares se habían formado para defender a la sociedad civil de la influencia comunista que traían en las mochilas las guerrillas colombianas. Lo que empezó como un proyecto fascista está terminando como la punta de lanza para que los carteles de la droga mexicanos controlen este territorio
Este hecho casi que apocalíptico es un secreto a voces dentro de la cárcel pero ¿Quién se atreve a hablar? Los fiscales y senadores están comprados al igual que los presos que son mucho más baratos, la oferta para ellos es dejar con vida a sus familias. Sin embargo el rumor es tan fuerte que se escapa por las rendijas que deja el miedo
Los muertos comienzan a apilarse a orillas del río Táchira donde los gallinazos no paran de planear sobre los cuerpos putrefactos. Mientras la sociedad civil disfruta de la bonanza, se complace con el aire permanente que dejan esos dos horrorosos monumentos al lavado de activos que son Unicentro y Ventura, en el conurbano y dentro de la Cárcel Modelo se vive una cruenta guerra por el control de la entrada a Venezuela.
Acá ya llegaron los mexicanos a imponer su ley. Las Bandas Criminales con el apoyo de las guerrillas quienes no dudarán en volver a unirse en una coordinadora si es necesario para recibir su mesada serán la seguridad con la que contará el Cartel del Milenio para asentarse en Cúcuta. En Ocaña Megaterio, comandante del EPL ya presta este servicio apoderándose de extensas zonas de cultivo para que los mexicanos puedan pasearse tranquilo en esa hermosa y próspera zona que dentro de pocos años volverá a vivir el horror que produce el traqueteo de una metralleta descargándose.
La ley de Justicia y Paz significó para los jefes paramilitares pasar a un buen retiro, jubilarse y colocarse lejos del peligro que pueda representar una batalla. En la cárcel pueden disfrutar de la última operación de sus esposas y allí reciben a las presentadoras de televisión que por esta época del año están en oferta.
Hitler en algún momento llevado por la admiración que sentía por Chaplin se dejó el bigotico mosca, hoy otro asesino imita a este mimo glorioso sin saberlo. En su King Size a esta hora se debe estar desperezando pensando en la comida que le va a pedir al guardia, en el periódico que va a leer. Al iguano le debe gustar ver su cara impresa en primera plana.
Cuando se cansa de la cárcel habla con el director del penal y este le abre la puerta y le da una escolta de diez hombres, los más calificados que pueda contar la fiscalía para que lo acompañen y lo cuiden, no vaya a ser que una víctima resentida vaya a atentar con esta preciada vida.
Lo he visto pavoneándose por los aeropuertos de Colombia, dando órdenes a través de su Blackberry, en cada uno de los botones se esconde el ángel de la muerte. Él es el mismísimo Señor Matanza.
Basta con entrar a la cárcel modelo ubicada en el Salado para darse cuenta de lo que se está gestando. Las sangrientas peleas entre bandas se dan casi todos los días. Los verdaderos directores de la cárcel son El Iguano y el temible alias Visaje. La disputa territorial entre Urabeños y Rastrojos se potencializa en este espacio claustrofóbico. Estas dos bandas criminales se disputan palmo a palmo el control de la ciudad. Controlar Cúcuta significa manejar la entrada y salida de drogas y armas a Venezuela. La frontera más próspera de América es también la más corrupta, la más sangrienta. Cuando necesitan fugarse lo hacen sin necesidad de una fuga cinematográfica como la que hizo el personaje más querido por los colombianos, Pablo Escobar Gaviria de la Cátedral. Al narcotraficante de hoy en día no lo seducen demasiado las cámaras. Visaje, el ex comandante del Bloque Catatumbo, quien pasó a la historia de la infamia por el genocidio acaecido en la Gabarra a finales del siglo pasado, se fugó una mañana sin que ninguno de los guardias se diera cuenta.
Necesitaban con urgencia la sabiduría de Visaje ya que lo que piensan montar en esta frontera es una sucursal del Cártel del Milenio, el más poderoso de los carteles mexicanos quienes con sus tentáculos de fuego han azotado sin clemencia la frontera con los Estados Unidos. Ahora manejarán el otro cruce fronterizo que les hacía falta para controlar el continente.
Hace un par de años Salvatore Mancuso se atrevió a decir ante el senado de la República que los grupos paramilitares se habían formado para defender a la sociedad civil de la influencia comunista que traían en las mochilas las guerrillas colombianas. Lo que empezó como un proyecto fascista está terminando como la punta de lanza para que los carteles de la droga mexicanos controlen este territorio
Este hecho casi que apocalíptico es un secreto a voces dentro de la cárcel pero ¿Quién se atreve a hablar? Los fiscales y senadores están comprados al igual que los presos que son mucho más baratos, la oferta para ellos es dejar con vida a sus familias. Sin embargo el rumor es tan fuerte que se escapa por las rendijas que deja el miedo
Los muertos comienzan a apilarse a orillas del río Táchira donde los gallinazos no paran de planear sobre los cuerpos putrefactos. Mientras la sociedad civil disfruta de la bonanza, se complace con el aire permanente que dejan esos dos horrorosos monumentos al lavado de activos que son Unicentro y Ventura, en el conurbano y dentro de la Cárcel Modelo se vive una cruenta guerra por el control de la entrada a Venezuela.
Acá ya llegaron los mexicanos a imponer su ley. Las Bandas Criminales con el apoyo de las guerrillas quienes no dudarán en volver a unirse en una coordinadora si es necesario para recibir su mesada serán la seguridad con la que contará el Cartel del Milenio para asentarse en Cúcuta. En Ocaña Megaterio, comandante del EPL ya presta este servicio apoderándose de extensas zonas de cultivo para que los mexicanos puedan pasearse tranquilo en esa hermosa y próspera zona que dentro de pocos años volverá a vivir el horror que produce el traqueteo de una metralleta descargándose.
La ley de Justicia y Paz significó para los jefes paramilitares pasar a un buen retiro, jubilarse y colocarse lejos del peligro que pueda representar una batalla. En la cárcel pueden disfrutar de la última operación de sus esposas y allí reciben a las presentadoras de televisión que por esta época del año están en oferta.
Hitler en algún momento llevado por la admiración que sentía por Chaplin se dejó el bigotico mosca, hoy otro asesino imita a este mimo glorioso sin saberlo. En su King Size a esta hora se debe estar desperezando pensando en la comida que le va a pedir al guardia, en el periódico que va a leer. Al iguano le debe gustar ver su cara impresa en primera plana.
20 de julio de 2011
LA GUERRA CIVIL LLEGARÁ A LA CIUDAD
Las desmovilizaciones que se celebraron en el segundo semestre del 2003 por parte de las Autodefensas tiene que pasar necesariamente a engrosar la voluminosa historia del absurdo y la ignominia colombiana. Al posicionarse en el poder Álvaro Uribe Vélez lo primero que hizo fue pagarle favores a las oscuras fuerzas que lo catapultaron al poder. Empezó el embeleco ese de las confesiones de los paramilitares. Mancuso dijo ante el congreso en un acto triste, en un acto que en cualquier país civilizado le hubiese costado la cabeza al presidente que “Nosotros ayudamos a que la infiltración comunista en el país no se extendiera por nuestro territorio como si fuera un cáncer” Se proponía por el canal oficial del uribismo, RCN la necesidad de limar todas las asperezas entre este grupo ilegal y las víctimas. La ley del perdón y olvido equivalía a que el país se resignara a ver como estos genocidas empezaban a ocupar puestos en el congreso. Ya su capo máximo movía los hilos desde el confortable sillón presidencial, el camino estaba expedito para legalizar todas las tierras que le habían arrancado a sangre y fuego a los campesinos, si el senador Petro no hubiera descubierto que la ley de justicia y paz lo único que buscaba era que los crímenes de los amigos de Uribe quedaran en la impunidad.
Falsos desmovilizados, millones de pesos repartidos entre delincuentes comunes, los medios de comunicación se prestaron con el mayor de los descaros a mostrar que el gobierno si cumplía lo que prometía.
Lo que sucedió con las desmovilizaciones fue que las AUC pudieron tener legitimidad dentro de la sociedad civil. Su nombre se transformó en las BACRIM o Águilas Negras o Rastrojos o Urabeños. Empezó a aparecer una nueva generación de paracos mas fuertes, como dicen serán las cucarachas después de que caiga sobre esta tierra la explosión nuclear borrando del mapa cualquier tipo de actividad cerebral. Todavía está vivo todo eso por lo que ellos dicen luchar. Las guerrillas están aún azotando a los pueblos y la presencia estatal, como se ha comprobado recientemente en los hostigamientos de Toribio y Corinto sigue siendo absolutamente precario. Ese es el precio que tenemos que pagar por tener mas territorio que estado.
Solo unos pocos comandantes paramilitares se tomaron en serio la necesidad que había por parte del pueblo colombiano de contar la verdad. El comandante H.H. máximo responsable de las matanzas ocurridas en el nororiente colombiano se mostró arrepentido y acaso habló más de la cuenta pero el caso es que no demoró mucho tiempo para que Uribe lo mandara a descansar a Estados Unidos. Los medios de comunicación en su centenaria labor de desinformar le dijeron a la opinión pública que los habían mandado en extradición pero suponemos que hoy en día viven en mejores condiciones que los presos colombianos, incluidos los que habitan las confortables suites en Tolemaida.
Ya no solo debemos aguantar que las Bandas Criminales, hijas directas de las AUC pacten con el ejército como está más que comprobado sino que ahora tenemos que soportar que las BACRIM pacten con las FARC según los últimos reportes que se han venido recogiendo. Si el estado no se da cuenta y no interviene a tiempo lo más seguro es que estas dos bandas trabajando en llave ofrezcan sus siniestros servicios a los mafiosos estableciendo una sólida red de narcotráfico perfectamente respaldadas desde el punto de vista armamentístico. Estamos a punto de conocer a una mafia indestructible, que hará parecer al cartel de Medellín una recua de miserables mulas.
Han pasado los días en que los paramilitares iban a Vietnam a estudiar con los cultivadores de Amapola como se debía combatir a la guerrilla. Ya no estudian a Malthus, lo mismo sucede con los grupos insurgentes de izquierda, ellos saben poco de Marx, de Lenin. Don Dinero lo controla todo, lo maneja todo por algo un poeta clarividente como Quevedo no dudó en catalogarlo de Poderoso Caballero.
Si bien la seguridad democrática logró hacer replegar a la guerrilla de puntos clave y logró dar de baja a varios de sus principales cabecillas, las Farc están lejos de ser derrotadas. Está claro que desde finales de los ochenta han perdido la esperanza de alzarse con el poder total del estado pero ellos siguen aferrados a los extensos territorios que ellos controlan y difícilmente van a dejar de querer controlar. Ya su poder de terror se ha mermado considerablemente pero siguen allí, atacando pequeños poblados, acabando con inocentes tan solo para hacerse visibles. Nosotros pensamos que esto sucedía también durante el gobierno de Uribe, lo que pasaba es que en el pasado mandato los medios de comunicación tenían prohibido informar sobre estos combates.
Han dejado de presentarse desmovilizaciones por parte de las Farc, también existen rumores de que las Fuerzas Armadas están desmoralizadas. Esto se le achaca a decisiones judiciales. Entre ellas destaca la que le impone al Gobierno cuantiosas indemnizaciones por no haber protegido adecuadamente a tres soldados que fueron heridos en un combate en el que murieron más de treinta de sus compañeros; y la decisión de la Corte Suprema de desconocer el material informativo que se encontró en el campamento y en los computadores de 'Raúl Reyes' como evidencia admisible en un juicio, lo que dificulta los procesos contra los políticos que supuestamente tienen vínculos con la guerrilla
El cambio de mandato significó que la guerra dejaba de ser una prioridad. Entonces ya los militares dejaron de ser los seres mas importantes en el reino de fuego de Alvaro Uribe. Se han venido juzgando a oficiales enlodados en desmanes terribles, abominables contra la población civil como fue el caso de los falsos positivos. Y está el caso de la parte del ejército que aún es honesta que se siente ultrajada al ver como se le vincula con los altos mandos del paramilitarismo. Este inconformismo del ejército es muy peligroso, casos se han visto donde tener un cuartel aburrido significa el fin de un periodo democrático
En los años ochenta la guerrilla pasó a tener ideólogos en las ciudades, a pensar en conflicto desde un punto de vista más urbano. La ofensiva del ejército en algunos momentos absolutamente exitosas como las operaciones que pusieron fuera de circulación al Mono Jojoy a Raul Reyes hicieron que Alfonso Cano y los líderes sobrevivientes repensaran la forma de luchar y sacaran la conclusión que lo mejor sería volver a la táctica anquilosada, arcaica pero a la larga efectiva que la guerra de guerrillas. También ha movido su campo de acción a zonas que se prestan mejor para desarrollar su nueva estrategia y en donde supuestamente tienen más adeptos en la población civil en Toledao, Ragonvalia, Durania, Chinacota, Tibú, Tarra, corredores que conectan con la frontera venezolana. Estos cambios de estrategia y de operación eran previsibles. Algunos analista, ya los habían pronosticado a raíz del fortalecimiento de las operaciones militares. También ha sorprendido que después de que se sometieron los paramilitares se les haya dejado el campo despejado a las bandas criminales
Nos llama la atención constatar lo poco preparado que estaba el ejército para sobreponerse a estos cambios de táctica. Se tiene toda la infraestructura, todo el arsenal para pelear contra un ejército perfectamente equipado, pero lamentablemente como cuando los italianos se enfrentaron a los etíopes en 1938 o los rusos a los finlandeses al principio de la Segunda Guerra Mundial el haber vuelto a esconderse en los árboles ha complicado terriblemente al ejército haciéndole perder contiendas que hace unos años se hubieran ganado con relativa facilidad.
Este oscuro panorama hace que el sector mas fascistoide de la política y la opinión pública colombiana extrañen los excesos y el imperio de la corrupción y el delito que había impuesto Álvaro Uribe Vélez y sus asquerosos lugartenientes. El país se enfrenta ante una coyuntura complicada, indescifrable que podría desatar una guerra feroz ya no solo en el campo sino que esta guerra civil mostrará su lado mas temido: Las ciudades sentirán el impacto de las balas, del bombardeo constante. Cada esquina sentirá el horror de una guerra civil.
Falsos desmovilizados, millones de pesos repartidos entre delincuentes comunes, los medios de comunicación se prestaron con el mayor de los descaros a mostrar que el gobierno si cumplía lo que prometía.
Lo que sucedió con las desmovilizaciones fue que las AUC pudieron tener legitimidad dentro de la sociedad civil. Su nombre se transformó en las BACRIM o Águilas Negras o Rastrojos o Urabeños. Empezó a aparecer una nueva generación de paracos mas fuertes, como dicen serán las cucarachas después de que caiga sobre esta tierra la explosión nuclear borrando del mapa cualquier tipo de actividad cerebral. Todavía está vivo todo eso por lo que ellos dicen luchar. Las guerrillas están aún azotando a los pueblos y la presencia estatal, como se ha comprobado recientemente en los hostigamientos de Toribio y Corinto sigue siendo absolutamente precario. Ese es el precio que tenemos que pagar por tener mas territorio que estado.
Solo unos pocos comandantes paramilitares se tomaron en serio la necesidad que había por parte del pueblo colombiano de contar la verdad. El comandante H.H. máximo responsable de las matanzas ocurridas en el nororiente colombiano se mostró arrepentido y acaso habló más de la cuenta pero el caso es que no demoró mucho tiempo para que Uribe lo mandara a descansar a Estados Unidos. Los medios de comunicación en su centenaria labor de desinformar le dijeron a la opinión pública que los habían mandado en extradición pero suponemos que hoy en día viven en mejores condiciones que los presos colombianos, incluidos los que habitan las confortables suites en Tolemaida.
Ya no solo debemos aguantar que las Bandas Criminales, hijas directas de las AUC pacten con el ejército como está más que comprobado sino que ahora tenemos que soportar que las BACRIM pacten con las FARC según los últimos reportes que se han venido recogiendo. Si el estado no se da cuenta y no interviene a tiempo lo más seguro es que estas dos bandas trabajando en llave ofrezcan sus siniestros servicios a los mafiosos estableciendo una sólida red de narcotráfico perfectamente respaldadas desde el punto de vista armamentístico. Estamos a punto de conocer a una mafia indestructible, que hará parecer al cartel de Medellín una recua de miserables mulas.
Han pasado los días en que los paramilitares iban a Vietnam a estudiar con los cultivadores de Amapola como se debía combatir a la guerrilla. Ya no estudian a Malthus, lo mismo sucede con los grupos insurgentes de izquierda, ellos saben poco de Marx, de Lenin. Don Dinero lo controla todo, lo maneja todo por algo un poeta clarividente como Quevedo no dudó en catalogarlo de Poderoso Caballero.
Si bien la seguridad democrática logró hacer replegar a la guerrilla de puntos clave y logró dar de baja a varios de sus principales cabecillas, las Farc están lejos de ser derrotadas. Está claro que desde finales de los ochenta han perdido la esperanza de alzarse con el poder total del estado pero ellos siguen aferrados a los extensos territorios que ellos controlan y difícilmente van a dejar de querer controlar. Ya su poder de terror se ha mermado considerablemente pero siguen allí, atacando pequeños poblados, acabando con inocentes tan solo para hacerse visibles. Nosotros pensamos que esto sucedía también durante el gobierno de Uribe, lo que pasaba es que en el pasado mandato los medios de comunicación tenían prohibido informar sobre estos combates.
Han dejado de presentarse desmovilizaciones por parte de las Farc, también existen rumores de que las Fuerzas Armadas están desmoralizadas. Esto se le achaca a decisiones judiciales. Entre ellas destaca la que le impone al Gobierno cuantiosas indemnizaciones por no haber protegido adecuadamente a tres soldados que fueron heridos en un combate en el que murieron más de treinta de sus compañeros; y la decisión de la Corte Suprema de desconocer el material informativo que se encontró en el campamento y en los computadores de 'Raúl Reyes' como evidencia admisible en un juicio, lo que dificulta los procesos contra los políticos que supuestamente tienen vínculos con la guerrilla
El cambio de mandato significó que la guerra dejaba de ser una prioridad. Entonces ya los militares dejaron de ser los seres mas importantes en el reino de fuego de Alvaro Uribe. Se han venido juzgando a oficiales enlodados en desmanes terribles, abominables contra la población civil como fue el caso de los falsos positivos. Y está el caso de la parte del ejército que aún es honesta que se siente ultrajada al ver como se le vincula con los altos mandos del paramilitarismo. Este inconformismo del ejército es muy peligroso, casos se han visto donde tener un cuartel aburrido significa el fin de un periodo democrático
En los años ochenta la guerrilla pasó a tener ideólogos en las ciudades, a pensar en conflicto desde un punto de vista más urbano. La ofensiva del ejército en algunos momentos absolutamente exitosas como las operaciones que pusieron fuera de circulación al Mono Jojoy a Raul Reyes hicieron que Alfonso Cano y los líderes sobrevivientes repensaran la forma de luchar y sacaran la conclusión que lo mejor sería volver a la táctica anquilosada, arcaica pero a la larga efectiva que la guerra de guerrillas. También ha movido su campo de acción a zonas que se prestan mejor para desarrollar su nueva estrategia y en donde supuestamente tienen más adeptos en la población civil en Toledao, Ragonvalia, Durania, Chinacota, Tibú, Tarra, corredores que conectan con la frontera venezolana. Estos cambios de estrategia y de operación eran previsibles. Algunos analista, ya los habían pronosticado a raíz del fortalecimiento de las operaciones militares. También ha sorprendido que después de que se sometieron los paramilitares se les haya dejado el campo despejado a las bandas criminales
Nos llama la atención constatar lo poco preparado que estaba el ejército para sobreponerse a estos cambios de táctica. Se tiene toda la infraestructura, todo el arsenal para pelear contra un ejército perfectamente equipado, pero lamentablemente como cuando los italianos se enfrentaron a los etíopes en 1938 o los rusos a los finlandeses al principio de la Segunda Guerra Mundial el haber vuelto a esconderse en los árboles ha complicado terriblemente al ejército haciéndole perder contiendas que hace unos años se hubieran ganado con relativa facilidad.
Este oscuro panorama hace que el sector mas fascistoide de la política y la opinión pública colombiana extrañen los excesos y el imperio de la corrupción y el delito que había impuesto Álvaro Uribe Vélez y sus asquerosos lugartenientes. El país se enfrenta ante una coyuntura complicada, indescifrable que podría desatar una guerra feroz ya no solo en el campo sino que esta guerra civil mostrará su lado mas temido: Las ciudades sentirán el impacto de las balas, del bombardeo constante. Cada esquina sentirá el horror de una guerra civil.
19 de julio de 2011
EXIT TROUGH THE GIFT DE BANKSY. Artista es cualquiera.
Tenía una manía, registrarlo todo en su puta cámara. Desde el nacimiento de sus hijos hasta el triste bamboleo de la campana de un colegio de provincia. Thierry Guetta era un ojo abierto que todo lo miraba. Cientos de cajas con miles de minutos grabados atestiguaban el hecho poco usual, el de un hombre obsesionado por aprisionar el momento.
Una tarde vio un Space Invader en el muro de la esquina de su casa. El marcianito de Atari volvió a ser visto en diferentes partes de la ciudad. Contactó al joven desocupado que lo creó y lo acompañó en sus correrías nocturnas desafiando a la ley, pendientes de cualquier muro que cumpliera con los requisitos que buscaban los grafiteros. A Space Invader se le unieron otros tipos poniendo en los aburridos muros de la ciudad íconos de la cultura pop. Un Ché Guevara con peluca, una Marilyn Monroe empuñando una Magnum 44. Los jóvenes le preguntaron al cuarentón Guetta para qué demonios filmaba algo, él les contestó que pensaba hacer un documental pero en realidad no sabía para qué filmaba, ahora que había empezado no podía parar. Ignoraba como podía armar el rompecabezas de tres millones de fichas que quería construir.
Pero sabía que entre ese universo de fichas le hacía falta la más importante de todas, y esta apareció.
Desde principios del 2003 empezaron a aparecer en Londres maravillosos Stencils en muros y vallas publicitarias hechos por alguien extremadamente sagaz, en medio de la noche. No eran marcianos definitivamente, ya no bajaban de sus sofisticadas máquinas voladoras para hacer figuras con líneas como las de Nazca. No, estos stenciles representaban a policías pegándose un pase de cocaína o a Margaret Thatcher tratando de quitarse el pelo a navajazos. En menos de seis meses los grafitis pasaron de ser actos de vandalismo a convertirse en obras de arte. El nombre de Banksy empezó a flotar en el ambiente. Thierry Guetta escuchaba las noticias desde el otro lado del Atlántico y supo entonces que esa era la ficha que le hacía falta a su puzzle.
El problema era contactarlo, una labor que él desde ya presuponía imposible. Pero el milagro sucedió. Una tarde lo llamó su cuñado para preguntarle por los mejores muros de la ciudad ya que tenía a su lado a Banksy, recién llegado a Los Ángeles con varias ideas en la cabeza para darle el color al concreto. Guetta casi se desmaya, esa misma noche lo llevó a uno que el juzgaba perfecto y el artista inglés sorprendentemente se dejó filmar. Banksy comprendió que el grafitti es el arte de lo efímero, que lo que se dibuja en la noche bien podría ser destruido en la mañana. El pequeño francés extasiado empezó a hacerse amigo de su ídolo, este le dijo que hiciera un documental con todo lo que había filmado, él lo financiaría, sería pues la reivindicación de todos esos jóvenes que eran tildados de vándalos pero que en cierta forma bien podrían ser simplemente artistas callejeros.
Thierry Guetta no tenía ningún talento para nada. No sabía poner la cámara, no le gustaba el cine, no tenía idea alguna de pintar. Simplemente era un voyeaur. Además tenía la rara virtud de no tenerle miedo a nada. Su negocio de ropa Vintage era todo un suceso en L.A. podía vivir sin trabajar, así que desempolvó los miles de casetes que tenía en cajas y empezó a editar. Él método fue muy propio de él, al azar agarraba un video y le sacaba cinco segundos y lo mismo hacía con el otro y con el otro. Al final tenía dos horas con imágenes inconexas, el zapping de un cocainómano desesperado.
Le mostró el resultado al maestro y este apenas pudo resistir diez minutos ante el adefesio. Vio que Guetta nunca podría hacer el documental que estaba destinado a ser una declaración de principios sobre el arte callejero. Banksy decidió ponerse al frente del proyecto y tomar al extraño freak que todo lo filmaba como el hilo conductor, la excusa para presentar el fenómeno que empezó como vandalismo y terminó costando millones de dólares.
Cuando uno se enfrenta al filme cree que todo es una tomadura de pelo, un falso documental, que Thierry Guetta es un actor y todo es una puesta en escena pero no, la realidad es mucho más ridícula que la ficción. Exit trough the gift shop fue el nombre con el que bautizó la película en referencia a la conocida frase que se dice en cualquier museo del mundo una vez terminada la visita. El galerista argentino Jorge Mara dice sobre este nombre “Parece que quiere decir que tras ver las obras artísticas y disfrutar de una experiencia estética más o menos satisfactoria, ahora haya que pasar por caja y dejar más dinero aún” Toda una autocrítica que hace Banksy sobre lo que parecía en su momento una revolución artística donde lo importante no era lucrarse sino mostrar que todo pasa en la vida, que hasta los maestros antiguos son susceptibles a ser borrados del libro de la Historia.
Una de las conclusiones que uno puede sacar de ver este documental es el hecho de pensar que cualquiera puede ser artista. Guetta, un tipo desprovisto de cualquier talento termina en la película convertido en un cotizado artista. Su exposición a mediados del 2009 vendió más de un millón de dólares. El eterno filmador se limitó a copiar la obra de otros grafiteros callejeros y las combinó con dos gotas de Andy Warhol.
Exit trough the gift constituye una fuerte autocrítica a la vocación artística, siempre al borde de perderse por los caminos de la traición, de venderse al mejor postor. El capitalismo le ha puesto precio a todo, hasta las mismas obsesiones humanas. Ojalá traten de bajar esta película maravillosa, todo un ensayo sobre el absurdo y hueco arte contemporáneo.
Una tarde vio un Space Invader en el muro de la esquina de su casa. El marcianito de Atari volvió a ser visto en diferentes partes de la ciudad. Contactó al joven desocupado que lo creó y lo acompañó en sus correrías nocturnas desafiando a la ley, pendientes de cualquier muro que cumpliera con los requisitos que buscaban los grafiteros. A Space Invader se le unieron otros tipos poniendo en los aburridos muros de la ciudad íconos de la cultura pop. Un Ché Guevara con peluca, una Marilyn Monroe empuñando una Magnum 44. Los jóvenes le preguntaron al cuarentón Guetta para qué demonios filmaba algo, él les contestó que pensaba hacer un documental pero en realidad no sabía para qué filmaba, ahora que había empezado no podía parar. Ignoraba como podía armar el rompecabezas de tres millones de fichas que quería construir.
Pero sabía que entre ese universo de fichas le hacía falta la más importante de todas, y esta apareció.
Desde principios del 2003 empezaron a aparecer en Londres maravillosos Stencils en muros y vallas publicitarias hechos por alguien extremadamente sagaz, en medio de la noche. No eran marcianos definitivamente, ya no bajaban de sus sofisticadas máquinas voladoras para hacer figuras con líneas como las de Nazca. No, estos stenciles representaban a policías pegándose un pase de cocaína o a Margaret Thatcher tratando de quitarse el pelo a navajazos. En menos de seis meses los grafitis pasaron de ser actos de vandalismo a convertirse en obras de arte. El nombre de Banksy empezó a flotar en el ambiente. Thierry Guetta escuchaba las noticias desde el otro lado del Atlántico y supo entonces que esa era la ficha que le hacía falta a su puzzle.
El problema era contactarlo, una labor que él desde ya presuponía imposible. Pero el milagro sucedió. Una tarde lo llamó su cuñado para preguntarle por los mejores muros de la ciudad ya que tenía a su lado a Banksy, recién llegado a Los Ángeles con varias ideas en la cabeza para darle el color al concreto. Guetta casi se desmaya, esa misma noche lo llevó a uno que el juzgaba perfecto y el artista inglés sorprendentemente se dejó filmar. Banksy comprendió que el grafitti es el arte de lo efímero, que lo que se dibuja en la noche bien podría ser destruido en la mañana. El pequeño francés extasiado empezó a hacerse amigo de su ídolo, este le dijo que hiciera un documental con todo lo que había filmado, él lo financiaría, sería pues la reivindicación de todos esos jóvenes que eran tildados de vándalos pero que en cierta forma bien podrían ser simplemente artistas callejeros.
Thierry Guetta no tenía ningún talento para nada. No sabía poner la cámara, no le gustaba el cine, no tenía idea alguna de pintar. Simplemente era un voyeaur. Además tenía la rara virtud de no tenerle miedo a nada. Su negocio de ropa Vintage era todo un suceso en L.A. podía vivir sin trabajar, así que desempolvó los miles de casetes que tenía en cajas y empezó a editar. Él método fue muy propio de él, al azar agarraba un video y le sacaba cinco segundos y lo mismo hacía con el otro y con el otro. Al final tenía dos horas con imágenes inconexas, el zapping de un cocainómano desesperado.
Le mostró el resultado al maestro y este apenas pudo resistir diez minutos ante el adefesio. Vio que Guetta nunca podría hacer el documental que estaba destinado a ser una declaración de principios sobre el arte callejero. Banksy decidió ponerse al frente del proyecto y tomar al extraño freak que todo lo filmaba como el hilo conductor, la excusa para presentar el fenómeno que empezó como vandalismo y terminó costando millones de dólares.
Cuando uno se enfrenta al filme cree que todo es una tomadura de pelo, un falso documental, que Thierry Guetta es un actor y todo es una puesta en escena pero no, la realidad es mucho más ridícula que la ficción. Exit trough the gift shop fue el nombre con el que bautizó la película en referencia a la conocida frase que se dice en cualquier museo del mundo una vez terminada la visita. El galerista argentino Jorge Mara dice sobre este nombre “Parece que quiere decir que tras ver las obras artísticas y disfrutar de una experiencia estética más o menos satisfactoria, ahora haya que pasar por caja y dejar más dinero aún” Toda una autocrítica que hace Banksy sobre lo que parecía en su momento una revolución artística donde lo importante no era lucrarse sino mostrar que todo pasa en la vida, que hasta los maestros antiguos son susceptibles a ser borrados del libro de la Historia.
Una de las conclusiones que uno puede sacar de ver este documental es el hecho de pensar que cualquiera puede ser artista. Guetta, un tipo desprovisto de cualquier talento termina en la película convertido en un cotizado artista. Su exposición a mediados del 2009 vendió más de un millón de dólares. El eterno filmador se limitó a copiar la obra de otros grafiteros callejeros y las combinó con dos gotas de Andy Warhol.
Exit trough the gift constituye una fuerte autocrítica a la vocación artística, siempre al borde de perderse por los caminos de la traición, de venderse al mejor postor. El capitalismo le ha puesto precio a todo, hasta las mismas obsesiones humanas. Ojalá traten de bajar esta película maravillosa, todo un ensayo sobre el absurdo y hueco arte contemporáneo.
18 de julio de 2011
RAMIRO SUAREZ. EL DIABLO ES DE TIERRA CALIENTE
Para el imaginario popular Ramiro Suarez es el mejor alcalde que ha tenido esta ciudad acostumbrada a ser saqueada repetidamente por sus mandatarios. Lo que la gente no reconoce es que el ex burgomaestre tuvo la fortuna de coincidir con un periodo de mucha bonanza económica en el país. Cúcuta estaba destinada a ser un corredor vital para América. Había la necesidad de construir seis megaproyectos y tan solo se pudieron llevar a cabo dos. Repartió a diestra y siniestra los contratos que hicieron posible que la ciudad cambiara.
Todos sus logros son motivo de discusión. La disminución de la delincuencia está emparentada con los giros, los Cadivi, tener un hijo, una cédula de más era tener 500 dólares de más. Además Suarez Corzo tuvo la habilidad para saber sacarle provecho a esta situación utilizando el populismo caribeño tipo Chávez.
El bastión que utilizó el alcalde fue el Cúcuta Deportivo. Haberlo sacado campeón significó para la ciudad sentir una alegría completamente ajena a la tradición histórica del equipo. La hazaña no solo se remitió a haber salido campeón del rentado colombiano sino que alcanzó para ganarle al mítico Boca Juniors en semifinales de la copa Libertadores de América, todo un sueño para la sufrida afición cucuteña.
El capital en Cúcuta era reutilizable cuantas veces usted quisiera. Se volvieron a evocar los años gloriosos donde el Bolívar costaba 18 pesos. Los venezolanos agolparon los almacenes. La popularidad del alcalde llegaba al punto en que la gente creía que hasta los logros del equipo eran gracias a Ramiro Suarez.
Si bien la taza de delincuencia disminuyó, los asesinatos no mermaron durante su administración. Sin embargo esto era tapado porque los muertos eran dejados en municipios aledaños, incluso llegaron a dejarlos al otro lado del Río Tachira.
Unicentro y Carrefour son dos megaproyectos que nacieron para recoger la plata de CADIVI. ¿Quién hizo Unicentro? Pedro Gómez Barrero el oscuro constructor conocido en toda Colombia por su inoperancia y oportunismo político. Sin embargo la gente disfruta mucho de estos lugares caracterizados por sus locales completamente abarrotados de artículos de lujo pero despoblados de compradores. Estos dos centros comerciales han servido para lavar millones de dólares en activos. Para el cucuteño promedio estos dos horribles galpones significan el progreso.
El templo del ramirismo en Cúcuta fue el Estadio General Santander. Como un pastor evangélico enlodado en su megalomanía mandó cerrar el estadio de fútbol, ponerle 20 mil sillas más para que este César congestionado de fritanga fuera adorado domingo a domingo por cuarenta mil enfervorizados hinchas que abarrotaban las tribunas del estadio. Los pocos críticos que tuvo el burgomaestre se callaron durante el primer semestre del 2007 después de que el equipo (Al que el aficionado bautizó como el Ramiro’s Team) fuera campeón del rentado colombiano y semifinalista de la Copa Libertadores de América.
De los seis megaproyectos que tenía como reto su administración solo se pudieron realizar los dos puentes elevados, el de San Mateo y el de la entrada al puente de Ureña, quedando a medias como el monumento a la desidia que constituye el puente de La Gazapa, o la tan anhelada pavimentación completa de las vías de la ciudad. Todo fue gastado entre sus amigos, repartió entre ellos los contratos que recogió con la alegría que un niño entrega sus dulces.
La ciudad que encontró la actual alcaldesa Riascos estaba completamente saqueada. Las consecuencias de su nefasta alcaldía las estamos viviendo ahora y las seguiremos viviendo en los próximos años. Su abominable legado a quedado incrustado en el pueblo. Su discurso atrabiliario le hacia apología al analfabetismo, la cultura de la ilegalidad y un odio desmesurado hacia la procreación del pobre.
Ramiro Suarez es el fascismo tropical llevado a su máxima expresión. Además constituye el sueño, el paradigma de lo que debe ser un líder político para un cucuteño. Por fin llegó el muchacho con el látigo dispuesto a castigar a sus bestias.
Lo que sucedió en el predio donde quedaba la fábrica de Cerveza Bavaria es motivo de escándalo en Cúcuta. “El gobierno de Ramiro fue autocrático en una época donde el estado era autócrata en una época, donde los entes de control no funcionaban” dice el sociólogo cucuteño Sixto Quintero, el presidente Uribe donó los predios para hacer un parque temático infantil. Pero la intención de Suarez Corzo quería utilizar como lucro un espacio que había sido donado para la comunidad. A tiempo el concejal Pedro Durán denuncia el delito que iba a cometer.
Ese tipo de administraciones explica un poco el problema que tiene la ciudad para ofrecer un espacio arborizado al ciudadano común y corriente. En la ciudad verde no existe un espacio de este color que no tenga dueño. Expropiaron la sede del Bosque de la UFPS.
A la manera de los autócratas de Etiopía o Somalia Ramiro Suarez usó el hambre como un medio de poder. El hambre y la salud.Se vendieron sillas de ruedas en el SISBEN, se discriminaba a la gente que iba al Erasmo Meóz, se jugó con la cooperación internacional especulando con la comida, con el agua. Todo tenía un precio económico, todo tiene un precio político.
Todos sus logros son motivo de discusión. La disminución de la delincuencia está emparentada con los giros, los Cadivi, tener un hijo, una cédula de más era tener 500 dólares de más. Además Suarez Corzo tuvo la habilidad para saber sacarle provecho a esta situación utilizando el populismo caribeño tipo Chávez.
El bastión que utilizó el alcalde fue el Cúcuta Deportivo. Haberlo sacado campeón significó para la ciudad sentir una alegría completamente ajena a la tradición histórica del equipo. La hazaña no solo se remitió a haber salido campeón del rentado colombiano sino que alcanzó para ganarle al mítico Boca Juniors en semifinales de la copa Libertadores de América, todo un sueño para la sufrida afición cucuteña.
El capital en Cúcuta era reutilizable cuantas veces usted quisiera. Se volvieron a evocar los años gloriosos donde el Bolívar costaba 18 pesos. Los venezolanos agolparon los almacenes. La popularidad del alcalde llegaba al punto en que la gente creía que hasta los logros del equipo eran gracias a Ramiro Suarez.
Si bien la taza de delincuencia disminuyó, los asesinatos no mermaron durante su administración. Sin embargo esto era tapado porque los muertos eran dejados en municipios aledaños, incluso llegaron a dejarlos al otro lado del Río Tachira.
Unicentro y Carrefour son dos megaproyectos que nacieron para recoger la plata de CADIVI. ¿Quién hizo Unicentro? Pedro Gómez Barrero el oscuro constructor conocido en toda Colombia por su inoperancia y oportunismo político. Sin embargo la gente disfruta mucho de estos lugares caracterizados por sus locales completamente abarrotados de artículos de lujo pero despoblados de compradores. Estos dos centros comerciales han servido para lavar millones de dólares en activos. Para el cucuteño promedio estos dos horribles galpones significan el progreso.
El templo del ramirismo en Cúcuta fue el Estadio General Santander. Como un pastor evangélico enlodado en su megalomanía mandó cerrar el estadio de fútbol, ponerle 20 mil sillas más para que este César congestionado de fritanga fuera adorado domingo a domingo por cuarenta mil enfervorizados hinchas que abarrotaban las tribunas del estadio. Los pocos críticos que tuvo el burgomaestre se callaron durante el primer semestre del 2007 después de que el equipo (Al que el aficionado bautizó como el Ramiro’s Team) fuera campeón del rentado colombiano y semifinalista de la Copa Libertadores de América.
De los seis megaproyectos que tenía como reto su administración solo se pudieron realizar los dos puentes elevados, el de San Mateo y el de la entrada al puente de Ureña, quedando a medias como el monumento a la desidia que constituye el puente de La Gazapa, o la tan anhelada pavimentación completa de las vías de la ciudad. Todo fue gastado entre sus amigos, repartió entre ellos los contratos que recogió con la alegría que un niño entrega sus dulces.
La ciudad que encontró la actual alcaldesa Riascos estaba completamente saqueada. Las consecuencias de su nefasta alcaldía las estamos viviendo ahora y las seguiremos viviendo en los próximos años. Su abominable legado a quedado incrustado en el pueblo. Su discurso atrabiliario le hacia apología al analfabetismo, la cultura de la ilegalidad y un odio desmesurado hacia la procreación del pobre.
Ramiro Suarez es el fascismo tropical llevado a su máxima expresión. Además constituye el sueño, el paradigma de lo que debe ser un líder político para un cucuteño. Por fin llegó el muchacho con el látigo dispuesto a castigar a sus bestias.
Lo que sucedió en el predio donde quedaba la fábrica de Cerveza Bavaria es motivo de escándalo en Cúcuta. “El gobierno de Ramiro fue autocrático en una época donde el estado era autócrata en una época, donde los entes de control no funcionaban” dice el sociólogo cucuteño Sixto Quintero, el presidente Uribe donó los predios para hacer un parque temático infantil. Pero la intención de Suarez Corzo quería utilizar como lucro un espacio que había sido donado para la comunidad. A tiempo el concejal Pedro Durán denuncia el delito que iba a cometer.
Ese tipo de administraciones explica un poco el problema que tiene la ciudad para ofrecer un espacio arborizado al ciudadano común y corriente. En la ciudad verde no existe un espacio de este color que no tenga dueño. Expropiaron la sede del Bosque de la UFPS.
A la manera de los autócratas de Etiopía o Somalia Ramiro Suarez usó el hambre como un medio de poder. El hambre y la salud.Se vendieron sillas de ruedas en el SISBEN, se discriminaba a la gente que iba al Erasmo Meóz, se jugó con la cooperación internacional especulando con la comida, con el agua. Todo tenía un precio económico, todo tiene un precio político.
PETER FALK MUERE A LOS 83 AÑOS
Podría ser uno de los actores más subestimados de la historia. Nuestros padres lo recuerdan de gabardina y con una libreta en la mano, siendo incisivo y molesto, con una gracia inusitada que hacía producir constantemente una carcajada en medio de la tensión de la trama. Columbo fue un éxito televisivo inusitado, la razón por la cual Peter Falk aseguraría su futuro monetario pero resultó la ruina de su carrera actoral. La gente ve a este descendiente de rusos y húngaros como si fuera el mismísimo detective, desaliñado y medio torpe. Pocos de los fanáticos de esta serie saben que Falk trabajó con maestros absolutos del cinematógrafo como Wenders, Capra o Robert Wise y que su muerte acaecida el pasado 23 de junio después de que el Anzheimer lo hubiera hecho quedar en ridículo en más de una ocasión, constituye un duro golpe para el cine. Se nos fue un testigo excepcional de la manera de trabajar del gran John Cassavetes.
Peter Falk fue uno de sus actores fetiches. Junto a él construyó dos personajes absolutamente reales y maravillosos. Su Archie de Husbands lleno de monólogos completamente improvisados, de un manejo del lenguaje audaz valiéndose de lo rocoso de su voz le demostró que en el cine podía conseguir los mismos resultados estéticos que buscaba en el teatro. Todo porque se dejó guiar, tomó la mano de Cassavetes y se dejó pintar. Una paleta lleno de colores, allá en la pantalla lo que se veía era un hombre confundido, con un matrimonio que detestaba que quería tomarse un lance con una oriental, tienen fama de complacientes en la cama y está en Londres solo, diez mil millas lejos de casa. El habla, no le importa si le entiende o no, tiene un dolor por dentro y necesita sacarlo, entonces se desahoga. La chica parece asustada, de él solo vemos una mata de pelo cayéndole en la frente y sus palabras atropelladas, de pronto la besa y el explota. Debe ser el recuerdo de su amigo recién muerto, de esa puta lluvia que no para de caer sobre el gris asfalto londinense, pero él como todos los hombres detesta esa indecisión femenina, esas ganas de mostrarse recatada mientras se está sola en el cuarto de un hombre de cuarenta años parcialmente soltero. Archie estalla y la oriental comienza a llorar y el llanto de ella no sosiega su furia, al contrario la enciende más.
La mujer oriental sale a la calle en medio de una torrencial y eterna lluvia. Arrepentido Archie trata detenerla pero ahora es ella la que está furiosa, la que lo empieza a insultar sin saber que coño le dice ya que habla el idioma de Atila. Archie tiene miedo, se siente como una basura, está mojado, insultado y lejos de casa.
Aunque el personaje estaba perfectamente delineado en la cabeza del director norteamericano llevarlo a la realidad hubiese sido imposible sin el trabajo de Falk. Cassavetes gran admirador del trabajo actoral se hizo muy amigo de él. En noches de borracheras ideaban películas que ambos harían. Lamentablemente eran historias muy íntimas, llevadas a cabo casi siempre por la tenacidad y locura del creador de Gloria. Se apoyó en su fama de actor y en la fama de Falk y Gazzara para poder tener algún acceso al circuito normal de distribución pero los resultados económicos fueron casi siempre catastróficos. La casi totalidad de los proyectos se disiparon en la resaca de la borrachera, pero el próximo trabajo, la segunda y última película que haría con Cassavetes sería un clásico absoluto, una obra maestra que todavía hoy, treinta y siete años después no ha tenido el reconocimiento absoluto que se merece.
Nick Longheti es un hombre trabajador que ama a su esposa. Lamentablemente las necesidades lo obligan a cumplir el horario que le exige esa mina de donde extraen carbón. Su mujer es una rubia muy hermosa, una ama de casa abnegada que tiene solo un problema. Está loca. Nick la quiere demasiado pero es un simple obrero, se siente confundido, no es tan listo como ella, no es tan lindo como ella, quiere entenderla para no tener que enviarla a uno de esos manicomios donde termina de joderse a la gente. Pero la situación se le sale de las manos, pobre Nick, con lo que quiere a Mabel, con lo luchador que es y ahora solo se tiene que sentar a ver cómo le ponen una camisa de fuerza y la sacan de la casa. Los hijos se acercan a él, le preguntan a donde se ha ido mamá. Son demasiado pequeños para entender, pero aún así el mas grandecito lo empieza a odiar. Pobre Nick tan solo tiene a su madre pero ella tampoco lo puede ayudar, es una mujer sencilla, casi tan simple como él.
En Una mujer bajo la influencia Gena Rowlands y Peter Falk dan una clase de actuación contenida, nada se desborda así las emociones nos perforen los nervios como pequeños alfileres. Una experiencia que estuvo al borde de obligar a la Rowlands de retirarse de la actuación, porque como le sucedió a Brando en El último tango en París, interpretar le dolía. Fue la película donde mejor le fue a Cassavetes en taquilla, incluso su esposa por el papel de Mabel recibió una nominación al Oscar, demasiado merecimiento de la Academia para una obra tan honesta.
Aunque siempre se buscaron nunca volvieron hacer nada. Después vino la fama desbordada e inesperada que obtuvo con Columbo, la cirrosis de Cassavetes que mermó considerablemente su producción en los últimos diez años de su vida hizo que se fuera al traste cualquier otro tipo de colaboración. Solo Wenders lo intentó sacar del ostracismo convirtiéndolo en un ángel caído en la tierra que para pasar su eternidad se entretiene interpretando a un detective llamado Columbo. Su papel en la fallida Tan lejos tan cerca está años luz de lo que pudimos apreciar en Husbands y en Una mujer bajo la influencia.
A los 83 la muerte a la que siempre esquivó se la ha cruzado en su camino. Deja el legado de sus películas, de su talento. Gracias a él muchas películas destinadas al olvido quedaron con un destello de gracia, de arte puro. Verlo actuar era un placer absoluto. En otras ayudó con su presencia a subirlas al pedestal donde solo descansan los grandes clásicos, las joyas de todos los tiempos. Con su único ojo mirará, con la tranquilidad del deber cumplido, lo que existe después de las puertas de la eternidad.
Peter Falk fue uno de sus actores fetiches. Junto a él construyó dos personajes absolutamente reales y maravillosos. Su Archie de Husbands lleno de monólogos completamente improvisados, de un manejo del lenguaje audaz valiéndose de lo rocoso de su voz le demostró que en el cine podía conseguir los mismos resultados estéticos que buscaba en el teatro. Todo porque se dejó guiar, tomó la mano de Cassavetes y se dejó pintar. Una paleta lleno de colores, allá en la pantalla lo que se veía era un hombre confundido, con un matrimonio que detestaba que quería tomarse un lance con una oriental, tienen fama de complacientes en la cama y está en Londres solo, diez mil millas lejos de casa. El habla, no le importa si le entiende o no, tiene un dolor por dentro y necesita sacarlo, entonces se desahoga. La chica parece asustada, de él solo vemos una mata de pelo cayéndole en la frente y sus palabras atropelladas, de pronto la besa y el explota. Debe ser el recuerdo de su amigo recién muerto, de esa puta lluvia que no para de caer sobre el gris asfalto londinense, pero él como todos los hombres detesta esa indecisión femenina, esas ganas de mostrarse recatada mientras se está sola en el cuarto de un hombre de cuarenta años parcialmente soltero. Archie estalla y la oriental comienza a llorar y el llanto de ella no sosiega su furia, al contrario la enciende más.
La mujer oriental sale a la calle en medio de una torrencial y eterna lluvia. Arrepentido Archie trata detenerla pero ahora es ella la que está furiosa, la que lo empieza a insultar sin saber que coño le dice ya que habla el idioma de Atila. Archie tiene miedo, se siente como una basura, está mojado, insultado y lejos de casa.
Aunque el personaje estaba perfectamente delineado en la cabeza del director norteamericano llevarlo a la realidad hubiese sido imposible sin el trabajo de Falk. Cassavetes gran admirador del trabajo actoral se hizo muy amigo de él. En noches de borracheras ideaban películas que ambos harían. Lamentablemente eran historias muy íntimas, llevadas a cabo casi siempre por la tenacidad y locura del creador de Gloria. Se apoyó en su fama de actor y en la fama de Falk y Gazzara para poder tener algún acceso al circuito normal de distribución pero los resultados económicos fueron casi siempre catastróficos. La casi totalidad de los proyectos se disiparon en la resaca de la borrachera, pero el próximo trabajo, la segunda y última película que haría con Cassavetes sería un clásico absoluto, una obra maestra que todavía hoy, treinta y siete años después no ha tenido el reconocimiento absoluto que se merece.
Nick Longheti es un hombre trabajador que ama a su esposa. Lamentablemente las necesidades lo obligan a cumplir el horario que le exige esa mina de donde extraen carbón. Su mujer es una rubia muy hermosa, una ama de casa abnegada que tiene solo un problema. Está loca. Nick la quiere demasiado pero es un simple obrero, se siente confundido, no es tan listo como ella, no es tan lindo como ella, quiere entenderla para no tener que enviarla a uno de esos manicomios donde termina de joderse a la gente. Pero la situación se le sale de las manos, pobre Nick, con lo que quiere a Mabel, con lo luchador que es y ahora solo se tiene que sentar a ver cómo le ponen una camisa de fuerza y la sacan de la casa. Los hijos se acercan a él, le preguntan a donde se ha ido mamá. Son demasiado pequeños para entender, pero aún así el mas grandecito lo empieza a odiar. Pobre Nick tan solo tiene a su madre pero ella tampoco lo puede ayudar, es una mujer sencilla, casi tan simple como él.
En Una mujer bajo la influencia Gena Rowlands y Peter Falk dan una clase de actuación contenida, nada se desborda así las emociones nos perforen los nervios como pequeños alfileres. Una experiencia que estuvo al borde de obligar a la Rowlands de retirarse de la actuación, porque como le sucedió a Brando en El último tango en París, interpretar le dolía. Fue la película donde mejor le fue a Cassavetes en taquilla, incluso su esposa por el papel de Mabel recibió una nominación al Oscar, demasiado merecimiento de la Academia para una obra tan honesta.
Aunque siempre se buscaron nunca volvieron hacer nada. Después vino la fama desbordada e inesperada que obtuvo con Columbo, la cirrosis de Cassavetes que mermó considerablemente su producción en los últimos diez años de su vida hizo que se fuera al traste cualquier otro tipo de colaboración. Solo Wenders lo intentó sacar del ostracismo convirtiéndolo en un ángel caído en la tierra que para pasar su eternidad se entretiene interpretando a un detective llamado Columbo. Su papel en la fallida Tan lejos tan cerca está años luz de lo que pudimos apreciar en Husbands y en Una mujer bajo la influencia.
A los 83 la muerte a la que siempre esquivó se la ha cruzado en su camino. Deja el legado de sus películas, de su talento. Gracias a él muchas películas destinadas al olvido quedaron con un destello de gracia, de arte puro. Verlo actuar era un placer absoluto. En otras ayudó con su presencia a subirlas al pedestal donde solo descansan los grandes clásicos, las joyas de todos los tiempos. Con su único ojo mirará, con la tranquilidad del deber cumplido, lo que existe después de las puertas de la eternidad.
LA INERCIA
Ahora tengo una necesidad absoluta de decir algo pero no sé como empezar. Tanto silencio me exaspera. Hay tantas cosas por hacer pero nada sucede. Si te ocupas desapareces. Voy al cine, me siento en la butaca y me dejo impactar por el fuego cruzado de los Autobots contra Megatron. Tenían razón los que me dijeron que fuera a verla, la tercera entrega de los Transformers es una buena manera de perder el tiempo. Salir a la calle fumarse el porro de rigor y entrar a cualquier sala oscura donde te pasen delante de tus ojos una estela de imágenes en movimiento. No pasa nada.
Me desilusiono un poco con Hasta el sol de los venados pienso en el artículo que voy a escribir cuando lo termine. Compro libros que había perdido en mi periplo universitario, compro libros usados y DVD piratas. Todo se puede conseguir en unas cuantas cuadras. Ya no es necesario salir del país para encontrar los Perros de paja. Veo películas todo el tiempo y trato de mantenerme al día, a los amigos los recibo en la sala de mi casa nos fumamos veinte mil cigarrillos, ellos hablan y yo me callo. A veces siento que no tengo nada para decir, que es mejor quedarse callado y pensar. Di una serie de charlas la semana pasada, era lo más parecido a una pesadilla, yo parado delante de una multitud que no me miraba, que hablaba entre ellas, que no le importaba nada de lo que yo pudiera decir. Quise bajarme los pantalones y mostrarles el culo en señal de protesta pero me acordé que me auditorio estaba lleno de maricones y que de pronto eso es lo que ellos querían, ver un culito así fuera el mío. Uno va perdiendo la confianza y las ganas de hablar cuando se tiene trabajo. El televisor se vuelve un amigo, el reality de moda, los noticieros.
Voy a una librería y ojeo. En el culo del mundo también se puede conseguir algo de Thomas Bernhard. El malogrado en la portada el gran Glenn Gould, algún día lo leeré, no ahora, ahora no, se acabó el tiempo señores, soy una persona honorable que cada vez tiene menos tiempo, soy la persona que ya no hace lo que le da la gana. Planeo el eterno artículo sobre John Cassavetes, planeo cosas que no le importan a nadie, le hago fuerza a la selección venezolana por las ganas tan horribles de cantar un gol y tener que reprimirlo solo porque Falcao se ha levantado con el pie izquierdo. Es una maldición ser colombiano y a la vez ser hincha del Cúcuta Deportivo, creí que eso era ser coherente pero con el tiempo me vengo dando cuenta de que soy un masoquista estúpido.
Los mismos cretinos de siempre arman una feria del libro para ellos leerse la última estupidez que han escrito. Muchos llegan borrachos a escupir textos mamotétricos, las memorias del culo del mundo. Cada vez que se suben a una tarima piensan que entre el público esta su Cide Hamete Benengeli escribiendo en letras de oro su historia de escritor, la apasionante historia de un bohemio que después de llegar a su mugrienta y vomitada cama se pone a pensar en el relato de un hombre incomprendido en una ciudad caliente y sin sombra. El pobre destino de los Hugolugo Rangel. Estoy mamado de los Hugolugo Rangel en la literatura nortesantandereana si es que existe tal adefesio. Mamado de esos manes de la biblioteca que se creen más listos que los demás solo porque sus mamás los mantienen y pueden leer de cuando en cuando un viejo número de Mecánica Popular y después resultan saliendo poetas y ganan premios y se sienten perseguidos porque “Acá hay mucho paraco” y patatín patatán. No quiero formar colectivos ni grupos de teatro callejeros, no quiero que por ayudar a los pobres me metan un disparo en La divina pastora, no quiero que nadie me mire, ni nadie me toque, quiero estar en mi refugio subterraneo cuando la bomba estalle, cuando Chávez se canse del dolor que le produce el Cáncer carcomiéndole como una piraña el cuerpo y decida hundirse en el mar gelatinoso y ardiente del Napalm.
Ahora tendré que cerrar el círculo y continuar con los informes. Trabajar te seca, te esteriliza, te da dinero para comprar libros que nunca vas a leer y películas que nunca vas a ver solo porque estás muy ocupado, ya no hay tiempo para nada.
Al final del mediodía cuando el sol esté bien arriba estallando su calor, la hondonada de chulos caerá como la niebla sobre el cuerpo putrefacto de un nuevo muerto. No es una masacre es solo el ciclo vital que impera en la zona de frontera. A lo mejor no son muchos, a lo mejor es uno solo que decidió pegarse un tiro en la sien. Acá se acabaron hasta los suicidas
Me desilusiono un poco con Hasta el sol de los venados pienso en el artículo que voy a escribir cuando lo termine. Compro libros que había perdido en mi periplo universitario, compro libros usados y DVD piratas. Todo se puede conseguir en unas cuantas cuadras. Ya no es necesario salir del país para encontrar los Perros de paja. Veo películas todo el tiempo y trato de mantenerme al día, a los amigos los recibo en la sala de mi casa nos fumamos veinte mil cigarrillos, ellos hablan y yo me callo. A veces siento que no tengo nada para decir, que es mejor quedarse callado y pensar. Di una serie de charlas la semana pasada, era lo más parecido a una pesadilla, yo parado delante de una multitud que no me miraba, que hablaba entre ellas, que no le importaba nada de lo que yo pudiera decir. Quise bajarme los pantalones y mostrarles el culo en señal de protesta pero me acordé que me auditorio estaba lleno de maricones y que de pronto eso es lo que ellos querían, ver un culito así fuera el mío. Uno va perdiendo la confianza y las ganas de hablar cuando se tiene trabajo. El televisor se vuelve un amigo, el reality de moda, los noticieros.
Voy a una librería y ojeo. En el culo del mundo también se puede conseguir algo de Thomas Bernhard. El malogrado en la portada el gran Glenn Gould, algún día lo leeré, no ahora, ahora no, se acabó el tiempo señores, soy una persona honorable que cada vez tiene menos tiempo, soy la persona que ya no hace lo que le da la gana. Planeo el eterno artículo sobre John Cassavetes, planeo cosas que no le importan a nadie, le hago fuerza a la selección venezolana por las ganas tan horribles de cantar un gol y tener que reprimirlo solo porque Falcao se ha levantado con el pie izquierdo. Es una maldición ser colombiano y a la vez ser hincha del Cúcuta Deportivo, creí que eso era ser coherente pero con el tiempo me vengo dando cuenta de que soy un masoquista estúpido.
Los mismos cretinos de siempre arman una feria del libro para ellos leerse la última estupidez que han escrito. Muchos llegan borrachos a escupir textos mamotétricos, las memorias del culo del mundo. Cada vez que se suben a una tarima piensan que entre el público esta su Cide Hamete Benengeli escribiendo en letras de oro su historia de escritor, la apasionante historia de un bohemio que después de llegar a su mugrienta y vomitada cama se pone a pensar en el relato de un hombre incomprendido en una ciudad caliente y sin sombra. El pobre destino de los Hugolugo Rangel. Estoy mamado de los Hugolugo Rangel en la literatura nortesantandereana si es que existe tal adefesio. Mamado de esos manes de la biblioteca que se creen más listos que los demás solo porque sus mamás los mantienen y pueden leer de cuando en cuando un viejo número de Mecánica Popular y después resultan saliendo poetas y ganan premios y se sienten perseguidos porque “Acá hay mucho paraco” y patatín patatán. No quiero formar colectivos ni grupos de teatro callejeros, no quiero que por ayudar a los pobres me metan un disparo en La divina pastora, no quiero que nadie me mire, ni nadie me toque, quiero estar en mi refugio subterraneo cuando la bomba estalle, cuando Chávez se canse del dolor que le produce el Cáncer carcomiéndole como una piraña el cuerpo y decida hundirse en el mar gelatinoso y ardiente del Napalm.
Ahora tendré que cerrar el círculo y continuar con los informes. Trabajar te seca, te esteriliza, te da dinero para comprar libros que nunca vas a leer y películas que nunca vas a ver solo porque estás muy ocupado, ya no hay tiempo para nada.
Al final del mediodía cuando el sol esté bien arriba estallando su calor, la hondonada de chulos caerá como la niebla sobre el cuerpo putrefacto de un nuevo muerto. No es una masacre es solo el ciclo vital que impera en la zona de frontera. A lo mejor no son muchos, a lo mejor es uno solo que decidió pegarse un tiro en la sien. Acá se acabaron hasta los suicidas
14 de julio de 2011
EL ORO Y EL CRISTO NEGRO. Crónicas de la memoria
No se necesita recorrer demasiada carretera para encontrar los sitios donde los paramilitares trataron de impartir justicia en Norte de Santander. A unos cuarenta y cinco minutos está el Corregimiento de La Nueva Esperanza. Bajo un sol de justicia catorce mil personas tratan de olvidar lo que sucedió hace más de cinco años cuando lista en mano las Autodefensas buscaban en las casas a los presuntos insurgentes y sin juicio previo recibían un balazo en la nuca, como si fueran perros agonizando.
Antes de llegar al corregimiento hay dos cosas que llaman la atención. Una es la calidad de las tierras, dicen que las Autodefensas se instalaron acá porque difícilmente se encontrarán unas tierras más fértiles que estas. Todo es verde, como si los árboles y el prado fueran inmunes al calor calcinante. Lo otro fueron dos o tres restaurantes que contrastaban obscenamente con la precariedad de las casas que se riegan por la carretera ¿De qué sirven restaurantes tan ostentosos en una zona tan deprimida económicamente? Esos son los grandes misterios que rodean esta zona donde siempre hay un gran capo desesperado por lavar el dinero teñido de sangre que ha ganado.
En el corazón de la Vereda Bellavista, en el Centro Comunal que lleva el nombre de la Vereda y del cual los habitantes parecen sentirse muy orgullosos, nos esperaban cuatro líderes sindicales. El único natural de allí era Walter Alfonso Mina Saa, los otros tres habían llegado de la región del Catatumbo desplazados por la violencia. “Sin esta desgracia que nos sucedió lo más seguro es que nunca me hubiera ocupado de cuidar y velar por los derechos de los otros compañeros”- Dice Eudigio un campesino de mediana edad a quien los paracos le llegaron una noche a su finca “Amenazándome con que tenía que irme de acá si no quería ver a mi mujer y a mis hijos envueltos en un charco de sangre”. Sin nada llegaron una noche a Bellavista, a finales del 2006. Walter los atendió, los ubicó “Hoy en día yo no pienso en lo que pasó… ¿eso para qué? Yo le doy gracias a mi Dios de que he podido continuar con mi vida, yo creo que eso es lo más importante y sobre todo ver a mis hijos crecer”. Eudigio parece un hombre enclenque, tímido, taciturno, hasta que abre la boca y comienza a hablar, entonces se le ven las venas surcando su cuello y sus manos, se le va la fuerza que lo ha llevado a seguir adelante.
A primera vista uno no logra dimensionar que significa el Centro Comunal para esta gente. Resulta que este kiosco todavía en obra negra de tejas de zinc completamente incoherente arquitectónicamente hablando, es el bastión de fuerza con que los líderes comunales cuentan para agrupar a la vereda, para hacerla visible. Lejos de tener una biblioteca o una tarima para representar improvisados sociodramas lo primero que pidió la comunidad fue hacer un altarcito y pedir dos cristos para hacer del Centro Comunal Bellavista una capilla improvisada. En las tres horas que estuvimos con los líderes más de una persona entró, se arrodilló y emitió su plegaria delante del Cristo Negro. Nadie sabe cómo llegó este Cristo gigante al Centro Comunal ni quién lo trajo. Ellos tienen muy claro las fechas en las que fueron desterrados de sus tierras u ocurrieron sus desgracias pero es como si su memoria fuera reservando el espacio para lo más importante que es recordar para siempre el rostro de los hombres y mujeres que aún extrañan.
Se formó una pequeña polémica unos en contra y otros a favor de la existencia de un Cristo Negro. Nosotros les decíamos que esa imagen es muy parecida a la que nos quedó en la conciencia general del Cristo rubio y ojiazul, la cara del actor Robert Powell protagonista de Jesús de Nazareth de Franco Zeffirelli que religiosamente pasan cada Semana Santa por nuestros horripilantes canales televisivos “¿Cómo así que era moreno?” Decía una señora escéptica ante lo que decíamos, incluso llegó a escandalizarse como si lo que dijéramos fuera una herejía. La única forma que tuvieron para aceptar El Cristo negro, fue meterse la mentira de que El señor de los milagros, el verdadero señor de los milagros era africano. Por eso la capilla que funciona dentro del Centro Comunal se llama Capilla del Señor de los Milagros.
Walter es negro y sus creencias religiosas distan mucho de ser católicas. A él el evangelio le ha ayudado a olvidar los malos recuerdos. Su color de piel coincide con el del Señor de los milagros, pero él tampoco puede creer que Jesús haya tenido su color o que fuera palestino. Se reía ante la discusión, para él ese cristo no tiene ninguna importancia, es un fetiche un pedazo de madera a la que la gente va a arrodillarse como si fuera un ídolo “Dios está dentro de mi corazón” Dice este hombre de treinta años que a pesar que el conflicto no lo ha tocado tiene la conciencia social para ayudar a los que más lo necesitan. “Acá llegan los compañeros desplazados y nosotros los ayudamos a reagrupar, a rehacer su vida, les conseguimos una parcelita de arriendo barato para que reinicien lo que fue interrumpido abruptamente por culpa de los violentos.”
Las casas de La Nueva Esperanza son precarias. Los materiales como latas o bambú se contrastan con las pocas casas de ladrillo que están en el centro del casco urbano, centro conocido con el nombre de Camilo Torres donde las 14 mil personas dispersas en las doce veredas del Corregimiento se reúnen para establecer comercio. Todo es demasiado precario y sin duda que da rabia pensar que a pocos kilómetros de allí entre el corregimiento y el Zulia acaban de ser descubiertos dos pozos petroleros, uno de ellos Pozo Cerrito, es considerado el yacimiento petrolero más importante descubierto en el departamento en los últimos años. Las regalías que debería dar el estado por el permiso que da la comunidad para que los balancines penetren la tierra fueron a penas de ocho millones de pesos “Esto nos sirvió para cerrar el Centro Comunal, para terminar de cerrarlo” Dijo Walter, pero sin duda que el espacio dista mucho de ser un lugar cómodo.
Es increíble que tanta riqueza encontrada contraste con las condiciones de vida con la que combaten los habitantes de este corregimiento. Si bien hace cinco años que no se presentan hechos violentos y las Autodefensas parece que han guardado por un tiempo largo sus fusiles, la comunidad sigue pagando el lastre del olvido al que la ha sometido la administración departamental. Hace siete meses que ha sido interrumpido el suministro de agua obligando a sus habitantes a consumir lo que pueden sacar de los “Puntillos” que son pozos subterráneos de agua sin tratar “Muchos de ellos mezclados con orín y mierda que eso es lo que nos tomamos” Dice Walter al explicar que esos pozos se confunden con los sépticos que están dentro de la tierra ya que la vereda no cuenta con servicio de alcantarillado.
A nosotros llegaban ancianos a pedirnos dádivas creyendo que éramos políticos. Ninguno nos pidió que les resolviéramos el problema del agua sino que les diéramos alguito de plata “Para hacerle una reforma a su casa” Los líderes sindicales no solo tienen que luchar contra el olvido y los violentos sino con la inconsciencia e individualismo que prima en casi todos los asentamientos humanos “Lo del agua que se ocupen los concejales, yo quiero que me dan algo para mi” Decía Don Roberto, un anciano de 82 años que venía a pedirle su favor al Señor de los milagros.
Sin agua esta gente no tiene ninguna posibilidad de seguir adelante, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de niños y jóvenes que habitan esta población. Los niños salían todo el tiempo de esas casas que parecen cuevas lúgubres, con sus sonrisas rompían el panorama gris que daba una cancha abandonada llena de maleza, unas calles llenas de polvo y unos perros sarnosos que no paraban de rascarse. Los niños llevaban mamoncillos y jugaban con las gallinas y patos que se esparcen anárquicamente por las destruidas calles de La Nueva Esperanza.
Hasta el momento los yacimientos no amenazan con traer progreso a la región, al contrario, los moradores temen que el oro negro vuelva a hacer sonar las trompetas de los ángeles de la muerte. Históricamente está comprobado todas las desgracias que puede traer la bonanza en este país incoherente. “Nosotros preferimos seguir teniendo las enfermedades digestivas que conlleva consumir día a día agua contaminada, preferimos el olvido al progreso, la última vez que se habló de eso nos mataron a doscientas personas. Que se lleven la plata de los pozos pero que nos dejen en paz”.
Los líderes tienen miedo de pedir, de estirar la mano por miedo a que los perros de las petroleras se las muerdan, prefieren esta calma chicha, esta miseria pasiva a siquiera soñar con unas condiciones de vida favorables, por una vida digna. “Por lo pronto que nos restablezcan el servicio de agua y que nos dejen tranquilos, acá nadie se mete con nadie solo ponemos la mirada en el suelo para que no adivinen lo que pensamos, no vaya a ser que los violentos malinterpreten nuestras miradas”. Nos despedimos de Walter y los otros tres líderes, nos vamos por Brisas, el corregimiento contiguo a Bellavista, la carretera está en perfecto estado, la tierra es exuberante y ya a unos cuantos kilómetros del Cristo Negro vemos la bonanza que le trae a unos pocos el Oro Negro, miles y miles de hectáreas donde pastan cientos de cabezas de ganado, restaurantes lujosos en medio de casas de cartón. La ostentación desmesurada en medio de la miseria más paupérrima y desesperanzadora. Señores de la Guerra: Bienvenidos al Progreso.
Antes de llegar al corregimiento hay dos cosas que llaman la atención. Una es la calidad de las tierras, dicen que las Autodefensas se instalaron acá porque difícilmente se encontrarán unas tierras más fértiles que estas. Todo es verde, como si los árboles y el prado fueran inmunes al calor calcinante. Lo otro fueron dos o tres restaurantes que contrastaban obscenamente con la precariedad de las casas que se riegan por la carretera ¿De qué sirven restaurantes tan ostentosos en una zona tan deprimida económicamente? Esos son los grandes misterios que rodean esta zona donde siempre hay un gran capo desesperado por lavar el dinero teñido de sangre que ha ganado.
En el corazón de la Vereda Bellavista, en el Centro Comunal que lleva el nombre de la Vereda y del cual los habitantes parecen sentirse muy orgullosos, nos esperaban cuatro líderes sindicales. El único natural de allí era Walter Alfonso Mina Saa, los otros tres habían llegado de la región del Catatumbo desplazados por la violencia. “Sin esta desgracia que nos sucedió lo más seguro es que nunca me hubiera ocupado de cuidar y velar por los derechos de los otros compañeros”- Dice Eudigio un campesino de mediana edad a quien los paracos le llegaron una noche a su finca “Amenazándome con que tenía que irme de acá si no quería ver a mi mujer y a mis hijos envueltos en un charco de sangre”. Sin nada llegaron una noche a Bellavista, a finales del 2006. Walter los atendió, los ubicó “Hoy en día yo no pienso en lo que pasó… ¿eso para qué? Yo le doy gracias a mi Dios de que he podido continuar con mi vida, yo creo que eso es lo más importante y sobre todo ver a mis hijos crecer”. Eudigio parece un hombre enclenque, tímido, taciturno, hasta que abre la boca y comienza a hablar, entonces se le ven las venas surcando su cuello y sus manos, se le va la fuerza que lo ha llevado a seguir adelante.
A primera vista uno no logra dimensionar que significa el Centro Comunal para esta gente. Resulta que este kiosco todavía en obra negra de tejas de zinc completamente incoherente arquitectónicamente hablando, es el bastión de fuerza con que los líderes comunales cuentan para agrupar a la vereda, para hacerla visible. Lejos de tener una biblioteca o una tarima para representar improvisados sociodramas lo primero que pidió la comunidad fue hacer un altarcito y pedir dos cristos para hacer del Centro Comunal Bellavista una capilla improvisada. En las tres horas que estuvimos con los líderes más de una persona entró, se arrodilló y emitió su plegaria delante del Cristo Negro. Nadie sabe cómo llegó este Cristo gigante al Centro Comunal ni quién lo trajo. Ellos tienen muy claro las fechas en las que fueron desterrados de sus tierras u ocurrieron sus desgracias pero es como si su memoria fuera reservando el espacio para lo más importante que es recordar para siempre el rostro de los hombres y mujeres que aún extrañan.
Se formó una pequeña polémica unos en contra y otros a favor de la existencia de un Cristo Negro. Nosotros les decíamos que esa imagen es muy parecida a la que nos quedó en la conciencia general del Cristo rubio y ojiazul, la cara del actor Robert Powell protagonista de Jesús de Nazareth de Franco Zeffirelli que religiosamente pasan cada Semana Santa por nuestros horripilantes canales televisivos “¿Cómo así que era moreno?” Decía una señora escéptica ante lo que decíamos, incluso llegó a escandalizarse como si lo que dijéramos fuera una herejía. La única forma que tuvieron para aceptar El Cristo negro, fue meterse la mentira de que El señor de los milagros, el verdadero señor de los milagros era africano. Por eso la capilla que funciona dentro del Centro Comunal se llama Capilla del Señor de los Milagros.
Walter es negro y sus creencias religiosas distan mucho de ser católicas. A él el evangelio le ha ayudado a olvidar los malos recuerdos. Su color de piel coincide con el del Señor de los milagros, pero él tampoco puede creer que Jesús haya tenido su color o que fuera palestino. Se reía ante la discusión, para él ese cristo no tiene ninguna importancia, es un fetiche un pedazo de madera a la que la gente va a arrodillarse como si fuera un ídolo “Dios está dentro de mi corazón” Dice este hombre de treinta años que a pesar que el conflicto no lo ha tocado tiene la conciencia social para ayudar a los que más lo necesitan. “Acá llegan los compañeros desplazados y nosotros los ayudamos a reagrupar, a rehacer su vida, les conseguimos una parcelita de arriendo barato para que reinicien lo que fue interrumpido abruptamente por culpa de los violentos.”
Las casas de La Nueva Esperanza son precarias. Los materiales como latas o bambú se contrastan con las pocas casas de ladrillo que están en el centro del casco urbano, centro conocido con el nombre de Camilo Torres donde las 14 mil personas dispersas en las doce veredas del Corregimiento se reúnen para establecer comercio. Todo es demasiado precario y sin duda que da rabia pensar que a pocos kilómetros de allí entre el corregimiento y el Zulia acaban de ser descubiertos dos pozos petroleros, uno de ellos Pozo Cerrito, es considerado el yacimiento petrolero más importante descubierto en el departamento en los últimos años. Las regalías que debería dar el estado por el permiso que da la comunidad para que los balancines penetren la tierra fueron a penas de ocho millones de pesos “Esto nos sirvió para cerrar el Centro Comunal, para terminar de cerrarlo” Dijo Walter, pero sin duda que el espacio dista mucho de ser un lugar cómodo.
Es increíble que tanta riqueza encontrada contraste con las condiciones de vida con la que combaten los habitantes de este corregimiento. Si bien hace cinco años que no se presentan hechos violentos y las Autodefensas parece que han guardado por un tiempo largo sus fusiles, la comunidad sigue pagando el lastre del olvido al que la ha sometido la administración departamental. Hace siete meses que ha sido interrumpido el suministro de agua obligando a sus habitantes a consumir lo que pueden sacar de los “Puntillos” que son pozos subterráneos de agua sin tratar “Muchos de ellos mezclados con orín y mierda que eso es lo que nos tomamos” Dice Walter al explicar que esos pozos se confunden con los sépticos que están dentro de la tierra ya que la vereda no cuenta con servicio de alcantarillado.
A nosotros llegaban ancianos a pedirnos dádivas creyendo que éramos políticos. Ninguno nos pidió que les resolviéramos el problema del agua sino que les diéramos alguito de plata “Para hacerle una reforma a su casa” Los líderes sindicales no solo tienen que luchar contra el olvido y los violentos sino con la inconsciencia e individualismo que prima en casi todos los asentamientos humanos “Lo del agua que se ocupen los concejales, yo quiero que me dan algo para mi” Decía Don Roberto, un anciano de 82 años que venía a pedirle su favor al Señor de los milagros.
Sin agua esta gente no tiene ninguna posibilidad de seguir adelante, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de niños y jóvenes que habitan esta población. Los niños salían todo el tiempo de esas casas que parecen cuevas lúgubres, con sus sonrisas rompían el panorama gris que daba una cancha abandonada llena de maleza, unas calles llenas de polvo y unos perros sarnosos que no paraban de rascarse. Los niños llevaban mamoncillos y jugaban con las gallinas y patos que se esparcen anárquicamente por las destruidas calles de La Nueva Esperanza.
Hasta el momento los yacimientos no amenazan con traer progreso a la región, al contrario, los moradores temen que el oro negro vuelva a hacer sonar las trompetas de los ángeles de la muerte. Históricamente está comprobado todas las desgracias que puede traer la bonanza en este país incoherente. “Nosotros preferimos seguir teniendo las enfermedades digestivas que conlleva consumir día a día agua contaminada, preferimos el olvido al progreso, la última vez que se habló de eso nos mataron a doscientas personas. Que se lleven la plata de los pozos pero que nos dejen en paz”.
Los líderes tienen miedo de pedir, de estirar la mano por miedo a que los perros de las petroleras se las muerdan, prefieren esta calma chicha, esta miseria pasiva a siquiera soñar con unas condiciones de vida favorables, por una vida digna. “Por lo pronto que nos restablezcan el servicio de agua y que nos dejen tranquilos, acá nadie se mete con nadie solo ponemos la mirada en el suelo para que no adivinen lo que pensamos, no vaya a ser que los violentos malinterpreten nuestras miradas”. Nos despedimos de Walter y los otros tres líderes, nos vamos por Brisas, el corregimiento contiguo a Bellavista, la carretera está en perfecto estado, la tierra es exuberante y ya a unos cuantos kilómetros del Cristo Negro vemos la bonanza que le trae a unos pocos el Oro Negro, miles y miles de hectáreas donde pastan cientos de cabezas de ganado, restaurantes lujosos en medio de casas de cartón. La ostentación desmesurada en medio de la miseria más paupérrima y desesperanzadora. Señores de la Guerra: Bienvenidos al Progreso.
13 de julio de 2011
HUGO CHÁVEZ, LA DESVENTAJA DE SER SOLISTA
Las ganas de hablar lo hicieron rodear de un coro de mudos. Era un hombre inmortal hasta que las células se le amotinaron. A las células no las pudo comprar con dádivas, las células cuando quieren se le voltean a uno y te apuñalan por la espalda o por la ingle. En Caracas nadie sabe que está pasando, otra vez aparece el rumor como única fuente oficial. La famosa radio Bemba.
Dicen que le quedan pocos meses de vida, que llegó de Cuba alarmado por su hermano y sus pocos allegados quienes le advirtieron que dentro de Miraflores se fraguaba más de una conjura. Yo creo que la principal conjura está sucediendo en su cabeza. Desde que subió al poder no ha hecho sino depurar, del grupo de insurgentes que trató de hacerse con el poder en febrero de 1992 solo le queda Diosdado Cabello pero este cada vez se sumerge en las infectas aguas del ostracismo. No hay nada peor para el súbdito de una dictadura que no ser nombrado por el ser amado. En El emperador de Ryszard Kapunscinsky el periodista polaco nos cuenta los últimos años de Hallie Halliese el sempiterno emperador de Etiopía, allí aparece la angustia de sus ministros por no volver a ser nombrado por el sátrapa “Desaparecimos de su boca”, desaparecer de sus palabras es desaparecer del reino. En Vida y Destino de Grossman aparece también la desesperación por serle útil a Stalin, sus colaboradores se desvivían por atenderlo y así poder estar siempre en primera fila hasta que un día sin ninguna razón aparente caías en desgracia y el teléfono nunca volvería a sonar, de un momento a otro la gente en la calle no devolvería los saludos y los amigos súbitamente desaparecerían para siempre. En Quo vadis Petronio cayó en la paranoia de Nerón, paranoia y odia que carcomía también a ese hombre con patas de elefante que vivía su otoño de patriarca solo en un palacio enorme.
El peor cáncer de Chávez está en la desconfianza que ahora lo embarga. Dicen que desconfía hasta de su propia sombra. Cabello, el amigo de siempre está cada vez más alejado del gobierno. Dicen que al comandante supremo le molesta mucho el afecto que sienten sus fuerzas armadas por Diosdado que a estas le preocupan cada vez más el camino al desbarrancadero que está asumiendo esta revolución socialista carente de bases teóricas, una revolución cuyo único ideólogo es Mario Silva el chabacano presentador de La Hojilla.
En Venezuela pudo más el culto a la personalidad que un planteamiento político que una concientización de las masas, lo que pintaba bien, sustentado en un fervor popular, en ministros capacitados y carismáticos como Aristóbulo Istúriz o lideresas de la talla de Lina Ron han desaparecido para siempre como desaparecieron en su momento gente capacitada y confiable como Luis Miquelena han dado un paso al costado o simplemente han sido carcomidos por la implacable maquinaria chavista. Uno escuchaba a un hombre como José Vicente Rangel y sin duda era capaz de irradiar confiabilidad, pero ¿Qué destila el chofer de bus Maduro? Yo no me imagino a este personaje manejando como si fuera una tractomula un país sumido en una profunda crisis institucional, política, un país petrolero que tiene que racionar su energía, un país fragmentado y lleno de odios, los ricos contra los pobres, los pitiyanquis contra el pueblo. El pueblo, maldita palabra, ahora todo es el pueblo, todo lo que tenga la cara mofletuda del comandante es el pueblo, es la verdad. Elias Ragua con sus ojitos chiquitos detrás de las gafas recuerda peligrosamente a personajes nefastos como Balaguer en República Dominicana que con su figura insignificante supo permanecer al lado, en la sombra de Trujillo sin ser visto por sus mas enconados rivales y allí estuvo hasta el final de sus días manejando de mala manera uno de los países más pobres de América. Pero Chávez como dictador ha sido mas ambicioso que Trujillo, el quiere que su revolución muera con su cáncer simple y llanamente porque está convencido que Venezuela no puede continuar sin él.
Tengo amigos chavistas que vienen a tomar a mi casa y a los cuales quiero mucho. Yo les pregunto la razón por la cual Chávez traicionó después del 2002 la revolución que él mismo había creado, de la cual yo creí en su momento. Ellos, como cualquier fanático religioso a falta de razón se aferran a la fe que puede dar la especulación desmedida “Una cosa es lo que dice a los medios y otra la que él piensa en su fuero interno” No se como hacen estos amigos míos para acceder a la cabeza de Chávez, como si hubieran encontrado en su casa una puerta secreta que los llevara directamente al cerebro del Sátrapa. Pero veo que patinan, sus ideas desfilan por pistas de hielo, siguen allí creyendo en el Comandante solo porque aspiran a que el sueño sea una realidad, todavía piensan que no puede ser en vano toda esa basura que han hablado sobre Venezuela.
Ellos levantan las copas y como los mafiosos del Padrino dicen “100 años” Cien años más para la revolución de un hombre, un megalómano que con tal de no soltar el poder pudo pensar en enfrentarse militarmente con un imperio o con su vecino. Un tipo que tuvo su mayor pico de popularidad cuando el vecino, el narcotraficante Álvaro Uribe Vélez, enfermo como él por el poder, lo incitaba a ser varón y a sostener una lucha armada contra su país. Nos imaginamos como hablarían por teléfono ideando las formas para sostenerse cada uno en sus tronos de cartón. Ellos, mis amigos, creen que Chávez es Bolívar que “Es un Dios que vino a ordenar el destino de Venezuela” me divierte tomarme un trago y azuzar la lengua de alguno de estos seudosocialistas contándome sobre la última teoría conspirativa, que al comandante el presidente Lobos de Honduras, agente de la CIA le inoculó el cáncer cuando se encontraron en Cartagena, que detrás de la enfermedad de Hugo está el gobierno Norteamericano y mil maricadas más. Mis amigos creen que la Historia con mayúscula se está escribiendo en Venezuela y no se dan cuenta de que estamos demasiado lejos, somos demasiado pobres para ser el centro del universo.
Hace unos días durante la celebración de la Independencia de Venezuela los tanques desfilaban por Caracas. A los lados improvisadas tarimas albergaban a miles de personas. Las calles eran rojas y el aparataje militar imponente. La escena podía hacer en Pionyang o en la Bucarest de los ochenta y no en el Caribe, como si fuera una Cuba elefantíasica como si la maldita máquina del tiempo nos hubiera llevado a los infructuosos años de la utopía socialista. La revolución se hace con armas en una guerra que nadie quiere tener, el militar en el poder comprando lo último en tecnología, armamento como si fueran juguetes. Para combatir las fuerzas que se ciernen contra Chávez el comandante no necesita un Sukoi sino un siquiatra, alguien especializado en extirpar los leprosos que se la agolpan en la cabeza.
Ahora le quiere hacer creer a su pueblo dócil que Adán Chávez es el futuro de la Revolución Bolivariana. El poco carismático hermano del sátrapa quien como Raúl Castro influenció a su hermano menor en su pensamiento marxista ahora se perfila como el segundo hombre del régimen. Chávez ha alegado que su círculo se ha cerrado porque existen chavistas que se han enriquecido con la revolución, Adán no, Adán como él se ha mantenido impoluto, pobre como el comandante. El hermano mayor es odiado en su natal Barinas por los excesos que han caracterizado su mandato, los desmanes que hacen sus hijos las camionetas último modelo que no cesa de estrenar. Adán Chávez desprovisto de cualquier tipo de gracia, virtud o don duraría medio día en Miraflores, negociaría su salida a Miami y descansaría en las hermosas playas de La Florida tratando de olvidar los horribles años en que tuvo que vivir de cerca como se manejan los hilos de un país petrolero.
Todo país petrolero parece tener una maldición. Como si la democracia no pudiera permearse en él. Tiene que ser dirigido por un capataz. Ha pasado en todos y Venezuela que si bien tuvo dos dictaduras moderadas que llevaron progreso al país como fueron las de José Vicente Gómez y sobre todo la de Marcos Pérez Jimenez había vivido en la dictadura infame que impusieron en forma de democracia adecos y copeyanos. Ellos fueron los culpables directos de que se pusiera en el poder un ego, una megalomanía como la que ha impuesto Hugo Chávez en Venezuela. Él como Fidel no pudo entender que el líder solo debe estar allí, arriba unas cuantas semanas, que se tenía que depurar la democracia para que cada cuatro años a la manera de Trosky existiera una revolución permanente en forma de sufragio que el pueblo mismo fuera el que eligiera. Esa oportunidad única por la cual muchos nos entusiasmamos se ha extinguido para siempre. El cáncer no solo le arrancará la vida a Chávez sino que acabará la revolución esta falsa revolución porque mis amigos chavistas han olvidado que la revolución no la hace ni le pertenece a un solo hombre.
Dicen que le quedan pocos meses de vida, que llegó de Cuba alarmado por su hermano y sus pocos allegados quienes le advirtieron que dentro de Miraflores se fraguaba más de una conjura. Yo creo que la principal conjura está sucediendo en su cabeza. Desde que subió al poder no ha hecho sino depurar, del grupo de insurgentes que trató de hacerse con el poder en febrero de 1992 solo le queda Diosdado Cabello pero este cada vez se sumerge en las infectas aguas del ostracismo. No hay nada peor para el súbdito de una dictadura que no ser nombrado por el ser amado. En El emperador de Ryszard Kapunscinsky el periodista polaco nos cuenta los últimos años de Hallie Halliese el sempiterno emperador de Etiopía, allí aparece la angustia de sus ministros por no volver a ser nombrado por el sátrapa “Desaparecimos de su boca”, desaparecer de sus palabras es desaparecer del reino. En Vida y Destino de Grossman aparece también la desesperación por serle útil a Stalin, sus colaboradores se desvivían por atenderlo y así poder estar siempre en primera fila hasta que un día sin ninguna razón aparente caías en desgracia y el teléfono nunca volvería a sonar, de un momento a otro la gente en la calle no devolvería los saludos y los amigos súbitamente desaparecerían para siempre. En Quo vadis Petronio cayó en la paranoia de Nerón, paranoia y odia que carcomía también a ese hombre con patas de elefante que vivía su otoño de patriarca solo en un palacio enorme.
El peor cáncer de Chávez está en la desconfianza que ahora lo embarga. Dicen que desconfía hasta de su propia sombra. Cabello, el amigo de siempre está cada vez más alejado del gobierno. Dicen que al comandante supremo le molesta mucho el afecto que sienten sus fuerzas armadas por Diosdado que a estas le preocupan cada vez más el camino al desbarrancadero que está asumiendo esta revolución socialista carente de bases teóricas, una revolución cuyo único ideólogo es Mario Silva el chabacano presentador de La Hojilla.
En Venezuela pudo más el culto a la personalidad que un planteamiento político que una concientización de las masas, lo que pintaba bien, sustentado en un fervor popular, en ministros capacitados y carismáticos como Aristóbulo Istúriz o lideresas de la talla de Lina Ron han desaparecido para siempre como desaparecieron en su momento gente capacitada y confiable como Luis Miquelena han dado un paso al costado o simplemente han sido carcomidos por la implacable maquinaria chavista. Uno escuchaba a un hombre como José Vicente Rangel y sin duda era capaz de irradiar confiabilidad, pero ¿Qué destila el chofer de bus Maduro? Yo no me imagino a este personaje manejando como si fuera una tractomula un país sumido en una profunda crisis institucional, política, un país petrolero que tiene que racionar su energía, un país fragmentado y lleno de odios, los ricos contra los pobres, los pitiyanquis contra el pueblo. El pueblo, maldita palabra, ahora todo es el pueblo, todo lo que tenga la cara mofletuda del comandante es el pueblo, es la verdad. Elias Ragua con sus ojitos chiquitos detrás de las gafas recuerda peligrosamente a personajes nefastos como Balaguer en República Dominicana que con su figura insignificante supo permanecer al lado, en la sombra de Trujillo sin ser visto por sus mas enconados rivales y allí estuvo hasta el final de sus días manejando de mala manera uno de los países más pobres de América. Pero Chávez como dictador ha sido mas ambicioso que Trujillo, el quiere que su revolución muera con su cáncer simple y llanamente porque está convencido que Venezuela no puede continuar sin él.
Tengo amigos chavistas que vienen a tomar a mi casa y a los cuales quiero mucho. Yo les pregunto la razón por la cual Chávez traicionó después del 2002 la revolución que él mismo había creado, de la cual yo creí en su momento. Ellos, como cualquier fanático religioso a falta de razón se aferran a la fe que puede dar la especulación desmedida “Una cosa es lo que dice a los medios y otra la que él piensa en su fuero interno” No se como hacen estos amigos míos para acceder a la cabeza de Chávez, como si hubieran encontrado en su casa una puerta secreta que los llevara directamente al cerebro del Sátrapa. Pero veo que patinan, sus ideas desfilan por pistas de hielo, siguen allí creyendo en el Comandante solo porque aspiran a que el sueño sea una realidad, todavía piensan que no puede ser en vano toda esa basura que han hablado sobre Venezuela.
Ellos levantan las copas y como los mafiosos del Padrino dicen “100 años” Cien años más para la revolución de un hombre, un megalómano que con tal de no soltar el poder pudo pensar en enfrentarse militarmente con un imperio o con su vecino. Un tipo que tuvo su mayor pico de popularidad cuando el vecino, el narcotraficante Álvaro Uribe Vélez, enfermo como él por el poder, lo incitaba a ser varón y a sostener una lucha armada contra su país. Nos imaginamos como hablarían por teléfono ideando las formas para sostenerse cada uno en sus tronos de cartón. Ellos, mis amigos, creen que Chávez es Bolívar que “Es un Dios que vino a ordenar el destino de Venezuela” me divierte tomarme un trago y azuzar la lengua de alguno de estos seudosocialistas contándome sobre la última teoría conspirativa, que al comandante el presidente Lobos de Honduras, agente de la CIA le inoculó el cáncer cuando se encontraron en Cartagena, que detrás de la enfermedad de Hugo está el gobierno Norteamericano y mil maricadas más. Mis amigos creen que la Historia con mayúscula se está escribiendo en Venezuela y no se dan cuenta de que estamos demasiado lejos, somos demasiado pobres para ser el centro del universo.
Hace unos días durante la celebración de la Independencia de Venezuela los tanques desfilaban por Caracas. A los lados improvisadas tarimas albergaban a miles de personas. Las calles eran rojas y el aparataje militar imponente. La escena podía hacer en Pionyang o en la Bucarest de los ochenta y no en el Caribe, como si fuera una Cuba elefantíasica como si la maldita máquina del tiempo nos hubiera llevado a los infructuosos años de la utopía socialista. La revolución se hace con armas en una guerra que nadie quiere tener, el militar en el poder comprando lo último en tecnología, armamento como si fueran juguetes. Para combatir las fuerzas que se ciernen contra Chávez el comandante no necesita un Sukoi sino un siquiatra, alguien especializado en extirpar los leprosos que se la agolpan en la cabeza.
Ahora le quiere hacer creer a su pueblo dócil que Adán Chávez es el futuro de la Revolución Bolivariana. El poco carismático hermano del sátrapa quien como Raúl Castro influenció a su hermano menor en su pensamiento marxista ahora se perfila como el segundo hombre del régimen. Chávez ha alegado que su círculo se ha cerrado porque existen chavistas que se han enriquecido con la revolución, Adán no, Adán como él se ha mantenido impoluto, pobre como el comandante. El hermano mayor es odiado en su natal Barinas por los excesos que han caracterizado su mandato, los desmanes que hacen sus hijos las camionetas último modelo que no cesa de estrenar. Adán Chávez desprovisto de cualquier tipo de gracia, virtud o don duraría medio día en Miraflores, negociaría su salida a Miami y descansaría en las hermosas playas de La Florida tratando de olvidar los horribles años en que tuvo que vivir de cerca como se manejan los hilos de un país petrolero.
Todo país petrolero parece tener una maldición. Como si la democracia no pudiera permearse en él. Tiene que ser dirigido por un capataz. Ha pasado en todos y Venezuela que si bien tuvo dos dictaduras moderadas que llevaron progreso al país como fueron las de José Vicente Gómez y sobre todo la de Marcos Pérez Jimenez había vivido en la dictadura infame que impusieron en forma de democracia adecos y copeyanos. Ellos fueron los culpables directos de que se pusiera en el poder un ego, una megalomanía como la que ha impuesto Hugo Chávez en Venezuela. Él como Fidel no pudo entender que el líder solo debe estar allí, arriba unas cuantas semanas, que se tenía que depurar la democracia para que cada cuatro años a la manera de Trosky existiera una revolución permanente en forma de sufragio que el pueblo mismo fuera el que eligiera. Esa oportunidad única por la cual muchos nos entusiasmamos se ha extinguido para siempre. El cáncer no solo le arrancará la vida a Chávez sino que acabará la revolución esta falsa revolución porque mis amigos chavistas han olvidado que la revolución no la hace ni le pertenece a un solo hombre.
11 de julio de 2011
BALANCE DE LA PRIMERA RUEDA DE COLOMBIA EN LA COPA AMERICA
Desde las páginas de El Ateneista hemos adoptado una actitud crítica ante los planteamientos tácticos, las decisiones y declaraciones que constantemente asume el señor Hernán Darío Gómez en los diferentes periodos en que ha sido entrenador o formado parte del cuerpo técnico de la Selección Colombia. A pesar de los excelentes partidos que jugó en Colombia en febrero y marzo contra España y Ecuador, creímos, después de verlo ante Chile que este sería un proceso destinado al fracaso.
Sin embargo hemos visto con asombro como la selección está jugando como equipo. Es decir existe una coherencia en cada una de las líneas de juego traducidas en un gran volumen de ataque, en rápida recuperación de pelota y sobre todo en las pocas opciones que los equipos rivales nos han generado en estos tres partidos de primera ronda.
No es precipitado decir que junto con Chile, Colombia ha demostrado tener mejor juego en conjunto y que esto no ha sido óbice para que destaquen las individuales que tiene el equipo. El nivel que han tenido Armero y Zuñiga ha sido superlativo hasta el punto que podemos decir que en Suramérica ningún equipo, incluido Brasil, tiene los laterales que en este momento cuenta la selección. Jugadores de llegada constante de excelso dominio y que fuera de todo aprendieron en Italia a defender bien. En 1998 criticamos la exclusión del único lateral que en ese entonces contaba el equipo de Bolillo que era Diego León Osorio, no haberlo llevado al mundial nos privó de ver a un jugador de técnica excelsa, depurada, un jugador exuberante. Hoy la vida le ha dado una nueva oportunidad a Gómez, si alguna vez prefirió a Santa hoy para él son indiscutibles estos dos jugadores hábiles, escurridizos, letales para desbordar y desarmar cualquier defensa. Perea y Yepez han demostrado solidez. Son una chaqueta antibalas, los responsables de que a la selección le disparen tan poco al arco. Lo de Yepez no es ninguna sorpresa, en esta última etapa de Hernán Gómez ha sido el pilar sobre el que sostiene el equipo. Amaranto, siempre criticado, siempre puesto en duda sobre si es solo un jugador de equipo ha tenido en estos tres partidos de fase de grupos su nivel mas alto desde que es convocado a la selección.
No es sorpresa que el Olimpiakos se haya puesto como tarea contratar a como de lugar al volante Carlos Sánchez. Según France Football es el mejor volante de marca de la liga francesa. Su marcaje a Messi ha sido comparado por periodistas gauchas como el mejor desde que esa tarde de 1982 Gentile anulara al joven Maradona. Aguilar contra Bolivia fue figura y Guarín ha sido muy regular, sin llegar a tener el nivel demostrado en la temporada con su equipo el Porto de Portugal ha sido fundamental para conseguir los siete puntos que pusieron a Colombia como líder indiscutido de su grupo.
Ayer Falcao destapó su poder ofensivo y Hugo Rodallega va a ser importantísimo porque en los minutos que ha jugado se ha mostrado lúcido y sobre todo con potencia. Los altos niveles individuales no han afectado el rendimiento del grupo lo que demuestra el nivel de solidaridad que tiene este equipo y remarco lo de la solidaridad porque este ha sido uno de los puntos flacos no solo de las selecciones de fútbol sino de este país desunido y fragmentado.
La selección y Bolillo se han repuesto a todo, incluso a nuestro propio escepticismo a los que creíamos que el equipo nunca llegaría a conformarse como tal que con la táctica murciélago de los once hombres debajo del travesaño no volveríamos a tener el juego vistoso que alguna vez tuvimos en los noventa. La verticalidad y el vértigo que a veces logra tener Colombia da para esperanzarse no en obtener la Copa América pero si en aspirar a la Calificación directa al mundial. Hay que aprovechar como sea esta magnífica generación de futbolistas que comenzó a dar frutos en el Mundial sub 20 del 2003 en Emiratos Arabes Unidos, donde salieron Anchico, Edixon Perea, Magnelly Torres y Abel Aguilar, una proceso que se consolidaría con Lara en el suramericano del 2005 y que hoy seis años después comienza a tener los primeros frutos.
Sin embargo hemos visto con asombro como la selección está jugando como equipo. Es decir existe una coherencia en cada una de las líneas de juego traducidas en un gran volumen de ataque, en rápida recuperación de pelota y sobre todo en las pocas opciones que los equipos rivales nos han generado en estos tres partidos de primera ronda.
No es precipitado decir que junto con Chile, Colombia ha demostrado tener mejor juego en conjunto y que esto no ha sido óbice para que destaquen las individuales que tiene el equipo. El nivel que han tenido Armero y Zuñiga ha sido superlativo hasta el punto que podemos decir que en Suramérica ningún equipo, incluido Brasil, tiene los laterales que en este momento cuenta la selección. Jugadores de llegada constante de excelso dominio y que fuera de todo aprendieron en Italia a defender bien. En 1998 criticamos la exclusión del único lateral que en ese entonces contaba el equipo de Bolillo que era Diego León Osorio, no haberlo llevado al mundial nos privó de ver a un jugador de técnica excelsa, depurada, un jugador exuberante. Hoy la vida le ha dado una nueva oportunidad a Gómez, si alguna vez prefirió a Santa hoy para él son indiscutibles estos dos jugadores hábiles, escurridizos, letales para desbordar y desarmar cualquier defensa. Perea y Yepez han demostrado solidez. Son una chaqueta antibalas, los responsables de que a la selección le disparen tan poco al arco. Lo de Yepez no es ninguna sorpresa, en esta última etapa de Hernán Gómez ha sido el pilar sobre el que sostiene el equipo. Amaranto, siempre criticado, siempre puesto en duda sobre si es solo un jugador de equipo ha tenido en estos tres partidos de fase de grupos su nivel mas alto desde que es convocado a la selección.
No es sorpresa que el Olimpiakos se haya puesto como tarea contratar a como de lugar al volante Carlos Sánchez. Según France Football es el mejor volante de marca de la liga francesa. Su marcaje a Messi ha sido comparado por periodistas gauchas como el mejor desde que esa tarde de 1982 Gentile anulara al joven Maradona. Aguilar contra Bolivia fue figura y Guarín ha sido muy regular, sin llegar a tener el nivel demostrado en la temporada con su equipo el Porto de Portugal ha sido fundamental para conseguir los siete puntos que pusieron a Colombia como líder indiscutido de su grupo.
Ayer Falcao destapó su poder ofensivo y Hugo Rodallega va a ser importantísimo porque en los minutos que ha jugado se ha mostrado lúcido y sobre todo con potencia. Los altos niveles individuales no han afectado el rendimiento del grupo lo que demuestra el nivel de solidaridad que tiene este equipo y remarco lo de la solidaridad porque este ha sido uno de los puntos flacos no solo de las selecciones de fútbol sino de este país desunido y fragmentado.
La selección y Bolillo se han repuesto a todo, incluso a nuestro propio escepticismo a los que creíamos que el equipo nunca llegaría a conformarse como tal que con la táctica murciélago de los once hombres debajo del travesaño no volveríamos a tener el juego vistoso que alguna vez tuvimos en los noventa. La verticalidad y el vértigo que a veces logra tener Colombia da para esperanzarse no en obtener la Copa América pero si en aspirar a la Calificación directa al mundial. Hay que aprovechar como sea esta magnífica generación de futbolistas que comenzó a dar frutos en el Mundial sub 20 del 2003 en Emiratos Arabes Unidos, donde salieron Anchico, Edixon Perea, Magnelly Torres y Abel Aguilar, una proceso que se consolidaría con Lara en el suramericano del 2005 y que hoy seis años después comienza a tener los primeros frutos.
100 PELICULAS. 1. TORO SALVAJE De: Martin Scorsese. El nacimiento de una pasión.
Después del rotundo fracaso sufrido con NewYork, New York, el joven cineasta Martin Scorsese no solo creyó que nunca más volvería a hacer una película sino que su vida se le acababa. De naturaleza enfermiza por culpa del asma que le dejó la espalda ancha y el cuello corto decidió aliviar sus penas a grandes dosis de noche, rumba y cocaína. Sus endebles pulmones no supieron resistir la embestida de la cura que usaba para la depresión y una mañana ya no pudo levantarse más, lo llevaron de urgencia a la clínica y le detectaron pulmonía.
Era 1978 y George Lucas le propinaba con su Guerra de las galaxias el tiro de gracia a la intentona golpista que habían perpetrado los jóvenes directores norteamericanos de la década del setenta. Los productores felices al ver los resultados en taquilla y crítica que arrojaban sendas obras como las dos películas del Padrino, La última película de Peter Bogdanovitch, El francotirador de Michael Cimino, Contacto en Francia de William Friedkim o Mi vida es mi vida de Bob Rafelson. Lo que había empezado como un cine marginal de autor con Easy Rider se le elevaba a un compromiso estético perfectamente asumido por productores como Robert Evans quien se creía un mecenas del renacimiento dispuesto a ayudar financieramente a los jóvenes genios que elevaban un infecto lugar como Hollywood a la categoría de reducto inagotable de artistas.
Pero la sucesión de fracasos multimillonarios tipo La puerta al cielo de Cimino o la misma New York New York, conjunto a la megalomanía que atrapó a Coppola durante el rodaje de la desbordada Apocalypsis Now y el éxito de pastiches fasistoides como la ya mencionada Guerra de las galaxias marcaron el miserable derrotero que la industria seguiría durante la frívola y miserable década del ochenta. Scorsese en su lecho de enfermo sabía que habían desperdiciado una magnifica oportunidad no solo de convertir el cine norteamericano en un arte maravilloso sino de volverse millonario.
Su amigo y alter-ego en la pantalla, Robert De Niro, estuvo muy pendiente de que al italo-americano hiperkinetico no le faltara nada en el hospital, periódicamente lo visitaba y una vez llevó bajo el brazo un libro roñoso sobre un campeón de los medianos poco carismático. Un hombre brutal que a punta de corazón había logrado derrotar al técnico Sugar Ray pero que sus continuos problemas personales y de peso lo llevaron a retirarse relativamente joven. La historia de Jake La Motta podría parecer cualquiera de las vidas que puede llevar un pugilista. De Niro creía que de allí se podía sacar una buena película. La autobiografía de La Motta podía ser el regreso glorioso de Scorsese al cine. Pero resulta que a Martin el boxeo le parecía un mundo brutal, incomprensible y lejano para él. De Niro tuvo que armarse de paciencia e irlo convenciendo mientras sus bronquios se iban dilatando, cuando se levantó de mala gana aceptó, los amigos lo rodearon, Irwin Winkler su productor y amigo financió el proyecto.
A medida que iban pasando los días de rodaje Scorsese fue encariñándose con la historia y sobre todo identificándose con el personaje. “Antes era ciego ahora puedo ver” Reza una cita del antiguo testamento con la que termina el film, esta cita bien podría aplicarse para el realizador norteamericano. Los demonios que aquejaban al pugilista eran casi los mismos que atacaban al creador de Taxi Driver las ansias autodestructivas que caracterizan al asmático, el llevarlo todo a su fin sin importar las consecuencias, sin importar que te vayas por el desbarrancadero de la vida. Antes de cada pelea La Motta no solo pensaba en como derribar al rival sino en como vencer su gula imperecedera. De una velada a la otra el italoamericano podía ganar veinte kilos. El cuerpo no tenía tiempo para asimilar tanta comida. A pesar de que golpee a la mujer de que efectivamente no tenga cerebro, de que tenga que arreglar una pelea con la mafia del barrio, los chicos malos que vuelven a aparecer que siempre están en la esquina nosotros nos compadecemos del personaje porque resulta que ese miserable boxeador somos todos nosotros.
Scorsese es un católico atormentado, al menos lo era todavía a principios de 1980. Ese mundo inculcado por su familia lo supo llevar en cada una de sus películas. De Travis Bickle a Jesús de Nazareth pasando por Henry King, sus personajes son seres que tienen ideales que quieren ser mejores de lo que son pero que no pueden elevarse al sitial que ellos creen merecer porque tan solo son humanos, demasiado humanos.
En el inicio vemos a un hombre saltando en el ring, la imagen se ve en zepia mientras al fondo unos flashes destruyen la concentración. Suena Cavalería Rusticana un inicio que no se parece a ningún otro simplemente porque es una película original que no se parece a ninguna otra. En la primera escena vemos a un Robert de Niro irreconocible, completamente obeso preparándose para dar un show de chistes, el Stand Comedy del momento, hay un flashback y lo vemos otra vez sobre el ring recibiendo una andanada de golpes. Las escenas de pelea tan solo cubren 12 minutos de los 130 que dura la película y sin embargo son tan brutales que nos queda la sensación de que todo el tiempo se están pegando. A diferencia de la aséptica Rocky Scorsese mete la cámara en el ring y ya no son dos sino tres los combatientes que pisan la lona.
Cada golpe retumba en nuestro cerebro por culpa de Dolby Sistem, desde Ciudadano Kane no asistíamos a una revolución sonora parecida a esta. Cuando Sugar Ray está a punto de darle el golpe de gracia a un Jake La Motta completamente arrinconado en las cuerdas podemos escuchar el silencio, son unos escasos segundos pero sentimos el silencio que antecede cada tormenta, cada golpe. Nunca antes habíamos entendido lo difícil que es boxear hasta que vemos esta película.
Asistido desde el guión por Paul Schrader un atormentado cineasta perteneciente a una familia de calvinistas fanáticos que le impidieron ver cualquier tipo de películas antes de cumplir 18 años pero que poseído por la fiebre del cine se sentó a ver en unos pocos años todas las películas que necesitaba ver. Shrader es autor también del guión de Taxi Driver y posteriormente el de La última tentación de Cristo él supo aterrizar las ideas religiosas de Scorsese, gracias a él sus personajes terminaron convirtiéndose en esos habitantes del infierno que viven y se torturan con sus propias dudas y pecados.
El propio Scorsese y Mardik Martin ayudaron a construir diálogos y personajes del guión. Esa escena casi al final cuando La Motta cae preso por dejar entrar a su establecimiento nocturno a una menor de edad y el boxeador retirado, obeso, vencido, descarga toda la furia que puede sentir hacia el mismo pegando con sus puños la pared de la celda resume el arrepentimiento y dolor que puede sentir este personaje que en manos de otro director podíamos encontrar despreciable pero que acá lo encontramos digno de respeto y que merece por supuesto toda nuestra piedad porque La Motta es nosotros mismos.
Pero sobre todo Toro Salvaje es la película de un actor, Robert De Niro, un tipo obsesivo por su arte, el hombre que aprendió a hablar italiano con dialecto siciliano para interpretar al joven Vito Corleone de El padrino 2, el camaleón que se convirtió en un excelente saxofonista para interpretar a su personaje de New York, New York. Acá se entrenó con el preparador físico de Alí y según Angelo Dundee De Niro quien antes de este proyecto jamás había boxeado llegó a estar entre los diez mejores pesos Walter del mundo. Después pararon la filmación dos meses para que el actor viajara a Italia y se atragantara siete veces al día con copiosas dosis de pastas. Logró engordar en ese corto tiempo 30 kilos más. Fue el primer actor en hacer ese tipo de locuras. Pero esto de lo del peso y del entrenamiento sería a penas una anécdota cualquiera sino estuviera acompañado de una intensidad, de una economía gestual absoluta. De Niro demuestra acá no solo sus dotes actorales sino camaleónico. Zelig existe y controla cada uno de sus movimientos.
La película por supuesto no representó para Scorsese la redención que esperaba. En su momento fue un fracaso de taquilla y eso que los críticos repararon en ella, la academia incluso la nominó a ocho oscares de los cuales solo ganó dos: al mejor montaje y por supuesto al mejor actor. Si se hubiese hecho cinco años antes hubiera sido el suceso de taquilla de la década pero era 1980 y los tiempos habían cambiado dramáticamente en un par de años. Toro Salvaje fue el filme que cerró la época más gloriosa para los autores norteamericanos y significó para Scorsese sobrevivir hasta el punto de que hoy 30 años después de haberla estrenado es el único de esa generación maravillosa que se mantiene activo y realizando constantemente películas maravillosas. No se cuantas veces habré visto esta joya absoluta, esta obra maestra, la seguiré viendo porque cada vez que la veo vuelvo a sentir la emoción, la sorpresa que sentí al verla por primera vez.
Tengo cien, doscientos películas que bien podrían ocupar este primer lugar pero no puedo olvidar que le debo a Toro Salvaje la necesidad imperiosa que tengo de escribir sobre las películas que amo, que odio, que me apasiona. Toro Salvaje me convirtió en un escritor de cine.
Era 1978 y George Lucas le propinaba con su Guerra de las galaxias el tiro de gracia a la intentona golpista que habían perpetrado los jóvenes directores norteamericanos de la década del setenta. Los productores felices al ver los resultados en taquilla y crítica que arrojaban sendas obras como las dos películas del Padrino, La última película de Peter Bogdanovitch, El francotirador de Michael Cimino, Contacto en Francia de William Friedkim o Mi vida es mi vida de Bob Rafelson. Lo que había empezado como un cine marginal de autor con Easy Rider se le elevaba a un compromiso estético perfectamente asumido por productores como Robert Evans quien se creía un mecenas del renacimiento dispuesto a ayudar financieramente a los jóvenes genios que elevaban un infecto lugar como Hollywood a la categoría de reducto inagotable de artistas.
Pero la sucesión de fracasos multimillonarios tipo La puerta al cielo de Cimino o la misma New York New York, conjunto a la megalomanía que atrapó a Coppola durante el rodaje de la desbordada Apocalypsis Now y el éxito de pastiches fasistoides como la ya mencionada Guerra de las galaxias marcaron el miserable derrotero que la industria seguiría durante la frívola y miserable década del ochenta. Scorsese en su lecho de enfermo sabía que habían desperdiciado una magnifica oportunidad no solo de convertir el cine norteamericano en un arte maravilloso sino de volverse millonario.
Su amigo y alter-ego en la pantalla, Robert De Niro, estuvo muy pendiente de que al italo-americano hiperkinetico no le faltara nada en el hospital, periódicamente lo visitaba y una vez llevó bajo el brazo un libro roñoso sobre un campeón de los medianos poco carismático. Un hombre brutal que a punta de corazón había logrado derrotar al técnico Sugar Ray pero que sus continuos problemas personales y de peso lo llevaron a retirarse relativamente joven. La historia de Jake La Motta podría parecer cualquiera de las vidas que puede llevar un pugilista. De Niro creía que de allí se podía sacar una buena película. La autobiografía de La Motta podía ser el regreso glorioso de Scorsese al cine. Pero resulta que a Martin el boxeo le parecía un mundo brutal, incomprensible y lejano para él. De Niro tuvo que armarse de paciencia e irlo convenciendo mientras sus bronquios se iban dilatando, cuando se levantó de mala gana aceptó, los amigos lo rodearon, Irwin Winkler su productor y amigo financió el proyecto.
A medida que iban pasando los días de rodaje Scorsese fue encariñándose con la historia y sobre todo identificándose con el personaje. “Antes era ciego ahora puedo ver” Reza una cita del antiguo testamento con la que termina el film, esta cita bien podría aplicarse para el realizador norteamericano. Los demonios que aquejaban al pugilista eran casi los mismos que atacaban al creador de Taxi Driver las ansias autodestructivas que caracterizan al asmático, el llevarlo todo a su fin sin importar las consecuencias, sin importar que te vayas por el desbarrancadero de la vida. Antes de cada pelea La Motta no solo pensaba en como derribar al rival sino en como vencer su gula imperecedera. De una velada a la otra el italoamericano podía ganar veinte kilos. El cuerpo no tenía tiempo para asimilar tanta comida. A pesar de que golpee a la mujer de que efectivamente no tenga cerebro, de que tenga que arreglar una pelea con la mafia del barrio, los chicos malos que vuelven a aparecer que siempre están en la esquina nosotros nos compadecemos del personaje porque resulta que ese miserable boxeador somos todos nosotros.
Scorsese es un católico atormentado, al menos lo era todavía a principios de 1980. Ese mundo inculcado por su familia lo supo llevar en cada una de sus películas. De Travis Bickle a Jesús de Nazareth pasando por Henry King, sus personajes son seres que tienen ideales que quieren ser mejores de lo que son pero que no pueden elevarse al sitial que ellos creen merecer porque tan solo son humanos, demasiado humanos.
En el inicio vemos a un hombre saltando en el ring, la imagen se ve en zepia mientras al fondo unos flashes destruyen la concentración. Suena Cavalería Rusticana un inicio que no se parece a ningún otro simplemente porque es una película original que no se parece a ninguna otra. En la primera escena vemos a un Robert de Niro irreconocible, completamente obeso preparándose para dar un show de chistes, el Stand Comedy del momento, hay un flashback y lo vemos otra vez sobre el ring recibiendo una andanada de golpes. Las escenas de pelea tan solo cubren 12 minutos de los 130 que dura la película y sin embargo son tan brutales que nos queda la sensación de que todo el tiempo se están pegando. A diferencia de la aséptica Rocky Scorsese mete la cámara en el ring y ya no son dos sino tres los combatientes que pisan la lona.
Cada golpe retumba en nuestro cerebro por culpa de Dolby Sistem, desde Ciudadano Kane no asistíamos a una revolución sonora parecida a esta. Cuando Sugar Ray está a punto de darle el golpe de gracia a un Jake La Motta completamente arrinconado en las cuerdas podemos escuchar el silencio, son unos escasos segundos pero sentimos el silencio que antecede cada tormenta, cada golpe. Nunca antes habíamos entendido lo difícil que es boxear hasta que vemos esta película.
Asistido desde el guión por Paul Schrader un atormentado cineasta perteneciente a una familia de calvinistas fanáticos que le impidieron ver cualquier tipo de películas antes de cumplir 18 años pero que poseído por la fiebre del cine se sentó a ver en unos pocos años todas las películas que necesitaba ver. Shrader es autor también del guión de Taxi Driver y posteriormente el de La última tentación de Cristo él supo aterrizar las ideas religiosas de Scorsese, gracias a él sus personajes terminaron convirtiéndose en esos habitantes del infierno que viven y se torturan con sus propias dudas y pecados.
El propio Scorsese y Mardik Martin ayudaron a construir diálogos y personajes del guión. Esa escena casi al final cuando La Motta cae preso por dejar entrar a su establecimiento nocturno a una menor de edad y el boxeador retirado, obeso, vencido, descarga toda la furia que puede sentir hacia el mismo pegando con sus puños la pared de la celda resume el arrepentimiento y dolor que puede sentir este personaje que en manos de otro director podíamos encontrar despreciable pero que acá lo encontramos digno de respeto y que merece por supuesto toda nuestra piedad porque La Motta es nosotros mismos.
Pero sobre todo Toro Salvaje es la película de un actor, Robert De Niro, un tipo obsesivo por su arte, el hombre que aprendió a hablar italiano con dialecto siciliano para interpretar al joven Vito Corleone de El padrino 2, el camaleón que se convirtió en un excelente saxofonista para interpretar a su personaje de New York, New York. Acá se entrenó con el preparador físico de Alí y según Angelo Dundee De Niro quien antes de este proyecto jamás había boxeado llegó a estar entre los diez mejores pesos Walter del mundo. Después pararon la filmación dos meses para que el actor viajara a Italia y se atragantara siete veces al día con copiosas dosis de pastas. Logró engordar en ese corto tiempo 30 kilos más. Fue el primer actor en hacer ese tipo de locuras. Pero esto de lo del peso y del entrenamiento sería a penas una anécdota cualquiera sino estuviera acompañado de una intensidad, de una economía gestual absoluta. De Niro demuestra acá no solo sus dotes actorales sino camaleónico. Zelig existe y controla cada uno de sus movimientos.
La película por supuesto no representó para Scorsese la redención que esperaba. En su momento fue un fracaso de taquilla y eso que los críticos repararon en ella, la academia incluso la nominó a ocho oscares de los cuales solo ganó dos: al mejor montaje y por supuesto al mejor actor. Si se hubiese hecho cinco años antes hubiera sido el suceso de taquilla de la década pero era 1980 y los tiempos habían cambiado dramáticamente en un par de años. Toro Salvaje fue el filme que cerró la época más gloriosa para los autores norteamericanos y significó para Scorsese sobrevivir hasta el punto de que hoy 30 años después de haberla estrenado es el único de esa generación maravillosa que se mantiene activo y realizando constantemente películas maravillosas. No se cuantas veces habré visto esta joya absoluta, esta obra maestra, la seguiré viendo porque cada vez que la veo vuelvo a sentir la emoción, la sorpresa que sentí al verla por primera vez.
Tengo cien, doscientos películas que bien podrían ocupar este primer lugar pero no puedo olvidar que le debo a Toro Salvaje la necesidad imperiosa que tengo de escribir sobre las películas que amo, que odio, que me apasiona. Toro Salvaje me convirtió en un escritor de cine.
9 de julio de 2011
LA SANGRE DE UN POETA
Debe ser muy doloroso para los argentinos que en otro país le asesinen a un ídolo como era Facundo Cabral. Es la segunda vez que la brutalidad ajena les asesina un artista propio. El primero fue esa tarde de 1935 cuando un piloto estúpido embistió a la aeronave donde iba Gardel y acabó con su vida en el Olaya Herrera. Ahora en Guatemala, en el culo del mundo, un grupo de sicarios disparó ocho veces contra su rostro acabando de inmediato con un hombre que se repuso a todo, incluso a perder de una sola vez a su hija y a su esposa en un accidente aéreo.
Debo confesar que llevaba muchos años sin escuchar la música de Cabral. En los últimos años de colegio era impensable no beber con sus chistes, con su hermosa voz. Estaba fuera de la ciudad y me llamaron para avisarme que lo habían matado y aunque creí que ya estaba muerto, muerto de lo que mueren los viejitos me sorprendió mi propio estupor, las lágrimas bañándome el rostro. Ahora deben sentir los guatemaltecos una vergüenza profunda de ser parte de ese país, vergüenza que no sentimos los colombianos cuando matamos a Garzón, a Guillrmo Cano, a Andrés Escobar. Ya no me importa saber porque lo mataron, si fue un error o no, el punto es que hoy ha sido abaleado un hombre que le cantaba a la paz, a la reconciliación que estaba convencido que los conflictos podían aliviarse porque en el fondo el hombre es un ser bueno, ¿Acaso no fue creado a imagen y semejanza de Dios? Sin embargo otro apóstol del señor ha caído por obra y gracia de los ángeles del infierno. Monseñor Romero en El Salvador, Duarte Cansino en Colombia y el profeta Cabral cayendo en una autopista rumbo a un aeropuerto, la única intención era seguir caminando lo que el mismo se había trazado, seguir haciendo lo que hacía tan bien, sin importarle los 75 años que cargaba acuestas, seguir con la misma voz, la misma lluvia, el mismo el mismo loco afán.
Siete balas en la cara le han demostrado al señor Cabral que él estaba equivocado, que el hombre no merece ni justicia ni perdón, que si ha sido creado a imagen y semejanza de Dios la guerra eterna que sostuvo con el demonio la ha perdido y belcebú ocupa ahora su lugar y ha rediseñado a los seres humanos y los ha amoldado a sus formas a sus costumbres y maneras. Por eso mientras nuestros queridos paramilitares disfrutan en un cómodo chalet en la Florida mañana el cuerpo sin vida del poeta Facundo Cabral viajará a Buenos Aires metido en un ataúd, una multitud seguramente lo esperará en Ezeiza para enterrarlo en Chacarita y olvidarlo unos días después.
Todo pasa en este mundo maldito, todo pasa…hasta el dolor.
Debo confesar que llevaba muchos años sin escuchar la música de Cabral. En los últimos años de colegio era impensable no beber con sus chistes, con su hermosa voz. Estaba fuera de la ciudad y me llamaron para avisarme que lo habían matado y aunque creí que ya estaba muerto, muerto de lo que mueren los viejitos me sorprendió mi propio estupor, las lágrimas bañándome el rostro. Ahora deben sentir los guatemaltecos una vergüenza profunda de ser parte de ese país, vergüenza que no sentimos los colombianos cuando matamos a Garzón, a Guillrmo Cano, a Andrés Escobar. Ya no me importa saber porque lo mataron, si fue un error o no, el punto es que hoy ha sido abaleado un hombre que le cantaba a la paz, a la reconciliación que estaba convencido que los conflictos podían aliviarse porque en el fondo el hombre es un ser bueno, ¿Acaso no fue creado a imagen y semejanza de Dios? Sin embargo otro apóstol del señor ha caído por obra y gracia de los ángeles del infierno. Monseñor Romero en El Salvador, Duarte Cansino en Colombia y el profeta Cabral cayendo en una autopista rumbo a un aeropuerto, la única intención era seguir caminando lo que el mismo se había trazado, seguir haciendo lo que hacía tan bien, sin importarle los 75 años que cargaba acuestas, seguir con la misma voz, la misma lluvia, el mismo el mismo loco afán.
Siete balas en la cara le han demostrado al señor Cabral que él estaba equivocado, que el hombre no merece ni justicia ni perdón, que si ha sido creado a imagen y semejanza de Dios la guerra eterna que sostuvo con el demonio la ha perdido y belcebú ocupa ahora su lugar y ha rediseñado a los seres humanos y los ha amoldado a sus formas a sus costumbres y maneras. Por eso mientras nuestros queridos paramilitares disfrutan en un cómodo chalet en la Florida mañana el cuerpo sin vida del poeta Facundo Cabral viajará a Buenos Aires metido en un ataúd, una multitud seguramente lo esperará en Ezeiza para enterrarlo en Chacarita y olvidarlo unos días después.
Todo pasa en este mundo maldito, todo pasa…hasta el dolor.
6 de julio de 2011
IMPUNIDAD DE HOLLMAN MORRIS. ¿COMO NO CAER EN EL LUGAR COMÚN?
Hace unos días publiqué un artículo en el blog donde resaltaba las mentiras en las que los medios, los académicos y los periodistas deportivos nos han dicho sobre la realidad colombiana. Las manifestaciones de rechazo fueron múltiples y se me acusó de ser un apátrida. Lo que me causaba gracia era que el argumento esbozado en los ataques contra mi tenían una pregunta ¿Y usted que critica tanto que es lo que hace por el país? Bueno mi función es criticar, quejarme, ladrar ¿Acaso no tenemos derecho a ello? A lo mejor yo quiero más a Colombia de lo que lo pueden hacer todos esos que dicen sentirse orgullosos de haber nacido en este país macabro.
Hollman Morris se atrevió a contar lo que es un secreto a voces, en Impunidad el periodista mostró la farsa que significaron las desmovilizaciones de paramilitares, la manera descarada con la que sacaron del país, con el apoyo de los Estados Unidos a los cabecillas más importantes de estos grupos insurgentes. A uno le provoca pegarle un balazo al televisor cuando escucha la voz de castrado de Pacho Santos alabando las medidas con las que el capo mayor salvó, licenció, jubiló a los asesinos que lo pusieron en el poder. En contraste, de una manera brillante, Morris y Juan Lozano (No confundir con el funesto ex ministro) Muestran como las victimas del conflicto escuchan por medio de pantallas gigantes el testimonio del temible comandante H.H confesando que las Autodefensas no solo se preocupaban por combatir la guerrilla sino que cumplían un plan establecido por multinacionales y gamonales regionales. Después de ver el documental uno puede sacar la conclusión de que la gran mayoría de la política colombiana está untada de sangre.
A pesar de los esfuerzos de uno de los escuderos del uribismo, Carlos Holguín de tratar de imponer en la opinión pública la idea de que fue gracias al gobierno de su patrón que pudimos lograr que los paracos confesaran sus crímenes, estos esfuerzos se desvanecen gracias a la oratoria del senador Petro quien con unas cuantas frases logra tumbar las enclenques razones del uribismo. Como es de esperarse cuando se habla de la realidad colombiana el final es tristísimo. Justo cuando las heridas comenzaban a mostrarse el presidente extraditó a sus amigos para defenderlos. Mientras tanto miles de madres en el Urabá antioqueño, en Villa del Rosario y en otras partes del país deben preguntarse porque mataron a sus hijos para hacerlos pasar como insurgentes, porque en el afán megalómano de un gobierno corrupto tuvieron que ser abaleados jóvenes que apenas comenzaron a vivir, porque no solo no fueron condenados los victimarios sino que se los premia en este país de porquería, se les otorga inmunidad, se los nombra cónsules, ministros, presidentes otorgándoles con el sudor del pueblo salarios astronómicos para un país tan pobre como estos.
La genialidad de Morris fue no mostrar, ni siquiera nombrar al principal causante de que el fenómeno del paramilitarismo se afianzara en Colombia, hablo del brazo político de Pablo Escobar, de su ideólogo, del capo mas representativo del todavía poderoso cartel de Medellín, hablo como no de Álvaro Uribe Velez, señor de la coca y de la guerra, de la tortura y de la injusticia, amado y respetado en este país de mierda que se llama Colombia.
Seguramente Impunidad no servirá para nada. De entrada ya fue prohibido por la censura que impera en este país. Los pocos que lo verán no solo llorarán de indignación sino que esa noche no podrán dormir pero también conozco gente que al mostrarles las crueldades que cometieron los paracos en zonas tan cercanas de acá como Juan Frío se encogerán de hombros y dirán “Si los mataron fue por algo” ya no solo no son indiferentes como antes sino que se han hecho parte del conflicto, son consecuentes con su líder, lo respaldan a morir. El pueblo colombiano sabe lo que pasó en estos ocho años y está de acuerdo con los resultados obtenidos. Es un pueblo enfermo de sangre un pueblo que almuerza viendo la última masacre, un pueblo vampírico y malvado que debe ser exterminado de la faz de la tierra.
Impunidad demuestra que Colombia es la prueba fehaciente de que no existe Dios. No esperen justicia, estamos desamparados solos, escondidos debajo de la cama esperando que nos maten. Así viven muchos colombianos aferrados a la esperanza de que solo por esta noche los dejarán vivir un poco más. Antes de que lo censuren completamente pueden ver este documental por Youtube. Ojalá aprendan a reconocer el daño irreparable que este gobierno le terminó de hacer a este país horrible y corrompido, el país del Sagrado Corazón de Jesús.
Amigos, ¿como no caer en el lugar común teniendo 35 mil muertos al año y ninguna respuesta?
Hollman Morris se atrevió a contar lo que es un secreto a voces, en Impunidad el periodista mostró la farsa que significaron las desmovilizaciones de paramilitares, la manera descarada con la que sacaron del país, con el apoyo de los Estados Unidos a los cabecillas más importantes de estos grupos insurgentes. A uno le provoca pegarle un balazo al televisor cuando escucha la voz de castrado de Pacho Santos alabando las medidas con las que el capo mayor salvó, licenció, jubiló a los asesinos que lo pusieron en el poder. En contraste, de una manera brillante, Morris y Juan Lozano (No confundir con el funesto ex ministro) Muestran como las victimas del conflicto escuchan por medio de pantallas gigantes el testimonio del temible comandante H.H confesando que las Autodefensas no solo se preocupaban por combatir la guerrilla sino que cumplían un plan establecido por multinacionales y gamonales regionales. Después de ver el documental uno puede sacar la conclusión de que la gran mayoría de la política colombiana está untada de sangre.
A pesar de los esfuerzos de uno de los escuderos del uribismo, Carlos Holguín de tratar de imponer en la opinión pública la idea de que fue gracias al gobierno de su patrón que pudimos lograr que los paracos confesaran sus crímenes, estos esfuerzos se desvanecen gracias a la oratoria del senador Petro quien con unas cuantas frases logra tumbar las enclenques razones del uribismo. Como es de esperarse cuando se habla de la realidad colombiana el final es tristísimo. Justo cuando las heridas comenzaban a mostrarse el presidente extraditó a sus amigos para defenderlos. Mientras tanto miles de madres en el Urabá antioqueño, en Villa del Rosario y en otras partes del país deben preguntarse porque mataron a sus hijos para hacerlos pasar como insurgentes, porque en el afán megalómano de un gobierno corrupto tuvieron que ser abaleados jóvenes que apenas comenzaron a vivir, porque no solo no fueron condenados los victimarios sino que se los premia en este país de porquería, se les otorga inmunidad, se los nombra cónsules, ministros, presidentes otorgándoles con el sudor del pueblo salarios astronómicos para un país tan pobre como estos.
La genialidad de Morris fue no mostrar, ni siquiera nombrar al principal causante de que el fenómeno del paramilitarismo se afianzara en Colombia, hablo del brazo político de Pablo Escobar, de su ideólogo, del capo mas representativo del todavía poderoso cartel de Medellín, hablo como no de Álvaro Uribe Velez, señor de la coca y de la guerra, de la tortura y de la injusticia, amado y respetado en este país de mierda que se llama Colombia.
Seguramente Impunidad no servirá para nada. De entrada ya fue prohibido por la censura que impera en este país. Los pocos que lo verán no solo llorarán de indignación sino que esa noche no podrán dormir pero también conozco gente que al mostrarles las crueldades que cometieron los paracos en zonas tan cercanas de acá como Juan Frío se encogerán de hombros y dirán “Si los mataron fue por algo” ya no solo no son indiferentes como antes sino que se han hecho parte del conflicto, son consecuentes con su líder, lo respaldan a morir. El pueblo colombiano sabe lo que pasó en estos ocho años y está de acuerdo con los resultados obtenidos. Es un pueblo enfermo de sangre un pueblo que almuerza viendo la última masacre, un pueblo vampírico y malvado que debe ser exterminado de la faz de la tierra.
Impunidad demuestra que Colombia es la prueba fehaciente de que no existe Dios. No esperen justicia, estamos desamparados solos, escondidos debajo de la cama esperando que nos maten. Así viven muchos colombianos aferrados a la esperanza de que solo por esta noche los dejarán vivir un poco más. Antes de que lo censuren completamente pueden ver este documental por Youtube. Ojalá aprendan a reconocer el daño irreparable que este gobierno le terminó de hacer a este país horrible y corrompido, el país del Sagrado Corazón de Jesús.
Amigos, ¿como no caer en el lugar común teniendo 35 mil muertos al año y ninguna respuesta?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)