13 de julio de 2012

PEQUEÑAS MISERIAS. Apuntes de Renson Said sobre las elecciones de la UFPS


Lo que ha sucedido en esta campaña política hacia la rectoría de la  Universidad Francisco de Paula Santander es vergonzoso. Grupos enfrentados como perros rabiosos que se muestran el colmillo. Campañas sucias. Vandalismo. Compra de votos a cambio de notas. Persecución académica y política. Discursos vacíos que no se diferencian en nada de aquellas arengas del demagogo tradicional de vereda. Programas que no buscan la modernización de la universidad sino el sometimiento brutal de todo un aparato institucional a una pequeña élite corrupta hasta los tuétanos.

La campaña oficialista de Héctor Parra, por ejemplo, está salpicada de toda clase de escándalos. Parra ha sido denunciado ante la fiscalía por celebración indebida de contratos, enriquecimiento ilícito y usurpación de funciones públicas. Lo denunció el abogado Luis Arturo Melo quien destapó la olla podrida de la universidad: el carrusel de contrataciones por más de 12 mil millones de pesos que firmó Héctor Parra días antes de dejar la rectoría en manos de Claudia Toloza, su factótum de bolsillo. Y con ello amarrar su quinto reinado. En estos últimos doce años, la Ufps ocupa el puesto 66 entre 68 universidades en investigacion segun el boletín científico Sapiens Research (el grupo que dio a conocer el ranking de las mejores universidades del país) en investigación.  Eso equivale a 1,68 sobre 100, lo cual significa que la investigación es inexistente. Y en esos mismos doce años la universidad ha acreditado una sola carrera. El resultado, como ven, es pobre, y cuestiona la labor de Parra como directivo.

Esa brillante y exitosísima operación de hipnotismo que maneja la rectoría, para que la mayoría de los estudiantes no se den cuenta de la necesidad histórica de un cambio, podría llevar a la Universidad hacia un subdesarrollo intelectual y académico. Porque el subdesarrollo lo determina el estatismo, las doctrinas dogmáticas, la inmovilidad intelectual, académicamente improductivas y ciegamente conformistas. Y todo esto es el resultado de una absoluta irresponsabilidad civil. ¿Por qué no asistió Héctor Parra al debate con los otros candidatos? Porque en vez de argumentos lo que tiene Parra es un desastre administrativo.

En esta campaña se ha coartado la libertad de expresión. No ha habido tolerancia. No ha habido uso de la razón: los tres aspectos que, desde el siglo XVIII, han identificado a la universidad en el mundo occidental

Al candidato Carlos Flórez le boicotearon la oficina, le robaron la publicidad de su campaña y no le han permitido enfrentarse en igualdad de condiciones con el candidato Héctor Parra. Porque la demagogia, la pobreza crítica, la ambición al enriquecimiento ilícito han estado por encima del debate y la inteligencia.

Yo creo que si Héctor Parra no hubiera ambicionado una quinta rectoría, hubiera podido jubilarse con un poco de tranquilidad. Pero ahora le toca enfrentarse a un lío judicial del que probablemente no salga bien librado y otra vez será la universidad la que pierda. Un cambio de rectoría le haría bien a la Universidad y a la sociedad. Y yo creo que Carlos Flórez o Álvaro Pedraza están en la condiciones de limpiar  a la Ufps de las pequeñas miserias de las que se ha embadurnado en los últimos doce años.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Chamo lo de la U es vivir una pequena colombia donde lo q impera es la corrupcion....

Unknown dijo...

Chamo lo de la U es vivir una pequena colombia donde lo q impera es la corrupcion....