10 de diciembre de 2009

BOLESKINE HOUSE, LAS BRUJAS RECUERDAN A ALEISTER CROWLEY

Cada año miles de turistas van a Escocia con el único anhelo de ver al monstruo que afirman existen en ese lago. Unas pocas personas de todas partes del mundo van a ese mismo sitio a asentarse en la orilla sureste del lago Ness. Más que turistas podríamos hablar de peregrinos. El objeto de su búsqueda es una vieja mansión oculta por la vegetación muerta que la rodea Se trata de Boleskine House el lugar donde se inició en el misticismo el gran mago del Siglo XX: Aleister Crowley.


Era la Inglaterra victoriana, nadie podía tirarse un pedo sin escandalizarse, llegó él y lo revolvió todo. Aleister se creó así mismo, dijo que había sido siete magos antes de ser quien era, Crowley era Cagliostro y Leví, era Merlín y La Gran Bestia. Su filosofía consistía en abolir el pecado, todo nos está permitido porque Dios está muerto. Él dinamitó el caduco cristianismo que se practicaba en ese siglo languidecerte, él profetizó el horror por el que pasaríamos en el siglo que nacía.

Fue en Boleskine House donde pudo desarrollar su sistema mágico y donde empezó a darse cuenta de que podía formar una filosofía. Decían que la casa estaba maldita que había sido construida con las ruinas de una abadía destruida en el siglo X, que en las rocas que la conformaban habían quedado grabadas los últimos estertores de los feligreses que murieron chamuscados en ella. El propio Crowley afirmaba que las habitaciones se volvían oscuras en medio de un día soleado. “Puedo escuchar cómo la casa respira, cómo se mueve y tiene vida propia” escribió en sus memorias. Cuando se bloqueaba en medio de sus soliloquios solía recorrer el túnel secreto que unía a la casa con un cementerio cercano donde las brujas solían celebrar sus aquelarres. Hoy en día, el cementerio todavía se conserva y llama la atención que todas las tumbas tengan el mismo nombre grabado: Fraser.

Crowley estaría allí hasta 1913 cuando abrió vuelo y quiso conquistar el mundo con su filosofía. La casa volvería a cobrar notoriedad cuando Jimmy Page, seguidor de Alesteir Crowley hasta la actualidad, comprara la mansión en 1968. En un intento por devolver el tiempo y vivir en la misma casa en la que vivió Crowley, con su propia energía, con la necesidad de verlo caminar por sus pasillos el guitarrista llamó al satanista Charles Pierce quien redecoró la casa. Cuenta Jimmy Page que “Han ocurrido cosas extrañas en esta casa que no tienen nada que ver con Crowley, un hombre fue decapitado allí antes de que Crowley llegara. Por supuesto, después hubo suicidios, gente ingresada en hospitales mentales…”. Los que osaban pasar la noche allí decían que en la mitad del sueño eran despertados por la pesada respiración de un perro que trataba de entrar en la habitación arañando la puerta. Después se escuchaba un golpe fuertísimo sobre ella como el de una explosión. Page vendió la mansión en 1985.

La leyenda de la casa y del mago están más vivos que nunca. Él fue un adelantado, un visionario, un hombre que llevaba la vida de una estrella de rock mucho antes de que ellos irrumpieran en la escena. Dicen que si no se hubiese internado en el satanismo hubiese sido un gran poeta. Por lo pronto nos conformamos con las leyendas que el mismo despertó. En el epígrafe de la gran Biografía que sobre él escribió John Symonds hay una frase que refleja la necesidad que tenía de forjarse una leyenda: “Siempre estoy pensando que dirá de mi la historia cuando yo haya muerto”. La historia dice mucho. Boleskine House es un episodio pequeño comparado con lo que de él se dice, con lo que las brujas cuentan…
Por Juilana Ospina

1 comentario:

Unknown dijo...

Iván, me sorprende la coincidencia de encontrar esta entrada, pues hace poco me introduje un poco en la vida de Crowley debido a la foto de una placa en Lisboa en la que pone de manifiesto su supuesto suicidio y relación con Pessoa.
Un abrazo,

S.