Artistas de Cúcuta, sus manos tienen el poder de cambiar la
ciudad. Salgan a la calle y plasmen sus ideas en los muros de la Diagonal
Santander, en La Salle, en las bases del puente de la Cero. Póngale color a las
calles, refresquen los asfixiantes mediodías con los personajes maravillosos
que sólo pueden salir de su cabeza.
Hagan resistencia civil convirtiendo nuestras horrendas
avenidas en galerías de arte. Ya la policía no les puede hacer nada, desde hace
un par de semanas, cuando Justin Bieber demostró que cualquier tonto puede
hacer una hojita de marihuana sin pulso, no los pueden perseguir, ni pegarles
un tiro como acostumbraban hacer con los grafiteros años antes. Necesitamos a los mejores de ustedes, a los
más experimentados, a los más disciplinados. Dejemos de quejarnos de que no
existen galerías en nuestra ciudad; volvamos la acera un museo permanente. Acá
hay gente para hacerlo, acá hay hombres que lo han intentado.
En el 2012 el maestro Lucho Brahim intentó llenar de vida
los muros del Colegio La Salle. Alcanzó a hacer un par de figuras pero la
mezquindad de los sacerdotes impidió que el artista terminara su obra. Hoy en
día pasamos por La salle y vemos como las figuras han sido saboteadas,
pintarrajeadas, saqueadas. En una ciudad de mercachifles no importa la belleza,
importan los negocios, lo que de billete.
Artistas de Cúcuta, ustedes tienen la oportunidad histórica
de cambiar la imagen de la ciudad sumida en la más profunda de las crisis
morales. Sus manos pueden darle la dignidad a una ciudad hundida por culpa de
los traquetos y de una clase política corrupta. El arte callejero es la opción
para ciudades del tercer mundo que no tienen ninguna posibilidad de tener una
galería o un museo. Banksy demostró en Londres que el arte no debe estar
encerrado en un lugar elegante, el arte es para la gente, para los que
caminamos la calle, los que tenemos que esperar durante horas adentro de un
carro a que se descongestione una avenida.
El arte es de todos, por favor,
democratícenlo, embellezcan, transformen. De las autoridades solo esperemos que
no nos maten. No les pedimos dinero, tranquilos que los artistas de Cúcuta no
son ningunos limosnero, no les vamos a pedir nada, ni siquiera permiso. En las
noches, mientras todos duermen, saldrán los artistas a tomarse los muros, una
pared tras otra serán inmensos lienzos en donde los pintores plasmaran sus
ideas. Marcianos y ángeles, mártires y víctimas, la paz y la guerra… las
paredes callejeras son la conciencia de una ciudad. En sus manos está la
capacidad de purificar estos andenes llenos de violaciones, asesinatos y
atracos para convertirlas en pasillos donde los colores y la belleza serán los
únicos habitantes en las ventosas noches cucuteñas.
Tómense los muros… nadie les pegará un tiro.
1 comentario:
Así aya pasado lo de Justin Bieber o nó.. ¡lo seguirán haciendo!
Nada más observa el gran muro que hay frente a Homecenter, ahora en las columnas que sostiene el puente Frente al "Éxito" vía San Antonio,son muchas obras plasmadas en los muros de la ciudad la conciencia ciudadana la formamos entre todos, no los medios ni niñitos riquillos estúpidos; es hermoso ver como hay de talento Nortesantandereano, y que pese a las adversidades ¡ Nuestro graffiteros no se rinden!
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