20 de abril de 2010

EL TOPO DIABOLICO

Estaba en parís esa familia polaca encabezada por un padre que soñaba con ser pintor y no tenía talento una madre sofisticada elegante que cuando caminaba por Daint germain de prés quería que la gente se olvidara de que era una inmigrante eslava y un niño pequeño que parecía un topo diabólico. Corrían 1935 y al padre se le ocurrió la idea de volver a Varsovia, el clima estaba caldeado en Europa pero a nadie se le iba a ocurrir que Alemania se cosiera las heridas y saliera a buscar una guerra que seguro perdería.




El topo diabólico fue a la escuela y desde el principio se le notaban las ganas de figurar. Era dueño de una personalidad arrolladora, magnética. Los Polansky sin ser ricos vivían bien. Es usual escuchar a polacos decir que 1939 fue un gran año hasta que llegó septiembre y el mundo cambió. El epicentro de ese cataclismo lo vivió Romek. Con sus propios ojos vería como la werthmarch entraba en Varsovia. En menos de 15 días la derrota era total. Entre Alemania y La Unión Sovietica se dividían Polonia como quien corta un pastel de cumpleaños. Y bueno ellos eran judíos así que estaban atrapados en una tenaza de hierro. Los confinaron al infame Guetto de Varsovia y allí compartieron una habitación con siete personas mas y un perro sarnoso. Las severas restricciones los lelvaban a comer entre otras cosas estofado de rata. Roman recuerda ver a gente en las esquinas vendiendo ratas frescas como quien vende pescado. A todo eso se habitúa el hombre por eso es mas hijo del diablo que de Dios. Pensaron que era algo circunstancial que los alemanes los confinaban allí para después enviarlos a cómodas residencias especiales. Una vez evacuaron el guetto de Varsovia Romek nunca mas volvería a ver a su mamá. Su padre logró sacarlo del guetto y enviarlo al campo donde vivió las humillaciones de una familia católica que todo el tiempo lo amenazaba con entregarlo a la Gestapo si no dejaba la letrina brillando como una joya. En esa hogar provisional Román Polansky hizo sus primeras películas, una serie de dibujos secuenciados que no tienen nada que ver con lo que hace un niño dibujante hoy en dí. Figuras de descuartizados de gente lacerada y crucificada, horror por todas partes, visiones del infierno, visiones que las pondría después en sus inquietantes películas.

Al terminar la guerra se encontró con su padre. Eran diferentes. A pesar de que físicamente siempre aparentó menos edad Roman era un adulto por dentro. Su carisma lo llevó inevitablemente al teatro a los 15 años ya era famoso. Fue superior al realismo socialista que embargaba el arte polaco propuesto por Gomulka. Pero vivió otra extraña fama a los 17 años cuando fue víctima de un terrible asalto, un asesino en serie que ya había matado a 18 personas trató de robarlo golpeando su cabeza repetidas veces con una piedra, un camionero que pasaba por el lugar vio al asesino cubierto de sangre y logró aprehenderlo, a Roman lo encontraron inconsciente en las ruinas de una casa. Fue conocido en toda Polonia como el muchacho que sobrevivió al temido Dziuba. Este fue condenado poco después a morir en la horca.

Todas esas desgracias las vivió Polansky antes de cumplir veinte años anticipándose lo que sería una de las vidas mas convulsionadas en la historia del arte. Después vendría lo de Charles Manson y la persecución insidiosa de la que todavía hoy es objeto solo porque tenía el gusto, sentido por todos los hombres, de acostarse con quinceañeras. Nunca violó a nadie, todas cogieron con el por gusto, porque querían porque caían rendida ante su inteligencia. Lo de Roman Polansky es el sino que ha perseguido a los grandes artistas desde Dante: Para dar una visión genuina del infierno tienes que haber estado en él

1 comentario:

hormiga dijo...

Nietzsche decía que para que exista un gran artista tiene que haber sufrido lo suficiente como para entrar en contacto con su más profundo ser... de manera que "El hombre (.) no es artista, [sino que] se ha convertido en obra de arte".

Me encantó el post, desconocía la historia.