2 de mayo de 2011

SABATO Y LOS ESCRITORES DEL CULO DEL MUNDO

Que pesar! Unos meses antes de que lo encontraran muerto unos ladrones habían entrado a la casa del viejito a robarle unos cuadros de esos que pintaba para combatir su artritis con la poca luz que le quedaba en los ojos y que muchos de sus fans catalogaron como “Existencialismo pictórico”. Los ladrones trataron de vender los cuadros a coleccionistas privados pero que va! Los coleccionistas saben mas de arte que esos muertos de hambre que se hacen llamar críticos. Su pintura como su literatura no valían nada.
Paradojas del destino, el pobre viejito que tantas teorías rocambolescas escribió sobre la maldad y el resentimiento que guardaban los ciegos se convirtió en uno de ellos. Que pesar! Ese es el riesgo que se corre después de haber cometido el crimen de vivir un siglo. Eso es mucho tiempo, en un siglo los ojos se te pueden secar en tus mismas cuencas y lo peor es que ni con la ceguera podrás evitar ver como tu obra envejece y se hace polvo.
Hubo una época en que este físico cuyo único mérito fue haber sido el mandadero de los esposos Curie fue considerado un escritor. Cineastas de la talla de Wajda se peleaban por los derechos de El Túnel su primera novela. Pero el precio que quería este viejito avariento (Desde esa época ya era un viejito, siempre lo fue) era exorbitante y Wajda tal vez le dio una segunda lectura al libro y lo mandó a sembrar pomelos en la finca esa que tenía en Santos Lugares. A finales de los setenta uno de esos pretenciosos cineastas argentinos precursores del asqueroso Subiela adaptaron este folletín expresamente escrito para jóvenes estudiantes hambrientos con pretensiones de artista sofocado por sus fantasmas.
Sábato fue siempre un escritor para adolescentes, si lo hubiera aceptado de pronto no tendría el desprecio que hoy le profesan la mayoría de críticos, escritores y ensayistas del continente. En Europa y en Estados Unidos no le profesan ese desprecio, simplemente ya se olvidaron de el. Porque Sábato es al existencialismo lo que Benedetti es para el marxismo y Ricardo Arjona para la poesía.
La presencia de sus libros en las universidades colombianas ocasionó un mal terrible porque eclipsó novelas infinitamente mas poderosas, mejor escritas y lo mejor, que eran retratos mas fieles del contexto histórico en las que fueron escritas. Porque acá no se conoce ni Adán Buenos Aires ni Op Oloop, ni Los siete locos y los lanzallamas. Para un librero de la calle corrientes sería una imbecilidad comparar a Juan Filloy o a Marechal con Sábato, casi tan absurdo como poner en un mismo nivel a Gustavo Ceratti con el Indio Solari. Acá, en el culo del mundo, todavía le dicen maestro, Dios, Genio. Esta mañana me metí en Facebook y un amigo que le profesa al mundo sus intenciones de ser escritor llamaba a Sábato “El artistas mas grande que ha dado la cultura rioplantense”. A casi todos los que les dolió la muerte de Saramago sintieron que les quitaban un riñón cuando se enteraron que en Santos Lugares un ciego de cien años acababa de morir.
Sin duda que es mejor Ernesto Sábato que Walter Rizzo o Deprack Chopra. Es mejor que una niña de quince años lea Sobre Héroes y tumbas a que gaste su tarde viendo la interminable fila de novelas mexicanas programada por nuestros canales locales. Deberían haber planes de lectura que promovieran la obra de Sábato para quinceañeras, para protolectores de Sartre, Camus o Kierkeggard. Pero no puede pasar eso porque acá en el culo del mundo Sábato es un clásico, un maestro. Eso explica porque nuestra Simone Weil sea Isabella Santodomingo, nuestra Pizarnik Andrea Cote, porque Efraín Medina es nuestro William Borroughs y sobre todo explica porque Jose Obdulio Gaviria compara los twiter de Uribe con las sentencias de Montaigne y que nuestro Quevedo sea el insoportablemente ridículo Samper Ospina.
No se cansó de decir en sus entrevistas que solo había publicado esas tres novelas porque el resto las quemó en una hoguera. Si fue tan autocrítico ¿Por qué permitió la publicación de esa horripilancia llamada Abadón el exterminador? Si fue tan riguroso ¿Por qué hizo de sus heroínas tipo Alejandra Olmos unas caricaturas, unos títeres sin vida? No, las publicó y hasta antes de morir vivía orgulloso de ellas ya que como Saramago o como Paul Auster no escribía para una minoría sino para los jóvenes que ellos si que saben de literatura.
Que la muerte de este físico impulse a mis amigos, los escritores del culo del mundo a venerar a los verdaderos tigres sagrados de la literatura rioplatense, a los que fueron bendecidos con la inmortalidad literaria. Chicos, lean a Felisberto Hernández a Macedonio Fernandez pero no pierdan mas el tiempo con este viejito cascarrabias. No nos den mas pena ajena con sus homenajes a un escritor completamente sobrevalorado y que de su paso por el mundo no quedará nada en menos de cincuenta años.
Escritores del culo del mundo, ya que nunca podremos escribir una obra maestra al menos leamos bien, pretendamos leer lo mejor, lo mas bello. Si amamos la literatura tenemos la obligación de investigar y no quedarnos en las lecturas del colegio. Los pobres vivimos muy poco y hay mucho por leer no pierdan mas el tiempo que solo los dictadores y los malos escritores viven un siglo.

3 comentarios:

Elisa dijo...

Gracias a Sábato por Macedonio Fernández, Arlt, por Martín Fierro, El Aleph y por S.Discépolo y por la mitad de las cosas que hay en mi biblioteca.
Y por ver amanecer leyendo en la ventana que da al aeropuerto.
Y por tardes larguisimas hablando mierda contigo.
Gracias.

Anónimo dijo...

reflexiones típicas de un pobre ignorante. Y bueno, no a todos les da la cabeza para entenderlo...

Anónimo dijo...

Eres un mierda en la puta vida vas a escribir algo que le llegue a la suela del zapato a lo que escribió Sabato. Te lo digo desde España, que en Argentina no lo valorais y siempre estais jodiendo con Borges