20 de junio de 2013

MAN OF STEEL. Los pastores evangélicos y Superman

No se necesita ser un semiólogo avezado para darse cuenta de la cristología que subyace en Man of Steel. El héroe que viene de otro mundo a salvarnos, las dudas que genera en el pobre niño que se reconoce diferente y que a veces hasta maldice esa responsabilidad mesiánica que él no ha elegido, los 33 años como edad clave para el salir del anonimato y sacrificarse por el mundo, son algunos de los aspectos con los que se emparenta en la película  a Kal-El con Jesús de Nazareth.

Zack Snyder, el hombre que dirige este remake, ha reconocido abiertamente esta similitud ya que según él esa relación entre Cristo y Superman no fue inventada por ellos sino que esta existe desde la creación misma del personaje, las dos pasadas adaptaciones del comic a cargo de Richard Donner en 1978 y Brian Singer en el 2005 habían obviado la relación. “Pensé que deberíamos hablar de nuevo de ella” Afirma el creador de 300.
Según varios portales cristianos esto ha generado opiniones divididas dentro de la mayoritaria comunidad evangélica norteamericana.  Mientras en algunos de los estados que conforman El cinturón de la Biblia se preparan manifestaciones contra la proyección del filme, por explotar inmisericordemente  la imagen pura de Jesus, la firma de marketing cristiano Grace Hill Media, responsable de emitir contenido multimedia en algunas iglesias gringas, se ha dejado tentar por la feroz campaña publicitaria desplegada por la Warner Bros y ha aconsejado en sus sermones la visualización del filme diciendo que “Con una cinta como Man of Steel hay una oportunidad para celebrar la fe, el sacrificio y el servicio de nuestro salvador”.

Vi la película y me encantó. En muchos aspectos deja de ser la clásica historia del súper héroe para convertirse en cine de ciencia ficción. Los efectos son increíbles y nos dan una imagen de Krypton que nunca habíamos soñado. Pero me molestan las segundas intenciones, sobre todo cuando estas pretenden adoctrinar incautos. Lo de la advertencia ecológica vaya y venga y  si seguimos explotando los recursos naturales como lo estamos haciendo  seguramente que acabaremos como el planeta de Superman, pero me dan nauseas que abusen de nuestra inocencia para predicar sobre cualquier cosa.
El peor insulto que podemos recibir como espectadores es que nos traten como imbéciles.
En ese sentido resultaba mucho más inocente los intentos de un crear un cine abiertamente satánico por parte de Kenneth Anger a principios de los 70. Casi nadie vio esa peliculita artesanal, inacabada y hermosa llamada Lucifer Rising que respondía al estado de inconformidad que respiraba la agitada juventud de esa época.
 Ahora, cuando las ideologías han muerto y el mundo vive en un obsceno conformismo, cuando las películas lejos de escandalizar fomentan a voz en grito las virtudes del cristianismo, ahora es cuando los pastores evangélicos aprovechan ese estado catatónico para predicar teniendo al lado la atractiva imagen del hombre de acero, estrenando traje y todo. Las hordas de jóvenes se agolpan al frente de la iglesia y se sienten muy cool cerrando los ojos y dejándose lavar el cerebro por la encendida predica de un culebrero.

Durante la celebración del día del padre en muchos cultos de Estados Unidos se  hicieron conversatorios  sobre la relación de Jor- El con su hijo, y se debatió sobre la famosa “S” de Superman que en el idioma de Krypton significa Esperanza, uno de los aportes que ha dado la cultura cristiana a occidente.
El marketing desplegado desde la Iglesia ha funcionado bastante bien. Esta nueva versión de la vida de Cristo, ahora con capa e indestructible, ha recaudado en su primer fin de semana 200 millones de dólares, y eso que tan sólo se ha estrenado en cuarenta y cinco países. Me imagino que cuando Man of Steel irrumpa en las sometidas carteleras de China, Japón o Francia esta cifra aumentará espectacularmente.
No es la primera vez que una película taquillera contribuya a fortificar la fe. El exorcista  ayudó reivindicar a la alicaída  iglesia católica torturando a una niña en plena menarquia. Ahora cada vez que una jovencita se ponía histérica porque sus hormonas cambiaban la asustada madre no iría a visitar a un sicólogo sino que llamaría a un apuesto sacerdote, no vaya a ser que la niña estuviera infestada de espíritus malignos. Seis meses después del estreno de El exorcista los nuevos fieles aumentaron en un 34 por ciento alrededor del mundo.
Desde ya y debido al aplastante éxito de Man of steel se está hablando de una segunda parte para el próximo año. En ella seguramente aparecerá Lex Luthor quien vendrá a ser el mismísimo Luzbell. La maquinaria se mueve mejor cuando a los espectaculares e innovadores efectos especiales le das una buena dosis de religiosidad.

Inquisidores y Herejes coincidiremos por fin en una sala de cine. Eso sí, ambos estaremos obligados a pagar boleta. 

1 comentario:

:) dijo...

Entonces la Mujer Maravilla vendria siendo Maria Magdalena y Batmán San Pedro?.... o sea Marvel son las otras religiones?