30 de mayo de 2011

MESSI. MEA CULPA

Hace unos meses me dejé llevar por la poca adversidad que presentó Messi ante la eliminación rotunda de su selección en cuartos de final del mundial. Me pareció un jugador extraordinario pero demasiado frío y lo acusaba de no vivir con pasión el fútbol, porque lamentablemente Lio prefiere sentarse a jugar Play Station que ver las grandes competiciones europeas.
Durante toda la temporada que pasó Messi demostró hasta la saciedad que es un jugador diferente. Ni la táctica amarrete de Morinho, ni la minuciosidad de Ferguson, ni lo bien que lo conoce Wegner, Messi se rebeló ante todos los esquemas que enfrentó y cada vez que cambiaba de velocidad todas las tácticas se rompieron en mil pedazos. Me acordé de un pedazo de aquella horrenda película que filmó John Huston, Escape a la gloria, cuando Michael Caine explica en el pizarrón como parará el equipo Pelé agarró la tiza y bajo la figurita que es el dibujo una larga flecha donde driblaba a todos sus oponentes y marcaba el gol ¿Qué le puede decir un técnico a jugador como Messi? Nos imaginamos al borracho del Bolillo Gómez regañándolo porque este intenta gambetear a un rival, porque no está marcando la salida del lateral o porque su indisciplina “Desordena el dibujo táctico”. Las mismas cosas que un inepto como Maradona le pudo haber dicho durante el mundial, “Mirá pibe, hacele caso a Mancu que ese si sabe” Lionel es un jugador que rinde cuando se siente feliz y allí en el Barcelona rodeado de todos sus amigos supo desplegar todo su talento. En Alves, en Xavi, en Iniesta jugadores que conoce desde hace años supo encontrar su ecosistema.
En esta temporada Messi demostró que el no rinde en el Barcelona solo porque está rodeado de jugadores que lo dejan mano a mano con el gol. En Argentina se comieron el cuento que Messi es solo un genial rematador. No, yo creo que esta es la segunda temporada en la que Lio ha demostrado ser mas importante que el mismo equipo. En mas de una ocasión sus jugadas salvaron de una posible eliminación en Champions al maravilloso equipo de Guardiola. Sus pases fueron fundamentales para el 5-0 al Madrid en la primera ronda de la liga y ni hablar de su descollante presentación en el Bernabeu cuando con dos goles suyos, uno de ellos de antología derrotaron al fastidioso equipo de Mourinho. En la final contra el Manchester fue declarado el hombre del partido y un gol suyo destrabó un partido donde Barcelona, a pesar de ser un rotundo dominador no encontraba la llave para romper el empate. El genio volvió a aparecer.
A diferencia de Ronaldo, Messi aparece cuando hay más presión. Es un jugador de finales, su rebeldía no solo entrega partidos sino que da títulos. El caso del portugués raya en lo patético. Solo cuando la liga estaba perdida comenzó a hacer una hondada de goles. Esas goleadas finales del Madrid fueron lo mas desagradable de la temporada, un equipo donde solo en la banca tienen a Kaká y a Benzema jugadores que compraron por mas de 150 millones de euros estaba obligado a conseguir la triple corona sin embargo, como cualquier equipo chico se conformaron con la Copa del Rey y con el Pichichi de Cristiano un jugador que volvió a demostrar una cobardía absoluta en los momentos decisivos, un jugador con un talento impresionante pero sin garra, sin pasión. Yo si fuera portugués lo odiaría tan solo por verlo jugar con la camiseta de esa selección. Porque siempre que juega con el elenco lusitano está mas pendiente de como pararse antes de cobrar un tiro libro, de ver como su estilista profesional le acomodó el peinado, de sus guayos de mil colores.
Cristiano se siente muy bien en la casa blanca, es su hogar. Nadie como él ha sabido reflejar las virtudes del Madrid, su antipatía, su frivolidad, su poca sangre, sus goles hermosos e inoficiosos son el reflejo que ha tenido el equipo bajo la presidencia de Florentino Perez.
Mientras, a la otra orilla una ciudad le rinde culto a su hijo mas querido, porque asi haya nacido en Rosario Messi es de Barcelona, la ciudad lo ha adoptado, la ciudad lo ha endiosado. El es la principal arma para derrotar la hegemonía que quiere imponer sobre Catalunya los odiosos madrileños. Messi, un tipo formado en la cantera con cara de niño todavía, con cuerpo de pulga y una rapidez y un talento que desde Maradona no se veía hechiza las canchas de Europa y gracias a su égida le ha entregado la cuarta Champions a un equipo que desde ya se postula como el mejor de la historia.
En Barcelona la alegría no tiene fin.

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