La condesa Erzhebet Bathory tenía un particular método
para mantener su belleza; metía a sus doncellas en La capa de la infamia, un aparato de tortura
diseñado para exprimir la sangre de sus víctimas. El líquido vital de las
muchachas era vertido en una tina y allí la malvada hechicera se bañaba
rezándole un par de oraciones al demonio. Según los escasos retratos que le
sobreviven el satánico ritual funcionaba.
Teniendo estos elementos tan atractivos que están en la
historia los guionistas de Blancanieves y
el cazador recurren al cliché, a la formula fácil. La bruja para perpetuar
su belleza agarra a las jóvenes del cuello abre la boca y les succiona, en una
bocanada toda su juventud, dejándolas secas y ancianas. Esas son las trampas
que presenta para una producción tener un presupuesto tan alto. Se desdeñan de
entrada la inventiva, los dólares limitan la imaginación. Entonces el espejo
mágico es un biombo dorado, súper Kitch que cuando se invoca se transforma en
un hombre encapuchado del color de las hebillas de los traquetos. En los
alrededores del castillo se extiende un bosque encantado poblado de criaturas
mágicas, de pantanos llenos de aguas movedizas donde los caballos son tragados
(si, como el caballo de Atreyu en La
historia sin fin) y después aparece un lugar paradisiaco, con hadas, dioses
y ciervos aún mas cursis que los que aparecen en Narnia. No entendemos mucho, el guión es muy enredado, la puesta en
escena torpe, por ahí aparece un castillo gigante pero a diferencia de El señor de los anillos, con quien han
tenido el descaro de compararla, el director no sabe, no conoce por donde se
están moviendo sus personajes.
Y desde tu butaca empiezas a sentirte un poco como
Alexander de Large sometido al método Ludovico, te das cuenta que eres un
imbécil, sabías que no ibas a tolerar que te contaran esta historia otra vez en
menos de dos meses ¿Qué esperabas? ¿Una vuelta de tuerca inteligente? Si
quieres que el malestar se vaya
tienes que cerrar los ojos, pensar un poco en lo lindo
que es el mundo fuera de esa sala.
Entre todos los desaciertos que tiene esta horrenda
película se destaca sin duda el del casting. Hollywood está encaprichado con la
sonsa de la Kristen Stewart. Quieren convertirla en una estrella a pesar de sus orejas grandes, de su cara
alargada y sobre todo de su falta de talento. Para ser la pareja de Robert
Pattison (quien ya demostró en Agua para
elefantes que puede seguirle los pasos a Leo Di Caprio) no se necesitan
grandes atributos. Igual los emos no tienen en cuenta esas cosas, pero si
pretende salirse de ese personaje vemos que su carrera corre el serio peligro
de truncarse.
Charlize Theron está ahí con su belleza desbordante,
sumida en unos gestos que exageran su actuación y además la limitan. La bruja
malvada no tiene un solo momento de humor o de inteligencia, todo en ella es
maldad y miradas que indican que es mala pero de ella no sabemos más. Y el
cazador y el príncipe y los enanos tan solo son algodón, relleno que alimenta
este bodrio insoportable, inexpresivo que hasta el momento está logrando el
objetivo por el cual fue creado: recaudar en taquilla millones de dólares.
Además de todo esto Blancanieves
y el cazador es tan larga y aburrida como subir con frijoles en las medias
y a pie a Monserrate. Puedes dormir todo lo que quieras e igual la película nunca
termina, en algún momento sientes que la hermosa bruja te ha hechizado y está
jugando con tu tiempo, entonces tienes que concentrarte e implorar a los dioses
del cine que el proyector sufra una
avería, que se incendie la sala y al final una señora con pinta de azafata te
de un pase de cortesía. Pero a pesar de esta sobresaturación de cuentos de
hadas nada extraño sucede y al final te vas amargado pensando en que no hay
nada peor que un Blockbuster, un proyecto que solo es diseñado para ser
consumido en la menor brevedad, un negocio que tiene que dar dinero en corto
plazo amparados en nuestra inocencia, ignorancia y conformismo.
2 comentarios:
Ummm y yo que pensaba ir a verla a ver si ofrecía algo distinto...
Es una gran mieeeerda!
Y totalmente deacuerdo, desde cuando la Stewart puede ser la más bella del reino???
Ay yaaaaa....
ya no saben ni donde meterla
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