25 de junio de 2013

MONSTER UNIVERSITY. INGENIERÍA DE PRIMER NIVEL

Así que para asustar también hay que ir a la universidad.
Claro, manejar los tiempos, conocer los temores de los chicos, deslizarse por la oscuridad de la noche como si fueras una sombra, son solo algunos de los aspectos que debes conocer a la perfección si quieres ser un gran asustador.

Desde que era un niño al bueno del Wazowsky, (Tan judío como Billy Cristal) le obsesionaba el mundo en que se movían los personajes que le daban vida, a punta de gritos, a la energía de su mundo. El problema es que Mike… como decirlo… no tenía el biotipo. A pesar de su piel verde y de tener un solo ojo simplemente no asustaba. Si un niño se despertaba en su cuarto y veía su contextura redonda y sus garritas afiladas, lo más seguro es que se iba a levantar y lo iba a abrazar con cariño.
Sin embargo Mike Wazowsky no es un tipo que acepte un no como respuesta. Se esforzó y logró ingresar a la prestigiosa Monster University, donde aprenderá todos los trucos necesarios para constituirse en lo que él desea; ser el mejor asustador de la historia. Se pone a leer la bibliografía necesaria para dominar la técnica, clásicos como La ciencia del susto, o El poder de los gritos se convertirán en sus libros de cabecera. La rigurosidad con la que estudia le servirá para destacarse en algunas clases, pero hay que ser sinceros, lo que natura no da Salamanca no otorga. Al muchacho definitivamente le hace falta lo que por ejemplo su gran amigo Sullivan tiene… Presencia escénica, cavidad toráxica, tradición. Ese monstruo peludo sí que sabe asustar.
 Pobre Wazowsky… sus días en la universidad están contados.

Apelando a la moda de las precuelas, esas películas que a pesar de que salen después de la primera explican el origen de una saga, Pixar busca con desesperación volver al éxito comercial y de crítica que les es esquivo desde Toy Story 3. Para hacerlo no corren riesgos y por eso reviven a los dos monstruos más carismáticos del cine contemporáneo. El resultado es digno de verse.
A pesar de lo predecible (Te juro que sales del cine con un extraño Deja vu, pensando “Donde carajos vi esta película”) Monster University es una comedia competente. Algunas situaciones son francamente desternillantes y hay personajes nuevos absolutamente adorables, como es el caso del vendedor que entra a la universidad a una edad bastante adulta . En otros momentos francamente te aburres precisamente porque no es que en este tipo de películas abunde la originalidad. Pero achacarle el abuso de clichés a mis queridos monstruos es sin duda un despropósito, teniendo en cuenta de que ya hasta los grandes directores que aún están vigentes tampoco es que tengan grandes cosas que decir.
Sorprende cada vez más como la técnica inventada por Steve Jobs y sus secuaces alcanza niveles que rozan definitivamente con la perfección. Visualmente Monster University es una delicia. En realidad los ingenieros han creado un mundo absolutamente creíble. Cada una de las criaturas que salen en la película tiene un diseño impecable. Desde que George Lucas, sacó a finales de los setenta Star Wars el cine dejó de ser arte para convertirse en ingeniería. la meticulosidad con la que fue diseñado cada locación, cada personaje dentro de la película es absolutamente notable.


En síntesis esta precuela de Monster es un entretenimiento válido que disfrutarán chicos y grandes por igual. No es ni más ni menos. Cuando las historias ya están muertas dentro de la industria norteamericana del cine lo que queda es apreciar la ingeniería, los avances tecnológicos, la calidad de los efectos. Esto que duda cabe es tecnología de primer nivel. 

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