Nunca estuve preocupado, ellos siempre vuelven. Contra las
leyes de la física y del mercado que dictaminan que los rockeros deberían
pegarse un tiro en la sien después de cumplir 30, después de cinco años los
chicos se suben de nuevo al escenario demostrando que el tiempo es un aliado
más.
Los cuatro conciertos pactados este año -2 en Londres y 2 en
Nueva York- serán solo una pequeña muestra de lo que será la gira del próximo
año. Por enésima vez los medios de comunicación dirán que es la última, pero a
estas alturas del partido ya sabemos cómo viene la mano; Los Stones son
eternos, indestructibles.
Por culpa de ellos me vi completa la larguísima ceremonia de
clausura de los pasados juegos olímpicos. Por las redes sociales se filtró la
información de que ellos iban a tocar. Con el corazón palpitante esperé hasta
que las momias de The Who movieran sus precarios esqueletos al final del show.
Sentí la frustración suicida de haber perdido una tarde de domingo pero al
momento, justo cuando entraba a una sala de cine me di cuenta de que si sus
Majestades Satánicas no se habían presentado era porque estaban preparando su
esperada gira donde conmemorarán medio siglo de carrera.
A mí no me importa que hayan roto todos los records y que
según su página oficial esta gira será el mejor de la historia, que los precios
en preventa para asistir a alguno de sus cuatro shows estén rozando los mil
euros, lo importante es que siguen vivos y sobre todo con las mismas ganas de
tocar con que empezaron su trajinar en el verano de 1962.
Anuncian dos canciones nuevas para engrosar su maravillosa
lista. Desde ya esperamos a los críticos diciendo que qué va, que desde Tatoo you no sacan nada bueno, olvidaron
pues el poderoso sonido de Bigger Bang su hasta ahora último álbum de
estudio.
La banda sonará mejor que nunca, la razón de eso es que el
control que ejerció Keith Richards sobre ella es absoluto. Jagger ha encontrado
su lugar dentro del grupo, él va a mover el culo cuando se lo pidan y entre
bastidores saludará a los millonarios esos que lo siguen para que por favor les
haga el honor de desvirgar a sus hijas, mientras tanto Keith y Roonie seguirán
jugando a eso que inventaron, vivir la vida de un rocker con la incomodidad que
pueden traer los setenta años.
Para el show del 25 de noviembre en el London Arena se
esperan sorpresas. Una de ellas es que reaparezca Bill Wyman para conformar la
alineación sobreviviente. Esto todavía no se ha confirmado. A pesar de sus 76
años el bajista se mantiene en una envidiable forma física, cada rato sale de
gira con su grupo. El problema que puede haber es que la abrupta salida de
Wyman en 1992 rompió lazos de amistad con el resto de integrantes del grupo. Se
sabe que Richards y Jagger tienen códigos de amistad bastante parecidos a los
que suele usar la mafia siciliana.
Por el momento no se ha escuchado ninguna noticia de que Grrr! Pase por Sudamerica, desde ya le
encendemos las veladoras a los dioses del rock. Igual estén tranquilos, si no
es en esta gira ellos volverán en las próximas. Los Stones son indestructibles.
1 comentario:
Muy buen artículo.
Leandro, de Bs As.
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