19 de febrero de 2010

DESDE LA TUMBA LOVECRAFT HACE SU MEJOR HISTORIA

Me  sucede con Lovecraft que al empezar a leerlo me entusiasmo con la historia y la devoro con avidez y ya cuando estoy en el colmo del placer empiezo a sentir una especie de hiel que arruina por completo la lectura. Y es que al estar sumergido en la ensoñación, al verse poseído por fuerzas mutantes oscuras no me pueden salir con explicaciones racionales. Mejor que no sean fuerzas de la naturaleza, criaturas incrustadas en la corteza terrestre durante millones de años que abren los ojos y destruyen las buenas costumbres de este siglo atroz, mejor que sea el mismo demonio el que juegue con los cuerpos de sus súbditos, que convierta la realidad en su propia fantasía demoníaca.

Todo eso que le hacía falta a las historias de Lovecraft, lo encontré en la obra de uno de sus vasallos, John Carpenter. En La boca del miedo logra crear, como ningún otro, cineasta una atmósfera lovecraftiana. Cine dentro del cine, dentro de un libro, Carpenter le va abriendo puertas a la realidad y nos va metiendo en la vieja mansión de la locura y allí vemos el libro a los ojos y ya nunca más seremos los mismos.

Sutter Cane hace realidad el sueño de todo escritor, convertirse en un mito viviente, en un dios de carne y hueso. La gente tiene una extraña forma de reaccionar al leer los relatos de horror de Sutter Kane, su prosa rompe los nervios, enajena, harías cualquier cosa por tener el ultimo libro, te muestra los ríos de sangre y lava que surcan el infierno. Nadie está exento del encanto de Sutter Kane.

Pero él ha desaparecido y por eso llaman al mejor de todos los investigadores de la ciudad, el más escéptico, el más corrompido, John Trent. El encuentra las pistas, Kane se ha ido para Hobbe’s End, el pueblo que él mismo imaginó, Trent y su acompañante logran entrar en la cabeza del escritor pero es tan horrible lo que ven que su razón no resiste la visión y pasan a ingresar el ejercito de locos furiosos que no paran de despedazarse. Todo pasa a ser un pensamiento de Sutter Kane.

Lovecraft lo soñó así, viviendo en la última torre de un poderoso castillo y abajo el mundo que él mismo soñó. Las criaturas prehistóricas son hijas de Satán, de ellas es el mundo. Hoy caminé la ciudad, debajo de los puentes cualquiera te puede apuñalar, me sentí como en una película del futuro hecha en los ochenta, las distopía ya llegó, el fin está cerca. Por eso es importante volver a ver estás películas que en su momento fueron despreciadas, es la mirada de los que nos ven desde el pasado, rompieron la pared y nos ven y les damos miedo, mucho miedo. Desde la tumba Lovecraft hace su mejor historia, la más real y horrible de todas.

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