30 de mayo de 2012

RENSON SAID. EL DURO OFICIO DE DECIR LA VERDAD


En una ciudad saqueada por los políticos, azotada por flagelos crónicos como el contrabando o el narcotráfico, un sitio caliente, situado en un valle infestado de mosquitos y malaria, en una ciudad que parece más el escenario de un western un solo hombre se atreve a decir la verdad.

Es un milagro que un tipo como Renson Said escriba en La opinión, el periódico peor escrito del país. Su columna le da un cierto prestigio, no solo por que no tiene ningún tipo de bozal a la hora de denunciar sino porque ante todo Renson es un escritor. Es una vergüenza que a nadie dentro del valle de la muerte le haya dado por editar un libro que compile lo mejor de su obra. Sería una antología necesaria donde quedaría estampillada en la historia la época en donde Cúcuta llegó a ser una cuna de forajidos, de concejales que asesinan a sus esposas y salen libres, de candidatos que llegan a la alcaldía con falsas promesas, de senadores implicados en financiamientos de grupos paramilitares, de una clase alta inculta, provinciana y criminal.
Sus columnas son como un islote en medio de este pantano. Los ladrones de cuello blanco han tratado de sacarlo de La opinión a como de lugar. Solo el estúpido del Chacón lo pudo denunciar alguna vez, de resto ni el pícaro del Corzo ha podido con él.  Gracias a la presión que ha hecho el maestro Cicerón Flórez dentro del pasquín ha impedido que la voz del escritor  se apague.  Al maestro le debemos ese regalo.
Tengo amigos dentro de la corrupta administración actual que le temen “Usted porque lo saluda” me dicen como si por sus venas corriera un virus mortal. La alcaldía es un horrendo edificio donde sus empleados corren de un lado para otro, contando el último chiste o chisme. Allí muchas veces está el negro, investigando, transformando el rumor en noticia.
Inmune a demandas, a amenazas de muerte, a críticas despiadadas de escritores borrachos que le envidian su notoriedad, nadie sabe cuantos años puede tener un hombre que parece eterno. Amparado en su raza dice que acaba de cumplir treinta cuando en su facebook lo vemos con su afro en las ochenteras calles bogotanas. A Renson los años, como las demandas y las balas le rebotan en el pecho.
Levantarse y ver su columna nos hace sentir menos sucios. No todo está perdido si un man que escribe así puede publicar en el pasquín de la región. Entre sus lectores deberíamos hacer una colecta y publicar el libro, hacer el lanzamiento al frente de la alcaldía y durante la fiesta quemar el nido de las ratas. No estará lejos ese día, seguro que no.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que buenos parrafos, y que contundentes....caronte

Anónimo dijo...

Hagamos la colecta y quememos el nido de las ratas!!!

Anónimo dijo...

me imagino que este que dice que que buenos parrafos y que contundentes...caronte es Isaías que forma parte de esta cuerda de la sociedad del bruto elogio.

LetraPolis dijo...

El discurso de la verdad siempre está fuera de la pluralidad de la corrupción.