22 de agosto de 2012

THE LOST WEEKEND De Billy Wilder. Un borracho en Nueva York


A los 19 Don se creía un genio.  Uno de los primeros artículos que escribió fue aceptado en Readers Digest. Su mamá lo alentó, que mejor manera de fomentar un talento que vivir en Nueva York. Allí llegó a los 20 años, con unos cuantos dólares y una Olivetti reluciente y nueva, a vivir en el apartamento de su hermano. No había prisa, podía quedarse allí el tiempo que quisiera. Por lo único que tenía que preocuparse era por escribir. Se sentó frente a la hoja en blanco y la llenó de letras. Pero después de tres intentos donde quedaba demostrado que la inspiración se había ido, Don empezó a preguntarse si esos primeros artículos no habían sido más que un golpe de suerte. Necesitaba encontrar un catlizador, algo que liberara las ataduras de su mente. Una voz le susurró destape una botella, beba de ella, beba hasta el fondo, hasta perder la conciencia.

Ante de  Lost weekend los borrachos en el cine eran figuras graciosas, siempre dispuesto a hacer las delicias del público con un gag. Nadie se había atrevido a mostrar la desgracia que podía atraer la adicción, eso fue precisamente lo que llamó la atención de Thomas Mann quien el 18 de enero 1946 escribió estas anotaciones en su diario “Por la noche a Westwood al cine: Lost Weekend basada en Jackson. Película bien hecha e impresionante en su representación de la adicción”.
La guerra recién había acabado y Estados Unidos quedaba posicionado como la única potencia mundial. Era una época feliz donde nadie ponía en duda que el modelo de sociedad que se había construido en América era el que debía seguir el mundo. Y viene este austriaco aguafiestas a decirnos que dentro de este país pueden sobrevenir este tipo de desgracias: la de un hombre frustrado, consumido por un vicio. La gente cuando la vio la primera vez la detestó. Billy Wilder no soportó ver como el cine se reía de ella. Salió un rato, tomó una copa en el bar más cercano. 

Al volver revisó las notas que había dejado la gente, entre ellas se destacaban dos “una buena película, solo habría que eliminar lo referente a la bebida” la gran mayoría de los juicios eran demoledores: la película era repugnante, repulsiva, aburrida. Un espectador después de la proyección, comentó que había decidido dejarlo. Cuando le preguntaron si quería dejar de beber, contestó:
-          No, no he renunciado a beber, he renunciado ir al cine.
En pocas semanas el panorama cambió. La gente abarrotó la sala interesada en ver este drama terrible sobre un hombre que no puede detener su vicio a pesar del amor que le da su novia, del apoyo incondicional de su hermano. La academia no fue indiferente a ella y por eso le otorgó cuatro oscares, los mas importantes, mejor director, mejor película y mejor actor. Ray Milland  había aceptado a regañadientes este papel ya que lo consideraba demasiado polémico para su figura de estrella. No se arrepentiría, interpretar a Birnan le constituiría la única estatuilla en su dilatada carrera.
Pero este no es solo .un filme sobre un borracho sino sobre una ciudad, Nueva York, Lost weekend fue de las primeras películas que mostró las calles de Nueva York, la gente en una hora pico, adelantándose al cinema verité y exhibiendo ese aire de documental que impregnó la obra de Wilder desde aquel experimento hecho junto a su amigo, Fred Zinneman mostrando a Viena en Gente en domingo.

Contrario a lo que se puede esperar de un filme de Billy Wilder no esperen una película divertida, más bien prepárense para adentrarse en el infierno interior de un escritor frustrado, de un hombre completamente sometido a una adicción y que solo el amor podrá sacarlo de ese pozo depresivo que cada vez lo empuja más y más a llevarse una pistola en la sien. Así nos ofrezcan un final donde se puede albergar la esperanza de un cambio ya nada puede quitarnos el desasosiego de haber visto a un hombre destruirse ante nosotros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

excelente drama de billy wilder.
creo que una de sus mejores peliculas.

Anónimo dijo...

Scenes from battles, settings from historical events or other scientific
discoveries can be displayed with a shoe box filled
with the appropriate materials. A once great nation is sliding down the
toilet and most everyone, especially politicians, are lying endlessly
as it does, as if the nation’s decay should be ignored rather than honestly combated by its citizens.
Many Muslims in Europe are first of all Europeans, European by birth, conviction and citizenship
AND Muslim by faith. As of now, I can only speculate that there are more good than bad to go on-line for the
newspaper publishers in Malaysia as apparently there has been no case where
a newspaper publisher has gone bust. 8 At the dinner table
always sit next to a member of the same sex, unless your host or hostess suggests
otherwise, likewise in cafes and restaurants.


My web-site: egyptian newspapers