9 de mayo de 2012

LA CAJA YA NO ES BOBA. Balbuceos sobre The Big Bang Theory y la época dorada de la televisión.


Todavía conozco gente que tiene prejuicios con las series de televisión. Muchachos, voy  a ser claro, se están perdiendo una época dorada, algo comparado a lo que vivió el cine en la década del setenta. La diferencia es que acá el director es un personaje secundario, las verdaderas estrellas son los escritores. Uno sabe de entrada que J.J Abrams es el escritor de Lost, Alcatraz o Personal interest. Incluso el genial guionista ya tiene dos más que afortunadas incursiones en la pantalla grande, tanto Viaje a las estrellas como Ocho milímetros logran el milagro de conseguir originalidad en un género como la ciencia ficción que creíamos gastados.


En el último número de Semana empieza un artículo sobre las series de televisión con esta frase “Si Shakespeare estuviera vivo, escribiría guiones para HBO”. En el análisis concluyen que mientras en el cine los guiones responden a  una fórmula y a excepción de Charlie Kauffman nadie se atreve hoy en día en Estados Unidos a la inventiva, en la televisión el terreno está absolutamente abonado.

No es gratuito que novelistas de la talla de Salman Rushdie o Jonathan Franzen estén embarcados en sendos proyectos televisivos. El autor de Los versos satánicos está trabajando en una serie de televisión llamada Midnight’s Children. Rushdie está absolutamente impresionado con la libertad que se respira dentro de los estudios de televisión. El productor solo está allí para asentir todo el tiempo.
En los ochenta el iluminado Luis Alberto Álvarez se quejaba de que la televisión en sus treinta años de historia había dado contadas obras maestras. El entrañable maestro citaba solo dos trabajos, Heimat de Karel Reiz y Berlin Alexanderplatz de Fassbinder. Razón no le faltaba a nuestro sacerdote favorito. Era la época de la enajenación televisiva implantada desde los cimientos del gobierno republicano de Reagan.  Esperpentos como Alf, La pequeña maravilla o Blanco y negro ensalzaban ante todo los valores de la familia. Tres décadas después todo eso ha cambiado.


Confieso que hasta hace unos años me resistía a creer que una serie no fuera algo banal. Sería indigno para un hombre cocinado en las imágenes de Bergman y Antonioni. Era un imbécil, un provinciano más sumido en la sopa de la ignorancia. Breaking Bad me abrió definitivamente los ojos. El autor en la televisión tiene todo el tiempo para desarrollar su historia, no hay restricciones, al contrario, durante seis meses tiene la oportunidad de crear, perfeccionar, darle vida, como doctores Frankenstein a sus personajes.
Otra serie que definitivamente me ha atrapado es The big bang theory. ¿Cuál es el genio que está detrás de esa sitcom? El mismo que creó las aventuras del borracho Charlie Harper, Chuck Lorre, un hombre de sesenta años que empezó en 1993 con una serie de poco éxito hasta que estalló Two and a half man, una obra pequeña comparada con los arranques egomaniacos del doctor Sheldon Cooper.

¿Quién podría pensar que se podía hacer una comedia con la física, con matemáticas? En los ochenta ya conocíamos la infame saga de los Nerds pero nada como la inteligencia con la que se han escrito estos guiones. Referencias constantes a Star Trek, Battlestar Galactica, Star wars, Blade Runner y todo lo de Marvel son incorporados en el universo de estos hombres súper inteligentes y solitarios.
Si me tuviera que quedar con tres episodios estos serían:
1.       El de Stan Lee
2.       El reciente de Stephen Hawkins
3.       El de Sheldon convertido en Robot.


Algunos dicen que si bien entretiene The Big Bang Theory no hace reír a carcajadas. Bueno en estos tres capítulos es inevitable no terminar con un dolor abdominal. En el último nombrado se le nota a Chuck Lorre las lecturas a Philliph K. Dick e Isaak Asimov. Sheldon está calculando cuanto le resta de vida. La idea es llegar a vivir sesenta años más. En el 2050 ya existiría la tecnología necesaria para convertir a los muertos en robots. Eso para el cuadriculado doctor Cooper sería su sueño dorado. Cambia sus hábitos alimenticios, se pone a trotar con Penny, pero descubre que en sus genes podría estar propenso a algún accidente. Entonces decide no salir más y convertirse el mismo en un robot. Dirigir su vida desde su cama, trabajando al cien por ciento de sus capacidades.
El mérito de Lorre y su equipo de guionistas fue adaptar todas esas películas que el cuarteto de nerds aman y hacer capítulos con esas temáticas, como cuando descubren una de las ocho réplicas que hicieron para El señor de los anillos y los cuatro termina convertidos en gollums, o cuando compran una copia de la máquina del tiempo y deciden “viajar” en ella.
Para mi es bastante inusual escribir sobre una serie. Son tiempos distintos y la verdad no conozco muy bien como es la dirección, de qué manera trabajan los guionistas, como es la preparación de los actores. Cualquier cosa que diga puede sonar redundante, estúpida. A veces como dice Nietzche es mejor el silencio.  Así que tan solo escribo estas líneas para expresar en un intento torpe mi admiración y  agradecimiento hacia The Big Bang Theory por hacerme cada noche la vida más grata.


8 de mayo de 2012

MC TEAGUE DE FRANK NORRIS. EL ORIGEN DEL PULP


Hasta el 2007 y gracias a un esfuerzo de la editorial La orilla negra decidieron traducir al español Mcteague la obra cumbre del escritor norteamericano Frank Norris. Seguramente si a Von Stroheim no le hubiese dado por adaptar la novela y convertirla en una de las películas mas brillantes y controvertidas de la historia, los 32 años que vivió el escritor en la tierra hubieran sido devorados por los dientes del olvido.
Incluso es con el nombre de Avaricia, tal y como el director alemán bautizó el filme, con el que se conoce esta novela en nuestro idioma.


 El nombre de Norris llega a ser secundario. Paradójicamente en 1924, el año en que se estrena la película, la novela fue el motivo por el cual un tipo duro como Irving Thalberg decidió  apoyar el proyecto. Eso si, le daba un poco de desconfianza que el alemán loco, megalómano, mitómano estuviera al mando de la empresa. Vaya que tenía razón el productor. El rodaje fue un caos, nadie podía dominar al artista, presentó una primera versión de nueve horas (¡) y forma parte de la hagiografía del cine las anécdotas que cuentan como el creador de Queen Kelly lloraba al tener que cortar pedazos enteros de su película. La edición final se redujo a hora y media. Esto acrecentó el mito hasta el punto de que a pesar de la mutilación Greed está considerada como la obra cumbre del cine mudo.

En youtube está una extraña versión de cuatro horas. Es bastante dificultoso verla porque los huecos que fueron cercenados, fueron cubiertos con fotogramas.
Unos años antes había leído un maravilloso cuento de Norris sobre un vampiro que se metía al estrafalario mundo de Hollywood. Ahora hace unos meses me hice a la novela que devoré en un par de días. Es un viaje al infierno de la mezquindad. Nadie ha mostrado el egoísmo como él. Todo es absolutamente real, los personajes parecen palpitar desde sus páginas. La trama parece tan sencilla, tan cotidiana como la de cualquier hijo de vecino. Mcteague era un minero con una fuerza incontrolable que buscando una vida mejor aprendió lo básico para montar un consultorio odontológico. Se establece en la ciudad, es reconocido en el barrio como el doctor, mantiene una fuerte amistad con Marcus, conoce a la prima de su amigo, Trina, la atiende, le saca las muelas, el viejo oso se enamora a pesar de que Marcus se sentía atraído hacia la mujer. El amigo le deja el terreno libre, Trina y el oso se comprometen pero poco antes de que se casen ocurre la desgracia; ella se gana la lotería, cinco mil dólares, toda una fortuna en 1902.


Empiezas a cruzar los dedos primero para que Trina no ceda ante la sugerencia de su esposo de que se gasten como sea el dinero. Luego empiezas a ver como ella se queda prendada ante el resplandor de las monedas. Al ver que el premio ha caído en su prima Marcus se enfurece y empieza a pedir su parte. La amistad termina y resentido denuncia a Mcteague bajo el cargo de ejercer su profesión sin tener título. La debacle es total. Trina aferrada a su dinero, concentrada en la manufactura de sus muñecos, dinero que tampoco gasta sino que atesora, le dice que se vayan a vivir a un lugar mas barato. La enfermedad de ella crecerá a medida que el libro vaya avanzando. La avaricia la consumirá hasta convertirla en un guiñapo de persona. Su esposo, resentido comienza a maltratarla, le muerde los dedos, la agarra a patadas. Ella incorpora ese abuso a su cotidianidad. Lo único que le da fuerzas es ver su tesoro, tocarlo…para que gastarlo si ya lo tengo todo.
Presencias atónito al descenso al infierno de estos pobres infelices. Siente muy adentro el placer sádico de verlos destruirse entre ellos. Todo por un puñado de dólares.

El ritmo nunca desciende, al contrario el interés que despierta la novela va en aumento hasta terminar en el interminable valle de la muerte. El oso huyendo de la justicia provisto de una cantimplora y un burro de carga llevando en sus alforjas cinco mil dólares. Los que conocen el calor, la sed, van a rasgar literalmente, por culpa de la tensión, las últimas páginas del libro. De la nada aparece Marcus, armado, dispuesto a cobrar una recompensa por entregarlo a las autoridades. Pero ahí están en medio del desierto, una imagen absolutamente absurda…un hombre condenado a morir de sed apuntando con un arma a un sediento…acaso no son los buitres los que imponen su ley en la arena caliente del desierto… las imágenes finales del libro se te confunden con los de la película. Un hombre caminando en el valle de la muerte esposado al hombre que acaba de matar. La agonía es lenta, despiadada. Lo único que debes rogar es que la noche borre para siempre del cielo ese sol calcinante.

La vida sonreía para Frank Norris.  La novela, publicada en 1899 fue un éxito inmediato. El escritor de 29 años fue comparado inmediatamente con Zolá. En Estados Unidos nadie había escrito con tanto realismo, nadie había sido tan implacable y demoledor. Entonces no es una leyenda urbana eso de que una persona termine mendigando en la calle solo para no gastar sus monedas. Se casó empezando el siglo, se casó con la mujer que amaba, seguía escribiendo de sol a sol, retratando la maldad de los buenos,  forjando su carrera que décadas después influenciaría a Raymond Chandler, William Irish, Robert Bloch.
El dolor en la parte baja del hígado parecía algo normal….¿Que achaques puede tener un hombre de 32 años? El dolor se intensificaba, si hubiera ido a tiempo al médico le hubiesen extraído el apéndice lo único que le hubiera quedado sería una cicatriz, pero no, estaba muy ocupado escribiendo. La peritonitis lo atacó el 24 de octubre de 1902, un día después moriría dejando un legado imborrable. Frank Norris es el padre del pulp fiction, de la novela negra.
Para los que disfrutan de buscar autores desconocidos con obras potentes Frank Norris es un autor ideal. Su obra, cien años después apenas da los primeros pasos en nuestro idioma. Aprovechemos que aún no se ha puesto de moda. 

3 de mayo de 2012

LOS VENGADORES. EN LA CABEZA DE STAN LEE


Siempre desdeñé del comic y la verdad me vine a enterar de que existía una fiebre con la marca Marvel recientemente, gracias a los nerds de The Big Bang Theory. Después de haber desdeñado la posibilidad de ir al cine a ver Iron man la enganché refrita en televisión. A los cinco minutos ya era un fan de un inescrupuloso, siniestro y encantador traficante de armas como Tony Stark. Llevado por un antiguo recuerdo y por el nombre de Kenneth Branaght me fui al cine a ver Thor, las impresiones del filme las consigné en un artículo publicado el año pasado y desde allí estuve atento al inminente estreno de Los vengadores.

El fenómeno despertado por las películas de Marvel se explica primero porque es precisamente la compañía de cómics creada por el mítico Stan Lee la que supervisa la creación de estas sagas. No se piensa en el gran público sino en la fidelidad que tiene la adaptación sobre las viñetas. Exponerse ante estas imágenes es adentrarse dentro de un tebeo gigante, descubrir un género avalado por intelectuales como Umberto Eco y admirado por cineastas como Fellini.
En los últimos 48 años se han hecho más de 500 entregas del cómic. ¿Dónde las vendían? ¿Por qué nadie me dijo que esto existía? Seguramente mi infancia hubiera sido menos aburrida, hubiese habido más espacio para la aventura. Voy a buscarlas donde sea. Necesito vivir la experiencia todos los días, a la hora que quiera. Recrearlas sobre el lienzo de mi mente.
La historia de la película la sacan justamente de la primera entrega cuando Loki viaja a la tierra a usar su poder para doblegar a los humanos. Su hermano Thor y todo el circulo de Los vengadores unen sus fuerzas para impedir el aniquilamiento final

 Llevar al cine Los vengadores era una vieja obsesión de la industria. No se había hecho antes porque no se contaba con los  recursos tecnológicos y solo ahora Paramount ha decidido financiar el proyecto. El resultado ha dejado a todo el mundo contento. Lamento profundamente no haberme podido integrar desde mi infancia a este goce visual y artístico. Si así hubiera sido seguramente hubiera entendido todas las referencias, los chistes privados en los que abunda la película. Los que conocen los comics seguramente habrán llorado de la felicidad.
El desconocimiento del cómic no es óbice para que la gran mayoría no  disfrutemos de las dos horas y medias frenéticas, adrenalíticas en la que nos envuelve el hábil director Joss Wedhon quien también escribió el guión. , “Aparte del reparto, lo que Marvel hace mejor es escoger a los directores más idóneos. Escribir el guión de '“Los Vengadores”' es una tarea mucho más precisa porque es un pieza de la maquinaria más compleja, donde tienes que hacer interactuar a ocho personajes que son muy diferentes y hacer que funcione”, estas son declaraciones de un entusiasmado Robert Downey jr.

Uno de los puntos más altos del filme es que los seis vengadores están muy bien estructurados como personajes. Cada uno es creíble y sobre todo apasionante. Esta era la labor más difícil porque es complicado que en una película donde todos son estrellas pueda existir una coralidad y acá se logra con creces. El villano, Loki, funciona a la perfección. A pesar de que es un Dios tiene las contradicciones que podemos tener los humanos. El hijo de Odin no se equivoca al escoger la tierra como un lugar para ser adorado, el esta más cerca de la imperfección humana que el dechado de virtudes que destilan los habitantes de Asgard.
Los efectos especiales son literalmente de otro planeta. Las extrañas máquinas que emergen del portal parecen salir directamente de tus ojos. Pocas veces se disfruta tanto la tercera dimensión.
Me llamó la atención que todas las películas que precedieron Los vengadores se concatenan. Marvel sabía lo que hacía, desde siempre pensó en esta película. El guión fue pensado antes de haberse creado la primera de esta saga: Iron man. Nada fue dejado al azar.

Ahora hay que volver a ver todas las películas, conseguir como sea los viejos tebeos, vivir la infancia que te robaron cuando ya bordeas los 35. Nunca es tarde para volver. Al final de la película miras el reloj y no lo puedes creer ¿A dónde estuvimos las últimas tres horas que no las sentimos? Las interminables filas de gente esperan afuera, muchos ya la han visto y se entiende que vuelvan a querer entrar. Pocas veces eres más feliz que estar sentado en la butaca contemplando como fuerzas alienígenas acaban con Nueva York. Somos espectadores privilegiados, sentimos que las esquirlas de las bombas vienen hacia nosotros pero no hay problema, eres testigo pero estás lejos.
Los vengadores es un fenómeno mundial del cual no puedes ser ajeno. Emoción pura y de la mas alta calidad. Con este filme se comprueba que el futuro de los guionistas bien podría estar en los complejos y cada vez mejores video juegos. Porque eso sientes en Los vengadores, sientes que desde un control invisible vas manejando a los súper héroes en sus desesperado intento de salvar el mundo.

1 de mayo de 2012

ASESINOS DE ELITE DE GARY MCKENDRY. UNA PELICULA FALLIDA.


Las colas de Los vengadores eran interminables así que decidimos entrar a Asesinos de elite llevados por el aburrimiento y porque en el afiche anunciaban la presencia de De Niro. El toro salvaje aparece un poco al principio, un poco al final sirviendo como gancho para espectadores desprevenidos como este humilde servidor. Omán, un jeque con rostro de Ayatollah busca desesperadamente vengarse de los asesinos de sus tres hijos, agentes de la hasta ayer desconocida para este humilde servidor SAS (Servicio Especial Aéreo Británico) especializada en hacer trabajos sucios para la reina. El jeque escoge a un veterano como De Niro para que asesine a los tres agentes, los asesinatos deben parecer accidentes y cada uno deberá tener una confesión previamente grabada en video, la complejidad del encargo explica un poco la generosidad de la recompensa del jeque: Seis millones de dólares. El asesino acepta y se le hace fácil huir con la plata subestimando el poder que puede tener un hombre que tiene 17 mujeres para acostarse cada día y cientos de pozos petroleros. Lo detienen en el aeropuerto, lo encierran en un sótano y llaman a su entrañable amigo Jason Staham para que cumpla con lo pactado.

Desde el principio sabemos que nos enfrentamos a una historia real, basada en el libro The feather men escrita por el ex agente Sir Ranulph Fiennes, polémica en su momento por haber dejado constancia del asesinato de varios miembros del SAS a cargo de un escuadrón de la muerte. La película tiene sus momentos, el personaje de Clive Owen es enigmático y confirma que es uno de los grandes actores del momento. El problema estuvo acaso en el elevado presupuesto con el que se hizo el film, 75 millones de dólares. Se incluyó la incorporación del limitadísimo Jason Staham que siempre hace el mismo papel, el hombre duro, experto en artes marciales que igual parece desaliñado y borracho. Las exigencias de parte de producción fue agregar una historia de amor que definitivamente no funciona y que debería en algún momento emocionarnos…. Como te extrañamos Carlito Brigante.

El guión es un poco confuso, casi que laberíntico. Parece nutrirse en las historias de John Le Carré, en el cine de John Frankenheimer, en las peleas del último James Bond y Jason Bourne pero que definitivamente no logran concretar una historia sólida y sobre todo creíble. Estos reparos se hacen porque es inevitable no ver el potencial que tenía la película pero que se quedan a medio camino no por torpezas o debilidades del debutante director Gary McKendry sino por las imposiciones desde el punto de vista financiero. El fracaso a nivel de taquilla se hizo notar: apenas pudo recoger 18 millones de dólares.
De todas formas Asesinos de elite es entretenimiento válido con algunas escenas de acción y persecuciones donde logras sentir la adrenalina andando por tu cuerpo. En las más de dos horas de metraje logras olvidarte un poco de la frustración de no haber llegado temprano para ver la esperadísima Vengadores.

26 de abril de 2012

RETROSPECTIVA HITHCOCK. EL HOMBRE QUE SABIA DEMASIADO. NUNCA MOSTRAR EN VANO

“Si muestras un rifle en la secuencia 35 úsalo en la 48” precepto Hitchconiano puro, aprovechar todos los recursos. Por eso si tienes a Doris Day úsala. No solo era una actriz también era una maravillosa cantante. Con su hijo cantan en una hermosísima escena. Sabemos que si lo están haciendo es porque el hombre que lo calculaba todo iba a guardarse este recurso para el final. La abnegada madre cantando en la casa del embajador para encontrar a su niño.

La primera versión de El hombre que sabía demasiado fue hecha en Inglaterra en 1934. Empezaba en los Alpes suizos, con un Pierre Fresney enigmático que moría en los brazos de Edna Best. A primera vista esta primera versión parece un borrador de la gran película de 1956. Todo es muy torpe, casi ingenuo. Pero el filme inglés tiene algo de la que carece su remake; un gran villano. Impactado por haberlo visto en M Hitchcock llamó a Peter Lorre y él es la película. En el asedio final (Basado en un hecho real en el que participó Winston Churchill) rogamos, como lo hicimos unos años atrás con Paul Muni a que no le pase nada al anti-heroe, pero que va, las balas de la policía siempre van teledirigidas.

En 1956 la acción transcurre en Marruecos. Jimmy Stewart, su esposa Doris Day y su cariñoso e inteligente hijo van de turistas en un bus, impactados con lo exótico del paisaje. El niño por equivocación ha ofendido a una mujer musulmana. El reclamo hecho por el hombre que viaja con ella va poniéndose demasiado violento, Stewart no puede entender uno de los insultos que le están gritando. Entonces aparece el encantador Louis Bernard y lo salva de la situación. Se bajan, Bernard, un francés radicado en Rabat se pone al servicio de la familia. Su esposa, siempre perspicaz y desconfiada le recuerdo que nadie es demasiado amable desinteresadamente.  Si la hubiera escuchado… unas secuencias más adelante un hombre moreno zigzaguea en la calle, busca con desesperación a Stewart, cae en frente de él, tiene un cuchillo en la espalda y cuando el americano lo va a tocar descubre que lleva maquillaje en el rostro. Es Louis Bernard. Antes de morir le dice lo que sabe… a un distinguido dirigente mundial le van a hacer un atentado en Londres.

Otra vez el hombre ordinario metido en una situación extraordinaria. Imposible no identificarnos con el personaje. Además está el otro sello de Hitch, el Mcguffin. Las pistas falsas. Todo parece indicar que es una trama sobre espionaje pero no es así. El filme es una excusa para mostrar una crisis de pareja ( Una de las obsesiones del gordito inglés) la mujer, una cantante exitosa que ha dejado a un lado su carrera por capricho de su dominante esposo. Todo mostrado con mucha sutileza, casi que imperceptible. Hitchcock mas que el mago del suspenso fue el autor que mejor supo retratar las relaciones de pareja.

Los guiones como siempre perfectos. Todo lo que aparece en el filme será utilizado. Si ese músico viejo de los créditos, impasible como el director inglés, de entrada nos muestran las claves del filme, en el golpe de platillos no solo está el clima de la canción sino de la trama misma. El concierto en el Albert Hall es dado por Bernard Hermann, tal vez el mejor compositor de bandas sonoras de la historia. El mismo dirige la orquesta.
Tanto en su versión inglesa como en la americana, El hombre que sabía demasiado no solo es una película fundamental en la dilatada carrera de Hitchcock sino que ambas son piezas fundamentales en la historia del cine.
Recuerden que Hitch es, tal y como nos lo recuerda Truffaut Mister Cinemá.

25 de abril de 2012

DOS PARTIDOS MARAVILLOSOS

Acaba de caer Boateng al suelo, el reloj se ha detenido en los 120. Van a penales. El marcador dicen que van 2 por 1. Van a penales. Increíble, ¿hace cuanto no se definía una semifinal desde los doce pasos? No busques en internet, ya pronto Mariano Clos te va a decir cuando fue y quien ganó. Los muchachos toman agua, exhaustos, Mou susurra los pateadores.
Fueron dos días donde los aficionados jóvenes al fútbol nos regocijamos ante los viejos que siempre marcaron las épocas de Di Stéfano, Pedernera, Helenio Herrera, Pelé o Gianni Riva eran las mejores y nunca volverían. Dos semifinales llenas de jugadas maravillosas, de momentos ásperos, de grandes jugadores. Presenciamos la historia en vivo y en directo y en alta definición. Que se mueran los viejos. Va a ejecutar el acalambrado Alaba el penal. Lo convierte. Voy a verlos.
Acaba de hacer el gol Swesteiger. Bayern- Chelsea la final, favorecidos por la suerte. El clásico justo se jugó en medio de las semis. Ninguno de los dos equipos españoles pudo recuperarse físicamente, menos el Madrid que ni siquiera poniéndose arriba del marcador por dos goles productos de fallos arbitrales, pudo  disimular el agotamiento que produjo el alargue.
Dos batallas épicas, inolvidables. Barcelona mantuvo la pelota en un 76 por ciento en promedio tanto en Stanford Bridge como en el Nou Camp. Disparó al arco en 57 ocasiones. Solo pudo marcar tres veces. Los de Londres tuvieron cinco tiros, la embocaron tres veces. El fútbol es el juego de la ilógica. A pesar de que se tenía el partido en el bolsillo con el gol de Busquets, con la expulsión de Terry, algo le molestaba a Lio Messi. En rostro se reflejaba la debacle. No estaba bien menos cuando justo antes de que se acabara la primera parte Ramírez bañara a Víctor Valdés.
Penalti a favor del Barcelona, cobra Messi lo erra. 24 horas después patea Ronaldo al palo derecho de Neuer, lo tapa el arquero. Los dos mejores jugadores del planeta fallando en su especialidad. Dicen que en estas finales las ganan los equipos con jerarquía. Barcelona tiene cuatro orejonas, Chelsea ninguna. Los de Guardiola son considerados el mejor conjunto de la historia, el Chelsea va cuarto en su liga y hace unas semanas echó a Vilas- Boas por la pésima campaña. Entró Di Mateo, sin proceso, sin conocer a sus jugadores, sin experiencia como técnico, su única garantía las excelentes campañas que jugó con la escuadra que en ese entonces dirigía Ranieri. La rueda de la fortuna es implacable y a veces torpe, el niño que nunca hace un gol justo sentencia la serie después de driblar a Valdés.
Muchos hablan del fin de una era. Barcelona de los últimos 15 títulos disputados había ganado 13. Los dos únicos que no pudo obtener ¿adivinen que técnico se los quitó? Ningún equipo le ha podido quitar la pelota al barsa, ninguno le ha impuesto su forma de jugar. Barcelona sigue siendo el mejor de todos. Es un privilegio pertenecer a esta época, ser testigos de Messi, de Xavi, del gran Iniesta.
Hoy todos esperaban ver clasificar al odiado Real. Los dos goles de Cristiano parecían ser suficientes para borrar el dominio que desde una primera instancia mantuvo el Bayern en el terreno de juego. Los de Munich tenían la pelota y las opciones. Gran partido de Robben…como la aguanta Gómez, que grande Alaba. Un partido emocionante, de ida y vuelta. La estrategia primó sobre la táctica. Los jugadores no podían sostenerse sobre sus piernas. El público tampoco podía más. Los penales fue una prolongación de esta semifinal inolvidable. Rogábamos los hinchas del fútbol  porque no se acabara nunca y por si se tuviera que acabar al menos que lo hiciera con un final maravilloso: El odiado Mourinho yéndose cabizbajo por el túnel.
Son días locos, estupendos para el fútbol mundial. Todos viven pendientes de la Liga de Europa. Unos por el Real otros por el Barcelona. Privilegios de la globalización. En una chichería de Tunja un hincha boyaco del Real se trenzó a navajazos con un man de Boyacá que le hacía fuerza al Barcelona. Esperemos que algún día en un pub catalán un aragonés hincha del Cúcuta le aseste una trompada a un madrileño fanático del Huila.
Lo malo de todo esto es que la final ya pasó. Igual esperamos con ansia el soporífero partido de Munich. Ojalá me equivoque.