Anoche quise recurrir al beneficio de la duda y me puse a ver por cuarta vez El club de la pelea no podía ser que tanta gente a la que respeto y admiro hablara tan bien de la película y a mí me hubiese resultado siempre un bodrio insoportable. Empecé con la confianza y la fe que puede tener un hincha al ver el primer partido de su equipo en una liga, pero a los diez minutos, como suele sucederme con mi Cúcuta Deportivo, la nausea volvió a aparecer. Empecé a pensar en la emoción que tuve cuando la fui a ver al cine una década atrás. Todos hablaban maravillas de la última película de David Finsher el director de moda . Su Seven y sobre todo El juego nos terminó de romper la cabeza a una generación que había dejado de creer en sueños después de que Kurt Cobain cansado de pincharse decidiera volarse la cabeza de un disparo. Finsher era el autor de un video realmente espectacular, Mick Jagger y Keith Richards convertidos en gigantes sitiando la ciudad de Nueva York en su inmortal Love is Strong. Me senté en la butaca y a los pocos minutos comencé a sentirme enfermo. Creí que era la melcocha que había comprado en la entrada así que deje de comerla. Pero al poco tiempo reapareció él malestar y descubrí lo que era: La iluminación con colores de neón retocada digitalmente. Creí que era un recuerdo impostado pero ayer lo comprobé: El club de la pelea no es más que mierda bien empaquetada.
Verla es como asistir a una sesión de quimioterapia, el color plateado constante que destilan sus imágenes no solo te marean sino te queman, ve corriendo al espejo y mira tu cara morena, como si hubieras estado expuesto a una radiación incesante. Uno de los grandes problemas que tiene David Finsher y que se acentúa en esta película y en la horripilante Benjamin Button es su incapacidad para hacer una secuencia. Su cine es un conjunto de recorte y pegue, recorte y pegue insoportable. Es sobre los hombros de su editor quien recae la responsabilidad de armar la película. Lo de Finsher no es lenguaje cinematográfico es puro MTV.
El club de la pelea es la película emtiviviera por excelencia. Su lenguaje de rompan todo y no crean en nada es tan vacío como una conversación entre Brad Pitt y Angelina Jolie. Solo la violencia te hará libre. Tiene que existir una coherencia entre las imágenes y el discurso ¿Cómo te van a hablar de renunciar a todos los lujos si estás haciendo una película con los últimos recursos tecnológicos que te pueden ofrecer? Una película anarquista que habla de lo vacuo que puede ser la belleza física usando como protagonista al hombre más hermoso de todos los tiempos. En El club de la pelea el cuarenta por ciento de las imágenes está manipulado por efectos hechos en computador. El problema de confiar tanto en dichos efectos radica en que estos envejecen y por eso es que hay partes de la película que hoy en día se ven sencillamente ridículas, obsoletas. Edward Norton hablándole en todo momento a la cámara, Finsher jugando a ser Godard, Finsher inflamado por las críticas que le exigían otra obra maestra adaptó la sobrevalorada novela de Chuck Pallamiuck para hacer una declaración de principios al final de un siglo. Todo lo que nos habían vendido era mentira y la única manera de volver a encontrar el camino era dinamitando este mundo capitalista.
Que quede claro que yo también estoy de acuerdo con que dinamiten todo y si el mundo sigue pariendo películas como estas es una buena idea demolerlo desde sus cimientos. Una película donde un niño bien quiere posar de anarquista, la excusa perfecta para todos aquellos que leyeron alguna vez a Bakunin mientras tenían un ataque de estreñimiento y quieren ver como por un momento las bombas anulan el mundo.
Estoy plenamente de acuerdo con eso de que no hay que cuidar sus cuerpos sino que el único camino es la autodestrucción pero porque Edward Norton y Brad Pitt parecen precisamente en la película dos galanes de cine. En sus escenas de pelea Pitt parece un stripped, gracias a este filme su fama de símbolo sexual terminó por dispararse. Y Norton bueno, en lo suyo, jugando a ser De Niro teniendo un solo rostro, un solo gesto.
Y como con El juego y Seven Finsher había hecho finales de sorpresa, finales que dejaban al público petrificado en su silla acá se vio presionado para tener un final así inesperado el de que Brad Pitt no fuera mas que una ilusión de Norton y chicos, eso se nota desde el principio, eso no fue ninguna sorpresa, además la manera como resuelve ese conflicto, la de pegarse un tiro en la boca y quedar vivo mientras su alter ego muere es de lo más rocambolesco que uno pueda imaginar.
Por cuarta vez El club de la pelea cumplió con su tarea de deprimirme. Debe haber algo malo en mi porque no puede ser que tantos amigos que considero brillantes crean que esta es una obra maestra absoluta. A mi me disculpan esta vez pero me parece que esta película es una soberana porquería.
De paso que el final de este artículo sirva para marcar el derrotero de las diez peores de la historia. En el listado no atacaremos obviedades como todas las películas que protagonizan Salma Hayek, Demi Moore, Aston Kutchner, Paris Hilton o Mariah Carey, no, acá lo que se pretende es hablar mal de las películas que han tenido la intención de pasar al recuerdo por ser obras maestras y que a nuestro juicio no son más que carroña bien enlatada.
4 comentarios:
Una muy interesante visión del "Club de la Pelea", realmente no la había visto desde ese punto de vista, para mí siempre ha sido una muy buena película, e incluso me leí a Palahniuk, y en general siempre me ha emocionado :) Pero es cierto, tal vez haga parte de nuestro infantilismo romántico y el deseo de todo anarquista, finalmente, de parecerse a Brad Pitt :p
Es dificil adaptar una novela como la de Palahniuk a un lenguaje cinematográfico, créeme. Lo único que te puedo decir, obvia todo, quédate con el argumento, leete la novela, que allí no aparece ningún Pitt, ningún Norton, esa si es una obra magistral.
Es David Fincher, no Finsher.
Tienes toda la razon, debe haber algo malo en ti. Ademas no entiendo este espacio...debemos criticar y destruir una pelicula que todos crean buena pero que a mi no me guste. En verdad hay algo malo en ti, esas ganas de destruir a punta de critica no es buena.
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